REVISTA INDUAMBIENTE Ed. N°168 / Ene-Feb 2021

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RESIDUOS Y ECONOMÍA CIRCULAR 19

“P

ara mantener los huesos fuertes hay que tomar leche”. Imposible recordar cuantas veces hemos oído o recibido esa recomendación, muy certera por cierto: la leche y los lácteos en general son la fuente más eficiente de calcio, el mineral que necesitan nuestros huesos para mantener su densidad. Los múltiples beneficios de este alimento explican su alto consumo entre personas de todas las edades. De hecho, según la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), la industria del rubro en Chile produjo en 2019 casi 390 millones de litros de leche fluida, además de 225 millones de litros de yogurt, 111 millones de kilos de queso y otros 80 millones de kilos de leche en polvo. Con ello, contribuyó en ese periodo con el 0.42% del PIB Nacional, 5,3% del PIB Agropecuario y 50% de igual PIB pero en las regiones de Los Ríos y Los Lagos, donde se concentra mayoritariamente la producción láctea.

CRECIMIENTO SUSTENTABLE Tan buenos resultados comerciales ¿han ido aparejados con un desempeño ambiental acorde, especialmente en gestión de residuos? El “Estudio de Economía Circular (EC) en el Sector Agroalimentario Chileno”,

4 Empresas socias del Consorcio Lechero

participan en el Acuerdo de Producción Limpia “Cero Residuos a Eliminación”. Son Nestlé, Soprole, Colún y Watt´s. La certificación de la iniciativa se realizaría el primer semestre de 2021.

El informe destaca, eso sí, que se hacen esfuerzos en esta industria “para construir un sistema articulado de actores para facilitar la disposición de los residuos sólidos (plásticos, envases y embalajes), lo que va a permitir solucionar un problema de alta gravedad para el sector”. Sin embargo, respecto al empleo de los residuos orgánicos, expresa que “aún no se establece una cultura dentro de los productores agrícolas para el uso de lodos como mejoradores de suelo, lo que limita la revalorización y aplicación de este recurso-residuo altamente nutritivo”. Conscientes de sus deudas en materias ambientales, nueve de las más grandes empresas procesadoras de la industria láctea nacional asumieron, en agosto de 2020, el compromiso de fortalecer la sustentabilidad del negocio. Esto, a través de la implementación del Acuerdo de Producción Limpia (APL) “Industria Láctea Procesadora Sustentable”. Las compañías que participan en la iniciativa son Nestlé, Colún, Watts, Soprole, Prolesur, Quillayes-Surlat, Comercial del Campo, Chilolac y Lácteos Osorno, cuyas 15 plantas procesadoras representan más del 85% de la recepción nacional de leche. Todas ellas, en un plazo de 24 meses, deberán poner en marcha 50 acciones para cumplir 7 metas relativas a: mejorar la eficiencia y gestión del recurso hídrico y la energía; cuantificar la huella de carbono organizacional a través de la herramienta de Huella Chile; establecer un plan de gestión y valorización de residuos sólidos; evitar pérdidas de materias primas y alimentos en el proceso productivo; generar una estrategia para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero; reportar indicadores de sustentabilidad; y capacitar a los trabajadores en temáticas de sustentabilidad y cambio climático. Natalie Jones, Coordinadora del Área de Sustentabilidad del Consorcio Lechero, organización que articula el APL, explica que en gestión de residuos “el objetivo es buscar su manejo eficiente, reducir la generación en cada etapa del proceso y promover su valorización, lo cual reconocemos como una meta. Para lograrlo, apoyaremos a cada uno de los participantes del acuerdo basados en su propia realidad y sus avances, junto al establecimiento de indicadores sectoriales de generación de residuos para medir y publicar anualmente nuestro progreso a nivel industrial”. Particularmente, preocupa al Consorcio la situación de los lodos orgánicos y embalajes industriales. Sobre los primeros, que se disponen en rellenos sanitarios, “vemos que se puede estar desaprovechando un residuo con buena composición orgánica. Es un campo a investigar, ya que dependiendo del proceso pueden cambiar su composición, lo que dificulta su manejo. Pero iniciativas como los APL generan precisamente información para que se pueda desarrollar I+D en el país. Desde el Consorcio Lechero nos ponemos a disposición de los equipos e instituciones de investigación interesados en este tema”, señala la especialista.

POLÍTICAS PROPIAS

Junto con ofrecer variados y nutritivos productos, la industria láctea procura mejorar sus estándares ambientales. publicado por Odepa en diciembre de 2019, reveló falencias del rubro en este ámbito. Señala: “Si bien existe interés de avanzar en la construcción de estrategias circulares, aún existen prácticas que reflejan una gestión inadecuada de los residuos. Una de las más comunes es enterrar o quemar los residuos sólidos y hoy no existe un sistema de recolección estandarizado para los productores lácteos. Solo hay servicios pagados para el retiro de plásticos de bolo, envases y embalajes”.

Jones también resalta el trabajo particular que desarrollan algunas empresas adherentes al APL. Al respecto, apunta: “Cuentan con políticas propias de reciclaje y cero residuos a vertedero. Y realizan una labor interna muy encaminada a desarrollar cambios culturales en sus equipos de colaboradores, buscando no generar residuos, junto con una buena conexión con las empresas recicladoras”. También pone de relieve la gestión del conjunto de asociados al Consorcio -conformado por productores de leche, industrias procesadoras, centros de investigación y empresas de servicios- que están desarrollando esfuerzos individuales en ésta y otras áreas vinculadas a la gestión ambiental. Por ejemplo, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), ha


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