UNIVERSIDAD ACADEMIA HUMANISMO CRISTIANO ESCUELA DE ANTROPOLOGÍA
Circos tradicionales en Chile: Adaptaciones y cambios en el último siglo
Alumno: Ilan Oxman Kucky Profesor guía: José Luis Martínez Cereceda
Tesis para optar al grado de Licenciado en Antropología Tesis para optar al Título de Antropólogo Social
SANTIAGO – 2009
Agradecimientos Quisiera brindar el más cálido agradecimiento a las familias del circo chileno, cultoras de una admirable tradición preservada con gran esfuerzo, dedicación y verdadero amor. Así mismo, quiero destacar el gran apoyo de mi profesor guía, José Luís Martínez, por la dedicación y valiosos aportes que hizo a la tesis. Y por supuesto, agradezco a mi familia por todo el apoyo recibido, a Deborah, Sergio, Yael, Mijal y mi compañera Paz, presentes durante todo el tiempo que ha significado el proceso al documento.
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I.
INTRODUCCIÓN
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II.
HIPÓTESIS
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III.
OBJETIVOS: GENERAL Y ESPECÍFICOS
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IV.
METODOLOGÍA
11
V.
MARCO TEÓRICO Y DISCUSIÓN BIBLIOGRÁFICA
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NOMADISMO Y TRASHUMANCIA: UNIDAD DOMESTICA DE PRODUCCIÓN ESTRUCTURAS ELEMENTALES DEL PARENTESCO E INTERCAMBIO GENERALIZADO: VI.
CIRCO EN CHILE
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Vivienda y transporte Modernización del circo
46 50
VII. CIRCOS NACIONALES EN LA DÉCADA DE 1960 Educación en la comunidad circense Estructuras de parentesco en la comunidad circense 1) Matrimonio entre grupos de hermanos y hermanas.
53 53 59 61
2)
Rapto de la novia o fuga concertada
66
3)
Linaje como mecanismo de legitimación
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4)
Matrimonio entre primos de 7˚ grado colateral.
75
Las empresas de circo Cultura económica circense Pobreza Retiro y vejez Ferrocarriles en Chile Rol social y políticas fiscales de EFE
78 86 91 95 98 104
Decaimiento del transporte ferroviario
108
Circos sobre ferrocarriles Vivencias sobre los rieles
111 130
Políticas Fiscales y Circo Nacional
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VIII. CONCLUSIONES
143
Legislación actual en materia de circo Cierre:
151 156
BIBLIOGRAFÍA
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PÁGINAS ELECTRÓNICAS
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IX.
X.
25 28 32
ANEXOS
162
ANEXO I: PRESENTACIÓN ENTREVISTADOS ANEXO II: TRANSCRIPCIÓN DOCUMENTOS LEGALES 1) Ley 5563 (Dirección superior teatro nacional) 2) Ley 12.525 (rebaja tarifaria) 3) Ley 20.216 (de circo)
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162 163 163 168 171
I.
Introducción
La presente Tesis ha sido realizada en torno al desarrollo histórico de los circos tradicionales chilenos durante el transcurso del siglo XX, tomando como eje para el análisis los conceptos de parentesco y trashumancia para aproximarnos al desarrollo de la cultura circense en el país.
Esta tesis se desprende en gran medida del trabajo de práctica realizado durante el segundo semestre del año 2007 en la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE), oportunidad en la cual se realizo una investigación orientada al levantamiento de datos sobre la temática, constituyéndose como un estudio exploratorio sobre la situación de los circos nacionales durante los primeros años de la década de 1960.
En consideración de lo anterior, se desarrollan algunas claves acerca de las adaptaciones y cambios de los circos chilenos en el último siglo, poniendo énfasis en el caso del transporte sobre Ferrocarriles del Estado. Periodo que se extendió aproximadamente desde 1940 a 1970 y sirve para problematizar y analizar a las empresas circenses en tanto economías familiares, en constante movimiento hacia sus espacios productivos, y su íntima relación con el discurso y las prácticas identitarias en el gremio.
El circo es una forma de entretención popular que surge en Chile a fines del siglo XIX, siendo un arte que se caracteriza por el desarrollo de elementos populares en el humor, la muestra exótica de animales y la presentación de números artísticos de carácter virtuoso, entre otros. Además, posee otra gran característica que lo distingue como rubro específico, esto es, que sus compañías recorren grandes distancias para llevar su espectáculo a los más distantes rincones de la nación, manteniendo con ello una particular cultura y forma de vida establecida sobre la trashumancia y la organización familiar del trabajo. Una de las principales características que podemos reconocer en el circo tradicional es su condición de trashumancia, con el continuo desplazamiento de las compañías a lo largo del territorio. El circo se ha desarrollado, por medio de distintos procesos históricos y culturales, como un grupo cohesionado y corporado, en donde los involucrados en este 4
oficio muestran una sólida identificación con la actividad que ejercen y la tradición familiar de la que forman parte. A pesar de no contar con un sentido de territorialidad como criterio de adscripción identitaria, es la condición de movilidad estacional 1 la que otorga una poderosa base para la formación y reproducción de su identidad cultural.
Teniendo en cuenta la importancia de la trashumancia dentro de las compañías circenses, debemos agregar que el parentesco se establece como una de las principales instituciones sociales dentro del gremio. La que opera a nivel organizativo, identitario y en el imaginario simbólico de los artistas y las familias a las que pertenecen.
Se puede plantear con seguridad que la historia del circo en Chile corresponde a la historia de las familias de circo chilenas. Las cuales en determinados casos han desarrollado la actividad por 120 años o más, con 5 ó más generaciones de hombres y mujeres dedicados al circo; personas en quienes surge un poderoso discurso identitario afirmado sobre la tradición y legitimidad que dentro de sus códigos culturales presupone tamaña antigüedad.
Es por ello que al analizar el desarrollo de las compañías circenses, debemos necesariamente considerar lo que constituyen 3 aspectos claves en relación al circo; 1) ¿Cuál fue el principal medio de transporte utilizado para su desplazamiento? 2) ¿Qué tipos de relaciones de parentesco se establecieron al interior de las compañías? y 3) ¿Cuáles son los principales criterios de adscripción identitaria para los artistas circenses? De acuerdo a esta perspectiva, la denominación de “circo tradicional” resulta relativizada en varios sentidos; dejando de lado la impresión de que nos encontramos frente a un gremio que poco o nada ha cambiado durante el último tiempo para pasar a profundizar respecto a qué exactamente es lo tradicional de los circos y en qué aspectos se ha transformado en el transcurso del siglo XX.
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Concepto referido a las rutas cíclicas que predeterminan ciertos recorridos por Chile y Latinoamérica. Un ejemplo de ello es la preferencia de los circenses por el Sur del país en los meses de verano y del Norte del país durante los meses de invierno. 5
Desde pequeñas caravanas tiradas por bueyes y otros animales a comienzos del siglo XX hasta las flotas de camiones que actualmente transportan a algunos circos, o desde las manufacturas artesanales de carpas, instrumentos y otros tantos elementos propios del circo hasta la importación de carpas y galerías provenientes de México o Italia vemos como en el transcurso del siglo XX el circo chileno ha sufrido profundas transformaciones.
Y no sólo en el ámbito material es que emergen estas transformaciones sino que en la organización de las compañías y las características de la comunidad circense nacional. Desde pequeñas familias de inmigrantes que trajeron a Chile sus tradiciones circenses, el circo se fue complejizando cada vez más hasta formar una verdadera tradición artística nacional. Con familias locales que en la actualidad constituyen verdaderos linajes y una comunidad nacional de artistas y trabajadores circenses que posee un sindicato, un mausoleo en el cementerio general de Santiago y una serie de eventos anuales como el campeonato de fútbol circense y las romerías al cementerio. Pasando de pequeños núcleos independientes y sin mayor comunicación entre ellos a un conglomerado nacional con un gran nivel de comunicación e intercambio interno.
Tal vez el elemento que menos ha cambiado en la estructura de los circos refiere al carácter familiar de sus compañías y la transmisión del conocimiento por medios tradicionales. Situación que se desprende en gran medida a partir de la necesidad que tienen los artistas circenses de recibir una educación a temprana edad, además de la flexibilidad que le otorga a las compañías el hecho de trabajar con mano de obra familiar, no asalariada.
A modo de dar cuenta de la serie de cambios y adaptaciones de los circos chilenos durante el siglo XX se ha organizado el material en tres capítulos que profundizan en cada uno de los elementos de análisis.
En primer lugar se expone una breve historia del circo en Chile, recopilada por medio de revisiones bibliográficas y entrevistas semi-estructuradas a miembros de la comunidad circense chilena. El objetivo es presentar sus principales características a lo largo del siglo
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XX, haciendo referencia a sus orígenes y a las formas más comunes que presentó la actividad en el transcurso de sus múltiples adaptaciones.
El siguiente capítulo trata sobre las compañías de circo nacional durante la década de 1960, desarrollado como un estudio de caso sobre la relación del circo con la Empresa de Ferrocarriles del Estado y su integración en el Chile de fuerte presencia fiscal.
La importancia de este periodo radica en el gran impacto que tuvo la incorporación de los circos al esquema de transporte sobre ferrocarriles, modificando profundamente la forma de vida circense en aspectos clave como su movilidad territorial, la relación con el público y la convivencia entre los miembros de las compañías de circo de acuerdo a las nuevas posibilidades que permitían los ferrocarriles.
En el último capítulo se encuentran las conclusiones relativas al desarrollo histórico del circo en Chile y sus principales características a comienzos del siglo XXI, en donde se incluye un análisis sobre la reciente ley de circo2 promulgada por el congreso nacional, en conjunto con las principales dificultades del gremio y sus proyecciones a futuro.
La presente Tesis pretende realizar un aporte a la disciplina antropológica por medio de la utilización de sus métodos y desarrollo teórico para el análisis de la temática en cuestión, efectuando un análisis que interrelacione los conceptos de economía familiar, trashumancia e identidad al interior de la cultura circense chilena en el transcurso del siglo XX.
Arte y forma de vida que, durante la década de 1960, fue reconocida por el Estado como un elemento clave del desarrollo cultural nacional, legitimando al gremio como los genuinos cultores de la actividad en el país y facilitando beneficios económicos de carácter exclusivo a todos los circos afiliados al sindicato nacional de artistas circenses.
Al abordar el desarrollo de los circos tradicionales durante el transcurso del siglo XX, también nos encontramos documentando una manifestación cultural única del país, la que 2
Ley número 20.216. Publicada el 27/09/2007 7
ha logrado mantenerse vigente gracias a las mĂşltiples estrategias de continuidad que ha tenido el gremio circense para adaptarse a los contextos cambiantes de Chile contemporĂĄneo.
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II.
Hipótesis
Las estructuras de parentesco al interior de los circos y la trashumancia de sus compañías fueron los elementos claves en la configuración de la identidad circense, generando los mecanismos de adscripción e integración social y construcción de imaginarios de la comunidad circense durante el transcurso del siglo XX.
Los circos, en búsqueda de espacios laborales, establecieron un modo de vida trashumante con profundas implicancias en el desarrollo de su cultura, educación e imaginario simbólico. Este aspecto fue condicionado por los diferentes esquemas de transporte utilizados por las compañías de circo, entre los que desataca la relación con Ferrocarriles del Estado por su gran capacidad de integración con los circos nacionales.
Las compañías circenses son economías familiares articuladas mediante el parentesco, el que ejerce un rol estructural a nivel de la organización productiva. Siendo un modo de vida incompatible con otros en términos de la educación temprana que requieren los futuros artistas, la trashumancia de las familias circenses y el trabajo familiar requerido por las empresas circenses para bajar sus costos.
Los mecanismos de adscripción e integración social y construcción de imaginarios en el mundo circense se establecieron sobre la base de las condiciones productivas (trashumancia) y condiciones organizativas (parentesco) de la actividad circense. Uno de los principales criterios de adscripción identitaria dentro de la cultura circense se establece a partir del reconocimiento de lazos de parentesco con familias de circo, lo que se traduce en la utilización de los criterios de filiación y/o consanguinidad como los principales mecanismos de integración social al interior de las compañías circenses.
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III.
Objetivos: General y específicos
Objetivo General Describir y analizar los principales cambios y adaptaciones de la cultura circense en relación a las estructuras de parentesco de las compañías circenses, los medios de transporte y las prácticas identitarias durante el transcurso del siglo XX.
Objetivos Específicos •
Describir y analizar las compañías circenses en tanto economías familiares, durante el transcurso del siglo XX.
•
Describir y analizar los diferentes medios de transporte utilizados por las compañías circenses durante el transcurso del siglo XX.
•
Describir y analizar los mecanismos de adscripción e integración social y construcción de imaginarios del gremio circense durante el transcurso del siglo XX.
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IV.
Metodología
Los circos tradicionales constituyen un mundo fascinante desde el punto de vista de la investigación antropológica, en cuanto constituyen grupos culturales de fuerte presencia en el imaginario nacional y de los últimos grupos en Chile que aún mantienen una forma de vida trashumante.
Mientras estudiaba la carrera de antropología social en la U.A.H.C., entre los años 2003 y 2007, comenzó la primera de lo que sería una serie de investigaciones en torno a los circos tradicionales chilenos. En un principio el acercamiento estuvo dado por el interés sobre la percepción que ellos tenían del “nuevo circo”, caracterizado por la apertura de las técnicas de circo y su utilización transversal por parte de jóvenes de todo el país. Con ello se buscaba evidenciar los criterios de diferenciación que estaban siendo utilizados por los circenses para afirmar sus diferencias con los exponentes del “nuevo circo”.
En estudios posteriores se profundizo en diferentes aspectos de la cultura circense como la dinámica social del circo durante el periodo de gira o el sentido de comunidad vivido en los encuentros
deportivos
que
celebra
la
comunidad
circense
anualmente.
Otras
aproximaciones se orientaron a dar cuenta de lo que había sido el desarrollo de la actividad circense en el pasado, basándose en los trabajos anteriores como puntos de partida para salir nuevamente a terreno y obtener información relativa al circo chileno en su dimensión histórica.
Para todas las investigaciones se han combinado una serie de técnicas propias de la investigación cualitativa, desde la observación participante en terreno hasta la utilización de entrevistas semi-estructuradas a informantes clave del circo y encuestas de opinión sobre los diferentes temas analizados. La principal herramienta metodológica de las diferentes investigaciones han sido las entrevistas abiertas y/o semi-estructuradas, las que suman más de 30 en total y de las cuales 11 han sido utilizadas directamente en la presente tesis.
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Otra de las herramientas metodológicas utilizadas ha sido la elaboración de diferentes arboles de parentesco a modo de recoger las historias familiares circenses y analizar sus posibles particularidades. También se generó un mapa con la distribución espacial de los circos durante el mes de septiembre del 2007, realizado con miras a buscar el patrón de asentamiento de los circos en la ciudad de Santiago.
De acuerdo a la multiplicidad de técnicas utilizadas en el proceso de recogida/elaboración de la información, cabe destacar las nociones de testimonio y memoria social como aspectos claves dentro del enfoque metodológico de la presente tesis.
A continuación se presentan resúmenes críticos de tres autores a modo de profundizar en torno a las bases teóricas que sustentan la metodología utilizada durante la investigación.
En primer lugar expondremos ciertas nociones sobre los testimonios orales, desarrollados por el investigador A. Aguirre (1995). Para dicho autor los testimonios orales constituyen una fuente de riqueza infinita, en cuanto a la investigación antropológica, y al alcance de cualquier ciudadano. Sin embargo ellas no logran establecerse como “pruebas” en el sentido que podrían otorgarles los historiadores a un documento, sino que se constituyen en un texto narrativo presto para ser interpretado de acuerdo a sus códigos y símbolos internos.
Hasta la segunda mitad del siglo XIX las fuentes orales se utilizaron de manera sistemática por los historiadores. Sin embargo “la influencia de la jurisprudencia escrita en la segunda mitad del siglo XIX hizo que sólo fuesen considerados testimonios veraces los que pudiesen fundarse en documentación escrita.” (A. Aguirre. 1995)
Una serie de testimonios orales anclados en una cultura corresponden a la tradición oral de la misma, siendo narraciones concernientes al pasado. En este sentido podemos distinguir dos esferas de la tradición oral, una pública y otra privada. La primera se encuentra más sujeta al control político, por ser un referente común del grupo, aproximándose a la narración mitológica. La esfera privada de la tradición oral, en cambio, se encuentra más cercana al rumor y aparece más libre y abierta a las nostalgias personales.
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La tradición oral cumple una función simbólica en el presente, recreando él o los mitos fundacionales y dándole sentido al ahora sobre la base de una identidad común delimitada por un ellos y un nosotros. En el caso del circo se constituye una trama histórica donde el sentido identitario se encuentra atravesado por la noción de trashumancia, la que presenta profundas implicancias y cambios en el modo de vida de acuerdo a los diferentes medios de transporte utilizados. La memoria oral se encuentra expresando los aconteceres relevantes de épocas y generaciones pasadas, siendo con ello, un relato identitario en sí mismo. “Actualmente viajamos en camiones y casas rodantes, pero antiguamente se viajaba en los trenes, y mi padre y mas antiguamente viajaban en carreta”3
En una línea de argumentación orientada a desentrañar el significado moderno que adquiere la memoria social y su forma institucionalizada, la Historia, Jacques Le Goff (1991) desarrolla una conceptualización de lo que ha sido el tránsito de la historia a través del positivismo y su reinserción en aproximaciones epistémicas díscolas a dicha corriente de pensamiento. Ello especialmente bajo técnicas cualitativas de obtención y producción de la información, considerando la revolución metodológica e ideológica que ocasionaron, y a partir de la cual se construye hoy en día la memoria colectiva y su expresión científica, la Historia.
Estas dos formas de la memoria se aplican esencialmente a dos tipos de materiales, los documentos y monumentos. La distinción apunta a establecer que lo que sobrevive no es el complejo de lo que ha existido en el pasado sino las elecciones realizadas en el proceso cultural del movimiento de la historia. En ese sentido es que se presentan dos formas principales de materiales de la memoria; monumentos, herederos del pasado y documentos, los que constituyen una elección del historiador.
3
Historia de Vida Silvia Olivares Núñez. 10/03/2006 13
La palabra Latina monumentum se encuentra vinculada a una de las funciones fundamentales de la mente (mens), la memoria (memini). Mientras que el verbo monere significa “hacer recordar”.
Desde la antigüedad romana el monumentum se ha encontrado especializado en dos sentidos principales. El primero lo constituyen las obras de arquitectura o escultura con fines conmemorativos. El segundo como monumento funerario destinado a transmitir el recuerdo en el sagrado campo de la muerte. Siendo una de las principales características del monumento encontrarse ligado a la capacidad de auto-perpetuarse de las sociedades históricas.
El termino latino documentum, en cambio, se encuentra derivado de docere (enseñar) y ha emigrado hacia el significado de prueba, especialmente en el vocabulario legislativo. El documento para la escuela histórica positivista se constituirá como el fundamento del hecho histórico, objetivándose respecto a la intencionalidad del monumento y presentándose como prueba histórica en sí misma.
La visión positivista se impuso en la cultura occidental en el transcurso del siglo XX, permeando diferentes ámbitos de la acción humana con su particular forma epistemológica. El documento triunfa con la escuela positivista, coincidiendo con el texto y transformándose en un recurso indispensable para los historiadores.
Sin embargo desde hace ya bastante tiempo se ha venido produciendo una ampliación del contenido del término documento, abriendo los pasos a una revolución de carácter cuantitativa y cualitativa, en donde el interés de la memoria colectiva y de la historia ya no cristaliza solamente en los grandes hombres y acontecimientos. Representando el ingreso en la historia de las masas durmientes e inaugurando la era de documentación de masas y grandes grupos sociales.
Si en un comienzo se encontraba el documento como base fundamental de la investigación historiográfica, hoy en día el acento esta puesto en el problema a tratar. De acuerdo a ello el
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documento debe ser sometido a una crítica más radical, superando la crítica tradicional del documento, orientada a dar luces sobre la autenticidad de los mismos.
La critica en profundidad de la noción de documento se establece a partir de la toma de conciencia del proceso histórico que permite la conservación, de las causas humanas y los problemas planteados por su transmisión; todo lo cual afecta íntimamente la imagen del pasado que prevalece a través de las sucesivas generaciones. “el documento no es una mercancía estancada del pasado; es un producto de la sociedad que lo ha fabricado según los vínculos de las fuerzas que en ellas retenían el poder”4
Al respecto el autor hace suyos los comentarios de Michel Foucault sobre la historia, quien declara que los problemas de la disciplina se pueden resumir en una sola frase: el proceso al documento. Haciendo énfasis en el carácter inseparable que tiene la producción de una masa documental y la manera en que determinada sociedad la elabora como historia.
Una tercera aproximación metodológica la encontramos en el texto de G. Salazar (1999), donde trabaja el sentido, uso y proyecciones de la historia oral, en cuanto una “línea de investigación que procura trabajar la historicidad en tanto existe en los actores vivientes de la baja sociedad civil actual” (G. Salazar. 1999)
Se plantea que la historia oral surgió al mismo tiempo y en el mismo proceso que la historia, como fruto de los esfuerzos realizados por los pueblos de la antigüedad clásica para perpetuar los contenidos de su memoria social y con el objetivo de mantener y vigorizar su poderío e identidad.
Aquellas memorias se perpetuaron en una red de transmisiones e intercambios orales, que formaban parte de un logos colectivo profundamente interiorizado por la comunidad. En ese sentido es que la gran tarea de los fundadores de la ciencia histórica consistió en 4
Le Goff, Jaques. 1991. Pág. 236 15
plasmar en el papel los relatos estratégicos que circulaban en la oralidad, fundando al mismo tiempo la metodología clásica de la historia oral. Su función consistió en reforzar la perpetuidad de sus contenidos identitarios, consolidando los circuitos orales que constituían la identidad y la tradición política de los pueblos antiguos.
Cabe destacar que lo relevante en el proceso de escrituración no era la conservación en sí misma, sino las decisiones de la comunidad y las acciones consensuadas. Asimismo, los historiadores romanos no se encontraban interesados en establecer verdades en sí mismas, sino verdades en el sentido político. De ello se desprende que sus trabajos fueran de carácter historio-lógicos, orientados a mantener vigente y activo el logos de su pueblo. Durante esta etapa fundante de la historia, la oralidad no se utilizo como una metodología deducida lógicamente del saber escritural, sino que como una lógica inmanente del saber oral. Eximiéndose de ostentar el fatídico rango de método auxiliar que bajo el triunfo del positivismo relego a la oralidad a un abandono por parte de los poderes centralizados.
Los poderes de la era moderna no hegemonizaron el mundo sobre la base de la oralidad, sino sobre la verticalidad de los dictámenes escritos. La Historia abandono la oralidad y comunidad cívicas, pasando a formar parte del poder centralizado.
En la actualidad ha surgido un renovado interés por la historia social, anclada estratégicamente en la oralidad de los actores sociales. En el escenario académico la irrupción de la oralidad puede remontarse a la “escuela de Chicago” de comienzos de siglo, quienes para acceder a la intensidad de lo vivido por inmigrantes polacos recurrieron a los testimonios orales y una serie de elementos disidentes del estructuralismo de la época.
Aquel estructuralismo dominante había logrado transformar a los sujetos en masas anónimas con altos grados de rigidez, manteniendo a la oralidad en estado larvario, sin mayores posibilidades de desarrollo.
Sin embargo la sofisticación en los medios de
comunicación de masas y la aparición de las grabadoras personales lograron reponer la oralidad en el tapete. Desde 1960 en adelante se experimento un proceso que logro poner en
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circulación masiva el nuevo estatus de la oralidad, en referencia al concepto estadístico y estructural de masa, sin aun plantear un vuelco hacia la valoración de lo subjetivo.
En este contexto las ciencias sociales tendieron al desarrollo de la nueva oralidad, manteniendo la estructuración positivista de sus disciplinas y convirtiendo de paso a los sujetos en informantes. Ello, en un proceso de objetivación del conocimiento orientado a recolectar los datos objetivos de los grupos estudiados, desechando la subjetividad y la memoria viva de los sujetos.
Este proceso de innovación metodológica logro dar un fuerte impulso a las corrientes estructuralistas y modernistas, efectuando una transición hacia los aspectos micro contenidos en el sujeto para luego pulverizarlo en la individuación del hombre-mercado.
Sin embargo una serie de acontecimientos mundiales lograron poner en jaque tanto a los poderes modernos como a los posmodernos, expresados en reventones políticos y sociales que llevaron a devolver el perdido estatus de sujetos a los informantes, en un intento por comprender los procesos díscolos de autonomía, creación de comunidades locales y otros fenómenos sociales que removieron el panorama político y académico. En este sentido la baja oralidad constituyo un brote del logos popular, el que se encontraba adormecido tras siglos bajo el dominio moderno de lo escritural.
Al llevar la individuación a un punto límite, el poder neoliberal desencadeno un proceso social irreversible. Las redes de emergencia y agrupaciones pensadas para la supervivencia familiar y/o barrial, fueron formando experiencia social sobre la base de la autonomía y el ensanchamiento de los procesos marginales de asociatividad.
Todo lo anterior ha llevado a los técnicos del Banco Mundial a anunciar el descubrimiento más importante de la modernidad tardía, expresado bajo el concepto de capital social de los pobres y su capacidad para producir y sobrevivir aún en condiciones sociales tensionadas al máximo. La paradoja se encuentra en que la individuación maximizada no produjo un
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mayor aislamiento de los sujetos, sino que provoco el estallido y sorpresiva aparición del capital social.
En la actualidad se ha limitado la individuación en pos de un fomento a la asociatividad y participación ciudadanas, cooptando y utilizando el capital social y reconociendo la importancia relativa de lo cualitativo, la oralidad y el ethos de la sociedad civil.
La experiencia subjetiva es en todo momento social e intersubjetiva, operando como principio dinámico flexible capaz de justificar las conductas.
En ese sentido aquella
memoria no solo puede ser trabajada para exprimir datos y recuerdos a los informantes, sino también como capital social de alto valor simbólico y capacidad transformadora.
A medida que los poderes centrales aumentan su eficiencia en la dominación sistematizando el pasado y reflexionando sobre él, los sujetos individuales o grupales pueden sumergirse en un proceso paralelo que los lleve a utilizar y perfeccionar la memoria social que poseen. La unión entre memoria social y capital social surge como una herramienta orientada a construir discursos articuladores de sociedad civil, capitalizando la experiencia común y transformándola en Historia social.
Durante la investigación se realizaron una serie de entrevistas y otras actividades en orden de acceder a los testimonios orales que dan cuenta de la relación entre los circos tradicionales y Ferrocarriles del Estado durante los primeros años de la década de 1960, como parte crucial de la historia social del circo en Chile y como una manera de establecer antecedentes escritos sobre lo que han sido las practicas asociativas del gremio y su relación con el Estado.
Para ello se trabajó con informantes clave que manejaran conocimientos y vivencias personales sobre el tema, orientando la investigación de manera que diferentes fuentes de información se fueran complementando entre unas y otras. Los informantes con los que se trabajó corresponden en su mayoría a personas mayores de 50 años con recuerdos y
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experiencias significativas en torno al periodo investigado, siendo antiguos funcionarios de EFE o miembros de diferentes circos.
El gremio circense se caracteriza por un amplio conocimiento y manejo de su propia memoria social, siendo tema de conversación recurrente entre muchas personas del gremio. Cabe realizar una distinción básica entre los jóvenes (hasta 30 años), quienes se encuentran menos involucrados respecto a la memoria social del gremio, sin embargo mantienen una fuerte adhesión al presente del mismo y están adquiriendo las herramientas (sociales, artísticas y empresariales) que determinaran en gran parte el futuro del circo en el país; por otro lado están las personas mayores, quienes actualmente dirigen las actividades y concentran la experiencia y las historias que constituyen el grueso de la memoria social del circo tradicional chileno.
No se conoce hasta qué punto la presente tesis llegue a modificar dicha situación, sin embargo pretende ser un aporte al sistematizar una serie de testimonios orales y antecedentes históricos, los que constituyen una valiosa parte de la historia social del circo en Chile.
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V.
Marco teórico y discusión bibliográfica
Durante la presente investigación se han visitado diversos archivos y bibliotecas públicas y privadas en busca de documentos bibliográficos que apoyaran la investigación. Estos incluyeron la Biblioteca Nacional, el Archivo de Tradiciones Orales de la DIBAM, la Hemeroteca de la DIBAM, el Centro Nacional de Patrimonio Fotográfico (CENFOTO), el Archivo de EFE (Empresa de Ferrocarriles del Estado), el Museo Ferroviario de Santiago, la Asociación Ferroviarios Jubilados y Montepiados, el Sindicato Nacional de Artistas Circenses, y las bibliotecas de múltiples universidades incluyendo las del consejo de rectores y algunas de las privadas (UNAB, ARCIS, UAHC, UDP, U. Mayor).
En base a lo anterior se puede afirmar que la bibliografía sobre el circo en Chile es bastante escasa, reduciéndose a una serie de artículos breves en la prensa nacional y menciones acotadas en investigaciones sobre el teatro, la música y otras artes escénicas presentes en el país. Hasta el momento no existe ningún libro publicado sobre la temática, aunque se han encontrado 5 tesis de pregrado que abordan la situación actual de los circos chilenos desde diferentes perspectivas, resultando valiosos en términos de contribuir a la apertura de un dialogo multidisciplinario orientado a comprender las dinámicas de la cultura circense en el país.
Una de las tesis que trata sobre el circo en Chile (Fernanda García, 2005) se encuentra centrada en los problemas del gremio en términos de previsión laboral, salud, educación y otras áreas consideradas de riesgo y/o exclusión para los artistas circenses; dicho estudio no profundiza demasiado sobre el desarrollo de la actividad en su dimensión histórica, aunque se presenta como un material valioso de acuerdo a los testimonios que contiene y la recopilación de antecedentes legales que contribuye. Otro estudio lleva por título “La permanencia eterna del circo en la sociedad chilena”, (Andrés Parra, 2006), donde se pregunta por el tipo de relación entre la ciudadanía y el circo nacional. Se revisa la presente situación del circo, negativamente afectada por el desarrollo de alternativas para el ocio y menos tiempo libre para la población. El autor 20
plantea que los circos ya no constituyen vanguardia en materia de espectáculos, frente a lo cual han perdido importantes nichos de desarrollo por el avance de otras formas de entretenimiento. Ante esto surge la interrogante de cómo se debe reformar el circo para poder continuar, y en qué términos debe ser esta reformulación.
Interrogantes sobre el olvido comunicacional y las dificultades para la inserción actual del circo son analizados en razón del acceso a los medios de comunicación y la administración de las compañías de circo. La escasa difusión mediática, la mala infraestructura y recursos limitados y la revolución de las entretenciones han puesto a los circos chilenos en un escenario complejo, frente al cual se hace inminente un replanteamiento a nivel comercial.
Lo interesante de la tesis se encuentra en proponer ciertas líneas de acción para los circos nacionales, las que en su mayoría pasan por nuevas estrategias de marketing e innovación en las formas de atraer al público hacia las carpas.
Sin embargo las dificultades en la propuesta radican en la incapacidad de ahorro que tienen la mayoría de las compañías circenses, siendo en la actualidad economías familiares de subsistencia. Donde sí existe un espacio para la puesta en marcha de nuevas estrategias de marketing es en los circos de mayor tamaño, que desde hace tiempo ya aparecen en programas de televisión, notas en el diario y otros medios de comunicación masiva.
Los circos nacionales muchas veces deben mendigar los terrenos en los que trabajan, mientras que a muchos circos extranjeros les es fácil conseguir los terrenos en función de la solvencia económica y el prestigio que ostentan. Esta última es un aspecto clave de su inserción en el mercado nacional, la que lamentablemente muchos circos nacionales no poseen debido a malas prácticas de ciertas compañías, las que terminan por perjudicar a todo el gremio.
Desde el gremio se plantea que el circo chileno mantiene sus tradiciones en gran parte gracias a la tradición familiar y en ese sentido el tema no pasa por imitar a producciones
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extranjeras como Cirque du Soleil, ya que el circo tiene un contexto particular que es la cultura popular chilena. Un tercer estudio corresponde a “El circo pobre chileno: miserias, amores y futuro del inmortal circo chamorro en Chile”, (Rocío Zúñiga, 2005), donde se discute en torno al futuro del circo en Chile, enfrentado a grandes desafíos por la llegada de nuevas tecnologías y espectáculos. Frente a los cambios acaecidos en la industria del espectáculo los circos no han podido adaptarse y en ese sentido su actual condición se debe a carencias en su organización interna. Les falta mejor marketing y herramientas de administración más competitivas, en un intento de revertir la situación actual de exclusión y fuerte desvalorización social.
El análisis grueso es interesante, sin embargo no desglosa elementos como la previsión social o la informalidad laboral propias del circo, elementos claves al analizar el funcionamiento de estas compañías. La cuarta tesis encontrada es “El circo en Chile: hijos de circenses y su inestabilidad educacional”, (Elizabeth Carrión, 2006), en la que se expone la situación de precariedad escolar en los hijos de artistas circenses vinculada a la itinerancia. Debido al trabajo de sus padres los escolares se ven obligados a cambiar de colegio y enfrentan serios problemas educacionales, solo un 40% termina la educación primaria y no existen escuelas especiales lo que condiciona una situación transversal al gremio, compuesto por unas 5000 trabajando en alrededor de 120 circos.
Anteriormente el analfabetismo resulto ser funcional como factor preservador de sus diferencias e independencia como artistas que desarrollaban solo destrezas físicas. Sin embargo en la actualidad existe un cambio de perspectiva relativa a la educación, la que se manifiesta como una necesidad sentida por parte de los artistas circenses y sus familias.
La precariedad en materia de educación formal constituye un obstáculo para afrontar los desafíos externos al mundo circense, e incluso es una debilidad en cuanto a la necesidad de
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transformación que necesitan los circos chilenos y constituye una dificultad para el mejor desarrollo de sus propias empresas. Una quinta tesis encontrada corresponde a: “Análisis y comprensión de las subjetividades construidas en la vida cotidiana de los miembros del circo Markoning”, (Silvia Contreras, 2003). En ella la autora da cuenta de los principales procesos de sociabilización al interior del circo Markoning, una pequeña empresa de carácter familiar que trabaja en la zona central de Chile. Su aproximación al tema la lleva a profundizar en los procesos mediante los cuales los miembros del circo van adquiriendo las pautas de conductas propias de su comunidad y de qué manera esas pautas se mantienen gracias a la fuerza moral que sostiene a la comunidad.
Es interesante su análisis de los circos en tanto grupos trashumantes, al igual que los gitanos, lo que los hace radicalmente diferentes de la población sedentaria, convirtiendo a todos los circenses en potenciales desviados de la norma social. Esto resulta interesante en tanto los circenses son mirados con desconfianza por muchos sectores que los asocian a la delincuencia, alcoholismo y una serie de otras desviaciones sociales. Cabe resaltar que la condición de desviados es una situación potencial dentro de la identidad circense general, la que también se presenta como el anhelo de muchos sectores que los asocian con el humor, la felicidad y la libertad.
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A continuación se desarrollan una serie de conceptos para dar cuenta de las diferentes características particulares del circo chileno. Considerando que la temática no ha sido desarrollada por la antropología ni otras ciencias sociales, el propósito del presente marco teórico es proponer una serie de ideas aplicadas a realidades sociales bastante diferentes, a modo de encontrar puntos en común con la realidad social de los circos y algunas de las principales diferencias que surgen al momento de analizarlos.
Los conceptos desarrollados a continuación apuntan a establecer un lenguaje más preciso para analizar la realidad social de los circos, entendiendo a estas empresas humanas desde sus particularidades y condicionantes propias, desde la forma de vincularse con el entorno, organizar su existencia y reproducir sus prácticas sociales.
En primera instancia se ha desarrollado una breve discusión sobre los conceptos de nomadismo y trashumancia, estableciendo las diferencias entre ambos así como dando cuenta de los criterios por medio de los cuales se ha definido a los circos como culturas trashumantes. En segundo lugar se ha trabajado el concepto de unidad domestica de producción 5 , desarrollado para analizar las economías campesinas, con las cuales los circos presentan ciertas similitudes en cuanto a la orientación del trabajo y su organización. En tercer lugar encontramos el concepto de intercambio generalizado6, como una de las estructuras elementales del parentesco, cuya función es extender la estructura de intercambio entre las diferentes familias, ampliando la confianza y fomentando el establecimiento de comunidades sociales más amplias. Lo que resulta fundamental al momento de analizar la comunidad circense de carácter nacional y fuertemente vinculada por medio del parentesco.
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Chayanov, Alexander. 1974 Lévi-Strauss, Claude. 1991 24
Nomadismo y Trashumancia:
Nómades son todos aquellos grupos humanos en constante desplazamiento y sin un territorio fijo como residencia permanente. Esto conforma un estilo de vida asociado a una economía de subsistencia con una organización social, política, religiosa y económica adaptada a ello.
Aunque el nomadismo es el desplazamiento constante de un grupo humano, esto no implica una indiferencia total a determinados territorios y generalmente los pueblos nómades mantienen ciertos límites dentro de sus respectivas zonas geográficas. Este modo de vida se asocia a los pueblos cazadores/recolectores y en el mayor de los casos se encuentra relacionado con una forma de organización tribal o sociedades estructuradas en linajes, clanes y tribus.
El desarrollo de la agricultura marca la mayor separación entre culturas sedentarias y nómades, paso que establece una serie de condicionantes para cada uno de los grupos. La organización política y económica de los pueblos nómades es por lo general bastante más simple que la de pueblos sedentarios, sin la presencia de estructuras de poder hegemónicas como el Estado. Esto debido a la mayor autonomía de sus integrantes y la capacidad para establecer alianzas temporales en situaciones de guerra, festividades o actividades productivas. Aunque la escritura no se encuentra ampliamente difundida entre los pueblos nómades, estas sociedades han desarrollado un gran sentido de la tradición oral, el que ocupa un lugar central en sus vidas.
La trashumancia es un concepto que fue primeramente utilizado para denominar a los pastores en el contexto europeo 7 . Compuesto por migraciones estaciónales a diferentes alturas y zonas geográficas, siguiendo rutas regulares establecidas tradicionalmente, con una serie de asentamientos de diferente importancia. Aunque comúnmente practicado por pueblos que habitan en zonas semiáridas y montañosas, existen una serie de distintos patrones de residencia de acuerdo a las características geográficas, factores productivos y 7
Guerra, Juan Pablo. 2005. Pág. 27 25
aspectos culturales. En tanto tipo de pastoreo móvil que se adapta a zonas de productividad cambiante, su práctica tiene base en las diferencias productivas provocadas por las estaciones junto con la migración animal. Mientras que en ciertas zonas la productividad alcanza máximos de producción en invierno y en verano se reduce prácticamente a cero, otras zonas presentan producciones muy bajas en invierno y alcanzan sus máximos de producción en verano.
Combinando y aprovechando los periodos de productividad elevada de dos o más lugares, transitados por rutas cíclicas, la trashumancia es el producto de una lógica económica y ecológica para aprovechar los máximos de productividad que existen en terrenos y períodos distintos.
Se puede establecer una escala de acuerdo al nivel de movilidad de las agrupaciones humanas, estando en los extremos el sedentarismo y el nomadismo. Las formas intermedias pueden ser llamadas genéricamente seminomadismo8, concepto definido en base al carácter permanente o semipermanente de los campamentos base, la ubicación de los campamentos transitorios y la extensión de los desplazamientos entre estos.
La trashumancia se diferencia del nomadismo en tener asentamientos estacionales fijos y un núcleo principal de donde proviene su población, como producto de las distancias que presentan en el plano productivo y la forma en que se relacionan con el medio ambiente. Emma Davis define la trashumancia como “la práctica de ciertos grupos humanos de cambiar de residencia en forma regular y tradicional, como respuesta al cambio estacional en la disponibilidad de recursos naturales”
9
. Con las siguientes condiciones
medioambientales que determinarían el proceso:
a) Un hábitat árido con disponibilidad limitada de recursos.
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Ídem. Pág. 28 Davis, Emma. 1963. Pág. 70 26
b) Presencia de varios microambientes, los cuales, aportan sus recursos en diferentes épocas del año. c) Grandes fluctuaciones estaciónales de la temperatura que regulan la permanencia del grupo humano en un determinado ambiente durante el ciclo anual.
Los circos, durante gran parte del siglo XX, se encontraron a medio camino entre las definiciones expuestas de nomadismo y trashumancia. La gran mayoría de las familias circenses no poseía bienes inmuebles ni terrenos, teniendo como únicas posesiones los camerinos, sus bienes personales y, en el caso de los empresarios, las carpas de circo. Sin embargo, la lógica de la movilidad circense tiene como finalidad difundir su espectáculo en el espacio, guiándose por las condiciones climáticas de los territorios en conjunto con las etapas productivas y festivas de las diferentes localidades.
Por lo anterior, se propone el concepto de trashumancia para definir la movilidad territorial de los circos chilenos, dando cuenta de la lógica económica y ecológica que subyace a las decisiones tomadas por empresarios y artistas al momento de planificar sus recorridos.
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Unidad Domestica de Producción
Alexander Chayanov establece las bases para la construcción de una teoría sobre los sistemas económicos no capitalistas. El análisis de la vida económica de grandes sectores, la parte más grande de la producción agraria, se basa en una forma no capitalista, compuesta por la unidad económica familiar no asalariada. La que tiene motivos muy especiales para la actividad económica, así como una concepción muy específica de lo que es remunerativo10. Estos núcleos productivos constituyen sistemas de economía natural, en el que la actividad económica está dirigida a satisfacer necesidades básicas de consumo y donde existe una equivalencia entre las unidades de producción y de consumo.
Por las razones anteriormente expuestas es que no se pueden aplicar las categorías económicas preponderantes a una estructura económica que no tenga la categoría de precio, cuando se trabaja en familia, y solo se puede medir considerando la cuantía de cada necesidad; en términos de suficiencia e insuficiencia11.
La remuneratividad es el único factor determinante en la distinción de las explotaciones familiares naturales y las explotaciones con intercambio de bienes, ya que comparten diversos elementos. La unidad de trabajo familiar alude a la explotación económica de una familia campesina o artesana que no ocupa obreros pagados, utilizando únicamente el trabajo de sus propios miembros. Lo fundamental es la correspondencia entre familia y unidad de explotación, ya que si falta tierra o capital, la unidad doméstica se verá obligada a producir su volumen de actividad agrícola de acuerdo con la mínima disponibilidad de medios de producción.
En la explotación familiar, ésta cuenta con medios de producción y emplea su propia mano de obra para cultivar la tierra, recibiendo como resultado de su trabajo anual cierta cantidad de bienes, una cantidad de mercancía que viene a ser el producto bruto de su unidad económica.
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Chayanov, Alexander. 1987. Pág. 49 Ídem. Pág. 52 28
Al respecto existe una diferencia importante con respecto a los circos, ya que estos sí reciben ingresos externos, aunque al ser una empresa de carácter familiar estos no son repartidos de manera obligatoria entre los participantes. En definitiva, sirven para reproducir el núcleo familiar y retroalimentar la cadena productiva propia del circo. “Dado que no hay fenómeno social de salarios, el fenómeno social de beneficio neto también falta. Entonces resulta imposible aplicar el cálculo capitalista de la ganancia”12, por lo que el grado de explotación y equilibrio interno está determinado por el equilibrio entre la satisfacción de la demanda familiar y la fatiga producida por el trabajo. Cada nuevo ingreso de una unidad familiar debe considerarse desde el punto de vista de su importancia para el consumo y desde el punto de vista del cansancio o fatiga con el que fue obtenido. En el caso particular de los circos esto último se traduce en la explotación de la mano de obra familiar por parte del jefe de hogar, quien en definitiva se encuentra encargado de mantener al grupo familiar que compone al circo y establecer el nivel de autoexplotación de la mano de obra.
En las estrategias que se aplican para el incremento de la producción destacan algunas diferencias radicales entre la economía capitalista y natural. En el caso capitalista sólo se puede incrementar la intensidad por encima del límite de su capacidad óptima si la propia situación del mercado fuerza a una intensificación, mientras que en la unidad laboral familiar hay presiones internas que impulsan un incremento en la producción. Estas presiones no necesariamente dependen del mercado, y en general son consecuencia de la relación entre el tamaño de la familia y la extensión de la tierra cultivada. El caso de los circos comparte elementos de ambas situaciones ya que articula en el seno de la empresa las dos lógicas, buscando ganancias de acuerdo a situaciones de mercado al mismo tiempo que responde a las presiones propias de la unidad laboral familiar y las libertades o limitaciones que ello establece.
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Ídem. Pág. 33 29
Con la aplicación de los mismos factores, el producto del trabajo indivisible de una familia nunca va a aumentar como el rendimiento de una unidad económica capitalista porque “el campesino trabajador al advertir el aumento de productividad del trabajo inevitablemente equilibrara antes los factores económicos internos de su explotación, o sea con menos autoexplotación de su capacidad de trabajo satisface las necesidades de su familia más cabalmente con menos gastos de trabajo”13.
La composición familiar define los límites máximo y mínimo del volumen de la actividad económica de la unidad doméstica. El límite más alto del volumen de explotación agraria está determinado por la máxima disponibilidad de fuerza de trabajo familiar, y el más bajo, por los medios mínimos de subsistencia de la familia14. El volumen de la actividad de la familia depende totalmente del número de consumidores, y de ninguna manera del número de trabajadores.
La composición de la familia es la relación entre la fuerza de trabajo y las unidades consumidoras. Relación que se modifica de acuerdo al desarrollo de la familia, desde el matrimonio recién formado hasta el que vuelve a estar solo. Según su “edad” cada familia constituye un aparato de trabajo completamente distinto: cambia su fuerza de trabajo, la intensidad de su demanda, la relación entre consumidores y trabajadores así como la posibilidad de aplicar el principio de cooperación compleja.
La fuerza de trabajo campesina está lejos de ser utilizada en su totalidad, la tasa de utilización no es más alta que el 50%, lo que tiene que ver con la estacionalidad del trabajo en el campo: la curva de intensidad del trabajo en agricultura es siempre irregular. Situación paralela a la del circo, la que tiene sus periodos de productividad máxima desde septiembre hasta marzo, temporada que se extiende desde la celebración de fiestas patrias hasta la finalización del verano. Después de este periodo las actividades de los circos declinan considerablemente, hasta llegar al límite mínimo de producción durante los meses más crudos del invierno cuando gran parte de los circos guarda sus carpas por 2 ó 3 meses.
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Ídem. Pág. 57 Chayanov, Alexander. (1974 (1925)). 30
En las economías basadas en unidades domésticas de producción la división del trabajo está dada por criterios de género y edad, delimitando una serie de posiciones por las que los individuos transitan durante su vida. Asimismo, los núcleos familiares están separados unos de otros en función de su autonomía y la distancia entre ellos evita una mayor interdependencia, mientras que la dispersión de núcleos posibilita la ausencia de una autoridad en común, lo que entre otras cosas explica la presencia de grandes territorios subexplotados.
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Estructuras elementales del parentesco e intercambio generalizado:
Lévi-Strauss plantea su análisis acerca del problema del incesto sobre la base de que casi no existen prescripciones matrimoniales, sino que la mayoría son prohibiciones en donde el grupo determina, en términos negativos, la importancia en la elección de la pareja. “No importa con quien te cases sino con quien no te casas”15. La prohibición del incesto es la manifestación del grupo sobre el control de la economía sexual de los individuos, “en materia de relaciones sexuales no se puede hacer cualquier cosa”16. Frente a lo anterior surge la duda respecto a cómo comprender que las regulaciones sociales se hayan detenido en las prohibiciones y no hayan pasado a las prescripciones.
La prohibición del incesto apunta al establecimiento de la exogamia mínima, la que permita asegurar la continuidad de los núcleos familiares por medio del intercambio de mujeres y el establecimiento de alianzas entre las familias. La endogamia sigue respetando la prohibición del incesto, aunque delimitando un campo para el intercambio de mujeres, el que al mismo tiempo constituye la matriz identitaria del grupo en cuestión. En el circo existe una prescripción endogámica, junto a la prohibición del incesto e interdicción de los matrimonios exogámicos.
La endogamia es la obligación de casarse al interior de un grupo definido objetivamente, mientras que la unión preferencial consiste en la obligación de elegir como cónyuge a un individuo que tiene con el sujeto una relación de parentesco determinada. Toda sociedad es a la vez exógama y endógama, los aborígenes australianos eran exógamos en cuanto al clan pero endógamos en cuanto a la tribu. Los circos practican una exogamia rígida a nivel familiar y una endogamia a nivel de la comunidad circense nacional. “las categorías exógamas y endógamas no constituyen entidades independientes y dotadas de una existencia objetiva. Más bien se las debe considerar como puntos de vista o perspectivas
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Ídem. Pág. 47 Ídem. Pág. 80 32
diferentes, pero solidarias, acerca de un sistema de relaciones fundamentales, donde cada termino se define por su posición en el interior del sistema”17. La endogamia “verdadera” es aquella practicada entre las clases altas como medio de establecer alianzas, y aunque los circos no pertenecen a la clase alta, caben en esta definición al encontrarse comprometidos en buscar la alianza con otras familias de circo para proteger el gremio, generar confianza y atenuar los conflictos. La endogamia “funcional”, en cambio, es practicada por las clases inferiores y corresponde a una endogamia de indiferencia y no de discriminación. Es la contraparte de la exogamia ya que expresa en forma positiva el carácter aparentemente negativo de la exogamia.
La prohibición del incesto, como la exogamia, que es su expresión social ampliada, constituye una regla de reciprocidad que existe para garantizar el intercambio y fundar un pacto social. “La prohibición del uso sexual de la hija o de la hermana obliga a dar en matrimonio a la hija o a la hermana a otro hombre y, al mismo tiempo, crea un derecho sobre la hija o la hermana de este último. Así, todas las estipulaciones negativas de la prohibición tienen una contraparte positiva. La prohibición equivale a una obligación y la renuncia despeja el camino para un reclamo.”18 Con el objetivo de “encontrar bajo todas las formas del intercambio, el origen y la función reguladora del parentesco”19, el autor plantea que la función del intercambio generalizado es extender la estructura de intercambio mediante el establecimiento de un sistema de operaciones a plazo. En estos sistemas siempre interviene un elemento de confianza debido a que los dadores de mujeres confían en que se corresponderá una compensación relativa a la mujer inicialmente entregada. Mecanismo basado en la creencia, que funda el crédito, y la confianza, que lo abre.
17
Ídem. Pág. 88 Lévi-Strauss, Claude. 1991. Pág. 89 19 Ídem. Pág. 291 18
33
El intercambio generalizado opera de forma armónica cuando mujeres de los diferentes grupos gozan de equivalencia entre ellas, situación que se da cuando los 3 grupos tienen el mismo estatus y prestigio. “Una sociedad suficientemente densa y en la que todos las familias buscarían extender sus alianzas, se organizaría espontáneamente en ciclos largos”20, como los representados por los sistemas de intercambio generalizado. Aunque siendo un sistema de “crédito”, el intercambio generalizado levanta la inevitable tentación de la poligamia como forma de crédito preferencial a ciertos grupos, encontrándose en particular armonía con sociedades de tendencias feudales.
En el origen de las reglas matrimoniales siempre encontramos un sistema de intercambio, que establece una serie de operaciones al contado o a corto plazo bajo las modalidades del intercambio de hermanas e hijos. O en las operaciones a largo plazo: donde los grados prohibidos abarcan a los primos en primer grado y en ocasiones de segundo grado.
La endogamia no se opone a la exogamia sino que la supone, ya que éste es el único medio que permite mantener al grupo cohesionado, evitando su fraccionamiento y el aprisionamiento indefinido que acarrearía la práctica de los matrimonios consanguíneos.
La endogamia es la tendencia a imponer un límite al grupo y a discriminar en el seno del mismo, mientras que la exogamia es el esfuerzo permanente por lograr una mayor cohesión, solidaridad más eficaz y una articulación más ágil. En este sentido el matrimonio exógamo representa un beneficio social ya que “dos grupos pueden unirse por relaciones amistosas e intercambiar regalos y, sin embargo, más tarde pelear y combatir, pero el intermatrimonio los une de un modo permanente”21. Tal como en el caso de conflicto entre familias de circo, circunstancias en que inmediatamente se invocan las numerosas relaciones de parentesco que mantienen entre ellos, a modo de decir que “no es nada serio, son cosas de familia, y la guerra se evitara”22.
20
Ídem. Pág. 323 Elsdon Best en Lévi-Strauss, Claude. pág. 558 22 Lévi-Strauss, Claude. Pág. 558 21
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La prohibición del incesto no trata sobre no casarse con la madre, hija o hermana, sino sobre la obligación de entregarlas en matrimonio. La prohibición del incesto y la exogamia tienen una función esencialmente positiva ya que establecen entre los hombres un vínculo sin el cual no podrían elevarse por encima de una organización biológica para lograr una organización social, momento en el que “se pasa del discurso a la alianza – es decir, al otro dominio de la comunicación”23
23
Lévi-Strauss, Claude. Pág. 574 35
VI.
Circo en Chile
En la discusión bibliográfica se menciono que los archivos escritos sobre la historia del circo en Chile son bastante escasos, por lo que el grueso de los antecedentes han sido obtenidos mediante la aplicación de técnicas cualitativas de recogida de información. Estas corresponden a los relatos orales de los artistas y familias involucradas en el oficio, elaborados a partir de una serie de entrevistas en profundidad, trabajos en terreno, encuestas, arboles de parentesco y otras aproximaciones metodológicas.
Teniendo en cuenta lo anterior, se le ha dado cuerpo a un relato apoyándose fuertemente en las entrevistas e información obtenida durante la etapa de investigación. A modo de hacer este relato más fluido se han evitado las descripciones personales de los informantes en el texto mismo, por lo que junto a los anexos se encuentra una lista de los informantes clave junto a una descripción de sus actividades y relevancia para la investigación. Antecedentes recopilados por distintos miembros de la comunidad circense indican la llegada de un circo al país en 1884. Este fue el “Circo Toutman” de la familia Pacheco, que arribo al puerto de Valparaíso y se instaló a trabajar en la plaza Victoria. Hecho que coincide con el material aportado por Correos de Chile, quienes en 1984 editaron una estampilla conmemorativa del centenario de actividad circense en el país y en la que se aprecia un payaso caminando en equilibrio sobre la cuerda floja o maroma.
Estampilla conmemorativa centenario circo en Chile. Correos de Chile 1984
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Aunque hay entrevistados como el mago circense Gustavo Caprario que sostienen que el circo llega antes de esa fecha, contando con bastante más que 120 años de presencia en Chile. Referencias bibliográficas sobre la historia del circo en Argentina24 o páginas web de circo indican que el primer circo en Chile correspondió a una compañía que llegó al país entre 1864 y 1869 a cargo del jinete ecuestre italiano Giuseppe Chiarini25. Este hombre había salido de Europa con destino a Cuba, tras lo cual se dedicó a recorrer el mundo entero con su espectáculo. Su paso por Chile estuvo enmarcado en una gira que lo llevo de México a Chile para luego pasar por la Argentina y retornar a Europa en 1869.
Otro antecedente con el que se cuenta respecto a la historia del circo en Chile es una fotografía de la Plaza Montt de Iquique, en el contexto de la matanza de Santa Maria de Iquique del 21 de diciembre de 1907. En ella se puede apreciar a la multitud obrera en un primer plano, distinguiéndose una carpa de circo hacia el fondo a la izquierda. Para contextualizar la fotografía se realizó una revisión bibliográfica de la obra de Eduardo Devés “Los que van a morir te saludan” 26, en la que el autor narra día a día los sucesos y eventos que fueron marcando la trágica pauta que llevó a la masacre de miles de obreros salitreros. En la obra figuran al menos 5 alusiones directas al circo, y otros detalles que permiten esbozar ligeramente el rol que ahí cumplió.
La primera alusión corresponde a la extracción de un aviso publicado el día 12 de diciembre de 1907 en el diario El Tarapacá, donde comunican la llegada de una compañía de circo a la plaza Montt de la ciudad, la cual era presidida por el campeón Zobarán, quien había montado el espectáculo con compañías de otras familias que se encontraban en la zona así como artistas del sur especialmente reclutados para la ocasión. El nombre de la compañía era Circo Océano, cuyos espectáculos fueron suspendidos por solidaridad con los huelguistas que: “bajo la carpa, acostados en las sillas de platea o en el aserrín de la pista, roncaban sonoramente”27.
24
Seibel, Beatriz. 1993. http://www.circopedia.org/index.php/Short_History_of_the_Circus 26 Devés, Eduardo. 1907. Págs. 55, 103, 108, 109, 173. 27 Ibíd. Pág. 109 25
37
Se presenta como un dato significativo de la identificación con los huelguistas por parte de la compañía de circo, la descripción de la cancelación de las funciones del circo bajo el motivo de solidaridad con los pampinos, ello en un contexto donde la ciudad de Iquique se paralizó completamente a excepción de ciertos servicios como la electricidad, los que fueron autorizados expresamente por los dirigentes de la huelga. En ese mismo sentido se inscribe la ocupación de la carpa instalada en la plaza Montt como sede de alojamiento para los obreros salitreros y sus familias, ello una vez que los recintos de la escuela Santa María ya no dieron abasto con la cantidad de huelguistas. Con respecto al momento de la masacre se señala que: “la fusilería disparaba sobre el pueblo asilado en las carpas de la plaza y a los que huían desalentados del centro del combate”28, sin embargo no queda completamente claro si se refiere a la carpa del circo o a otras de las carpas que se habían montado para dar refugio a los trabajadores del salitre. Cabe aventurar que se efectuaron disparos en contra de la carpa de circo, teniendo en cuenta que se encontraba montada en el medio de la plaza Montt, además de que la reacción general de la masa fue correr hacía la plaza en busca de algún tipo de protección.
En cuanto al medio de transporte utilizado por la compañía de circo para llegar a la ciudad de Iquique no se han encontrado antecedentes, aunque lo más probable es que haya llegado vía ferrocarriles o bien por medio de algún barco con parada en el puerto. Debido a las dimensiones de la misma se hace difícil que haya utilizado medios de transporte a tracción animal, los que hubieran implicado grandes tiempos de traslado y elevados costos debido a las dificultades de cuidar y alimentar una caravana capaz de transportar todo el material, especialmente por los secos caminos y senderos del norte grande.
28
Ibíd. Pág. 187 38
Plaza Montt, Iquique. 21 diciembre 1907.
En la fotografía se aprecia que la forma y disposición de la carpa presenta los mismos rasgos a comienzos de siglo que muchas de las carpas de circo que aún se pueden ver montadas en diferentes lugares del país.
Los principales elementos de la carpa los
constituyen los pilares, que eran de madera, y los ruedos o lonas de género. Estos últimos eran fabricados de Osnaburgo o Tocuyo blanco, géneros que en ciertas ocasiones eran pintados con diferentes motivos ornamentales.
La relación exacta entre la compañía circense y los huelguistas según el texto de Eduardo Devés es de abierta colaboración. Esto presumiblemente por el carácter popular del circo, lo que los habría acercado a la realidad social de los huelguistas dándoles mayor comprensión de sus demandas y los esfuerzos necesarios para conseguirlas.
Sin embargo no consta que esto corresponda a una característica preponderante dentro de los circos, los que más bien evitan adhesiones políticas que puedan comprometer su fuente de trabajo. La no adhesión política es una situación que atraviesa al circo en su condición de espectáculo itinerante. Ese roce que implica recorrer Chile de pies a cabeza los ha llevado a interactuar directamente con una amplia variedad de sectores sociales; 39
Aristócratas, campesinos, obreros y autoridades, entre otros. El nexo entre su itinerancia y sus adhesiones políticas se encuentra en que para montar su espectáculo en los diferentes lugares deben negociar con variados sectores sociales.
En palabras de Gustavo Caprario: “El único sector que se ha mantenido limpio de la política han sido los circos, lo que ha llevado a que seamos incluso mal mirados por otros gremios. Porque nosotros tenemos que estar bien con dios y con el diablo, porque si nos toca hablar con un alcalde UDI, PC, DC lo que sea siempre tendríamos problemas si es que nos abanderáramos por algún partido.”29 Cabe acotar que si bien lo anterior constituye un discurso compartido por varias personas de la cultura circense, esto no ha sido una constante a lo largo de la historia. Especialmente si consideramos las luchas sindicales que lidero Abraham Lillo30 en conjunto con actores y otros gremios durante
la década de 1960. Más allá de establecer absolutos sobre la
militancia política del gremio circense, cabe resaltar la tensión resultante del control territorial que ejercen los variados sectores sociales con los que el circo debe dialogar, situación que constantemente ha condicionado la vida política del gremio.
Un elemento importante dentro de la relación establecida con los huelguistas por parte del “Circo Océano” se encuentra en la importancia relativa de los campamentos mineros de la época. No se han recogido testimonios directos de personas de circo presentes en la primera década del siglo XX, sin embargo numerosos de los entrevistados contactados para contextualizar la década de 1960 señalan que uno de los principales focos de actividad circense en el norte chileno eran los campamentos mineros.
Es factible presumir que efectivamente había circos recorriendo los campamentos de donde provenían los mineros que bajaron a Iquique para exigir sus demandas, lo que debe haber
29 30
Entrevista a Gustavo Caprario. 15-9-2007 También conocido como Tony Caluga 40
pre-establecido una serie de relaciones de amistad con los miembros de las compañías circenses. Esto se habría visto complementado por el interés de mantener las buenas relaciones con los mineros en general, quienes constituían un público fiel del circo, y particularmente con los huelguistas que habían tomado el control de la ciudad. Ante lo cual el dueño del circo probablemente se vio presionado para abrir su carpa a los miles de obreros y sus familias que no habían encontrado alojamiento en la Escuela Santa María.
En sus primeros tiempos llegaron en barco, para comenzar a transportarse a lomo de bueyes y otros tipos de tracción animal de común uso en aquella época. Alrededor de 1920 o 1930 gran parte de los circos viajaban en carretas tiradas por bueyes, tiempos en que el país no contaba con buenos caminos por lo que debían contratar alrededor de 15 a 20 carretas para transportar los circos, demorándose alrededor de una semana en llegar de un lugar a otro por los caminos rurales de la época. Silvia Olivares cuenta que en tiempos de su padre, alrededor de 1930 cuando llegaba la noche se armaba un círculo de carretas y prendían fogatas para protegerse de los pumas que rondaban en ese entonces y un grupo se quedaba vigilando hasta que amaneciera para ver que no pasara nada y así continuar con el viaje al día siguiente.
Antiguamente los circos eran bastante diferentes a lo que encontramos hoy ya que se le llamaba circo a las actividades que realizaban, trabajando en espacios como las ramadas o debajo de los árboles, sin encontrarse tan asociado a las carpas donde actualmente exhiben sus espectáculos. Llegaban a los pueblos y dentro de las ramadas hacían las funciones o utilizaban los árboles como soporte para que los artistas hicieran sus actuaciones.
Si tocaba lluvia o mal tiempo buscaban un salón de baile de un restaurante o algún colegio que tuviera un patio grande. Ahí ponían las sillas y armaban el coreto31, que es el lugar desde el cual salen los artistas, además de delimitar un espacio para la pista y otro para los músicos. Modificando el espacio de acuerdo a sus necesidades pero sin llegar a constituirse en un espacio en sí mismo, como es la carpa actual que reproduce en cada lugar las mismas condiciones espaciales para la compañía y los artistas. 31
Espacio ubicado detrás del escenario donde los artistas preparan sus actos. 41
Los circos usaban músicos para trabajar, ya que no había equipos de música y todos los hombres por tradición sabían tocar algún instrumento. También era bastante común que las personas mayores, específicamente las mujeres, hicieran un acto llamado “couplé” donde cantaban temas líricos arregladas con tocados de plumas. Había también números de fuego ó faquires; quienes comían ampolletas, se acostaban en camas de clavos, les pasaban autos por encima o les rompían rocas en el pecho. “Había trompetas, trombones, saxofonistas. Uno tocaba el bombo, otro la caja y salían en la tarde a perifonear con una bocina de cartón porque tampoco tenían, como se usa ahora que es más moderno, las bocinas conectadas a la batería con amplificador. Entonces con una bocina de cartón salían a perifonear: ¡¡esta noche!! El circo, el circo. Se paraban en las esquinas y tocaban dos o tres temas y ahí seguían caminando por el pueblo y se paraban en otra esquina y tocaban dos o tres temas más. También los acompañaban los payasos que iban bailando con lo que tocaban los músicos. Y de esa forma invitaban gente a la función de la noche, a la función del circo.”32
Muchos de estos números eran auténticas proezas de considerable dificultad, aunque existían algunos trucos para encantar a la audiencia. Uno de ellos consistía en preparar el vidrio para que un faquir caminara sobre ellos. Se rompían varias botellas que luego se ponían en un saco de feria para ser suavemente arrastradas por la tierra. Con esto se iba puliendo el vidrio hasta que quedara sin filos y alguien relativamente liviano pudiera caminar encima sin mayores riesgos.
Silvia Olivares recuerda que: “había un circo que se llamaba “Circo de la Familia Cairola”, él creo que era un señor alemán que llego aquí a Chile en la época en que llegaron muchos colonizadores. Empezó a trabajar acá y opto por dedicarse al circo e incluso 32
Historia de Vida Silvia Olivares Núñez. 10/03/2006 42
tuvo uno de los circos más grandes. Entonces formaban unas compañías que eran unas especies de comedias musicales que hacían dentro del espectáculo. La primera parte eran números circenses y la segunda parte era esa comedia. Entonces ahí bailaban cueca, integraban a unos argentinos que bailaban malambo, era como un radioteatro.”33
Hasta la década de 1960 aún era común que los circos tuvieran dos tipos de funciones en sus carpas, las tradicionales matinées orientadas a la familia y las funciones nocturnas con boxeo, las que estaban abiertas a los niños pero se orientaban hacia el público adulto que iba a ver las peleas y las hermosas mujeres que aparecían en el espectáculo.
Afiche Exterior Circo Munich. 1960 Aprox.
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Historia de Vida Silvia Olivares Núñez. 10/03/2006 43
Otro estilo de hacer circo consiste en lo que Gustavo Caprario describe como la etapa de los animales, la que perjudicó de gran manera a los artistas nacionales. Muchos empresarios comenzaron a tener animales para sus espectáculos, con lo que los artistas perdieron sus empleos y se generó una migración de los artistas buenos hacia el extranjero. Ello, según Caprario, repercute en que hoy en día no haya artistas de excelencia ya que se perdió la transmisión de padres a hijos, la que se encuentra a la base de la tradición circense. Aparte del interés del público, esta tendencia se explica por el interés de los empresarios en ahorrar dinero y no pagar salarios a los artistas ya que los animales implican alto costo inicial aunque bajos costos en el mediano plazo. El circo se ha caracterizado por lo multifacético de sus miembros, haciendo los roles de payaso, trapecista y vendedor de golosinas manteniéndose en constante movimiento durante la función. Dentro de esa misma caracterización encontramos que antiguamente los circos fabricaban muchos de los objetos usados en su interior. Silvia Olivares recuerda con nostalgia el turrón americano que ellos mismos elaboraban y vendían en los circos, un dulce que se hacía con nueces y se sobaba en un gancho con un garfio: “hervían la azúcar, le daban un punto y después cuando ya la podían agarrar con las manos la colgaban en un gancho y le iban tirando leche en polvo, entonces eso al sobarlo iba quedando blanquito con el azúcar, y la leche era para que quedara un poquito más blanquito y mas dulcecito. Entonces cuando ya quedaba duro, duro, duro, duro, lo sacaban y lo iban partiendo con una hachita en pedacitos que los embolsaban y los vendían, y eso era el tradicional turrón americano.”34 José Luís Cáceres, dueño del circo “Cóndor”, relata que en el tiempo de sus padres la mayor parte de la manufactura asociada a la actividad se encontraba en manos de la gente de circo. Como en ese entonces no existían equipos de música, cada circo contaba con una pequeña banda para ir acompañando los diferentes números artísticos.
Debido a las
condiciones económicas del rubro y del país, tener una batería completa era muy difícil por
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lo que ellos mismos se fabricaban sus tambores en base a cueros de chivo. Similar era lo que ocurría con las sillas que se utilizaban para acomodar a los asistentes, las que eran fabricadas de manera artesanal por los mismos cirqueros e incluso llevadas a los espectáculos por el público asistente.
Las compañías de circo han trabajado en una serie de espacios diferentes a lo largo de su historia, los que van desde las pequeñas funciones al pie de árboles y fondas a comienzos de siglo hasta las grandes carpas importadas con las que trabajan algunas empresas en la actualidad. Las diferentes dimensiones del espacio construido para montar las funciones del circo nos hablan al mismo tiempo de la cultura circense y su inserción en el panorama nacional.
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Vivienda y transporte Sumamente adaptados a los diferentes lugares donde trabajan, las personas de circo han desarrollado una cultura caracterizada por el esfuerzo y perseverancia en llegar a todos los lugares, acomodándose a los medios de transporte utilizados en cada zona y llevando consigo materiales que les permitieran la mayor movilidad posible.
El cuidado por el material de trabajo resulta indispensable para las familias de circo, quienes dependen por completo de su espacio móvil para ganarse la vida. Ello se traduce en muchas historias de desgracias con respecto al destino de carpas y otros materiales de trabajo, lo que entre otras cosas ha desarrollado una profunda cultura del cuidado y la vigilia. El tema de las lluvias siempre representó un impedimento e incluso peligro para los circos debido a que en el mejor de los casos arriesgaban unas cuantas funciones sin poder trabajar, siendo el peor escenario la posibilidad de perder la carpa frente a una tormenta. Durante un periodo de gira del “Golden Circus”, realicé una salida a terreno con ellos por aproximadamente 3 meses. En todo ese tiempo no fueron pocas las noches en que los encargados de la carpa, frente al mal clima, hacían rondas o mandaban a soltar los tensores de la estructura. Teniendo en cuenta que aquel circo cuenta con 4 torres de acero y un cobertor plástico que resiste más de 6.000 Kg., nos da la idea sobre los cuidados que implica una carpa con torres de madera y cobertores de género.
Patricia Olivares, artista circense retirada, cuenta que en las noches de tormenta no logra dormir por temor a que pase alguna tragedia. Incluso admite que hoy en día los riesgos no son los mismos ya que las carpas actuales son de materiales mucho más resistentes que el género y la madera. Sin embargo no lograba conciliar el sueño, por lo que trataba de ayudar dentro de sus posibilidades calentando agua e invitando a tomar bebidas calientes a los hombres que se encontraban vigilando la carpa.
Otro de los aspectos relevantes con las carpas y el mal tiempo está en las pinturas utilizadas, las que no eran las más apropiadas para las telas, por lo que con las lluvias e
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incluso con las neblinas las carpas comenzaban a desteñir y manchar a las personas que se encontraban adentro.
Entre viaje y viaje les tocaba dormir en los pueblos, donde ocupaban las viejas casas de adobe que por lo general pertenecían a algún fundo. Durante toda esa época, hasta las décadas de 1950 o 1960, los fundos ocuparon un lugar fundamental en la articulación del espectáculo circense, ya que comúnmente los dueños contrataban a las compañías para divertir a los trabajadores de la hacienda.
Ello generalmente significaba que ayudaran a los circos a transportarse, para entrar y salir del fundo. Al respecto Grimilda Olave, artista circense retirada, recuerda que durante la década de 1940 los bueyes usados para tirar las carretas de las compañías de circo comenzaron a cambiar por tractores enviados por los dueños de los fundos. Estas dinámicas establecieron una serie de relaciones de amistad con los trabajadores de la hacienda a la vez que generaron relaciones de dependencia con los patrones del fundo. En el discurso este elemento no aparece tensionado por conflictos de clase sino como una buena modalidad bajo la cual operaban los circos. Comprendiendo que aunque se encontraban en una situación de dependencia con los patrones de fundo, constituían una de las pocas alternativas de entretenimiento de la época, especialmente en las pequeñas localidades rurales donde eran contratados por los latifundistas.
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Carpa de circo en Isla Negra. 1960 Aprox.
En esta fotografía se aprecia el estilo de carpas que preponderó en los circos chilenos hasta la década de 1980. Esta carpa solo tiene el toldo montado y le faltan los ruedos que cierran el espacio lateralmente. Ello permite observar las galerías de madera, consistentes en listones horizontales montados sobre escaleras y amarrados con pitilla o trozos de alambre. A pesar de que no existen parámetros de referencia para determinar el tamaño de la carpa, es posible inferir proporciones pequeñas debido al hecho de que cuenta con un solo mástil.
A nivel de la vivienda las comodidades no eran las mismas de ahora, donde era bastante difícil el acceso a bienes de consumo. Se cuenta que antes, el que tenía un baúl era de otro nivel dentro de los circos, ya que la mayoría de las personas solo tenían un cajón en el que guardaban sus ropas y objetos personales. Julio Romero describe las condiciones de vida de la época en los siguientes términos: “Estaba puesta la carpa y atrás estaban los camarines. Se daba toda la vuelta a la parte de atrás del circo con los camarines de tela. La misma forma que
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tiene ahora pero en vez de casas rodantes estaban los camarines. Y cada familia tenía sus cosas, los solteros con sus camarines de 2x2 donde cabía la cama y un cajoncito, u otros que tenían unos bungalow de 6x4 que ya eran unas verdaderas barracas para el papá, la mamá, todos los hijos, algún abuelo, etc… entonces tenían divisiones con cortinas, para las piezas, la cocina y todo eso.”35
La cultura nómade de las compañías de circo los obligó a llevar consigo solo lo estrictamente necesario para realizar sus labores, prescindiendo de una serie de elementos de uso personal y la utilización de espacios de vivienda bastante precarios. El pasado del circo es descrito por sus protagonistas con gran cariño aunque reconociendo la carencia como un tema difícil de manejar para las familias y las condiciones de vida.
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Entrevista Julio Romero. 16/08/2007 49
Modernización del circo A partir de la apertura comercial que Chile experimenta con fuerza a partir de la década de 1980, comenzaron a llegar al país numerosos espectáculos de circo provenientes del extranjero. Ello desencadenó un nuevo paradigma dentro del rubro, intensificando la competencia y elevando las expectativas de sus miembros, debido a que se enfrentaron al ingreso en gran escala de circos internacionales que venían con infraestructuras de última generación, flotas de camiones, casillas rodantes y una serie de elementos desconocidos entre los artistas nacionales hasta ese entonces.
La entrada de compañías extranjeras estuvo marcada por las empresas de circo mexicanas, las que son reconocidas internacionalmente por su gran tamaño y fuerte competitividad dentro del rubro. Este hecho fue de suma importancia dentro del gremio, ya que presionó a los circos locales en lo que ellos mismos han descrito como contiendas entre “David y Goliat”. Gastón Maluenda, co-dueño del circo “Los Tachuelas” señala una ocasión en que les tocó competir con un circo mexicano de “Los Espectaculares Hermanos Fuentes-Gasca” quienes se ubicaron enfrente de ellos en la esquina de Avda. General Velásquez con Avda. Libertador Bernardo O’Higgins, en Santiago.
Gastón Maluenda relata que la empresa mexicana contaba con elefantes, tigres, camellos y otros animales, mientras que “Los Tachuelas” tenían un pequeño caballo comprado en una feria, el que hacían pasar por un Pony. Por si fuera poco, las instrucciones del domador junto a las luces y la gente, generalmente asustaban al caballo con lo que salía corriendo desbocado debajo de las galerías, botándolas a su paso y poniendo al circo en un desorden general.
A pesar de situaciones como la anterior el circo chileno se abrió paso en medio de la competencia y desde algunas empresas se logró hacer frente a las compañías extranjeras de circo. La consolidación de algunos circos chilenos en el mercado nacional ha tenido como retorno grandes beneficios económicos para las empresas, cuyos dueños y familiares han logrado acumular grandes sumas de capital y se han posicionado como referentes del circo tradicional chileno. 50
En el discurso de las personas de circo uno de los aspectos legitimadores de la actual condición de riqueza y prosperidad de algunos empresarios se basa sobre el reconocimiento de que las familias han prosperado en base al trabajo y esfuerzo de sus miembros. Ello desde familias que no han tenido la misma participación en el mercado de las entretenciones que en la actualidad tienen múltiples dificultades para generar los ingresos familiares.
Actualmente algunos circos nacionales han crecido al nivel de los espectáculos extranjeros que en la década de 1980 tanto los impresionaron. Entre ellos se encuentran el “Golden Circus”, “Los Tachuelas”, “Los Mazzini” y otros más que han adquirido material de trabajo de última generación con los cuales presentan grandes espectáculos.
La transición histórica del circo ha implicado una serie de transformaciones materiales y culturales, diversificando la estructura de la empresa, capitalizando las fuentes de ingresos y complejizando la cadena productiva involucrada en el montaje del espectáculo. A comienzos de siglo los medios de subsistencia se encontraban poco especializados, concentrando un rango muy amplio de actividades en las familias de circo. Una condición para la subsistencia bajo esta lógica se encontró en la fuerte cohesión familiar necesaria para cubrir el amplio rango de tareas, tanto a nivel doméstico como productivo, además de permitir una mayor flexibilidad para los dueños de los circos en términos de no tener obligaciones contractuales con artistas empleados sino tan solo obligaciones familiares con los miembros de su familia.
A medida que se han especializado los medios de producción en Chile, el circo ha tenido acceso a una serie de artículos de consumo que antes eran fabricados por ellos mismos. Ello ha implicado una disminución de la carga de trabajo asociada a la manufactura de elementos necesarios para el montaje del espectáculo, concentrando las tareas en el montaje mismo, que debido al aumento en complejidad es el ámbito donde la mayor parte de las empresas circenses contratan a trabajadores externos para realizar esas tareas.
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Carpas, sillas, iluminación, sonido y artículos de ventas han sufridos todos grandes transformaciones; en la actualidad una gran cantidad de circos trabaja con una mezcla de galerías de palo (manufactura propia) y sillas plásticas para las plateas. Las carpas son hechas por gente del gremio especializada en la manufactura o compradas en el extranjero. Los artículos en venta dentro de los circos son productos industriales (luces, juguetes, etc…) producidos en el extranjero y la iluminación y amplificación son hechos con equipos profesionales o equipos comerciales modificados.
La dicotomía entre tradición y modernidad queda expresada en los contrastes que ofrece el transporte moderno con una organización tradicional. La modernidad ha mantenido y fomentado formas de asociatividad consideradas características de grupos pre-modernos. Lo distintivo de la situación se encuentra en que siendo el circo un espectáculo que tomó fuerza en base a medios modernos de transporte, su articulación interna se ha basado fuertemente en el trabajo familiar, con la familia como una unidad de producción, consumo y reproducción.
La complejidad y especificidad de las tareas propias de los circos sumadas a la trashumancia de las compañías establecieron la cultura e identidad circense durante la década de 1960, aspectos que son desarrollados a continuación.
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VII.
Circos nacionales en la década de 1960
Educación en la comunidad circense El circo tradicional funciona como una empresa familiar sustentada en el parentesco. Las familias cirqueras actúan como grupos cohesionados que viven dentro de las inmediaciones del circo y generalmente están integrados por padres, hijos y otros familiares como abuelos y nietos. Al momento de contratar un número para el espectáculo del circo no se está contratando sólo a un individuo sino que se está integrando a un núcleo familiar a los distintos ámbitos sociales que se desenvuelven al interior del circo. Algunas familias circenses se comportan como un “paquete” al momento de negociar su ingreso a un circo grande, es decir, se ofrece un número principal y la integración de los otros integrantes del núcleo familiar a distintos números del circo. El padre de cada familia cobra el sueldo por todo su grupo familiar; ellos manejan el dinero y les dan una parte a sus hijos. En el caso de las mujeres, generalmente los maridos cobran también por ellas, pero al momento de separación la mujer vuelve a cobrar su sueldo de manera independiente.
Este sistema familiar, en el cual todos sus miembros tienen la posibilidad de integrarse a la estructura social y económica del circo mediante la convivencia diaria, facilita que los niños sean económicamente productivos a temprana edad, convirtiéndose en un aporte a la economía familiar que los mantiene activos dentro de los circos y asegura el intercambio generacional.
Es usual que los niños pequeños tengan el rostro pintado como payaso a la hora de la función, aprendiendo su profesión desde temprana edad a base de la imitación y el juego. La educación en el circo tiene ciertas características particulares, que forman parte de la identidad cirquera. Dichas particularidades establecen una notable diferencia entre la educación estrictamente formal adquirida en los “pueblos” y una educación informal circense caracterizada por la itinerancia del circo y sus prácticas culturales.
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Producto de los continuos viajes, las personas de circo se encuentran en un proceso de interrelación con variados grupos sociales y culturales donde deben compartir y adaptarse a la realidad local donde se encuentren. Dicho fenómeno es expresado por ellos mismos bajo el término de roce, que constituye una experiencia crucial en la formación de cualquier cirquero y se percibe como uno de los elementos de formación de los mismos. “Los viajes me han entregado enseñanzas. Porque yo le puedo contar a mis hijos y nietos lo que me ha tocado vivir en mis viajes, las culturas y costumbres de los diferentes lugares a los que he ido. Más que nada es enseñanza, las enseñanzas de la vida digo yo. No siempre el artista circense termina sus estudios pero la vida también te enseña… Yo creo que en la vida uno aprende de todo, siempre mi padre me decía que aunque sea una persona muy ignorante o inculta no importa algo hay para aprender”36
La trashumancia es un aspecto fundamental en la educación de las personas circenses, ya que estos conocimientos se traspasan al resto del grupo, y en especial a los hijos; de este modo el viaje en sí constituye un aprendizaje constante, que se vive ininterrumpidamente y es muy apreciado por la gente de circo. “Ahí te puedes imaginar tu que nuestra vida es grata. Porque nos da la posibilidad de conocer mucho. Y eso que yo conozco por aquí ya que hay otros artistas que salen a Europa cuando se les presenta la oportunidad de trabajar a otro nivel. Nos toca viajar con nuestros hijos, criarlos en el circo, y como tenemos tanto cambio de temperatura, en el calor, la lluvia, la costa, la montaña, nuestros hijos se crían sanos. Además tienen buena alimentación porque disfrutamos de muchos alimentos diferentes, el pan amasado, los huevitos de casa, la fruta, la leche de campo, que van variando dependiendo del lugar. Yo crié a unos niños bien sanos y ellos desde niños van practicando, porque les gusta”37
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En este contexto donde existen distintos tipos de aprendizajes, los niños van adquiriendo diversos conocimientos que los agruparemos en educación formal y enseñanza cirquera, diferenciadas principalmente en que la primera corresponde a la educación obligatoria entregada por el Estado y la segunda corresponde a una educación informal adquirida por la convivencia diaria en el contexto asociado al circo; conformando de tal modo una identidad circense, que toma elementos de la vida nómade circense con aspectos comunes a la vida civil dentro de una nación.
En cuanto a la educación circense propiamente tal, se puede definir como el traspaso de conocimiento, relacionado al circo, bajo medios tradicionales que se articulan primariamente sobre el parentesco. Es por medio de la convivencia diaria que los adultos le van enseñando al niño a ingresar al circo, formándolo como un cirquero en todas sus dimensiones. “Yo les enseñe a mis hijos, siempre con la idea de que ellos son libres, de que no tienen porque hacer cosas obligados sino que tienen que hacer lo que quieran, en el marco de lo permitido. Yo también les enseñe desde muy niños a manejar su dinero, a ahorrar, como poder vestirse, como poder comer y a manejar. Porque yo siempre pensé que si me muero, mis hijos iban a quedar preparados para la vida.
Sabían trabajar y sabían manejar que es algo
necesario para el circo. También les enseñe muy niños como tenían que sacar sus documentos, como podían ir al banco a depositar, a sacar su primera libreta, como podían ir al hospital si se enfermaban. Todas esas cosas para que estuvieran preparados si yo ya no estaba, que no le tuvieran que mirar la cara a nadie para hacer sus cosas. Podían subsistir por sus propios medios, sin la ayuda de un tercero…” 38
Esta enseñanza será fundamental para que el niño pueda desarrollarse dentro del medio, ya que no basta sólo con ser artista, sino que también se necesita saber administrar dinero, 38
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armar y tumbar el circo, manejar automóviles y otra serie de habilidades que no se adquieren en el colegio.
Han existido numerosas iniciativas para incluir a los niños y jóvenes circenses en el sistema de educación formal. Una de las últimas fue un decreto emitido por el ministerio de educación39 donde se insta a los establecimientos educacionales a facilitar el ingreso de los estudiantes circenses por el tiempo que se encuentren en la zona. Sin embargo estos no han dado los resultados esperados por una serie de factores que exponemos a continuación. En la discusión bibliográfica se consideró un estudio 40 que trata sobre la situación de precariedad en materia educacional que presentan hoy en día los niños y jóvenes circenses. En el estudio mencionado se plantea que la marginación de la educación formal constituyó un mecanismo de adscripción de los artistas circenses, donde el analfabetismo tuvo un rol diferenciador en tanto característica común del grupo. Los apoderados circenses han manifestado una opción educacional distinta para sus hijos basados en la rigidez del sistema de educación formal y las necesidades propias de la empresa circense, en la que los niños asumen tareas productivas desde temprana edad, lo que ha tenido como resultado muy bajas tasas de escolarización dentro del gremio.
La comunidad circense ha mostrado interés respecto a la educación formal en diferentes contextos, entre ellos durante la década de 1960, aunque por su trashumancia, la rigidez del sistema educacional y la priorización de la educación circense los diferentes intentos por integrar a la comunidad circense a la educación formal no han logrado su objetivo. La prioridad ha estado puesta en el traspaso de las herramientas y habilidades propias del mundo circense, aspecto en el que la educación formal no ha sido funcional por no poder adaptarse a la alta movilidad territorial de este grupo.
Actualmente la educación formal se ha convertido en un potencial de trabajo de los artistas circenses, lo que en la década de 1960 no era concebido de la misma manera. Instancias
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Emitido el 26/04/1999 Carrión, Elizabeth. 2006 56
privadas o gubernamentales exigen cada vez más la formulación de proyectos u otros documentos para acceder a espacios, créditos o adjudicarse licitaciones y muchas familias se han enfrentado a situaciones en donde se hacen necesarias aptitudes propias del sistema educacional formal y/o universitario.
Sin embargo la educación formal aún hoy no es una prioridad para los circos, tema que en muchos casos se ve obstaculizado por la difícil inserción de los niños en los establecimientos educacionales. La entrada a los colegios va acompañada en la mayoría de los casos de un trato “excepcional” en la que los compañeros de curso e incluso los profesores solicitan a los alumnos mostrar sus habilidades físicas. Ello supone situaciones incomodas para la mayoría de los niños que han vivido esta experiencia, en la que se ven obligados a insertarse en el ámbito escolar desde un rol altamente estereotipado. Aparte de ser los niños nuevos de la clase, deben enfrentar las presiones de compañeros y/o profesores para realizar actos circenses en un ambiente extraño y lejano a la pista del circo, sin luces, maquillaje y todo el contexto espacial que establece la carpa de circo.
Esto no solo significa una dificultad en términos de la posible timidez que puedan presentar los niños circenses sino que implica la aceptación de un estereotipo que sitúa a los circenses como sujetos remarcables en el manejo del cuerpo, en contraste con las habilidades intelectuales y la capacidad de estudio.
Patricia Olivares nos relata: “Aprendí de mi madre porque ella era la circense. Entonces su familia, sus tías, sus tíos, se encargaron de enseñarnos a nosotros. En ese entonces andaban todos ellos juntos como familia y ellos se encargaron de enseñar”
La enseñanza artística es un aprendizaje de gran importancia dentro del circo, ya que será en este ámbito donde se inserten los niños primeramente como actores sociales relevantes en el grupo. El lado artístico del aprendizaje es fundamental para adquirir parte de la tradición del grupo ya que su obtención pasa, en la mayoría de los casos, por algún familiar
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que se dedica a la enseñanza de los niños. En este sentido el aprendizaje de una disciplina en específico es un proceso donde los individuos van adquiriendo poco a poco parte de la tradición de su grupo y con ello van definiendo lo que será su propia trayectoria dentro de su grupo familiar.
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Estructuras de parentesco en la comunidad circense A continuación se desarrollan 4 casos de estudio sobre diferentes uniones matrimoniales acaecidas en los circos tradicionales durante los últimos 50 años, tomando casos que resaltan como fenómenos reveladores de las estructuras de parentesco existentes al interior de los circos, generando un fuerte vinculo con algunas de las temáticas clásicas de la antropología.
En el circo opera un sistema cerrado de reciprocidad generalizada donde cada familia aporta mujeres al intercambio con otras familias de circo, en un universo de intercambio delimitado identitariamente. Intercambio matrimonial que responde a los fundamentos establecidos por C. Lévi-Strauss en las estructuras elementales del parentesco41 respecto al intercambio de mujeres y su rol de comunicadoras entre los núcleos familiares en tanto cedidas por sus respectivos hermanos o padres.
Los 4 casos tomados para el desarrollo del parentesco al interior de la cultura circense dan cuenta de aspectos centrales en la organización social de los circos, los que aseguran la reproducción del grupo por medio del control del ámbito reproductivo, político e identitario. Existe una clara conciencia por parte de los actores circenses acerca de los mecanismos de alianza y sus elementos prácticos en el manejo de las relaciones entre las familias, al mismo tiempo que vemos una notable preocupación y resguardo de las hijas en tanto artistas, reproductoras y elementos de intercambio en el sistema de parentesco.
En este contexto apreciamos una utilización del linaje como mecanismo de afirmación identitaria, cobrando una importancia capital en la representación simbólica del imaginario circense. Por último, vemos las consecuencias a nivel global con altos niveles de endogamia al interior de la comunidad circense, con la proliferación de redes familiares de largo alcance horizontal que involucran a muchas personas y familias emparentadas entre sí mediante matrimonios entre primos y otros parientes.
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Lévi-Strauss, Claude. 1991. 59
A modo de complementar el análisis de las estructuras de parentesco en la comunidad circense chilena se utilizan 3 árboles de parentesco elaborados a partir de información recopilada durante la investigación. La siguiente ilustración es la simbología para interpretar los árboles de parentesco expuestos a continuación.
Difunto
Padre
Madre
Ex-Marido Separación
Hijo varon
Hija Mujer
Simbología árboles parentesco
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1) Matrimonio entre grupos de hermanos y hermanas. A continuación se analizará un caso de matrimonios entre grupos de hermanos y hermanas de diferentes familias, como ejemplo de las preferencias matrimoniales en los circos y algunas de las situaciones familiares que originan. Para una esquematización visual del árbol de parentesco se han coloreado a los integrantes de las 3 familias involucradas utilizando los colores primarios y a sus descendientes con los colores secundarios, obteniendo un total de 6 colores que muestran según los colores primarios a los hermanos de las 3 familias (9 individuos) y según los colores secundarios a los primos hermanos con los mismos apellidos (15 individuos).
Este caso involucra de manera directa a 3 familias ampliamente reconocidas por la comunidad circense nacional; los Cárdenas (azul), los Aguirre (verde) y los Olivares (rojo). El promedio de edad de las 9 personas involucradas en los matrimonios analizados es de 58 años, con un rango de edad actual que va de los 70 años a los 52 años. En base a esto podemos establecer que la media de los involucrados tenía 20 años para 1970 (±7 años), año alrededor del cual se efectuaron la mayoría de los matrimonios.
En la figura encontramos de izquierda a derecha las siguientes uniones:
Luis Cárdenas [A.2] con Mercedes Aguirre [B.2], Carlos Cárdenas [C.2] con Olga Aguirre [D.2], Rigoberto Cárdenas [E.2] con Silvia Olivares [F.2], Germán Aguirre [F.2] con Silvia Olivares [F.2] y Mario Aguirre [G.2] con Patricia Olivares [K.2]. Con los respectivos hijos de estas uniones, representados según los colores secundarios.
Vemos que 8 de los 9 individuos contrajeron matrimonio con uno de sus concuñados, mientras que Rigoberto Cárdenas [E.2] contrajo matrimonio con la ex-esposa [F.2] de su concuñado [F.2]. Así mismo, 13 de los 15 hijos representados por estas uniones comparten los mismos apellidos con sus primos hermanos; Cárdenas Aguirre = 7 (2 familias), Cárdenas Olivares= 2 (1 familia), Aguirre Olivares = 6 (2 familias).
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Arbol de Parentesco NËš 1
Esta situación responde a 3 factores diferentes: a. Relaciones afectivas: crecimiento de jóvenes de diferentes familias en un mismo circo con el consecuente desarrollo de amistad y sentimientos afectivos que desembocaron en una serie de matrimonios. b. Probabilística por endogamia: Matrimonio preferencial estimula las uniones entre personas de circo, lo que hace probable encontrar pareja con alguien que ya tenga cierto grado de parentesco, como es el caso de Rigoberto Cárdenas [E.2] que se casó con Silvia Olivares [F.2], ex-esposa de su concuñado Germán Aguirre [F.2]. c. Maximización de las alianzas: Se potencian las uniones no con uno sino que con dos matrimonios entre las familias. Los factores expuestos contribuyeron al establecimiento de estas uniones matrimoniales y representan 3 aspectos de un mismo fenómeno visto desde diferentes niveles de análisis. Las relaciones afectivas corresponden al nivel pragmático propio de las relaciones interpersonales, dadas a profundizar los vínculos con personas que comparten los espacios de la vida cotidiana. El segundo nivel da cuenta de las preferencias matrimoniales endogámicas al interior de los circos, las que al ser en una comunidad relativamente pequeña y acotada identitariamente aumentan considerablemente las posibilidades de contraer matrimonio con parientes de algún grado, bien sean consanguíneos o por afinidad.
El tercer nivel corresponde a los mecanismos de alianza, no necesariamente intencionados, que terminan por configurar las relaciones sociales entre los individuos y las familias circenses. El matrimonio visto como alianza permite que las familias establezcan lazos perdurables de cooperación e intercambio, además de restringir la magnitud de los conflictos y poder decir “no es nada serio, son cosas de familia, y la guerra se evitara”42.
Lo que hay atrás de este caso, y en general para el gremio circense, se explica en relación a la teoría de la alianza desarrollada por C. Lévi-Strauss en las estructuras elementales del
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Lévi-Strauss, Claude. 1991. pág. 558
parentesco, con núcleos familiares que por medio del parentesco maximizan su intercambio y fortalecen las alianzas establecidas entre ellos.
En el caso de las uniones matrimoniales se establecen alianzas por consanguinidad, elemento clave en la articulación de las compañías circense. De hecho, representa una versión extrema del mecanismo de alianza ya que evita la dispersión del intercambio matrimonial con otros grupos, reforzando los canales por medio de los cuales ciertas familias entregan mujeres a otras y asegurando un grupo mínimo de varios núcleos familiares capaces de montar el espectáculo circense.
Hace algunos años cometí la desprolijidad de criticar abiertamente en un foro circense en internet sobre la promulgación de la ley de circo43, ante lo cual recibí una dura respuesta por parte del administrador del foro y empresario circense Gastón Maluenda. En su respuesta me indicaba que los problemas del circo les incumbían a las personas de circo y que nada tenía un antropólogo que opinar en dichos temas.
El conflicto se originó, en apariencia, por las rivalidades entre Gastón Maluenda y miembros de la familia Aguirre, a quienes yo conocía cercanamente. A pesar de que las críticas a la ley de circo trascienden a estas dos familias, las que son expuestas en los próximos capítulos, es significativa la respuesta que me dio Gastón Maluenda respecto al tema. “Ahora bien debo informarte que con la familia Aguirre, son lazos que nos unen más que los que nos separan. Don Mario Aguirre [B.1] y la señora Olga Farías [G.1] padres, son mis padrinos de casamiento, hecho ocurrido el año 1971 en Puerto Natales. Germán Aguirre [F.2] junto a Silvia Olivares [F.2] son mis compadres, ya que Germán Aguirre Jr. [F.3] actual dueño del circo Golden, hoy actuando en Japón es mi ahijado. Mario Aguirre [G.2] y su esposa Patricia Olivares [K.2], son compadres de mi hermano Agustín (Tachuela chico), y él es el padrino de Olga Aguirre [H.3].
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Ley número 20.216. Publicada el 27/09/2007 64
Como podrás ver, los circenses somos una familia, y con las diferencias que tienen todas las familias normales, y que al final nos ponemos de acuerdo y le bajamos el perfil a las diferencias de opiniones que en este caso no estamos de acuerdo. Y en este caso, las personas ajenas a estos líos de familia, al final quedan mal, porque nosotros, nos arreglamos o nos toleramos y el que se mete queda mal.”44 Cabe notar que entre estas dos familias no existen lazos de consanguinidad sino que relaciones de afinidad por medio de la institución del compadrazgo. Ello no impide que ambos grupos y toda la comunidad circense sean considerados como una familia, generando un marco inclusivo de lazos que los unen más allá de los conflictos temporales.
En el caso citado de Gastón Maluenda, él fue apadrinado por Mario Aguirre [B.1] y Olga Farías [G.1] a la vez que Gastón Maluenda apadrino a Germán Aguirre Olivares [F.3], nieto de sus padrinos; con lo que se retribuye la selección de padrinos en un círculo de intercambio reciproco. Los compadrazgos y otras formas de parentesco por afinidad constituyen un aspecto clave de la política al interior del gremio circense, fortaleciendo los lazos entre más familias y generando redes aún más extensas de reciprocidad.
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Correo electrónico personal enviado por Gastón Maluenda a Ilan Oxman. 65
2) Rapto de la novia o fuga concertada A continuación se exponen dos casos de fuga concertada, ambos protagonizados por una novia de familia circense y un novio externo al circo. Es significativo que de todas las historias y anécdotas sobre matrimonios recopiladas durante el proceso de investigación, la totalidad de los relatos concernientes a fugas concertadas se dieron entre novias circenses y novios externos, mientas que las uniones entre personas de circo si bien no estuvieron exentas de negaciones y dificultades no necesitaron recurrir a la fuga concertada como medida de presión para la aceptación por parte de los padres de la novia.
El primer matrimonio tuvo lugar en el año 2006 entre Astrid Aguirre [J.3] y Sergio Gómez [I.3], representado en el árbol de parentesco 1 expuesto con anterioridad.
Esta pareja se había conocido en el circo de la familia Aguirre donde Sergio Gómez llegó a trabajar como capataz, cargo que involucra la organización de las labores de montaje y desmontaje de la carpa así como el trato con los trabajadores a jornal que viajan con el circo, además de los que son contratados en ocasiones específicas.
Él, de origen mexicano, comenzó a trabajar como jornalero para después asumir las tareas de capataz. La familia Aguirre-Olivares [cuadros G.2, K.2, H.3, I.3, J.3, J.3 y K.3] se encontraba de gira por México. Compartieron en ese circo durante 1 año y medio, manteniendo una relación en secreto debido a la desaprobación de los padres de Astrid, Mario Aguirre [G.2] y Patricia Olivares [K.2], tras lo cual la familia Aguirre decidió volver a chile para montar su propia empresa junto a Germán Aguirre [F.2] y Germán Aguirre Olivares [F.3].
Sergio y Astrid se mantuvieron en contacto a pesar de la distancia, siempre en secreto, hasta que Sergio vino a Chile a buscar trabajo para poder estar cerca de Astrid. Consiguió trabajo como capataz en un circo chileno y desde ahí comenzó a frecuentar cada vez que pudo al “Golden Circus” de la familia Aguirre. Pidió permiso a los padres de Astrid para “pololear” con su hija y fue rechazado varias veces, siempre con diferentes motivos que apuntaban a su condición de afuerino en los circos (“aparecido”), a su estatus social 66
(“pulguiento”, “piojento”, “peliento”, etc…) y en general a su falta de méritos para merecer a Astrid.
Los permisos fueron aflojando poco a poco con la familia Aguirre, la que accedió a la situación de “pololeo” con varias restricciones y cuidados, como visitas controladas o permisos a Astrid para salir acompañada con una chaperona. Pasados 5 años Sergio le propuso matrimonio a Astrid y ella aceptó, aunque los padres nuevamente se opusieron y los futuros novios buscaron una salida a su problema.
Planearon una escapada para ir a vivir juntos en otro lugar y se fueron a Tomé (Región del Biobío) donde vivía una tía materna de Astrid. Estuvieron durante 2 meses en Tomé con visitas constantes de las hermanas de Astrid que la iban a buscar para que volviera al circo. Sus padres le mandaban recados para que volviera, argumentando que su madre estaba desolada y la familia destrozada, aunque aún sin aceptar a Sergio como su compañero. Tras 2 meses de estadía en Tomé los padres de Astrid aceptaron a Sergio como futuro yerno, dándole trabajo como capataz en el “Golden Circus”, función que desempeña hasta hoy en día.
Sergio trabajó 3 años como capataz en el circo de la familia Aguirre antes de casarse con Astrid en el año 2006, matrimonio al que fui invitado en calidad de antropólogo en terreno durante la gira del circo en la temporada de verano de los años 2005-2006. Astrid y Sergio viven juntos en la actualidad, con su hija Isidora [J.4] de 2 años que está creciendo al igual que sus pares para convertirse en la próxima generación del circo chileno.
El segundo caso de fuga concertada lo encontramos en la experiencia de vida de Julio Romero, quien enfrentó difíciles obstáculos cuando quiso establecer una familia con una artista circense. Él no provenía de la tradición familiar y había ingresado al circo gracias a un pariente que trabajaba como mago, a quien comenzó acompañando como ayudante para después incorporarse de lleno al trabajo en el circo. Su carrera circense lo llevo a conocer nuevas personas y trabajar en diferentes circos, hasta que entro al Circo Alemán Bremen donde conoció a su actual esposa.
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“Un día ya nos pusimos de acuerdo con la dama en cuestión, yo le dije, “bueno yo la quiero, usted me quiere a mí, casémonos”, “no nos dan permiso”, “arranquémonos”, y empezamos a tramar como nos íbamos a arrancar. Nos subimos al tren para venirnos a Santiago y el tren venia lleno de militares que ya iban de vuelta desde el norte, cuando bueno, sacamos los boletos, con las maletas instaladas más feliz que un perro con pulgas, imagínate ya arrancados…
Bueno, yo decía porque se demora tanto en salir el tren, cuando de repente uno de esos conscriptos que venía ya de vuelta saca la cabeza para fuera y dice que algo debe pasar porque andan los carabineros revisando carro por carro. Cuando llegaron al carro donde estábamos nosotros… “ahí está” dijeron y me llevaron preso, y en ese momento me sentí mal porque me acusaron de inducir a una menor al abandono de hogar.
A la noche llegó a la comisaría la hermana mayor de Mary, la Filomena, y me llevaba comida y frazadas, además de decirme “Estese tranquilo porque la Mary está de acuerdo en lo que habían conversado ustedes, usted tranquilo, que esta es una disposición legal de mi papá que es a la antigua, pero lo que vale cuando lleguen al juzgado es la declaración de mi hermana”.
Al otro día mandaron a buscar a la Mary por intermedio de un juez y fuimos a un comparendo podría decirse, y el juez le pregunto a ella, “¿te obligo a irte?”, “no, me fui por mi propio gusto, porque estamos pololeando hace como un año y cuatro meses, el me pidió para casarme y mis padres no me dieron permiso, así que optamos por arrancarnos”, “¿Y ahora que piensan hacer?... ¿Qué piensas hacer tú?”, me dijo el juez, “yo lo que quiero es casarme”, le dije, “nada más”.
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Al otro día me casaron y el mismo sargento del reten fue testigo de mi casamiento en ese mismo pueblo el día seis de abril de 1960. Bueno, y yo después montado a lo macho dije: “me voy, me voy con mi señora a Santiago”, y me fui…”45 Si bien el sistema de intercambio matrimonial en los circos es cerrado, existen situaciones de fuga en las que mujeres u hombres del exterior ingresan al circo y contraen matrimonio con integrantes de las compañías. En el caso de los hombres esto no suscita mayores conflictos debido a la virilocalidad de la cultura circense, situación en la que traen a una mujer de afuera a vivir y trabajar en el circo, la que se adapta a la vida de circo entrando a trabajar a la pista o realizando labores domesticas y cuidando a la familia. Por la misma razón es que en el caso de las mujeres estas situaciones causan graves conflictos, enfrentándose a prohibiciones e interdicciones por parte de sus familiares, quienes ven interrumpida la cadena de reciprocidad en las familias y arriesgan la pérdida de un elemento significativo en tanto artista y trabajadora circense.
Que un hombre exterior al circo se integre es infinitamente más difícil a que una mujer se integre, ello porque las mujeres pueden integrarse plenamente a nivel familiar mientras que los hombres necesitan integrarse no solo a nivel familiar sino que también en el ámbito laboral. Incluso en este último aspecto es relativamente más fácil para las mujeres ya que mientras son jóvenes y tengan cierto atractivo físico se pueden incorporar como asistentes de los números ejecutados por hombres. Como es el caso de las ayudantas de magos, malabaristas, lanzadores de cuchillos y otras tantas disciplinas circenses en las que el atractivo principal es ejecutado por un hombre acompañado de una mujer.
Los hombres, en cambio, ven su entrada al circo más dificultada debido a las exigencias técnicas de ejecutar un número circense. Domadores de gran presencia, acróbatas de inmensas aptitudes físicas, malabaristas con un sistema psico-motor muy desarrollado o trapecistas que vuelan por los aires con la mayor naturalidad del mundo son todas aptitudes que en los circos tradicionales se cultivan desde temprana edad.
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Historia de Vida Julio Romero. 01/06/2005 69
Las hijas e hijos, en tanto artistas, constituyen unos de los principales capitales del circo ya que son indispensables para realizar los espectáculos. Esta condición lleva a los padres a adoptar actitudes proteccionistas en el caso de las mujeres debido a la virilocalidad de las uniones circenses, con la consecuente capacidad del marido de llevarse a su mujer hacia otras empresas, lugares o actividades.
Si asumimos la prescripción endogámica de los circos y su sistema de intercambio generalizado no debieran existir problemas asociados al resguardo de las hijas en tanto elemento de intercambio entre las familias circenses. Las hijas se casan con alguien de circo, a la vez que los hijos reciben en matrimonio a la hija de otra familia circense y a la larga el sistema tiende hacia la retribución de todas las familias.
Sin embargo, en el circo, entendido como sistema de intercambio matrimonial, existen permeabilidades de sus límites bajo la forma de fuga e ingreso de personas, las que confieren al sistema una serie de desequilibrios.
El riesgo no sólo involucra perder a una hija sino que toda la descendencia y tradición circense de la familia. El alejamiento del circo por parte de una hija supone la pérdida de los nietos en tanto futuros artistas y el quiebre de la estructura de herencia, representada por bienes de uso culturalmente limitados como son las carpas de circo, galerías, aparatos, animales y toda la serie de elementos que involucra la empresa circense. En el caso de familias que solo tienen hijas se hace aún más importante el matrimonio con hombres de circo ya que si bien se pierde la continuidad del apellido, existe la opción de traspasar los bienes materiales a los yernos y los conocimientos artísticos a los nietos.
Por todo lo anterior es que los hombres externos que se enamoran de una mujer de circo se ven enfrentados a grandes obstáculos para poder concretar sus intenciones de matrimonio. Los casos más comunes de hombres externos casados con mujeres de circo usualmente se dan entre jóvenes que entran al circo por diferentes circunstancias y aprenden un oficio circense que no implica grandes destrezas corporales. Entre ellos se encuentran los magos y
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payasos o funciones del circo ejecutadas afuera de la pista artĂstica, como los vendedores, electricistas, choferes y otras tantas funciones que acompaĂąan al circo en su recorrido.
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3) Linaje como mecanismo de legitimación Muchas de las familias circenses encuentran en su ascendencia un fundamento crucial para su propia definición identitaria, tomando a sus antepasados como punto de referencia para la construcción de discursos que los sitúan en un marco espacio-temporal. El parentesco, desde el punto de vista circense, permite demostrar los años de experiencia en el rubro y dar cuenta de la progresión histórica de la familia desde sus orígenes hasta la actualidad.
Familias de gran tradición artística con renombre en Chile y el extranjero, más allá de su status actual, encuentran en su ascendencia una gran fuente de inspiración y orgullo en tanto descendientes de dicho linaje, mientras que familias de origen humilde que actualmente ostentan opulencia y prestigio al interior del gremio también utilizan su linaje como medio de dar cuenta de sus orígenes circenses y ligar su riqueza y status actuales al esfuerzo propio y el talento familiar.
A continuación se expone el caso de la familia Maluenda, en el que encontramos la historia de su linaje como documento central en la afirmación de su identidad. Bajo el apartado de “Historia” de su página web46 encontramos las referencias a su historia familiar, en la que narran su genealogía desde los orígenes hasta la actualidad.
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www.circo.cl 72
“Joaquín [A.5] y Agustín [C.5] Maluenda pertenecen a la quinta generación de la Familia Maluenda en el Circo Chileno. Joaquín Maluenda [A.1] (músico): quien por un accidente ferroviario perdió una de sus piernas y por ello fue conocido como el Pata de Palo; Joaquín Maluenda Liberona [A.2] (el hombre de fuerza del circo): su trabajo consistía en una lucha con un toro, lo cual era la atracción de la época, y esto lo realizaba al finalizar la función con un toro que se conseguían en el pueblo en donde el circo se presentaba; Joaquín Maluenda Zúñiga [A.3] (domador llamado Capitán Maluenda): fue el primer domador chileno y sud americano en trabajar con tigres de Bengala; y su padre Gastón Bernardo Maluenda [A.4], Payaso, Acróbata, Músico el Tony Tachuela, de quien los actuales Tachuelas heredaron su nombre artístico.”47
Árbol de parentesco N˚2
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http://www.circo.cl/?page_id=3 73
Este árbol de parentesco se ha elaborado utilizando únicamente los datos extraídos de los párrafos citados previamente, en el cual aparecen los jefes de familia de 5 generaciones circenses en el país, rescatando el linaje de los Maluenda por línea paterna. Lo central para este caso no es la composición ampliada del grupo familiar sino la historia de la familia en tanto linaje masculino que transmite el poder en sucesión de mayorazgo.
Este pequeño extracto corresponde a un relato fundacional, que da cuenta de los orígenes mismos de la familia Maluenda en el circo y de la creación del universo que ha englobado las actividades de esta familia con más de 5 generaciones de artistas circenses. Es significativo que ninguna mujer haya sido nombrada en esta parte fundacional del relato familiar, apareciendo marginalmente por medio de los apellidos maternos mencionados en ciertos casos. Siendo el circo una tradición familiar, la antigüedad de un linaje indica prestigio dentro del gremio y constituye un aspecto clave en el análisis de los posibles candidatos matrimoniales para los hijos o hijas. A los hombres es común que se les recomiende buscar una mujer que haga varios actos circenses, mientras que a las mujeres se las alienta a buscar pareja con los hijos de familias de prestigio en el ámbito familiar o empresarial.
La exhibición de la genealogía de la familia Maluenda abre su historia a los espectadores e interesados en el circo, convirtiéndose en un referente común y posicionándolos públicamente como gestores del circo en Chile. Analizado de acuerdo al interés de posicionar la representatividad del circo en chile, constituye una acción estratégica de la familia Maluenda orientada a convertirse y/o mantenerse como referentes clave de la actividad circense.
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4) Matrimonio entre primos de 7˚ grado colateral. Este caso ilustra el alto grado de endogamia que prevalece entre las familias de circo chileno, organizadas en una comunidad relativamente pequeña y altamente interconectada entre sí mediante las uniones matrimoniales y otras instituciones familiares como el compadrazgo.
En el árbol de parentesco expuesto a continuación vemos el matrimonio de Carlos Camus [C.4] y Lorena Cáceres [D.5], parientes en 7˚ grado colateral, ambos de la misma edad aunque con una diferencia generacional en relación a sus parientes en común; Luis Cáceres [C.1] y Luisita Gonzales [D.1].
La familia Camus-Cáceres se encuentra coloreada con azul y las hijas se muestran con 5 apellidos a modo de graficar mejor esta unión. Sus hijas tienen el apellido Cáceres repetido 2 veces en sus nombres, como apellido materno y como apellido materno de su abuelo paterno, quedando en la 2˚ y 5˚ posición en su nombre. Es llamativo que las hijas de este matrimonio tienen los mismos apellidos que su abuelo Luis Camus Cáceres [B.3], aunque solo en apariencia ya que corresponden a diferentes ramas del apellido Cáceres.
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Árbol de parentesco N˚3
Como se vio con anterioridad respecto a las uniones entre grupos de hermanos y hermanas, el matrimonio establece condiciones que controlan la descendencia y regulan el intercambio, manteniendo la pertenencia al circo en un campo delimitado por sus factores reproductivos. Al propiciar el matrimonio entre personas de circo se establecen las condiciones para controlar el campo de la descendencia y transmisión del oficio, protegiéndolo de la entrada masiva de nuevos miembros y de la fuga repentina de antiguos artistas.
Las uniones endogámicas en la comunidad han establecido amplios grupos familiares con extensas redes sociales distribuidos entre los diferentes circos y el territorio nacional. Esto es visible en los árboles genealógicos de gran alcance horizontal, los que abarcan varias familias emparentadas entre sí.
Los 3 árboles de parentesco expuestos presentan conexiones entre sí de manera directa, por medio de uniones matrimoniales o relaciones de compadrazgo. A esto se suman la mayoría 76
de las familias circenses nacionales, las que presentan relaciones de parentesco unas con otras ligándolas a todas de manera directa o indirecta. Por motivos del alcance de la investigación es imposible hacerlo aquí, pero se plantea que podríamos levantar un árbol de parentesco que incluyera a todas o a la gran mayoría de las familias circenses nacionales, graficando el alto nivel de endogamia que existe al interior de la cultura circense.
La endogamia en los circos es un resultado de los mecanismos de alianza establecidos entre las familias a modo de crear un sistema diferenciado de intercambio matrimonial que les permitiera un control sobre la reproducción social del grupo, generando redes de apoyo y solidaridad a la vez que sentando las bases para la creación de un imaginario simbólico y de adscripción identitaria.
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Las empresas de circo Un artículo publicado por la revista “En Viaje”48 en octubre de 1967 habla sobre los circos de la época y señala las principales características y diferencias entre las empresas circenses. La autora, Lucía Zamora, divide a los circos en 3 grandes grupos de acuerdo a su tamaño, cada uno de los cuales queda representado por un circo modelo que ella expone. El primer exponente corresponde al circo “Águilas Humanas” que mientras se encontraba en Santiago se presentaba en el teatro Caupolicán con capacidad para 8.000 personas. El capital humano de la empresa estaba constituido por 80 artistas, 15 chóferes, 10 eléctricos, 6 administrativos y 60 obreros.
Los artistas extranjeros correspondían a la mitad de la planta, realizando todo tipo de actos a excepción de los números cómicos que eran siempre interpretados por artistas nacionales. Un buen Tony ganaba 500 escudos (de 1967) a la semana, mientras los artistas internacionales ganaban más por ser mejor considerados en la cultura nacional. Además, el Sindicato de Artistas Circenses ejercía presión sobre los empresarios para que hubiera al menos un 50% de artistas Chilenos en las pistas de los circos nacionales. Otro circo grande correspondía al “Buffalo Bill”, de similares características que el “Águilas Humanas”. Ambas empresas realizaban funciones durante todo el año, equipados con buenas carpas e infraestructura que les permitían capear las lluvias de invierno.
El Teatro Caupolicán comenzó en 1936, cuando la entonces Caja de Empleados Públicos financió la construcción de lo que prometía ser el primer recinto de espectáculos a nivel internacional de Santiago, la que ya se aproximaba al millón de habitantes y necesitaba una sala a la altura de su condición de centro urbano. Para la comunidad circense el Teatro Caupolicán49 fue el hogar del circo más importante en Chile.
48 49
Revista “En Viaje”. Nº 408. Octubre, 1967. Págs. 23-27 www.teatrocaupolican.cl 78
Espectáculo Circense sobre hielo. Teatro Caupolicán. 1970.
Pero la historia del Caupolicán no se puede escribir sin mencionar a su principal gestor, el iquiqueño Enrique Venturino Soto, quien tomó el control del teatro a comienzos de 1940 y no cesó hasta su muerte. Por esos años, Enrique Venturino, propietario de la Empresa Chilena Cóndor, ya era todo un personaje de la farándula nacional y sus múltiples contactos le permitieron traer a grandes estrellas del espectáculo internacional. Venturino se constituyó, además, en el gran impulsor del circo chileno al fundar “Las Águilas Humanas”, que nació precisamente en los tiempos que llevaba el nombre de “Teatro Circo” por su activa vida circense.
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Multitud Reunida en las afueras del Teatro Caupolicán. 1970.
El mago circense Gustavo Caprario recuerda que el circo “Águilas Humanas” lleva ese nombre por una troupe de trapecistas mexicanos que vino a chile y trabajaban con ese pseudónimo. El nombre no se lo puso Enrique Venturino sino que un francés llamado Phillipe Cairoli. Tras ello, alrededor de la década de 1960, vino la época de los nombres Alemanes para los circos, donde estaba el “Circo Bismark”, el “Circo Bremen”, el “Circo Frankfurt” y el “Circo Konyg”. Volviendo al artículo de Lucía Zamora publicado en la revista “En Viaje”, se menciona que entre los circos medianos estaba el “Frankfurt” del empresario Juan Arroyo, con capacidad para 3.000 espectadores y una planta de 80 artistas y obreros. Sus giras duraban 6 meses durante los cuales recorrían el país, para llegar a la ciudad de Santiago durante la temporada de septiembre y trabajar alrededor de 3 meses. Durante la estación de invierno la empresa suspendía sus actividades, quedando los trabajadores sin fuentes de ingreso por ese periodo.
Entre los principales problemas que presentaba el rubro en aquella época se cuentan las dificultades para el arriendo de los locales y/o terrenos, ya que no todas las municipalidades les permitían el acceso. En segundo lugar se encontraban los problemas asociados a la 80
energía eléctrica y el alto costo que tenían los empalmes realizados por la compañía de electricidad. Esto último llevó a que en repetidas ocasiones los circos se “colgaran” del tendido eléctrico sin los permisos necesarios, provocando riesgos para la población y problemas con la autoridad. En tercer lugar se encontraba la dificultad de tener servicios sanitarios adecuados debido a la alta movilidad de los circos a lo largo del territorio.
Con respecto a los circos pequeños no se dan detalles sobre sus nombres o la cantidad de empresas que existían en la época, aunque diferentes miembros del gremio señalan que al menos unos 50 circos deben haber existido en la época. A ello se le debe agregar los elencos esporádicos formados para realizar giras por el sur y norte del país, los que no constituían empresas circenses de carácter permanente.
Los pequeños circos en la década de 1960 eran de carácter familiar, organización que los llevaba a repartirse las tareas entre los miembros del grupo para enfrentar las diferentes dificultades del oficio, entre las que destacan las lluvias y la imposibilidad de utilizar las carpas en los meses de invierno. Según el artículo estas pequeñas empresas tendrían una tendencia a desaparecer, aunque esto último queda en entredicho ya que en la actualidad siguen existiendo un sinnúmero de circos pequeños en el país, los cuales son mayoritarios en proporción a los circos grandes y medianos. Se estima que en la actualidad existen alrededor de 120 circos en Chile, los que involucran directamente alrededor de 5.000 personas en su funcionamiento50.
Este último tipo de circo es, en lo visual, el más clásico de todos los circos. Con sus carpas rotas y payasos pobres constituye una de las más poderosas imágenes de la tradición circense en el país, evocando el incansable esfuerzo de miles de hombres y mujeres que han llevado esta forma de vida por varias generaciones.
A grandes rasgos podemos establecer la existencia de 3 clases de circos y 3 tipos de organización asociados al tamaño de los mismos. La organización de cada uno de los circos se encuentra cruzada por la dicotomía empresa-familia, preponderando elementos 50
http://www.navarro.cl/glegislativa/doc/docs/Proyecto%20de%20Ley%20del%20Circo.pdf 81
característicos de una empresa en los circos más grandes, encontrando un equilibrio en los circos medianos y prevaleciendo elementos propios de la organización familiar en los circos pequeños.
En la dicotomía empresa-familia existen distintas apreciaciones en relación a la importancia de la familia dentro de la estructura organizacional del circo. Para algunas personas los vínculos de parentesco pueden ser el principal sostén de la empresa, o muy por el contrario pueden actuar como obstáculo para el desarrollo y crecimiento de la misma. A juicio de muchas personas del rubro el circo de “Las Águilas Humanas” llegó a ser el circo más grande e importante de Chile gracias a que su dueño no era de familia de circo, por lo cual no tenía apegos familiares con los artistas; así solo entraban en este circo aquellos artistas que alcanzaban un alto nivel en sus números, transformándose en un espacio privilegiado.
Los hijos de Enrique Venturino Soto fueron educados en Estados Unidos en un ambiente de clase alta, sin mayores contactos con el circo y todo lo que implica la vida circense. Una vez que su padre hubo muerto y les toco hacerse cargo de la empresa enfrentaron diversos problemas en la administración y trato con los artistas. Por un lado dejaron de reinvertir dinero en el material del circo, comprando automóviles y otros bienes ajenos a la empresa circense. Su otro gran problema fue el mal trato que establecieron con los artistas circenses, a quienes consideraban “pulguientos” y trataban despectivamente. Lo que llevo a una escasez de dos elementos clave en la empresa circense, el material de trabajo y los recursos humanos ya que pocos artistas estaban dispuestos a trabajar con ellos.
Los hijos de Enrique Venturino Soto no pertenecieron al circo, al igual que su padre, aunque a diferencia de él no supieron hacerse cargo de la empresa que él había construido. El elemento clave que faltó en la formación de los hijos de Enrique Venturino Soto fue el gran compromiso que demanda el mundo circense, adquirido fundamentalmente por medio del proceso de sociabilización establecido desde edad temprana. La falta de compromiso
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los llevó a invertir en una serie de elementos diferentes a los requeridos para hacer funcionar al circo, orientando su consumo a la satisfacción personal disociada del circo.
La serie de entrevistas y testimonios analizados durante el transcurso de la investigación dan cuenta de un profundo compromiso con la vida y cultura circense, el que en la mayoría de los casos se establece a partir de la perpetuación del oficio por medio de los hijos, la orientación del consumo hacia fines relacionados con la empresa circense y la pertenencia a la comunidad circense nacional. Lo último fue un aspecto que también estuvo ausente en la relación entre los hijos de Enrique Venturino y los artistas circenses. Se plantea que la pertenencia al ámbito del circo y un buen manejo con los artistas son elementos clave en la administración de un circo, donde conocer el “negocio” realmente significa pertenecer y compartir la identidad circense nacional.
La dicotomía entre empresa y familia se acentúa, por lo general, en los circos de mayor tamaño debido a que se produce una especialización del trabajo, donde cada individuo tiene una labor asignada. En tal sentido, la Sra. Patricia Olivares realiza una clara distinción: “Hay dos partes diferentes. Como ahora el circo pertenece a la familia hay que estar en todas, pero cuando tú eres artista contratado es otra cosa, si te contratan como administrador, eres administrador, malabarista, malabarista… vas a hacer la función para la que te contrataron. Hay dos puntos de vista, el punto de vista del artista y el del empresario… Es diferente el punto de vista del circo como negocio o como trabajo.”
Además de las empresas de circo de carácter estable encontramos otro tipo de organización dado por la formación de compañías de carácter transitorio. Julio Romero nos describe lo que fue uno de sus viajes sobre ferrocarriles en una gira que realizó con una cooperativa circense hacia el sur. La cooperativa estaba formada por una planta de 9 artistas más un grupo de 3 administrativos y técnicos. En total eran 12 los miembros que formaban la compañía, quienes dividían los ingresos en partes iguales, a diferencia de las empresas
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circenses donde los artistas trabajan por un salario semanal y el empresario se queda con las utilidades o pérdidas.
La gira partió directo desde Santiago a Corte Alto en la X Región, desde la Estación Central, y visitó una serie de pueblos de la zona como Río Frío, Los Hornos, Maullin, Fresia, Victoria y Lautaro. En la mayoría de ellos se quedaban solo un día, en lo que se llama una gira relámpago o un “tumbipara” 51 donde se va tumbando la carpa para ir a debutar al próximo pueblo al día siguiente.
Sergio Antinao, un trabajador de EFE en la época recuerda que el tamaño y calidad de los circos no era de lo más desarrollado para la época: “Salvo los circos más grandes como el “Águilas Humanas” o el “Buffalo Bill”, la condición social era bastante pobre. Me acuerdo que uno de los últimos circos que me toco hacerle el flete fue al del Tony Caluga, el año 71 o 72. Pero eran siempre circos pobres. Eso se veía en la calidad de la carpa, que se encontraba deteriorada o en general todo lo que llevaban dentro que era ahí no más. No había mucho desarrollo. Las galerías eran de palo, lo único más avanzado eran los palcos.” La empresa circense se encuentra íntimamente ligada a la familia nuclear y las redes de parentesco que se extienden a través del gremio. Los 3 tamaños y tipos de empresas caracterizadas anteriormente llevan consigo 3 tipos de organización levemente diferentes. Ellas se basan en el parentesco aunque difieren en la magnitud que este alcanza como articulador de la empresa.
En los circos pequeños el principal articulador de la empresa es el parentesco, donde existe una marcada división por edades y las funciones productivas son completamente cubiertas por la familia. Ello abarca todas las actividades involucradas al circo, las que en la mayoría de los casos requieren que los miembros de la compañía ejerzan múltiples funciones.
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Término que corresponde a la aglutinación de los verbos tumbar y parar. 84
En los circos medianos el rol que adquiere el parentesco se establece a partir del manejo empresarial del circo, aunque se incorpora a otros miembros que no constituyen parte del gremio. Por lo general la(s) familia(s) se encuentran encargadas de los números artísticos y las ventas al interior del circo, contratando a técnicos y obreros externos para realizar labores menos especializadas como el montaje del circo, la limpieza, el sonido y la iluminación.
En los circos de gran tamaño el parentesco opera bastante menos, siendo de carácter aún más administrativo y en donde el dueño contrata por separado a los números artísticos, los que en muchos casos involucran a familias que tienen actos grupales como las “troupes” de trapecio, pirámides humanas, malabaristas u otros que por formación realizan sus actos de manera conjunta.
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Cultura económica circense Antiguamente era bastante común que los miembros de la comunidad circense se juntaran en el barrio próximo a la estación Mapocho, en el Café Santiago el cual ellos denominaban “La Leona”. Ahí se reunían artistas, empresarios y familiares a conversar, barajar nombres y formar elencos para las nuevas giras. Este espacio se posicionaba, al menos en el relato, como el eje articulador de la vida social circense y del espíritu bohemio que invadía su particular ethos. El nombre de “La Leona” establece una analogía entre las mamas del animal y las personas circenses que iban a mamar en el sentido de buscar trabajo.
En el país los antiguos exponentes de la cultura circense se enfrentaban a grandes conflictos en relación al ahorro y la posibilidad de capitalización de los ingresos percibidos durante las funciones. Una de las principales causas, según lo que cuentan hoy, se encuentra en que existía mucha bohemia en la época, frecuentando casas de remolienda, boliches y otros locales donde los jefes de familia y/o empresa eran aligerados de sus dineros. Gastón Maluenda actual co-dueño del circo “Los Tachuelas”, ha dicho que uno de sus grandes traumas es la lluvia. Ello debido a que tiene recuerdos muy arraigados de fuertes penurias por las lluvias de invierno, con frío y el estomago vacío mientras su padre se encontraba ausente en alguna actividad bohemia. Al respecto personas del gremio recuerdan que existían llamados para los que saldrían a estas visitas nocturnas. En una conversación sostenida con Oscar Parra, artista circense retirado, él rememoraba algunas de las frases típicas entre los cirqueros de la época: “Estando los palos parados, vamos a pedir fiado…” Se solía decir después de llegar a un pueblo, refiriéndose a la costumbre de los hombres de, una vez montado el circo, ir a los boliches cercanos a tomar cañas de vino y pedir fiado. Incluso había ocasiones en que la persona que tenía su nombre en la cuenta se iba de madrugada al otro pueblo, dejando al dueño del local con la cuenta sin pagar. Ahí llegaban los encargados de los boliches cuando ya veían que el circo se estaba desarmando, sin embargo poco podían hacer porque el deudor ya se encontraba lejos.
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“¡A los que van!” Esta era otra frase común entre los cirqueros, que tenían como costumbre organizar grupos para salir en las noches. Después de la última función alguien daba el aviso con un grito para llamar al grupo de hombres que irían a la casa de remolienda. El grupo de mujeres y esposas identificaba claramente al organizador de tal salida, repudiándolo por asumir dicho rol a la vez que tratando de ejercer cierto control sobre la situación. “¡Hay 500!” Asimismo era común que en “La Leona”, se juntaran bastantes artistas y empresarios de circo a compartir y hacer vida social. En ese marco es que alguno de los asistentes gritaba “¡Hay 500!”, que era como decir “yo pongo una caña de vino”. Entonces otro por allá respondía “¡hay 1000!” y así se iban hasta que formaban un grupo. “¿Cuánto me cobras por ir a tomar pal´ norte?” Como anécdota, Oscar “Canarito” Parra se recordaba de la frase que un amigo suyo le pregunto a un empresario antes de partir en gira.
A pesar de la bohemia, lo que se vivía y exaltaba era un espíritu de libertad y desarraigo. Sin más preocupaciones que el día a día, enfrentando la vida con alegría y desapego por las planificaciones.
Patricia Olivares da un testimonio de lo que a su juicio eran los aspectos más románticos dentro del circo; la libertad y el desarraigo con que vivían las generaciones circenses en tiempos pasados. “Eso es lo que echan de menos la gente antigua, esa libertad, sin comodidades, pero con algo tan valioso como esa libertad de vivir en el desierto, en el campo, en todas partes donde no tenías que rendirle cuentas a nadie. Estabas trabajando, produciendo pero sin ninguna atadura. No como ahora que se comenzaron a preocupar del estudio de los niños, de las casas, de tener arraigo. En esos tiempos no existía el arraigo, nuestra casa era el circo. En ese
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tiempo a la gente no le importaba tener propiedades ni nada, solamente viajar, viajar y viajar de la manera que fuera. Y el tren fue algo muy importante en nuestra forma de vida, nos marcó mucho porque era una forma de vida que duro por lo menos sus 30 ó 40 años.”
El recambio generacional actual ha implicado la transformación de las expectativas de vida de los jóvenes, quienes no necesariamente proyectan una experiencia de vida en el día a día sino que tienen más anhelos materiales y esperan poder acceder a una mayor cantidad de bienes, servicios y comodidades que sus padres. Lo anterior permea completamente la manera de planificar las giras y ejercer el oficio circense, donde la actual meta de muchos jóvenes está puesta en ser contratados por una empresa en el extranjero (USA, México, Japón, etc…), adquiriendo experiencia profesional y juntando el capital para iniciar una nueva empresa de circo. El anterior es el caso del “Golden Circus” de Germán Aguirre Olivares, quien trabajó alrededor de 12 años en Japón y en cuyo tiempo logró enviar dos carpas completas a Chile, para luego volver a dirigir la empresa junto a su familia. Otro caso similar es el del payaso “Pastelito”, Agustín Maluenda Ríos, quien se encuentra trabajando en Nueva York y también planea abrir un circo cuando llegue a Chile.
En la actualidad la actividad circense plantea una serie de dificultades y oportunidades diferentes a las vividas por el gremio en la década de 1960. En contraste a los grandes contratos con empresas extranjeras que algunos artistas nacionales han firmado, para la década de 1960 encontramos que los ingresos de los circos no se encontraban completamente monetarizados. Es decir que aún era bastante común el trueque como medio de ingreso a ver el espectáculo, especialmente en las zonas rurales.
En estos lugares la población entraba a ver las funciones del circo a cambio de pequeños animales como gallinas, trozos de queso o diferentes productos artesanales. Al respecto Silvia Olivares plantea que era una maravillosa forma de pago ya que los niños y adultos iban comiendo productos frescos y naturales, con los que se criaban fuertes y sanos.
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“Nos toca viajar con nuestros hijos, criarlos en el circo, y como tenemos tanto cambio de temperatura, en el calor, la lluvia, la costa, la montaña, nuestros hijos se crían sanos. Además tienen buena alimentación porque disfrutamos de muchos alimentos diferentes, el pan amasado, los huevitos de casa, la fruta, la leche de campo, que van variando dependiendo del lugar.”52
Las penurias descritas por Gaston Maluenda nos dan cuenta de una tensión entre los ingresos percibidos y su utilización por parte de los jefes de familia para la bohemia, farra o despilfarro. Un camino alternativo a lo anterior se encontraba dado por la utilización de productos agrícolas como medio de intercambio, lo que implicó un acceso directo a los bienes básicos de consumo, descartando la posibilidad de que fueran usados por los jefes de familia para ir a casas de remolienda, boliches u otros locales asociados a la bohemia. Nos encontramos frente a una dicotomía entre los ingresos destinados a alimentación y satisfacción de necesidades básicas, versus los ingresos destinados a la bohemia.
En zonas mineras del norte era bastante común que el público pagara su entrada al circo con fichas de las pulperías de la mina. En este contexto las empresas circenses recibían y acumulaban las fichas de las pulperías por el tiempo que durara su estadía en el pueblo minero, tras lo cual se dirigían a la pulpería por bienes de consumo. Esto constituía un buen arreglo para los cirqueros ya que podían acceder a bienes importados escasos en otras partes del país, los que se encontraban disponibles en los almacenes para abastecer a la población nacional y extranjera que trabajaba en las minas.
Al igual que los mineros y sus familiares podían destinar sus fichas para entrar al circo, los circenses podían de la misma manera utilizar sus fichas para satisfacer una amplia variedad de opciones de consumo. Este sistema de ingresos no aseguraba la utilización de los recursos para la satisfacción de las necesidades básicas ya que las fichas podían ser utilizadas en bares, prostíbulos y otros locales insertos en el sistema de intercambio de los pueblos mineros. 52
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Un elemento común a los sistemas de trueque e intercambio por fichas señalados anteriormente radica en las limitantes que establecía para la capitalización de las empresas circenses. Si bien el sistema de trueque aseguraba hasta cierto punto la satisfacción de las necesidades básicas, al mismo tiempo alejaba a la economía circense de la monetarización y con ello de las posibilidades de acumular recursos y realizar inversiones para la empresa. El sistema de fichas por otro lado generaba un círculo cerrado de intercambio en torno al pueblo minero, desde el cual los circenses generaban entradas que solo podían retirar bajo la forma de bienes de consumo, lo que también mermaba la capacidad de ahorro e inversión de las empresas circenses.
Vale señalar que en ningún caso se plantea la existencia de una cultura bohemia como la causa de la pobreza de los circos. Ello más bien se debe a factores estructurales como el tamaño del mercado nacional, el poder adquisitivo, la capacidad de consumo de la población y la informalidad de la empresa circense53.
53
Sobre este tema se podría profundizar en futuras investigaciones en torno a la imagen del “bien limitado” propuesta por George Foster en su libro: Tzintzuntzan. Los campesinos mexicanos en un mundo en cambio. México: FCE. (1972). Ahí el autor entrega ciertas claves para entender comportamientos como la envidia u otros, ello frente a la pregunta que se hacían investigadores norteamericanos en torno a la falta de emprendimiento por parte de amplios sectores campesinos en México. Lo mismo podría plantearse para el caso, sin embargo queda como un tema pendiente para investigaciones posteriores. 90
Pobreza
Una de las entrevistadas durante la investigación fue la Sra. Grimilda Olave Caro, artista circense actualmente retirada de las pistas que trabaja esporádicamente en diferentes circos durante la temporada de septiembre en la ciudad de Santiago. Hija de Charles Olave, nace en Santa Cruz (cerca de San Fernando) y su padre muere cuando ella tiene 7 años. Su padre no estaba legalmente casado con su madre, por lo que una hija del primer matrimonio de su padre les quito el pequeño circo que tenían, dejándola a ella y su familia en la calle.
En ese momento la familia entera pasó al circo de una tía, donde Grimilda Olave comienza a aprender el oficio de circo con Juan Arroyo, dueño en ese entonces del circo “Frankfurt”. Debuta a los 12 años en la pista con un número de trapecio que había aprendido de Juan Arroyo, a quien ella llegó a querer como su propio padre.
A la edad de 14 años, Grimilda Olave se casa con un músico de circo con el que tuvo un total de 8 hijos. Cinco hombres y tres mujeres, a quienes no les enseñó el oficio de circo ya que quería que se dedicaran a otras actividades. Tras casarse estuvo unos 10 años trabajando en un circo chico que era de su suegro, del que recuerda que trabajaban solo los fines de semana y a quienes califica como “viejos flojos”. En el invierno pasaban penurias muy grandes ya que se partían las carpas de tocuyo e iban, como ella se acuerda, marcando el paso de pueblo en pueblo.
Ella le planteaba a su marido que salieran a otros circos más grandes pero a él no le era fácil la idea de dejar a su familia. En determinado momento su marido aceptó y se fueron al circo “Bremen” de Daniel Quiroz, para luego volver al circo de los suegros y continuar recorriendo los pequeños pueblos y caseríos del campo chileno.
En la empresa circense todos los miembros familiares desempeñan funciones vitales dentro del circo, desde el montaje y traslado de materiales hasta la puesta en escena de los actos y el espectáculo en general. Por eso es que el abandono de uno de los miembros, con especial
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atención a los jóvenes y adultos de ambos sexos que trabajan en la pista, significa una compleja situación debido a la desestructuración de las funciones al interior de la empresa.
Tiempo después Grimilda Olave estuvo en Brasil con el empresario Fernando Pontigo, donde hacía trapecio y columpio. Llego a trabajar en el famoso circo “Águilas Humanas”, alcanzando el antes mencionado “techo” en la carrera de cualquier artista circense nacional. Trabajó durante 3 años con el circo en el Teatro Caupolicán, pero solo durante la temporada de septiembre. Esto se debía a que su marido no le permitía irse de gira con ese circo ya que él era músico y tenia celos de que ella ganara más que el.
El mes de Septiembre corresponde a la época de bonanza de los circos, momento en el que gran cantidad de ellos trabaja en la ciudad de Santiago, para después comenzar sus giras por otras ciudades o replegarse en los campos. Esto último correspondía al caso de la Sra. Grimilda Olave, quien se iba junto a su marido a “marcar el paso” en los pequeños pueblos de la región central. En un contrato del 3 de septiembre de 1976 suscrito con la empresa “Cóndor”, propietaria del circo “Águilas
Humanas”, se estipula que Grimilda Olave ganaría $500 pesos
semanales más $100 pesos para la movilización. Una actualización, de acuerdo a la variación del IPC hasta agosto del 2007, de los $2.400 pesos mensuales ganados por Grimilda en esa época nos da la suma de $135.694 mensuales54.
Una serie de accidentes sufridos durante la carrera artística de Grimilda Olave han dejado en ella una gran amargura con respecto al cuidado de los artistas y las responsabilidades que asumen los empresarios. La mayoría de sus accidentes fueron causados por fatigas de material en mal estado, y de todos ellos solo uno fue cubierto por el dueño del circo en el que se encontraba trabajando.
54
Actualización según suma lineal de los IPC mensuales. 92
Grimilda Olave Caro en el Circo König. 1965.
Con Grimilda Olave vemos una trayectoria de vida estrechamente vinculada al circo y sus diferentes esferas de acción. Ella es una de las pocas personas entrevistadas que al final de sus días ha quedado con una experiencia amarga con respecto al circo. Sus hijos no fueron educados en el rubro, de tal manera que cambiaran sus vidas y tuvieran posibilidades que ella espero tener en su vida, intentando que ellos no repitieran lo mismo para no enfrentarse a las dificultades que ella tiene hoy en día.
Sin previsión ni trabajo estable más que en el mes de septiembre, la historia de esta artista circense nos da cuenta de algunos aspectos más ásperos de la vida circense; en los que la solidaridad de grupo, la familia, las tradiciones y muchos de los valores a los que apelan otros miembros del gremio se diluyen en una serie de malas experiencias de vida que contrastan con algunos de los discursos identitarios del gremio. 93
El tema no se encuentra en establecer uno de los dos lados como preponderantes, sino en mostrar diferentes matices de lo que han sido las trayectorias de vida de artistas circenses. Ello tomando las dificultades y bondades del mundo circense, considerando las percepciones de varios miembros y teniendo en cuenta los posibles alcances de las fabulaciones personales y colectivas en la construcci贸n de la memoria social.
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Retiro y vejez Al mismo tiempo en que los niños comienzan un camino de integración a la vida circense, en su sentido social y económico, las personas de mayor edad recorren el inevitable camino de salida de las pistas, cediendo de este modo el espacio para las generaciones que vienen. Estos niños comienzan a ayudar a sus familias desde temprana edad para en algún momento llegar a tener la responsabilidad económica sobre sus padres y familiares. “Yo trabajo desde los 8 años, mis padres nos tuvieron muy ancianos y cuando tenía 13 o 14 años yo ya trabajaba para mantener a mis papas. En el circo se gana un sueldo semanal, el domingo nos pagaban nuestro sueldo y el día lunes les dábamos la mitad a nuestros padres. Les mandábamos la mitad a Santiago y con el resto nos pagábamos el hotel, la comida y lo que nosotras necesitábamos. Una semana se compraba ropa una hermana y a la siguiente la otra, después comprábamos los maquillajes, nuestros trajes, pero sagrado todas las semanas le mandábamos la mitad a nuestros papás”55
Los adultos que por diferentes razones van dejando de trabajar en la pista, se incorporan a otras actividades dentro del circo, ya sea en labores técnicas o económicas como las concesiones de ventas que son especialmente apreciadas debido a su gran rentabilidad, y por lo cual su concesión generalmente se encuentra en manos de la familia más próxima a los dueños, es decir, con quienes existe una reciprocidad más estrecha.
La difícil salida de las pistas es relatada por Silvia Olivares: “Yo creo que todos sienten lo mismo, tristeza. De hecho mucha gente deja de trabajar en la pista pero sigue en el circo, cumpliendo otras actividades. Y es muy difícil que lo abandonen, de hecho mueren aquí en el circo. De viejitos, de enfermos pero ellos quieren permanecer acá…”56
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Sin embargo las dificultades que implica la salida de las pistas se ven compensadas en parte por diferentes instancias en que la comunidad circense hace un reconocimiento a las personas mayores. “Una vez por ejemplo Gastón Maluenda “el Tachuela”, hizo una función con todas las personas que se habían retirado de las pistas. Personas como yo, de 40 a 45 años. Entonces invitó a todas las que estaban fuera de training, pucha y partieron todas las viejas para allá. Fue la televisión, el diario e hicimos un programa: una va a hacer trapecio, la otra va a hacer cuerda, argollas, malabares, todos los actos que hacíamos. Entonces nos maquillamos, nos pusimos las pelucas y era como volver a vivir lo que tú viviste en tus años de artista. Fue algo que nos emocionó.”57
Las instancias rituales dentro del circo, como la muerte de un miembro reconocido por el grupo, ponen en práctica una estrecha red de relaciones entre los cirqueros que cuenta con numerosos canales de comunicación que retroalimentan el intercambio entre ellos. Silvia Olivares relata en su historia de vida algunos aspectos de cómo se trata el tema de la muerte en el circo y como ella desea que se trate su propia muerte. “Velamos a mi esposo en un circo en Santiago, se desarmaron las galerías y se desocupó adentro. Yo creo que habrían unas 500 personas, todos los amigos, todos circenses. Todos ayudaron en el velorio. Unos compraban café, otros preparaban consomé, se hacía comida para todos porque estuvimos como 3 días velando. Así que en patota comiendo, almorzando, preparando cafecito, haciendo sándwichs. Yo también voy a morir en el circo y cuando me muera yo siempre le he dicho a mis hijos que me lleven una batucada. Porque yo siempre he sido una persona muy alegre. Quiero quedar en el mausoleo que tenemos nosotros los circenses en el Cementerio General de Santiago, porque aunque
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no sepa si nos juntamos todos después de la muerte, pucha que me gustaría compartir con mis amigos circenses después de la muerte.”58
El mausoleo mencionado constituye uno de los principales logros del sindicato nacional de artistas circenses, el que ha ganado un espacio altamente simbólico en el cementerio general, brindando un lugar de pertenencia ritual para después de la muerte y de pertenencia concreta en uno de los espacios clave de la representación identiraria chilena. Fundado por Bernardo O’Higgins en 1821 el Cementerio General de Santiago constituye un espacio clave dentro de la representación identitaria chilena. La totalidad de los presidentes chilenos se encuentran enterrados ahí a excepción de Bernardo O’Higgins y Gabriel González Videla y la organización de su espacio contiene algunas de las principales representaciones de la sociedad chilena. Grandes mausoleos para las familias pudientes o largas galerías para los menos acomodados; con espacios para los grandes Próceres de la Patria y nichos anónimos o fosas comunes para los caídos en dictadura, el Cementerio General de Santiago ciertamente alberga a diversos actores de la sociedad chilena.
Uno de estos actores es el circo tradicional chileno, el que ha logrado un espacio de representación para ellos y sus familias en lo que constituye uno de los espacios clave de la comunidad circense a nivel nacional. Pues es a este lugar donde los circenses acuden a ver a sus seres queridos, y cuando llegue el momento, llegaran a descansar ellos mismos rodeados de la comunidad a la que con tanto orgullo pertenecieron mientras estaban con vida.
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Ferrocarriles en Chile El primer ferrocarril chileno se inaugura el 25 de diciembre de 1851, en el tramo que va desde Caldera a Copiapó, siendo el tercero de Latinoamérica 59 . En el país se abordará tempranamente la construcción de líneas férreas, con una amplia red que se extendió desde Iquique hasta Puerto Montt, incluyendo numerosos ramales, la isla de Chiloé y conexiones internacionales como el F.C. Arica la Paz o el F.C. Trasandino.
En un comienzo, el mayor estimulo para la construcción y operación del transporte ferroviario lo constituyeron las actividades productivas asociadas al salitre en el norte del país. Los ferrocarriles respondieron a la necesidad de un medio de transporte que permitiera extraer los recursos de las pampas, llevándolos a los puertos y colocándolos en los mercados internacionales a precios competitivos. Los autores del libro “Historia del Ferrocarril en Chile” 60 plantean que fueron 3 los principales hitos del ferrocarril en Chile.
Fomenta y permite la creación de la industria salitrera, debido a la considerable baja en los costos de transporte.
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Absorbe la demanda de transporte existente entre Santiago y Valparaíso.
Abre grandes regiones del país para la colonización y explotación comercial.
Thomson, Ian. Angerstein, Dietrich. 2000 Idem. 98
El ferrocarril no solo jugó un papel fundamental en el desarrollo de las actividades productivas y en la movilización de pasajeros sino que en: “la incorporación “efectiva al control del Estado” de las actuales regiones de Tarapacá y Antofagasta en el norte, y la zona de la Frontera, en el sur”61.
Otro factor de importancia que tuvo la red ferroviaria consistió en la capacidad para crear y articular nuevos asentamientos humanos en torno a las estaciones y paradas normales de las locomotoras a vapor. Asentamientos que en algunos casos llegarían a consolidarse como importantes centros urbanos.
La estatización de los ferrocarriles se dio bajo la formación de los Ferrocarriles del Estado (EFE) el 4 de enero de 1884, a partir de la fusión de la FCSV (Ferrocarriles SantiagoValparaíso) y la FCS (Ferrocarriles del Sur). Antes de la formación de la Empresa de los Ferrocarriles del Estado, no existía una administración integrada de los ferrocarriles del norte, centro y sur del país. Lo anterior estableció características que determinarían el sistema ferroviario chileno por un largo tiempo, con “los primeros dos ferrocarriles de Chile que ya nacieron con dos trochas diferentes”62, inconveniente que tampoco se lograría solucionar con la administración del Estado.
La estatización pretendió unificar un sistema cuyos inicios se asociaban a la explotación de minerales y su transporte hacia los puertos. La idea de una red nacional va tomando forma a medida que el Estado se comienza a hacer cargo de los ferrocarriles, proporcionando parte de la infraestructura necesaria para el desarrollo de la nación.
Nos encontramos frente a un Estado comprometido en lograr la interconexión del país, licitando tramos y vías a privados, e incluso bonificando la construcción en ciertas zonas. Esto último llevó a que determinados contratistas tomaran ventaja y recurrieran a artimañas en el tendido de las líneas férreas. Con bonificaciones otorgadas por metro construido, se
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Sandoval, Marco. Aguilera, Alex. 2006 Thomson, Ian. Angerstein, Dietrich. 2000. Pág. 32 99
realizaban desvíos en lugares innecesarios, los que actualmente son conocidos como las “vueltas del ingeniero”.
Tras la incorporación de los diferentes ferrocarriles al Estado de Chile, este se compromete enérgicamente en la toma de posiciones estratégicas de las zonas geográficas anexadas durante la guerra del pacifico.
Proceso efectuado principalmente por medio del
establecimiento de vías férreas, estableciendo hacia el norte la línea longitudinal, la cual aprovecha de incorporar la infraestructura pre-existente de la época.
El impacto de ferrocarriles no tardó en hacerse sentir a lo largo del país, uniéndose Chile continental en 1913 por medio de una gigantesca red ferroviaria. Las líneas tendidas crecieron rápidamente y para 1913 eran solo 7 los pueblos con más de 2000 personas los que no contaban con una estación de ferrocarriles.
En una publicación realizada por el Museo Ferroviario Chileno se encuentra un artículo sobre los coches presidenciales y la utilización común que tienen a finales del siglo XIX para las giras presidenciales. En el artículo se señala que el nuevo medio de transporte permitió llevar la política hacia provincias apartadas, generando un mayor conocimiento del presidente por parte de la población y aproximando, por medio de la visita, un poder que antes se presentaba completamente distante. “Así como la salida del tren presidencial era un verdadero evento social para los curiosos de siempre, la llegada de éste a algún pueblo era una verdadera algarabía en donde el presidente era recibido con los mayores honores posibles y por las máximas autoridades del lugar, como intendentes provinciales, gobernadores, clubes sociales, bomberos, bandas militares, instituciones civiles y culturales en general.”63
Con el transcurso del tiempo la empresa se va perfilando como un medio económico de transporte, abriendo a la población más humilde posibilidades de viaje como los añorados 63
Sandoval, Marco. Aguilera, Alex. 2006. Pág. 15 100
trenes a San Antonio y Cartagena durante los veranos. Todo ello mediante pasajes baratos para los obreros, campesinos, estudiantes, conscriptos, funcionarios públicos y una serie de otros rangos sociales reconocidos por las políticas sociales de la época.
Un ejemplo de ello viene a estar dado por el ramal Talca-Constitución, que con más de 100 años de historia viene siendo el último de los ramales activos en el país.
En una
publicación fotográfica sobre la historia del ramal los autores rescatan el uso popular del mismo: “La historia del Ramal, su apogeo y declinación, es una muestra de cómo las producciones humanas cambian de sentido a lo largo del tiempo. Construido como una inversión de la elite económica, el Ramal hoy es mucho más que un medio de transporte. La apropiación que de él hicieron las poblaciones populares, lo han transformado en un testimonio histórico vivo.”64
En sus inicios el ferrocarril se construyó para las clases más altas, aunque rápidamente incorporó a las clases populares en sus servicios. Con el pasar del tiempo y la llegada de medios alternativos de transporte los ferrocarriles fueron abandonados por las clases altas, quedando en ellos principalmente sectores menos acomodados de la sociedad. Entre ellos podemos contar a la población campesina usuaria de los múltiples ramales en el sur, o de los obreros mineros repartidos a lo largo del país.
Los trenes de pasajeros hacia el norte son recordados entre otras cosas debido a la lentitud con que realizaban el recorrido. Ello se debía a que paraban en cada pueblo, por muy pequeño que fuera, lo que hacía que el viaje entre Calera e Iquique tuviera una duración de 70 hrs. La edad dorada del Longitudinal norte fue en la década de 1950, cuando habían 2 trenes semanales a Iquique. Uno era el directo que llevaba coches de 1ª clase y era más lento por 1 hora que el tren ordinario, que llevaba coches de 3ª clase. Además existían una serie de ramales privados que atendían las minas y oficinas salitreras vigentes a la época.
64
Fernández, Bárbara. 2006. Pág. 91 101
La ruta Santiago – Valparaíso es a nivel del transporte de pasajeros la más importante del país. Esta ruta concentró gran actividad ferroviaria durante comienzos del siglo XX y abrió la posibilidad para que los habitantes salieran en viajes de turismo. En un comienzo las clases populares no accedieron a estos servicios por los altos costos, sin embargo con el tiempo los valores reales de las tarifas descendieron y los ingresos subieron, abriendo los ferrocarriles a las clases populares.
Debido a la preferencia por servicios más expeditos como los automóviles, aviones y otros que captaron el interés de los sectores con más recursos, los ferrocarriles se fueron progresivamente convirtiendo en un medio de transporte asociado a las clases populares, lo que toma especial relevancia en la zona sur del país y en los innumerables ramales que prestaron servicios a la población campesina.
En los ramales del sur viajaban trenes mixtos de pasajeros y carga, tendidos por el Estado en zonas de desinterés privado. El sentido era más social que comercial, ya que había lugares donde solamente pasaba el tren y no había camino, o si es que los había en invierno no se podía pasar. Debido a ello era que el tren preponderaba en esas zonas, operando sin perjuicio de si llevara o no llevara pasajeros.
Un punto de crítica común a los ferrocarriles en el mundo y en Chile, ha sido que la fijación de los itinerarios se acomodaba no a los intereses del público sino más bien a los intereses de los departamentos de operaciones. Sin embargo en lo que respecta a los ramales del sur los itinerarios se acomodaron al ritmo social de las localidades, pensados de acuerdo al tiempo de las actividades cotidianas, así como para los días de feria en que los campesinos iban a vender y comprar a los mercados diferentes productos de uso domestico. Incluso en ciertas localidades el itinerario llevaba una nota apuntando que el último tren del domingo esperaba el término de los partidos de fútbol65.
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Thomson, Ian. Angerstein, Dietrich. 2000. 102
Con el tendido de las vías se abrieron grandes regiones geográficas a la penetración de nuevos servicios, facilitando la conectividad al interior de la zona y reactivando las ferias y el comercio tradicional de las zonas.
La apertura se contrapone al aislamiento general en el que se encontraban muchas de estas localidades. Con el ferrocarril entró al mismo tiempo el Estado con todas sus jerarquías, representado en diferentes personajes como el jefe de estación, bomberos y otras autoridades.
Definitivamente aceleró los tiempos locales y centralizó el espacio en torno a las estaciones y el tendido de las vías. Las estaciones correspondieron durante bastante tiempo a los centros de transporte movilizadores de la industria y el comercio nacional. Los productos iban directo a la estación y desde ahí a los centros de consumo, generando vastas redes y caminos conducentes a las estaciones de ferrocarriles, para ir a dejar los productos, atender a las ferias, movilizarse a ver familiares y recibir noticias.
Todo esto eran los ferrocarriles, y sobre ellos el circo se incorporó a la trama social tejida en torno a las vías y las estaciones de tren a lo largo de todo Chile.
103
Rol social y políticas fiscales de EFE José Bengoa en su libro “El campesinado chileno” 66 realiza una breve presentación del esquema de desarrollo que imperó en el país entre 1940 y 1970. Dicho esquema ha sido denominado “desarrollo hacia adentro” 67 , donde el centro de la actividad económica se encontraba en promover una industria incipiente amparada en políticas de carácter proteccionista.
La articulación de la agricultura y la industria en ese periodo se da sobre varios planos, siendo el principal la colocación de alimentos a bajos precios para el mercado interno y los centros urbanos, impulsando el desarrollo y crecimiento industrial.
En un escenario
nacional caracterizado por grandes concentraciones de tierra improductiva, el Estado intervino con la fijación de precios políticos sobre los productos agrícolas destinados al consumo interno, especialmente los alimentos básicos. Debido a lo anterior se generó un traspaso de recursos y excedentes al sector industrial por parte del sector agrícola, reconociendo como uno de los problemas de la época el impedimento que significaron los precios políticos para la producción en zonas de bajo rendimiento o suelos erosionados.
En este escenario ferrocarriles del Estado jugó un papel crucial como herramienta estratégica del Estado, aplicando una serie de políticas tarifarías especiales para los fletes de alimentos básicos y otros productos de consumo para la población68.
Algunos ferrocarriles son comercialmente rentables, sin embargo la gran mayoría no lo son, por lo que generalmente mantenerlos en operaciones se debe a razones distintas del interés estrictamente comercial. Una de las razones radica en que los ferrocarriles permiten una reducción considerable del volumen de tránsito de camiones pesados, los que aceleran la destrucción de las carpetas y sub-bases de las carreteras además de generar congestión vial.
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Bengoa, José. 1983 Ibíd. Pág. 24 68 Thomson, Ian. Angerstein, Dietrich. 2000 67
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Otra razón radica en proporcionar accesibilidad a comunidades humanas aisladas de la red de carreteras. Asimismo, siendo los ferrocarriles controlados por una empresa Estatal, esta se encuentra en condiciones de fijar tarifas por debajo de los costos, incentivando el volumen de tráfico e impulsando el desarrollo y crecimiento de la zona de cobertura.
El manejo de EFE como herramienta política del Estado comprometió a la empresa con la representación de los intereses de los gobiernos de turno, siendo fijadas una serie de tarifas especiales para subvencionar determinadas actividades o rubros. Entre ellos se encuentran una serie de productos e insumos de carácter estratégico, así como una amplia gama de sectores sociales representados. Lo anterior obligó a la empresa a establecer una serie de tarifas bastante bajas, siendo una de las principales causas para que el coeficiente de explotación arrojara cifras negativas en lo que respecta al área financiera69.
La empresa de ferrocarriles, consciente de su rol estratégico en el panorama nacional, prestó servicios claves al país teniendo un fuerte impacto en la población y siendo reconocido en diferentes análisis como un factor fundamental en el transcurso del siglo XX.
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Millones
Escudos 1969
Rebajas de Tarifas de Cargo Fiscal 1961 - 1966 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Trigo y Total Anua
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Fuente: Elaboración propia en base a Memorias Anuales EFE70
En el gráfico anterior se presentan las rebajas de tarifas de cargo fiscal para el trigo y el total anual entre los años 1961 y 1966. El trigo fue seleccionado como indicador ya que su subvención correspondió a la primera mayoría desde 1961 hasta 1964, con más del 30% del total, para ceder terreno a los minerales de fierro en los años posteriores.
Así como la operación de los servicios ferroviarios en los ramales del sur se adaptó profundamente a la cultura y geografía del Chile campesino, la política general de la empresa hizo lo mismo a nivel nacional. Ello llevó a la creación de un sofisticado, incluso aparatoso, sistema de tarifas que incluían factores regionales y temporales para determinar los precios de los servicios.
Se pueden encontrar referencias a bonificaciones especiales en las Memorias Anuales de la empresa, las que para el año 1965 consideran aportes para “Pastos y forrajes zona sequía” o la T.E. 013 (Tarifa especial) señalada en la Memoria de 1964, que concede una rebaja al transporte de los productos agrícolas y de consumo con origen en el sector Pichidangui – Chimberos y ramales y destino en el sector Inca de Oro – Iquique y ramales.
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El criterio de corrección monetaria utilizado ha consistido en convertir los valores de cada año a Escudos de 1969, basándose en una tabla de datos encontrada en la memoria anual de 1969 donde figuraban los aportes fiscales del periodo 1960 – 1969 actualizados a 1969. 106
Los Ferrocarriles del Estado eran un eslabón crucial en el país, manteniendo los productos de consumo básico a un precio estable gracias a las subvenciones que establecía la empresa. En el verano regía una rebaja para las frutas y verduras que iban desde el norte hacia el sur, y en general todo el abastecimiento del país pasaba de alguna u otra forma por ferrocarriles. Ayudando a controlar los precios y mantener el control político frente a eventuales presiones por alzas en los alimentos u otros productos de consumo básico, el ferrocarril era estratégico.
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Decaimiento del transporte ferroviario
En general los ferrocarriles privados operaron enfocados a la productividad económica, proporcionando un buen servicio al público, contribuyendo al desarrollo nacional y obteniendo dividendos de sus operaciones. Los ferrocarriles Estatales en cambio fueron concebidos como una herramienta para lograr objetivos de índole política, económica o social.
A partir de 1890 es que la Empresa de Ferrocarriles del Estado deja de ser rentable, tan solo 6 años después de su fundación. La principal causa de esto fueron las bajas tarifas cobradas por los diferentes servicios ferroviarios, tanto de carga como pasajeros. Los autores de La historia del Ferrocarril en Chile71 plantean que la imposibilidad de generar excedentes y la seguridad de que las diferencias las cubriría el Estado, articularon una lógica incapaz de administrar la empresa de manera eficiente, derivando en abusos y malas prácticas por parte de diferentes sectores.
Otro factor reside en que la empresa no pudo fijar las tarifas de acuerdo a sus propios intereses, además de que debió transportar a diversos sectores sociales de manera gratuita o subvencionada, lo que en algunos casos generó abusos por parte de los beneficiados.
En la década de 1930 llega con relativa fuerza la competencia vial, a lo que EFE reacciona acentuando un plan de modernización que venía gestándose previamente. Durante la época que va desde la década de 1950 a la década de 1970 EFE puso énfasis en la adquisición de nuevo hardware ferroviario, justificando sus inversiones para desviar la atención del público sobre las crecientes deficiencias de los servicios ferroviarios que imperaban en esos momentos. Otro factor de decaimiento fue la sobre expansión ferroviaria, la cual no se apagó hasta los años 60 cuando los ferrocarriles llegaron a Panguipulli.
Después de 1945 el coeficiente de explotación de la empresa, correspondiente a los gastos partidos por los ingresos, nunca llego a su punto de equilibrio. Ello no generó una mayor 71
Thomson, Ian. Angerstein, Dietrich. 2000. Pág. 32 108
preocupación al respecto debido a la seguridad de que recursos fiscales llegarían para apalear la sostenida crisis ferroviaria.
Se plantea que faltó una política ferroviaria que considerara la competencia de camiones y aviones, la cual se venía incrementando desde mediados de siglo. Sin embargo resulta difícil establecer responsabilidades directas con respecto al decaimiento del transporte ferroviario y la crisis de EFE teniendo en cuenta la antigüedad del déficit y crisis internas de la empresa. Especialmente si ya en el año 1900 fue publicado un estudio realizado por Santiago Marín Vicuña72 donde se daba cuenta de los ferrocarriles chilenos y sus falencias. Una imagen institucional de la empresa previa al golpe de estado de 1973 la encontramos en la presentación de la memoria anual del año 1971. En donde se plantea que: “El sector transporte tiene como finalidad servir de apoyo a las grandes políticas de desarrollo nacional, poniendo al alcance de las masas, en forma oportuna y al costo social mínimo, los bienes esenciales que ellas requieren… Es así, que los ferrocarriles han asumido actualmente el carácter de Servicio de Utilidad Pública, más que el de una empresa de transporte que busca exclusivamente su autofinanciamiento”73
Sin embargo el carácter social asumido por ferrocarriles sufrió un abrupto corte en 1973, año en que cambiaron drásticamente las condiciones políticas del país y el papel de ferrocarriles, en el marco de una nueva forma de plantear el rol del Estado con respecto a sus empresas. En la memoria anual del año 1973, publicada con posterioridad al golpe militar que derroco a Allende y la Unidad Popular, se enuncian las políticas que guiarían a la empresa durante los próximos años.
En dicho documento se plantea que entre enero y septiembre se vivió un periodo de graves trastornos y falta de insumos debido a los problemas económicos del país. EFE era
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Marín Vicuña, Santiago. 1900 Memoria anual EFE. 1971 109
financiado con aportes fiscales y desde el año 1970 el déficit venia en aumento debido a las tarifas políticas del sector, las que se encontraban por debajo del nivel real de la economía. Por lo mismo es que la empresa se encontraba en un estado de endeudamiento insostenible, manejando un 49% del presupuesto con créditos bancarios.
De acuerdo a los argumentos anteriores es que se reorienta el rumbo de ferrocarriles desde una empresa de utilidad pública al de una empresa comercial, con la consiguiente eliminación de los servicios no rentables y reajuste de tarifas a criterios comerciales. A consecuencia de ello se debió que entre 1975 y 1984 se cerraran 22 ramales entre Santiago y Puerto Montt, principalmente por los bajos flujos de pasajeros y carga que transportaban dichos servicios.
Con la administración del gobierno militar se dejó de considerar a la empresa como una herramienta de la política social, suprimiéndose las subvenciones y aportes fiscales que mantenían la empresa a flote. La eliminación de los servicios no rentables comercialmente ocurrió de manera automática en el año 1974, sin embargo se proyectó un plazo para la supresión de los aportes fiscales a modo de cubrir el déficit presupuestario.
A lo anterior se sumó la desreglamentación de los servicios de carreteras y la subvención efectiva hecha al segmento de camiones de mayor tonelaje, quienes compiten más fuertemente con ferrocarriles, lo que constituyó un agravante para la crisis del transporte ferroviario.
110
Circos sobre ferrocarriles El circo se define como un espectáculo itinerante y en ese sentido se encuentra íntimamente ligado a algún medio de transporte. Una aproximación antropológica del tema implica un análisis sobre el modo de vida que involucró el uso de los ferrocarriles como medio de transporte considerando sus ventajas y desventajas.
A nivel mundial, los ferrocarriles fueron los que le dieron el gran empuje al circo en la época previa a la Segunda Guerra Mundial y en la pos-guerra a nivel internacional. Ahí el circo se comenzó a movilizar más rápido, tanto en Europa como en Estados Unidos y después en Latinoamérica y Chile74.
El inicio de la relación entre los circos y Ferrocarriles del Estado en Chile se remonta a la primera mitad del siglo XX, cuando el ferrocarril comienza a tomar más presencia en el territorio nacional. Desde alrededor de 1935 o 1940 75 , e incluso antes, los circos ya se desplazan por medio de los ferrocarriles, lo que implicó una transformación radical de la actividad en base al enorme potencial que ofrecieron los trenes a un gremio itinerante como el circo. Desde ese momento los circos comienzan a trasladarse con más fuerza a lo largo del territorio nacional, introduciéndose en una nueva dinámica de transporte que se mantendría vigente hasta aproximadamente 1973.
Los circos pasaron a acoplarse a los vagones de ferrocarriles, lo que les abrió la posibilidad de recorrer todo el país en la red ferroviaria. Los antiguos miembros de la tradición circense ya venían recorriendo la nación desde la segunda mitad del siglo XIX, sin embargo el proceso de modernización que implico el desplazamiento por ferrocarriles los llevó a intensificar la actividad de acuerdo a los itinerarios y recorridos de la red ferroviaria.
El impacto que tuvieron los ferrocarriles en los circos tradicionales transformó el modo de vida que llevaban hasta ese momento las compañías circenses. Se acabaron, o disminuyeron
74 75
Bernstein, Gustavo. 2000 Entrevista Benedicto Gonzales. 10/08/2007 111
notoriamente, los cortos trayectos realizados en las carretas que iban al ritmo de la tracción animal, para pasar a recorrer grandes distancias en la red ferroviaria. El paso de la carreta al vagón de tren implicó la ampliación de la zona de cobertura a la que podía acceder un circo, dándole acceso a la red ferroviaria en su totalidad.
El cambio desde las carretas y otros medios de transporte implico un cambio fundamental en el modo de vida de los artistas circenses y sus familias. Las carretas y otros medios de transporte de tracción animal imponían un ritmo lento en el desplazamiento y una selección acotada de los materiales de trabajo así como objetos personales. El peso transportado no podía exigir demasiado a los animales de carga por el riesgo a agotarlos y/o quedar atrapados con las carretas en alguna de las numerosas dificultades que imponían los caminos.
Antiguamente la acotada selección de objetos personales hacia bastante sacrificada la vida de las familias circenses que llegaban a montar sus pequeñas carpas familiares dado que muchas veces los terrenos disponibles se encontraban húmedos o convertidos en barriales. Los catres para elevarse y evitar la humedad del suelo eran bastante escasos, al igual que muebles y cajones para ordenar los diferentes objetos personales.
Ya en la década de 1950 los circos comienzan a desplazarse principalmente mediante ferrocarriles, lo que consolidó un inmenso potencial de desplazamiento y brindó un marco de protección al alero de una de las principales empresas del Estado 76 . Anterior a eso algunos circos habían utilizado el transporte en ferrocarriles de manera discontinua, sin incorporarse de manera masiva a la red estatal.
Los circos tradicionales se inscriben como un gremio y una cultura particular dentro del esquema de transporte de Ferrocarriles del Estado durante la década de 1960, coexistiendo con una serie de segmentos sociales a los que Ferrocarriles dio acceso privilegiado. Las políticas estatales de subvención a la actividad circense dejan entrever la capacidad política
76
Entrevista Benedicto Gonzales. 10/08/2007 112
del gremio para haber instalado sus necesidades al respecto, así como el interés y respaldo institucional que implico dicha subvención.
Interés y respaldo hacia una actividad cultural popular que se caracteriza por trabajar en todo tipo de ciudades y poblados; pasando por las grandes metrópolis, capitales provinciales y pequeños pueblos en todo el país. Las compañías de circo nacional son culturas móviles que han llevado su forma de vida de lugar en lugar, los que para la década de 1960 constituían prácticamente la única forma de entretención que se aventuraba en llegar a lugares apartados donde aún hoy suelen trabajar los circos.
El acceso a estas zonas era calurosamente reconocido por la población, quienes recibían afectuosamente a los artistas circenses con regalos y todo tipo de complementos. Para los artistas esto era motivo de una gran alegría y determinaba una forma particular de relacionarse con la población de los diferentes pueblos donde trabajaban. Debido al carácter cíclico de las giras las compañías circenses tenían la oportunidad de visitar los mismos lugares durante varias temporadas seguidas, estableciendo lazos de amistad con la población de una manera muy cercana y recibiendo su caluroso apoyo al momento de llegar a las estaciones.
Benedicto González, ex-funcionario de EFE que estuvo en servicio por más de 40 años nos da testimonio de la década de 1960 y la participación de los circos en la red ferroviaria. Con respecto a la rebaja de tarifas y/o políticas especiales para los circos nacionales plantea que posiblemente debe haber existido algún tipo de convenio entre la empresa y las compañías, gracias a la cual obtenían rebajas similares a las establecidas a partir de 1957 con la promulgación de la Ley 12.525 que será examinada en el próximo capitulo. Sergio Antinao, actual funcionario de EFE plantea que: “Si no hubiera sido por esta rebaja el circo no se hubiera desarrollado de la misma manera. Hubieran tenido que comprar camiones y no se habrían solventado de la misma manera. En ese tiempo los camiones eran carísimos,
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no como ahora que se puede arrendar un camión o acceder a créditos para transportar sus cosas.”
EFE en el contexto nacional estuvo a cargo del transporte en su sentido amplio, en términos productivos y recreativos. Transportando carga y pasajeros en tanto movilizadores de la producción nacional. Bajo esta lógica es que los circos nacionales se incorporaron a dicho esquema al igual que una serie de otros actores sociales, utilizando la infraestructura estatal a bajos precios para acceder al territorio nacional.
Recopilando antecedentes en el archivo de EFE se encontraron los aportes realizados por el fisco a la empresa por concepto de traslado de material de circo. En el gráfico que se muestra a continuación podemos apreciar la actividad circense en cada una de las redes ferroviarias, con un total de 178.149 Escudos para la red sur y 154.031 Escudos para la red norte en el periodo comprendido entre 1961 y 1966.
Sin embargo a partir de esta información se hace difícil determinar con exactitud en qué zona hubo más actividad circense a relacionada a los ferrocarriles, especialmente porque en la zona norte existían algunos ferrocarriles privados que prestaban servicios a minerales y poblaciones mineras, lugares a los que llegaban las compañías circenses sin subvenciones estatales, y es posible que la actividad pasara encubierta.
114
Escudos a 1969
Rebajas de Tarifas de Cargo Fiscal 1961 - 1966 Material de Circo 100.000 90.000 80.000 70.000 60.000 50.000 40.000 30.000 20.000 10.000 0
Ambas Redes Red Sur Red Norte
1961
1962
1963
1964
1965
1966
Ambas Redes 15356
91971
37290
64556
61380
76983
Red Sur
32667
27883
39799
36037
41764
59305
9407
24757
25343
35219
Red Norte
15356
Fuente: Elaboración propia en base a Memorias Anuales EFE 77
En el grafico sobre rebajas de tarifas de cargo fiscal para el material de circo se aprecia una variación de un 500% entre los años 1961 y 1966. Sin embargo al considerar el aumento del aporte fiscal entre los años 1961 y 1962 nos encontramos con una variación de un 599%, con alrededor de 60% de participación correspondiente a la red norte. El año 1962 marca el punto más alto de la serie tras lo cual esta desciende bruscamente en 1963 para comenzar a aumentar gradualmente hasta1966.
Comparado con las bonificaciones por rebajas de tarifas totales, lo otorgado para subvencionar el transporte del material de circo corresponde a un porcentaje bastante bajo en el periodo examinado. A continuación se encuentra una tabla de datos con las bonificaciones por rebajas de tarifas de cargo fiscal para el año 1962. En ella se aprecian los diferentes rubros favorecidos por los subsidios estatales, presentados en términos absolutos y relativos de acuerdo a la Red Sur, Red Norte y Total.
77
El criterio de corrección monetaria utilizado ha consistido en convertir los valores de cada año a Escudos de 1969, basándose en una tabla de datos encontrada en la memoria anual de 1969 donde figuran los aportes fiscales del periodo 1960 – 1969, actualizados a 1969. 115
Bonificaciones por rebajas de tarifas 1962 Escudos del año Rubros Trigo
Red Sur
Red Norte
%
%
Total
%
1641208
35,2
23469
7,4
1664676
33,4
Harina
304673
6,5
80225
25,2
384898
7,7
Papas
337724
7,2
23958
7,5
361682
7,3
9727
0,2
1447
0,5
11175
0,2
1205426
25,8
51251
16,1
1256677
25,2
21167
0,5
293
0,1
21460
0,4
Salitre
284389
6,1
9437
3,0
293826
5,9
Material de circo Carbón
5373 583767
0,1 12,5
9754 --
3,1
15127 583767
0,3 11,7
1504
0,0
9149
2,9
10652
0,2
82231
25,8
82231
1,7
Fréjoles Animales en pie Carne fresca y frigorizada
T.E. 01-A T.E. 032-B T.E. 01-B Cooperativa ferroviaria y otros T.E. 013 Total
--
271707
5,8
5226
1,6
276933
5,6
855
0,0
838
0,3
1694
0,0
21586
6,8
21586
0,4
318864
100
4986383
100
-4667520
-100
Fuente: Elaboración propia en base a Memoria Anual EFE 1962.
Para el año 1962 el material de circo correspondió a un 0.3% del total anual, la cifra más elevada durante el periodo analizado. Asimismo la participación porcentual en el total de la Red Norte para ese año corresponde a un 3.1%, cifra record en el periodo que va desde 1961 a 1966.
El promedio de la participación porcentual de las rebajas otorgadas al transporte de material de circo para el periodo analizado corresponde a un 0.16%, lo que a pesar de su mínima incidencia en el presupuesto de EFE logro generar un alto impacto en la población beneficiaria, perdurando en la memoria colectiva del gremio como uno de los hitos históricos que marco el desarrollo de las compañías de circo.
Si consideramos el sueldo de $2.400 percibido por Grimilda Olave en 1976 y lo recalculamos al año 1962 de acuerdo a la información entregada por el INE, obtenemos una 116
cifra aproximada de $8 pesos mensuales como salario de una artista circense. Si consideramos los $20.500 escudos aportados por el Estado en 1962, estos equivalen a alrededor de 2560 salarios mensuales. Aproximadamente la totalidad de los salarios de la época.
Estos $20.500 escudos aportados por el Estado correspondieron al 50% del gasto total efectuado por los circos en los ferrocarriles del Estado, alcanzando una suma de $41.000 para ese año. Además hay que considerar una serie de irregularidades perpetradas por las compañías circenses y algunos funcionarios de EFE con motivo de rebajar aún más las tarifas cobradas por la empresa.
Los gastos en servicios ferroviarios dependían del tamaño de la compañía y la cantidad de carros de carga que arrendara, los mts2 que utilizara en la estación y los pasajes que comprara. Un circo mediano por lo general arrendaba 2 carros de carga, comprando por separado los boletos para los pasajeros. Un circo grande, en cambio, podía llegar a utilizar dos carros de carga más un plano, un coche de pasajeros y un carro especial para los animales si correspondía el caso.
Sergio Antinao, antiguo funcionario de EFE que aún trabaja en la empresa nos explica un poco el funcionamiento del transporte ferroviario con los circos: “El circo contrataba los carros de 30 toneladas y esos tenían una tarifa alta. Pero con la rebaja y todo lo demás quedaba como una tarifa social. Arriba del carro llevaban el mástil mayor, que era el más complicado de transportar. Y por lo general la mayoría de la compañía circense se iba adentro de la bodega, donde tenían sus cosas instaladas, además de que no tenían que pagar la tarifa de pasajeros aparte. Esos eran los circos más o menos regulares, habían otros como el “Águilas Humanas” que ocupaban muchos más carros. Las “Águilas Humanas” ocupaban por lo menos unos 4 carros de 30 toneladas. Además que ellos tenían más animales por lo que iban con unos carros especiales para ganado, y ahí los transportaban.”
117
Para el sur se estilaba mucho que los circos arrendaran 2 ó 3 carros de carga y 1 de pasajeros para las compañías más grandes, comenzando una gira desde Estación Central hasta llegar a Puerto Montt que era el último punto de la red ferroviaria. Además se bajaban en los terrenos de la empresa, que eran los patios de maniobra de las estaciones, donde montaban sus carpas y hacían los espectáculos.
Las compañías circenses viajaban de preferencia en los carros de carga denominados B.C, los que no tenían modificación alguna en relación a la función que desempeñaban transportando a las personas de circo. Se conocen casos de circos en otros países, principalmente europeos y norteamericanos, que adquirieron trenes propios para movilizar sus espectáculos78. Ello incluyendo la locomotora, vagones de carga, coches de pasajeros y toda la serie de carros necesarios para movilizar la compañía.
En el contexto chileno se tiene antecedentes de una adaptación de ferrocarriles a un rubro específico, caso que no se dio con los circos. Por una ley especial, los correos del Estado viajaban de forma gratuita sobre ferrocarriles desde fines del siglo XIX. Esta situación había llevado a que la superioridad del servicio de correos mandara a construir carros “TPO” acondicionados especialmente para las ambulancias de mayor movimiento.
En el caso de los circos chilenos se generó una adaptación cultural bastante específica al transporte en ferrocarriles, aunque esta no llego al punto de modificar la infraestructura existente (como sucedió con correos del Estado) o adquirirla (como el caso del circo Ringling Brothers). Ello se debe a que la demanda por parte de las compañías de circo no adquirió una magnitud tal como para haber modificado vagones especialmente para el gremio. Además se debe tener en cuenta que en el mejor de los casos los recursos canalizados por parte de las compañías circenses alcanzaba solo para cubrir necesidades de subsistencia y no de reinversión o acumulación de capital.
78
www.ringling.com 118
Se debe recordar que muchas veces los ingresos de las compañías circenses entraban bajo la forma de bienes de consumo como quesos, leches, animales o al intercambio por fichas en los pueblos mineros del norte, ambas situaciones que impedían los ingresos monetarios. Esta situación era beneficiosa en términos de asegurar a las familias de circo el acceso a ciertos bienes básicos de consumo, impidiendo que fueran gastados por los hombres adultos para dirigirse a prostíbulos, bares y otros espacios asociados a la bohemia, aunque también disminuía considerablemente la capacidad de ahorro de las empresas circenses, recurriendo a una serie de astucias en orden de acceder a ciertos servicios.
Era común que cuando la compañía de circo viajara compraran tan solo 2 pasajes debido a que no tenían los medios económicos para adquirir más. Por norma, la empresa de ferrocarriles no permitía que hubiera personas en los carros de carga, por lo que sellaba los vagones por fuera antes de que partieran de la estación. Como algunos circos llevaban animales ellos se encontraban obligados a mandar un cuidador en el vagón para que los alimentara y diera agua, por lo que el carro no podía ir sellado con un candado exterior. “El vagón B.C. destinado para carga era el que utilizaban ellos, entonces cuando llegaban a la estación se descargaba y el tren seguía con sus vagones. Para cuando ellos terminaban de trabajar y lo necesitaban nuevamente, lo solicitaban y nosotros lo disponíamos para ellos. Cada carro era solamente para carga, los artistas y las familias se iban independientes después de haber cargado. Además que la empresa no permite que pasajeros viajen en los trenes de carga. Se cerraba la compuerta con los candados correspondientes que eran de ellos, y la empresa le ponía un sello y ahí partía el tren. Pero nunca se ha llevado público en un B.C. porque es demasiado peligroso, además de que quedaría encerrado el hombre porque eso se sella por fuera.”79
La artimaña que hacían los circenses consistía en que se compraba el pasaje para el cuidador y todas las demás personas iban escondidas entre las tablas y materiales de la carpa. Incluso cuentan que al momento de cargar los carros se preocupaban de dejar 79
Entrevista Carlos Guerra. 08/08/2007 119
espacio entremedio del material para poder esconder a las familias enteras si es que llegaba a pasar algún inspector. “A nosotras nos gustaba mucho todo eso ya que parábamos en las estaciones y salíamos a correr y a jugar en los vagones desocupados. Y cuando venían los inspectores todos los cabros chicos en absoluto silencio para que no nos pillaran ya que viajábamos sin el pasaje. A veces íbamos en plena pampa corriendo al lado del tren que iba lento, pero lento, lento. Era una aventura. También nos íbamos arriba de los carros tomando sol…”80
Saber los momentos oportunos para esconderse y mantener a los niños pequeños sin hacer ruido era fundamental ya que los inspectores de la empresa realizaban controles sobre los carros para evitar irregularidades, por lo que había ocasiones en que no bastaba con esconderse entre los materiales sino que se hacía necesario bajar del carro a cierta distancia de la estación para volver a subirse una vez que el tren retomara su marcha.
Diferentes miembros de circo recuerdan que el hecho de que las personas de las compañías fueran en los vagones B.C., era un “secreto a voces” conocido por los operarios de EFE. Había que agarrar teteras y otros implementos domésticos para que no se volcaran cuando acoplaban los vagones a la locomotora ya que los funcionarios de ferrocarriles sabían que estaban escondidos en los vagones y acoplaban bruscamente los vagones para molestarlos.
El carácter de la relación entre funcionarios ferroviarios y las compañías circenses se puede analizar de acuerdo a los diferentes niveles de autoridad comprometidos, los que establecieron una serie de dicotomías y complicidades. La primera corresponde a la pobreza manifiesta de muchos circos, visible en sus materiales de trabajo como las carpas maltrechas y ropajes rotos; o deducible de sus peticiones por rebajas a los jefes de estación. En este nivel encontramos a los circenses en una situación dependiente respecto al jefe de estación, quien era la máxima autoridad dentro de la estación y en muchos casos una figura prominente dentro de los pueblos. Así como en la educación del liceo fiscal de la década de 80
Entrevista Patricia y Susana Olivares. 17/08/2007 120
1960 el profesor constituía una gran autoridad y en muchos casos la presencia del Estado frente a la ciudadanía, se plantea un paralelo con respecto a los jefes de estación, quienes ejercieron un rol bastante similar durante el periodo analizado. Un segundo elemento corresponde a los circenses en tanto “pillos” del mundo popular, hábiles en burlar a la autoridad para acceder a servicios que de otra forma estarían fuera de su alcance. Burlar a la autoridad se convierte en una estrategia para minimizar los costos de traslado de la empresa circense, la que además responde a la necesidad de apropiación de un espacio doméstico por parte de las familias circenses. Visto como lógica economizadora la burla a la autoridad fue un recurso para no pagar el transporte de pasajeros, aunque como apropiación del espacio fue la manera en que las familias circenses prefirieron viajar y hacer suyos los vagones del ferrocarril.
La marcada preferencia que los circenses tenían por viajar en los vagones se debía a que estos constituían su espacio doméstico durante gran parte del periodo de gira sobre los ferrocarriles. Además de ahorrar dinero en la compra de pasajes, las familias circenses instauraron un espacio doméstico en los vagones B.C. haciendo uso constante de ellos, oponiéndose a las políticas de seguridad de EFE y con ello entrando en conflicto con los funcionarios de la empresa encargados de fiscalizar.
Un cuarto elemento estaba dado por la simpatía que tenían los operarios de ferrocarriles por los circenses, respetando su labor y haciéndose participes de la alegría general de la población ante la llegada de los circos. Las responsabilidades propias de los funcionarios ferroviarios y el jefe de estación, encargados de velar por la seguridad de las operaciones y el cumplimiento de las normativas de la empresa, establecía una dicotomía en la relación con los circenses. Esto atravesaba los diferentes niveles de autoridad comprometidos, involucrándolos en relaciones de complicidad con las prácticas de los artistas y familias circenses.
Para todo el funcionamiento que implicaba transportar los circos en tren y montar las carpas en los terrenos de las estaciones era necesario recurrir a los jefes de estación, quienes en
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determinados pueblos eran autoridades máximas. La Empresa de Ferrocarriles del Estado en esa época era un gigante a nivel nacional, a lo que se asociaba una gran prosperidad y abundancia en sus instalaciones.
La artista circense Patricia Olivares recuerda con bastante cariño a los jefes de estación y sus labores con la gente de circo: “Y siempre el jefe de estación era el que te convidaba el agua caliente, los baños, ayudando en todo lo que más podía porque había un convenio con ferrocarriles del Estado. Existía una entidad que hacia una rebaja que se llamaba, que era un papel donde ponían a todos los del circo y hacían un descuento para viajar en los trenes. Entonces esa era la única manera de viajar más económicamente. Pero era una odisea porque de un lugar a otro te demorabas 4 a 5 meses. Y cada parada era una historia diferente, una vivencia diferente. Y siempre estaban involucrados los jefes de estación, de una manera u otra porque eran los amigos, los que te ayudaban a conseguir el terreno, la luz y todas esas cosas.”
Un rasgo que hasta el día de hoy mantienen las estaciones de ferrocarril es su ubicación privilegiada en los centros urbanos, característica que se correspondía con la centralidad del servicio ferroviario y su importancia en relación a las economías y comunidades locales. Benedicto González recuerda que en ese tiempo la estación de ferrocarriles lograba concentrar una serie de actividades y servicios complementarios al ferrocarril en sí mismo, siendo el lugar de entrada/salida de los servicios de correos y periódicos, entre otros.
El trabajar en los patios de las estaciones permitía ahorrar considerablemente en los costos de traslado ya que no tenían que contratar pequeños camiones u otros medios para transportar la carpa y el material a otros puntos de la ciudad. Ello además permitía un ahorro de tiempo, que compensaba de cierta manera la lentitud de los ferrocarriles, ya que apenas descargaban los carros podían comenzar a montar la carpa.
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La espacialidad del espectáculo circense cambio radicalmente en el contexto de los ferrocarriles. La centralidad de las estaciones con respecto a los pueblos donde pasaban los ferrocarriles implicaba que los circos pudieran trabajar en el centro de las ciudades aprovechando la infraestructura existente además de los circuitos locales que vinculaban a la población y el comercio con la estación de trenes. Todo lo anterior con costos de arriendo rebajados en un 50% y en muchos casos modificados para que se les cobraran menos mts.² de los que realmente se encontraban utilizando.
Anteriormente se señaló que hasta mediados del siglo XX los fundos fueron un lugar común para los artistas circenses, adonde eran invitados por los dueños para ofrecer funciones a los trabajadores de la hacienda. Con el ferrocarril los circos salieron definitivamente de las haciendas y fundos, montando sus espectáculos al alero de un espacio estatal al centro de los conglomerados urbanos y rurales de la época. Con ello se estableció un giro respecto a la naturaleza del espectáculo circense, en términos de quiénes eran sus patrones y la relación establecida con el público.
El público no cambió en cuanto a su origen social, las personas que iban a las estaciones rurales seguían siendo en su mayoría campesinos, aunque afuera de las haciendas y en relación directa con la empresa circense en calidad de consumidores. Los circenses cambiaron radicalmente la naturaleza de la autoridad con la que dialogaban, pasando del sector privado con los dueños de fundo al sector público con los jefes de estación y otros funcionarios del Estado.
La estación contaba con todos los servicios básicos como agua, luz eléctrica y servicios sanitarios por lo que los circos pedían autorización al jefe de estación no solo para las operaciones básicas como desenganchar los carros y reservar los terrenos sino que para los servicios básicos de agua y electricidad. Además de lo anterior el jefe de estación se encontraba en condiciones de otorgarle un “fiado” a los circos, permitiéndoles llegar a la estación y trabajar un tiempo para juntar dinero y pagar los servicios y arriendos correspondientes.
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En ciertas estaciones había jefes de estación reconocidos por su temperamento, por lo que muchos circos preferían o bien saltarse dichas estaciones en su recorrido o llegar a ellas una vez que cambiara el jefe de turno. Ello se justificaba debido a la gran influencia que tenía el jefe de estación y el poder para ayudar o entorpecer a las compañías de circo en su trabajo.
Debido a diferentes razones la Empresa de Ferrocarriles del Estado desarrolló una burocracia bastante compleja, existiendo una gran cantidad de normas y papeleos para cada uno de los procedimientos que involucraba la estadía de un circo en la estación. Ello hacía que en ciertos casos a un jefe de estación le resultara engorroso recibir a los circos debido a todo el papeleo asociado, a lo que se sumaban las rebajas de un 50% para todos los servicios que utilizaban por lo que significaban un gasto de tiempo que no representaba mayores beneficios económicos.
Un aspecto que puede ilustrar las diferencias de personalidades entre distintos jefes de estación está dado por la manera de medir el terreno arrendado por el circo, el que era cobrado según los mts.² que este ocupara. Una forma era darles 300 mts.² pero ponerles en el papel que eran solo 100 mts.² para que pagaran menos. Otra posibilidad correspondía a esperar que terminaran de montar la carpa para después medir el terreno utilizado contando hasta los tensores de las carpas, lo que aumentaba notablemente la cantidad de mts.² cobrados.
Los jefes de estación no otorgaban regalías automáticamente a las personas de circo, sino que los representantes iban a conversar con el jefe de estación para “suavizarlos”, buscando que les entregara un poco de agua gratis y les cobrara lo menos posible por el resto de los servicios. En base a eso es que los circos calculaban y trataban de llegar a las estaciones cuando no estuvieran los jefes más estrictos, para lo cual demostraban un conocimiento agudo al respecto. Los cirqueros se manejaban con precisión respecto a las estaciones donde estaban los jefes más complicados y se anticipaban a ello bajándose del tren antes de que llegara a la estación, para volver a subir una vez que hubiera pasado el control.
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Otra forma de suavizar las relaciones con los jefes de estación, y en general con todo tipo de autoridades, es y sigue siendo la repartición de entradas gratuitas para asistir al espectáculo junto a la familia. Durante un trabajo de terreno realizado con un circo en el sur de Chile nos tocó un control de carabineros a la entrada de Osorno, situación ante la cual se estableció una conversación casual que terminó con el chofer del camión regalándole 4 entradas al carabinero para que fuera a ver el circo. Los jefes de estación eran invitados a ocupar los palcos junto a jefes de bomberos, policías y políticos; quienes en suma eran las principales autoridades y figuras del Estado en muchas de las localidades trabajadas.
En general la llegada de circos a los pueblos constituía un verdadero hito, especialmente en los más pequeños de los interiores y ramales. Los circos también constituían un motivo de orgullo para las comunidades asentadas al borde de las líneas del tren ya que generalmente iban a todas las estaciones, salvo las que eran muy pequeñas y contaban con solo 10 casas. Pero la gente llegaba de todos los lugares apartados, incluso de otros pueblos donde no pasaba el ferrocarril.
Los circos se bajaban en una estación, desenganchaban el carro, hablaban con el jefe de estación, trabajaban y después volvían a acoplar el carro para partir a la próxima parada. En los ramales era bastante fluida la comunicación entre las diferentes estaciones, por lo que si entraba un circo la gente de todo el ramal se enteraba y lo esperaba hasta que llegara a su estación.
El funcionario de EFE Carlos Guerra relata: “La llegada del circo venia anunciada en la composición de los trenes. Se avisaba que en tal vagón venia carga del circo que había que desenganchar. Y con eso nosotros sabíamos que llegaba en tal día el circo, entonces nosotros les preparábamos la línea donde los íbamos a sacar. Además llegaba la gente, que
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ya sabía que el circo venia con el tren, por lo menos en los pueblos de menos habitantes ya sabían que venía el circo cuando venia el tren.”81
Tanto era el cariño al circo que la población, en su mayoría campesina, se movilizaba en camiones desde pueblos y caseríos cercanos para poder ver el espectáculo circense. La llegada de los circos a las estaciones del ferrocarril representaba la única forma de entretención y los pueblos pequeños tomaban cierta importancia debido al hecho de ser considerados por la gira, diferenciándose socialmente de las estaciones pequeñas donde no se detenían los circos. La artista circense Silvia Olivares recuerda que: “Toda la gente de los pueblitos de alrededor iba a ver al circo a la ciudad en que estuviera. La gente llegaba en camiones, en micros, vehículos, se despoblaba.”82
Una de las grandes atracciones de los circos en ese tiempo eran los animales amaestrados con los que trabajaban en sus funciones. Los circos utilizaban los corrales para ganado que tenían las estaciones, solo que para animales exóticos. Lo mismo ocurría con los vagones, donde se utilizaban los carros para el traslado de ganado.
Testigos de la época indican que lo más común era ver a animales más mansos como las cebras, camellos y similares, aunque de vez en cuando se veían leones y ahí llegaba bastante gente a mirar y conocer los ejemplares. El cuidado con los corrales no era tema menor debido a que en ciertas ocasiones se les escapaba un animal a los del circo y duraba bien poco hasta que era atropellado por un tren, momento en que la compañía circense perdía parte importante de su patrimonio.
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Entrevista Carlos Guerra. 08/08/2007 Historia de Vida Silvia Olivares Núñez. 10/03/2006 126
Al incorporarse al transporte en ferrocarriles el circo se adaptó de manera bastante específica al contexto de las estaciones, los ferrocarriles y la estructura organizacional de la empresa. Sin embargo esta adaptación mantuvo constantemente la idiosincrasia cultural de los artistas circenses y su gran capacidad para ir improvisando soluciones a los problemas a medida que se presentan.
Atributos como la bohemia o ir marcando el paso dan cuenta de la cultura circense en términos de los esquemas que manejan para resolver situaciones y los criterios que en muchos casos le dan curso a sus vidas. En el cuidado de los animales se deja entrever una situación paralela a las de la bohemia o ir marcando el paso desarrolladas en la caracterización cultural de los circos durante la década de 1960. Cuando se escapa un animal es un accidente pero cuando numerosos operarios de EFE recuerdan animales sueltos en las estaciones da cuenta de cierto desorden e improvisación en la manera de cuidar a sus grandes atracciones.
Surgen contradicciones al momento de analizar la operación de los circos a nivel general así como en relación a su inserción en el sistema de transporte de los ferrocarriles del Estado. Por un lado notamos la gran capacidad de organización sindical con la capacidad para establecer demandas especificas del gremio, las que se tradujeron en una ley de beneficio fiscal para el transporte en ferrocarriles en el año 1957 y posteriormente la aprobación para la incorporación de los artistas y trabajadores circenses a un fondo de retiro previsional, en el año 1966 y en la cual tuvo gran participación Abraham Lillo más conocido como “Tony Caluga”.
A esto se suma la capacidad efectiva de cada una de las compañías de circo para gestionar el convenio con EFE y acceder a las rebajas tarifarias. También debemos mencionar la efectividad al momento de evadir a los fiscalizadores ferroviarios para continuar su desplazamiento en los vagones B.C. y en general la sorprendente capacidad de sacar sus pequeñas empresas adelante con completa autonomía y recursos escasos.
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Los puntos anteriores destacan dentro de una serie de aspectos en los que las compañías circenses en general se desenvolvieron con gran eficacia para acceder a beneficios económicos y mayores comodidades en la manera de viajar sobre ferrocarriles. Esto contrasta con aspectos en donde los circos no presentaban tal eficacia para lograr sus fines en cuanto a la cobertura de sus necesidades básicas, el mejor equipamiento de sus empresas y el buen cuidado de sus materiales de trabajo.
Las dificultades para canalizar los ingresos al ámbito familiar y productivo, debido a la bohemia, constituyó un problema grave durante el periodo analizado debido a la transversalidad y consecuencias de este. El fenómeno de la bohemia destinó gran parte de los recursos generados por las compañías circenses hacia bares y casas de prostitución, privando a los familiares de los jefes de hogar el acceso a bienes de consumo básico y mayores comodidades en la vivienda. En el ámbito productivo dificultó en gran medida la reinversión de los ingresos para el mejoramiento, mantención y adquisición de nuevos materiales de trabajo, punto central en relación a la seguridad laboral dentro de los circos y la gran tasa de accidentes que sufren los artistas.
La mejor alternativa al problema de la orientación de los recursos estuvo representada por los ingresos mediante trueque en las localidades rurales, asegurando el consumo de una serie de productos agrícolas utilizados por la población como medio de pago para entrar a los circos.
Las contradicciones que encontramos en los diferentes comportamientos nos dan cuenta del interés en la planificación y ordenamiento de ciertas actividades en contraste con el relativo abandono de preocupaciones y aspiraciones relacionadas al bienestar de los circos en tanto familias y empresas.
Frente a esto surge la pregunta de la diferenciación al interior de la comunidad circense, con grandes circos capaces de solventar plantas de 80 o más personas y pequeñas empresas de no más de 10 personas. En el caso del circo “Águilas Humanas” del empresario Enrique Venturino Soto uno de los elementos centrales para su triunfo fueron sus excelentes
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contactos a nivel nacional e internacional, los que le permitieron reclutar a excelentes artistas y administrar el teatro Caupolicán de manera exitosa. Por otro lado encontramos pequeños circos como en los que trabajaba Grimilda Olave, con serias dificultades para mostrar su espectáculo durante todo el año debido a las lluvias y la falta de una carpa apropiada resistente al agua.
Sin duda que existe heterogeneidad al interior de la cultura circense, expresada en las diferentes visiones de mundo y del circo que tienen cada uno de los integrantes del gremio. Dentro de los elementos más rescatables de los testimonios orales de los circenses de la época se encuentra el énfasis en los procesos de sociabilización y aculturación presente en los circos, caracterizados por una rica vida social llena de encuentros y espacios comunes contextualizados en el espacio social definido por el transporte en ferrocarriles.
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Vivencias sobre los rieles A continuación se encuentran una serie de testimonios de la época orientados a mostrar con mayor claridad las vivencias y modo de vida sobre los ferrocarriles desde la perspectiva de sus propios protagonistas.
Una situación común a la serie de entrevistas realizadas con personas de circo fue su emoción manifiesta al momento de ser consultados respecto al circo y los ferrocarriles, despertando un sinfín de recuerdos y nostalgias de antaño. Ello se traduce en que la totalidad de los entrevistados considera que dicha época fue esencial para el circo y sus integrantes, articulando una forma de vida memorable en torno a los constantes viajes y el modo de vida que se daba en torno a los ferrocarriles del Estado.
La artista circense Patricia Olivares recuerda con alegría las formas de vida de antaño: “Y con quien tú hables, uno añora esa época por más que hubiese sido más oprimida, con más necesidades, era más bonito. Si yo incluso me emociono cuando siento los ruidos del circo, tales como cuando clavan una estaca, porque es un sonido familiar que he escuchado toda la vida. Uno sabe que el solo hecho de clavar una estaca significa tanto. Los cabros de ahora en cambio no tienen idea de ese sentimiento que uno tenía. Por ejemplo el ruido de cuando armaban las galerías, que eran diferentes a las de ahora. Todo eso quedó en el libro de los recuerdos para contarlo, y los cabros ni siquiera te entienden.”83
En una serie de aspectos la red ferroviaria tuvo el mismo impacto sobre los circos que sobre otros grupos sociales y realidades nacionales. Abrió e integró al país a sí mismo y a sus productos, fomentó la interacción entre grupos arraigados territorialmente y en general permitió un mayor desplazamiento de todo tipo de bienes y personas. Sin embargo lo más
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Entrevista Patricia y Susana Olivares. 17/08/2007 130
relevante de los circos con respecto a los trenes radica en que prácticamente pasaron a vivir sobre los rieles, bien en los carros de carga o en los patios de maniobra de las estaciones.
Las condiciones de vida en ferrocarriles se articularon en torno a los vagones del tren y los terrenos en las estaciones trabajadas, lugares en donde a pesar de no existir demasiadas comodidades se generaban espacios de una rica convivencia social entre los artistas así como entre los circenses y las comunidades locales y funcionarios ferroviarios.
Cuando la compañía ocupaba el tren de pasajeros iban todos juntos jugando a las cartas, comiendo todo tipo de cocavi y escuchando historias que contaban los miembros más antiguos. “El tren servía para ir más asociado y unido todo el grupo. Entonces cuando se viajaba nos tomábamos todos los asientos medios juntos e íbamos jugando a los naipes, tomando algún copetito, comiendo sándwiches, huevos duros. Todo el cocaví. Lo otro era que viajar en los trenes era un espectáculo, por los vendedores que suben, las paradas que hace en la estación y uno disfrutaba del viaje en tren.”84
Era común que las personas de más edad fueran contando sus propias aventuras e historias de las diferentes giras que habían tenido y los lugares a los que habían llegado. Ello constituía un espacio de suma importancia en el proceso de socialización de los jóvenes, quienes accedían a un relato de su propia identidad contextualizado en años anteriores.
Al respecto Julio Romero recuerda que: “cuando yo tenía 22 o 23 años le ponía atención a lo que nos contaban los antiguos. Entonces contaban las mismas anécdotas de ahora pero contadas por
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Entrevista Julio Romero. 16/08/2007 131
los viejos, de que salían arrancando, que se hacían los lindos con las minas y todo eso. Y tenían una chispa especial que le ponían para contar el cuento.”85
Al momento en que el tren llegaba a la estación los circenses que viajaban en el carro de pasajeros rápidamente se pasaban al vagón B.C. donde estaban sus cosas y el resto de los artistas del circo. En ese sentido se debe comprender que la práctica común de irse en los carros de carga no se explica completamente por la falta de recursos, sino que en relación a la apropiación del vagón como espacio doméstico. Si bien el vagón llevaba los materiales de la carpa, también transportaba los objetos de uso personal como sus camas, enseres de cocina, ropas y otros.
En varias de las conversaciones, los artistas circenses recordaban la larga duración de los viajes en ferrocarril, especialmente para el norte, y las actividades que realizaban para “matar el tiempo”. Compartían tomando té y yerba mate mientras jugaban a las cartas, mientras los hombres iban tomando vino “como locos de la cabeza” como recuerdan 2 de las hermanas Olivares86.
Los niños por su parte iban inmersos en su mundo, jugando e inventando mientras recorrían Chile. Patricia Olivares y sus hermanas se subían sobre los vagones y comenzaban a caminar entre ellos y cuando la locomotora enganchaba con una cremallera ellas se bajaban del tren y caminando lo iban a esperar al final de la cuesta.
Patricia Olivares junto a su hermana recuerdan la impactante soledad del norte Chileno y su noche estrellada, en una ocasión que el ferrocarril quedo parado en una estación que consistía solamente en la casa del jefe de estación. “Los víveres se comenzaban a agotar y ahí estaba el jefe de estación que nos comenzaba a ayudar con el té, el café, el azúcar y todas las cosas que nos iban faltando. Eso si que era una forma de vida itinerante, totalmente. Y bastante
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Entrevista Julio Romero. 16/08/2007 Entrevista Patricia Olivares y Susana Olivares. 17/08/2007 132
nómada. Nada que ver como ahora que tenemos otra forma de vida, con las casas, las casas rodantes, las casas americanas el que puede. Y vivíamos de lo que había, en pleno contacto con la naturaleza, porque esas noches estrelladas del desierto son algo maravilloso.”87
Ahí estuvieron alrededor de 1 semana hasta que pasó el próximo tren, días durante los cuales el jefe de estación les fue suministrando diferentes víveres y alimentos ya que no existían lugares donde comprarlos. Cada día era igual al otro pero se sumaba una aventura nueva, las hermanas Olivares eran niñas en ese entonces y recuerdan de cómo jugaban en el desierto y se entretenían jugando al circo.
En pueblos más grandes como Victoria y Lautaro se quedaban más días para aprovechar la afluencia de público. En las ciudades más grandes la estadía podía durar un mes, o incluso se invernaba esperando que pasaran los peores meses del invierno. Uno de los beneficios que tenía el transporte por ferrocarriles es que cuando estaba bueno el tiempo podían hacer la función y cuando se ponía malo el clima podían ir al carro del tren hasta que pasara la tempestad.
Al interior de los vagones B.C. los artistas circenses encontraron resguardo de condiciones adversas como los fuertes vientos, el sol del desierto, la humedad del sur y el frio nocturno. Las múltiples ventajas de haber establecido el espacio doméstico sobre los vagones del tren eran el mayor resguardo frente al clima, protegiendo de las comunes lluvias en el sur del país o aminorando las variaciones térmicas en las zonas más secas del norte además de protegerlos de la humedad del suelo que de otra manera era inevitable en sus pequeñas carpas.
Otra ventaja de los carros B.C. consistió en la protección general sobre los bienes de las familias circenses, las que ahora no debían preocuparse de la misma manera sobre sus objetos personales. Los vagones quedaban al interior de las estaciones de ferrocarriles y las familias circenses les ponían un candado para evitar que robaran sus pertenencias, lo que 87
Entrevista Patricia Olivares y Susana Olivares. 17/08/2007 133
les daba mayor tranquilidad a la hora de salir al pueblo a comprar o hacer diferentes diligencias.
La vivienda en los vagones estableció una organización diferente del espacio familiar, en el que todas las familias pasaron a vivir juntas en un mismo vagón. Antes de ingresar a ferrocarriles, e incluso en la década de 1960 cuando se encontraban trabajando en áreas sin cobertura ferroviaria, las familias circenses vivían en carpas de lona que montaban en el suelo alrededor de la carpa del circo. Cada familia nuclear contaba con su carpa propia y había otras carpas para los solteros o artistas que estaban contratados pero que no pertenecían a la familia principal que formaba la compañía.
Con los vagones B.C. la totalidad del grupo de artistas pasó a convivir en el mismo espacio, especialmente durante los largos viajes del ferrocarril que podían llegar a durar más de una semana. Este espacio común fue cuna de una serie de eventos y anécdotas propias de la vida cotidiana, en donde se jugaban naipes, se “mataba” el tiempo con el alcohol y se contaban historias sobre el circo y otros temas.
El principal elemento que ha quedado en el discurso de los artistas circenses apunta a la importancia que tuvo la convivencia al interior de los ferrocarriles durante la década de 1960, donde se gestó un modo de vida rico en experiencias sociales vinculadas al grupo en un espacio que fomentaba la transmisión de vivencias y aventuras relacionadas al circo. Un segundo elemento de gran importancia en el análisis del discurso de los artistas circenses entrevistados corresponde a la gran importancia que le dan a la posibilidad de protección que brindaron los vagones B.C., protegiéndolos de la lluvia y el mal tiempo en general.
Uno de los reveses de la mayor protección y comodidad brindada por los vagones B.C. estuvo dado por el relativo hacinamiento de los integrantes de la compañía, incluidos los matrimonios, quienes difícilmente podían encontrar privacidad al interior de los mismos. Sobre esto no se encuentran referencias en la serie de entrevistas realizadas y se desconocen los motivos para obviar una situación como esta. Se cree que puede deberse a una idealización de las experiencias vividas sobre los ferrocarriles, las que se comparan
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constantemente con el modo de vida actual y en ese sentido se pasa por alto la situación de hacinamiento. Especialmente si consideramos que el patrón de asentamiento de hoy en día ha evolucionado hacia los carromatos, los que son utilizados preferentemente por la familia nuclear y cuentan con televisores y otros medios que desalientan la transmisión de experiencias al interior del grupo.
Al momento de llegar a las estaciones había ocasiones en que las familias circenses debían devolver el vagón a la compañía de ferrocarriles para luego armar sus campamentos con las carpas y todos sus enseres. La situación de todas maneras les permitía protegerse en caso de lluvias ya que estando dentro de la estación se encontraban una serie de vagones vacios en los que podían tomar resguardo.
Julio Romero recuerda una gira realizada hacia el norte alrededor del año 1976, cuando la empresa ya había abolido las tarifas especiales de carácter social. A pesar del incremento en los costos aún continúo por algún tiempo el uso de ferrocarriles por parte de las compañías circenses, aunque casi siempre había momentos de la gira en que una compañía circense debía salirse de los vagones para combinar con otro tipo de transportes.
En el norte era común tener que llegar en camiones a ciertos poblados mineros como Inca de Oro, Llanta o Mejillones. Julio Romero recuerda que allí los circos presentaban llenos “de tumbo a tumbo” y se iba corriendo la voz de pueblo en pueblo sobre su llegada a la zona.
Carlos Guerra, funcionario de EFE recuerda: “Yo admiraba siempre a los circos porque le daban alegría a la gente, esos eran pueblos que tenían un bus en la mañana y otro en la noche, donde no se podía ir a un pueblo grande. Entonces la principal anécdota es que los circos le daban alegría, y bueno a todos porque nosotros también gozábamos en ese sentido. La gente tiene la imagen de la estación central donde tú tienes todo a la mano, que hay panadería y todo, pero nadie se da cuenta de estaciones
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donde nosotros teníamos que estar 15 días sin pan y proveérnoslo por nosotros mismos.”
En esos lugares había muchas empresas mineras extranjeras, las que les pagaban a sus empleados con fichas para que fueran a canjearlas por mercadería en sus almacenes. Muchas de las personas que iban a los circos les pagaban la entrada con estas fichas, por lo que al finalizar su estadía en los pueblos la gente de circo iba a canjear mercadería con las fichas recaudadas. Ello era particularmente conveniente ya que había muchos productos importados que no se encontraban en otras partes del país y constituían verdaderas novedades o simplemente eran bienes de uso común a precios más bajos.
La artista circense Patricia Olivares confirma el hecho de que en el norte se trabajaba principalmente en las oficinas salitreras: “Uno salía de Calera que era el centro del ferrocarril hacia el norte. Y se demoraba hasta Coquimbo una semana y en cada estación el tren seguía pero el carro o los 2 o 3 carros del circo se quedaban. Lo desenganchaban y ahí bajábamos el circo y nos montábamos en los predios del ferrocarril. Trabajaba el circo y de nuevo se montaba en los carros para continuar con el viaje. En ese tiempo la gente viajaba en los carros del tren, es como si fueran nuestros carromatos
de
ahora
(casas
rodantes),
aunque
una
comparación
completamente diferente a como se vive ahora con todas las comodidades.
Entonces de ahí a Coquimbo uno se iba directo a Copiapó que eran unos 20 a 25 días en llegar por tren. Porque iba parando en Incahuasi, en todos los pequeños minerales que había por ahí, y en cada uno de ellos el tren paraba y nos dejaba ahí. Entonces ahí nos quedábamos esperando hasta una semana para que el tren volviera y nos llevara al otro pueblo. A veces uno quedaba en plena pampa parado ahí y no había casas así que uno tenía que llevar
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mercadería, anafres a parafina, agua, víveres, lámparas de carburo y todo lo necesario para poder quedarse en esos lugares.”88
Al mago circense Gustavo Caprario le tocó viajar en tren alrededor del año 1961. Había salido del país cuando era pequeño ya que sus padres se fueron en gira hacía Perú y Bolivia. Pasados unos años decidieron regresar bajando desde Bolivia a Calama con el “Royal Dumber Circus”, viajando en tren y haciendo toda la pasada en el F.C. de Antofagasta. El circo no trabajó en Calama sino que en Chuquicamata debido a que la empresa Estadounidense que trabajaba la mina compró alrededor de 12 espectáculos. Durante ese tiempo la estadía fue en cabañas y hoteles, para después bajar en carros especiales que puso la minera para llegar a Antofagasta y proseguir con la gira.
Las poblaciones mineras durante la década de 1960 pasaron a convertirse en uno de los mayores polos de desarrollo del circo en el ámbito privado. Estos espacios se convirtieron en las nuevas contrapartes “privadas” en el esquema productivo de las compañías circenses, tal como lo fueron los fundos durante la década de 1940. Las poblaciones mineras surgen en el imaginario de 1960 como un referente clave dentro de los circos en tanto espacio laboral y espacio de consumo privilegiado.
Los poblados mineros desde el punto de vista laboral fueron una excelente fuente de ingresos para las compañías circenses que recorrían la zona. El público ovacionaba la llegada de los circos y generalmente iba a ver los espectáculos más de una vez. La sensación de los entrevistados al respecto indica que eran tratados como celebridades, caso similar al de los pequeños pueblos en el Sur, entablando relaciones de amistad con los habitantes que eran re-activadas y puestas en juego cada vez que los circos volvían a la localidad.
La configuración del espectáculo circense en la década de 1960 estuvo dada principalmente por la distribución del espacio circundante al circo, en el sentido del espacio doméstico, el espacio creado en el transporte y el espacio de trabajo en las estaciones de EFE. 88
Entrevista Patricia Olivares y Susana Olivares. 17/08/2007 137
El constante movimiento de las compañías circenses los ha llevado a domesticar diferentes espacios en razón de sus necesidades de convivencia familiar, transformándolos en hogares provisorios usados durante gran parte del año. Los vagones pasaron a formar un espacio privilegiado para los circenses que se transportaban en ferrocarriles, quienes accedieron a una primera versión de lo que son las actuales casas rodantes utilizadas por el gremio. Vagones que brindaron protección del clima y conformaron su solución habitacional durante la década de 1960, proporcionando un espacio común que en la actualidad es altamente valorado en contraste con las pequeñas casas rodantes donde no viven más de 5 personas.
A pesar de que las condiciones habitacionales al interior de los vagones B.C. probablemente implicaron diferentes grados de hacinamiento, la serie de testimonios recopilados dan cuenta de una valoración positiva en términos de los beneficios sociales que estableció en cuanto a la convivencia así como en la protección espacial de la naturaleza.
Las redes de conectividad asociadas a la estación de ferrocarriles permitieron que más gente llegara a ver al circo desde diversos puntos. Al mismo tiempo que aumentó la capacidad de desplazamiento se incrementó la capacidad de convocatoria gracias al montaje de sus carpas y espectáculos al interior de los patios de maniobra de las estaciones de ferrocarriles.
La operación de los circos en el esquema de transporte de EFE constituyó el principal hito durante la década de 1960, estableciendo las condiciones materiales, sociales y culturales para el desarrollo de una serie de experiencias y vivencias altamente significativas para el gremio circense en cuanto al reconocimiento de los mismos como benefactores exclusivos de la política cultural Estatal orientada a los circos nacionales.
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Políticas Fiscales y Circo Nacional
El sindicato de artistas circenses fue fundado en 1935, cuando Arturo Alessandri Palma le otorgó personalidad jurídica a la “Corporación Sindicato de Trabajadores Circenses”. Por medio de esta instancia el circo accedió a una serie de beneficios como el mausoleo de artistas circenses ubicado en el Cementerio General de Santiago y la rebaja tarifaría otorgada por Ferrocarriles del Estado. La manera en que se entregó el beneficio estableció al sindicato como encargado de determinar la pertenencia al gremio circense en Chile, sujetando la entrega del beneficio fiscal a las dinámicas culturales y criterios de pertenencia establecidos por la comunidad circense a través del sindicato.
En concordancia con el activo rol social de Ferrocarriles del Estado, en el año 1957 se aprobó una ley en el congreso nacional que establecía una rebaja considerable para estudiantes, profesores, deportistas federados, conscriptos, políticos, veteranos de guerra y otros sectores sociales. Entre ellos se encuentra lo establecido por el artículo 3° de la ley 12.525 referente a las compañías de circo nacional: “Las Compañías o Conjuntos Teatrales y Circenses que sean calificados de "Chileno o Nacional" por declaración de la Dirección Superior del Teatro Nacional, gozarán de una rebaja de un 50% en el valor de sus pasajes y fletes de carga y equipaje en los Ferrocarriles del Estado.”89
Un referente directo en materia de apoyo Estatal a las artes escénicas en el país lo constituye la creación de la Dirección Superior del Teatro Nacional en 193590. Bajo ese organismo se canalizaron una serie de aportes orientados a la creación y difusión del teatro y posteriormente los circos nacionales. Ello incluyó la formación de un consejo rector y un conjunto profesional de teatro, además de rebajas impositivas y descuentos del 50% en los principales medios de transporte para los teatros y circos nacionales.
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Ley número 12.525. Publicada el 12/09/1957 Ley número 5.563. Publicada el 11/01/1935 139
Fue la Dirección Superior de Teatro Nacional, con sede en la Universidad de Chile, la encargada del correcto uso de las rebajas tarifarias otorgadas a los teatros y circos nacionales, impidiendo que personas ajenas al circo se hicieran pasar por artistas para obtener descuentos en los pasajes así como para determinar la calidad de compañía circense nacional. El criterio para definir a una compañía nacional lo encontramos en el artículo 16° de la ley 5.563, que exigía que igual o más de un 75% de su personal fuera chileno: “Ninguna Compañía o Conjunto Teatral podrá calificarse de "Chileno o nacional" sin la previa declaración de la Dirección Superior del Teatro Nacional, que la otorgará siempre que el repertorio de sus obras por representarse contenga las de autores nacionales en la proporción que ella fije en cada caso y tenga el 75 por ciento del personal Chileno.”91
El Estado fijó las condiciones para que las compañías circenses nacionales desarrollaran su actividad en un marco de carácter proteccionista, estableciendo subvenciones directas para disminuir los costos operacionales de las compañías circenses y entregándoles legitimidad en el reconocimiento de sus mecanismos para determinar la pertenencia al gremio. Para suscribir el convenio se debía ir a la Dirección Superior del Teatro Nacional, acreditando ante ellos que se pertenecía a una compañía circense de carácter nacional.
En este proceso de acreditación había dos variables clave para determinar la extensión de la rebaja. El primero consistía en que un 75% de los miembros de la compañía fueran chilenos, demostrando que ésta era de carácter nacional. La segunda variable consistía en la capacidad de afiliación con el sindicato nacional de artistas circenses, cuyas condiciones para ingresar consistían en encontrarse trabajando dentro de un circo y tener las cuotas sociales al día, lo que a fin de cuentas determinaba la pertenencia a la comunidad circense nacional.
El representante de la compañía circense debía solicitar al director regional del sector donde correspondía la liberación de impuestos del espectáculo, planteando que iba a 91
Ibíd. 140
realizar una gira por territorio nacional. Lo que se efectuaba nuevamente para cada periodo de gira, debiendo encontrarse en la nómina una lista de los artistas circenses con su respectiva actividad, R.U.T. y número de inscripción del sindicato nacional de artistas circenses, a modo de que se extendiera la liberación de pasajes e impuestos.
Lo anterior estableció exclusividad en el acceso a los beneficios del Estado para los circos nacionales, siendo el único grupo que accedió en tanto “circenses” a una serie de beneficios en materia de política cultural de la época. El circo fue reconocido por el Estado chileno como un estamento cultural clave en el desarrollo de las artes escénicas en el país, dándoles capacidad de control sobre el desarrollo de la actividad circense gracias a las condiciones de ingreso laboral a los circos, las que se encontraban delimitadas por los criterios de adscripción identitaria propios de la comunidad circense nacional.
Mediante la Dirección Superior del Teatro Nacional se establecieron las condiciones para la inserción de los circos nacionales en la Empresa de Ferrocarriles del Estado. Para el correcto funcionamiento de las rebajas de pasajes se estableció un convenio con el Departamento de Teatro y Arte de la Universidad de Chile, quienes se encontraban encargados de comprobar que la nómina de artistas correspondiera efectivamente a un grupo circense de carácter nacional.
La manera en que fue articulado el beneficio da cuenta del reconocimiento por parte del Estado del sindicato nacional de artistas circenses como el organismo rector en materia de circo en Chile. Es completamente funcional que cuando el Estado o el sector privado necesiten dialogar con organismos representativos acuda a las asociaciones gremiales o sindicales para iniciar negociaciones o establecer mecanismos de fomento. La gran diferencia se encuentra en el control familiar que ha ejercido la comunidad circense sobre el sindicato, siendo representativa del carácter familiar que tiene el oficio circense en el país.
Aceptándolo como un supuesto inicial, los legisladores de la época establecieron los beneficios señalados anteriormente sujetándolos en último término a la pertenencia al sindicato y cerrando con ello las posibles competencias de otros sectores sociales. Si bien
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en la década de 1960 no existían las mismas presiones de integración al circo como las que existen hoy en día, se destaca la manera en concebir la política cultural dirigida para los circos nacionales.
Política cultural de gran impacto que se estableció por medio de la lógica de la pertenencia a los circos, convirtiéndose de este modo en un beneficio identitario para los artistas circenses cuyas prácticas fundamentales eran la trashumancia y cuyo aporte clave por parte del Estado se dirigió al transporte y arriendo de terrenos.
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VIII.
Conclusiones
Las estructuras de parentesco junto a la vida trashumante de las compañías circenses fueron los dos elementos claves en la configuración de su identidad durante la década de 1960 hasta la actualidad, con lo que parentesco, trashumancia e identidad constituyen los tres conceptos clave que articulan la cultura circense en la década de 1960.
El parentesco en primera instancia es el marco organizacional de las compañías circenses, permitiéndoles montar un espectáculo a bajo costo y con la flexibilidad de no pagar salario a los artistas en momentos de crisis, solo asegurando la reproducción del grupo familiar. Además, debido a las características técnicas del trabajo artístico circense, el traspaso de conocimiento en el marco familiar permitió el aprendizaje de difíciles destrezas corporales a temprana edad y aseguro la continuidad de las tradiciones artísticas circenses.
En un segundo nivel el parentesco actuó como el articulador de las diferentes compañías circenses, vinculadas entre ellas por medio de uniones matrimoniales, compadrazgos y otras instituciones de parentesco. Las diferentes familias establecieron alianzas entre ellas, cohesionando a la comunidad circense y sentando las bases para la definición de su identidad cultural.
La trashumancia característica de las compañías de circo responde a la constante búsqueda de nuevas audiencias, llevando un espectáculo único a grandes ciudades así como a pequeños poblados, muchas veces representando la única forma de entretención en los lugares trabajados. La trashumancia de los circos se asocia a la necesidad de buscar nuevos públicos para su espectáculo sin necesidad de cambiar el elenco o los actos, sino que cambiando los espacios trabajados y el público convocado. Jugando en los márgenes entre las ciudades y pueblos, los circos representaron la novedad en el sentido artístico y/o espectacular al combinar actos de grandes proezas de todo tipo junto a la muestra de animales exóticos, mujeres atractivas, peleas de boxeo y tantas otras formas de expresión desarrolladas por la tradición circense.
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La lógica en la movilidad de las compañías circenses se encuentra en intima relación al calendario cíclico de las estaciones en conjunto con el calendario social de las festividades, vacaciones y periodos de bonanza asociados a las actividades productivas. El modo de vida de los artistas circenses no sólo implico una serie de diferencias en la forma de vivir, en constante movimiento, sino en la forma de pensar el tiempo y la estacionalidad del trabajo. El tiempo y el espacio se descomponen en el imaginario circense según sus personas y el tiempo del año, analizando la situación económica de la zona, su clima y época del año para planificar las giras.
La trashumancia de las compañías de circo estableció una manera de vivir y pensar el mundo de acuerdo a las condiciones de transporte, vivienda, temporalidad y espacio; lo que junto a las estructuras de parentesco definieron la identidad cultural circense durante la década de 1960.
El espacio social central de la identidad cultural de los circos chilenos durante la década de 1960 se articuló sobre lo que significó EFE (como órgano político del estado) y los ferrocarriles (como medio de transporte), ocupando un lugar esencial en el imaginario construido en torno a esta etapa respecto a lo que representó para los circos en tanto medio de transporte, vivienda, relación con el público y relación con el Estado.
Nos encontramos con la configuración de EFE como una empresa de carácter social, la que todavía cuenta con gran influencia en el país debido a su carácter estratégico y monopólico en el transporte. Ello implico profundas repercusiones en la vida cotidiana de gran parte de la población, entre las cuales encontramos el control de los precios en los alimentos, y el establecimiento de vías de comunicación entre los diferentes puntos del país por medio de correos y periódicos; así como el fomento otorgado a las compañías circenses nacionales por medio de la rebaja de tarifas en transporte y arriendo de terrenos. Durante el periodo en cuestión se generaron fuertes relaciones de amistad con los jefes de estación, autoridades máximas y representantes del Estado, con quienes los circos tuvieron que dialogar a modo de acceder a dos aspectos esenciales de su actividad; transporte y terrenos.
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El impulso y las posibilidades de los ferrocarriles se deben comprender en relación a las necesidades específicas de las compañías circenses y la capacidad que tuvo EFE para brindarles servicios en un sentido holístico y al amparo del Estado. Desde el punto de vista de los circos, los servicios prestados por parte de EFE eran únicos para la época ya que ninguna otra institución podría haber dispuesto mejores condiciones generales para su vida nómade y el acceso a terrenos de trabajo en lugares centrales. Permitiendo mejores condiciones de vida para las familias circenses y mayor capacidad de transporte respecto a las distancias recorridas y las cargas transportadas.
Durante la década de 1960 las familias de circo vivían permanentemente en gira, invernando en ciertas estaciones durante el invierno, sin la posibilidad de llegar a viviendas establecidas. La configuración del espacio domestico en torno al vagón y los terrenos de las estaciones marcaron profundamente el modo de vida de las compañías circenses, transportándose sobre espacios domésticos compartidos en los vagones y estaciones de tren. Estos espacios se convirtieron en hogar de los cirqueros en momentos en que la mayoría de los artistas y empresarios carecían de recursos, sin las posibilidades de hoy a nivel de vivienda u otros tipos de bienes.
El uso de los patios de estación para la muestra de sus espectáculos, constituía una ventaja en razón de la centralidad e importancia de las estaciones y el rol preponderante que ejercían en la mayoría de las localidades donde pasaban los ferrocarriles. Ello aseguraba la afluencia de público, o por lo menos la seguridad de que la población contaba con medios preestablecidos para concurrir al espectáculo gracias a los circuitos de transporte que iban desde los centros de producción hasta las estaciones de ferrocarriles.
El contexto articulado sobre EFE permitió a las compañías de circo reproducir sus prácticas culturales, mejorando sus condiciones de transporte y vivienda, permitiéndoles trabajar en terrenos de fácil acceso y en directa relación con los espectadores. Siendo protegidos y reconocidos por el Estado como los únicos cultores del arte circense en el país, recibiendo beneficios directos por medio de la Dirección Superior del Teatro Nacional y el sindicato nacional de artistas circenses.
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La década de 1960 fue la última en que duro la rica relación sostenida entre los circos tradicionales y ferrocarriles del Estado ya que progresivamente desde 1970 en adelante y abruptamente tras 1973 las compañías de circo dejaron de utilizar los ferrocarriles como principal medio de transporte. El corte radical efectuado en la política nacional a partir de 1973, generó la supresión de todos los servicios y políticas tarifarías no rentables, incluidos la serie de beneficios a los que accedían los circos nacionales.
En Chile se venía gestando un proceso de modernización del cual los circos no quedaron exentos, consistente en mayor acceso a camiones y considerables mejoras en los sistemas de carreteras, todo lo cual fue haciendo de los ferrocarriles un medio menos competitivo. La transición hacia los camiones acortó el tiempo de viaje de las compañías circenses, cambiando el contexto de vivienda y transporte además de transformar la lógica espacial y temporal de las giras. En un contexto más competitivo el factor temporal es decisivo al momento de planificar y ejecutar una gira por el país, en el que días de diferencia son cruciales en relación a los resultados económicos de los circos debido al aumento de su capacidad para trabajar en la mayor cantidad de poblados durante épocas de prosperidad como el periodo de verano.
A muchas personas de circo les gustaría volver a los ferrocarriles y todo lo que represento aquella época, tal discurso no sobrepasa el nivel de la nostalgia y se niega como una posibilidad real para el gremio. Son épocas que ya cambiaron, marcadas por políticas de fomento a la cultura articuladas bajo otras lógicas y esquemas de desarrollo.
A pesar de que desde comienzos del siglo XX se viene planteando que el circo tiene sus días contados; al circo en Chile le queda mucho tiempo de vida. Primero con las radios, después con el cine y luego con la televisión el circo ha sabido adaptarse a los nuevos escenarios con una cada vez mayor oferta en el rubro de las entretenciones.
Pequeños y grandes circos llenan sus espectáculos durante las Fiestas Patrias en Santiago y continúan realizando giras por todo el país. En las ciudades grandes se enfrentan con éxito a
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la variada oferta de entretenimientos mientras que en pueblos chicos continúan siendo un hito y, con su llegada, constituyen las principales alternativas de entretención.
La concentración y capitalización de las empresas son dos conceptos que definen al circo hoy en día. El crecimiento económico de chile acompañado de su apertura comercial y cultural ha traído consigo una serie de cambios y nuevas posibilidades que algunos empresarios del gremio han sabido aprovechar muy bien. Con jóvenes artistas que han trabajado en Japón, USA y Europa, tonys con gran éxito en los programas nacionales de televisión y empresarios cuyo trabajo y visión los han llevado a construir grandes empresas; en Chile se ha generado un despertar de la actividad circense asociado a un increíble crecimiento de las empresas durante los últimos años.
Un importante indicador es la adquisición de nuevos materiales de trabajo; flotas de camiones, carpas importadas, galerías metálicas, equipos de sonido e iluminación de última generación y tantas otras inversiones que se encuentran haciendo algunos empresarios y familias circenses.
Con el esquema de transportes sobre ferrocarriles los circos negociaron directamente con el Estado para realizar sus funciones, especialmente en lo relativo al transporte y el arriendo de terrenos. En contraste, hoy los circos negocian principalmente con actores privados para el transporte y arriendo de terrenos, situación que presenta nuevos retos y posibilidades para el gremio, pero ante la cual no se encuentran preparados de manera homogénea.
Con el progresivo agotamiento de los sitios eriazos en donde acostumbraban a montar sus espectáculos, debido al crecimiento y desarrollo urbano, se ha efectuado una transición masiva de los circos hacia los estacionamientos de centros comerciales y supermercados. Espacios de trabajo a los que acceden circos capaces de negociar con los administradores de los recintos comerciales, ofreciéndoles un espectáculo producido de acuerdo a los estándares de las concesionarias pero por sobre todo con una presentación exterior presentable en los centros comerciales. Espacios que demandan grandes inversiones por parte de las empresas de circo, a modo de adquirir material de trabajo que les permita la
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entrada a estos recintos además de asumir el riesgo que implican los altos costos de arriendo de los terrenos.
El otro lado de los circos en la actualidad son todos aquellos que no han participado activamente del boom económico experimentado por algunas empresas. Estos circos son medianos o pequeños, no tienen acceso al crédito, les es muy difícil o imposible generar ahorros para reinvertir en su empresa y se encuentran bastante excluidos de las actuales condiciones de trabajo para los circos en Chile. Debido a las mayores exigencias que supone entrar a trabajar en los centros comerciales y/o estacionamientos de los supermercados junto al aumento de las inspecciones y trámites para obtener permisos municipales se hace cada vez más difícil conseguir terrenos para una importante cantidad de compañías de circo, las que deben alejarse cada vez más hacia la periferia de las ciudades.
A pesar de las grandes diferencias al interior del gremio, una gran cantidad de artistas y familiares han accedido a mayores comodidades y mejor calidad de vida gracias a la posibilidad de contar con casas rodantes, las que constituyen sus viviendas durante el periodo de gira, además de una casa propia a la que llegan a descansar, arreglar sus materiales y planificar el próximo periodo de itinerancia. Notamos un cambio importante en relación al modo de vida trashumante caracterizado con anterioridad, proponiendo el concepto de itinerancia para describir las características actuales del modo de vida circense. La partida y regreso a un mismo lugar establecen otro tipo de relación con el entorno en la que la itinerancia, a diferencia del modo de vida nómade, permite guardar más pertenencias que las transportadas durante la gira además de convertirse en el espacio de los ancianos ya retirados de las pistas y algunos niños que no salen en la de gira para poder estudiar en los establecimientos educacionales.
El principal cambio respecto a la educación formal de las familias circenses está definido por el renovado interés que ha cobrado el tema, instalándose como una necesidad sentida por la población circense. Actualmente existe un decreto ministerial que obliga a los colegios a recibir a los hijos de trabajadores que deben trasladarse por el país, entre los que
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se incluyen los hijos de los artistas circenses. Los niños cursan los ramos en las diferentes escuelas por las que pasa la gira para después llegar a un colegio determinado donde acreditan su asistencia y cursos para entregarles un diploma a fin de año. Se extendió un decreto similar durante la década de 1960 aunque no tuvo mayor impacto en la comunidad circense debido a problemas de implementación además del poco interés puesto por los apoderados de esa época.
El parentesco es aún hoy un factor crucial dentro de las compañías de circo en tanto continúa ocupando un rol fundamental dentro de su estructura organizacional, el traspaso de conocimientos y la compatibilidad con el modo de vida itinerante. Éste logra articular el modo de vida circense, canalizando diversas prácticas que le otorgan continuidad a su cultura, cohesión a sus miembros e identidad al gremio.
Solidaridad y competitividad deben ir marcando las pautas adaptativas de los circos tradicionales para enfrentar los nuevos tiempos, fortaleciendo las instancias colectivas con las que cuentan y creando nuevas herramientas para la protección de sus miembros, especialmente ante accidentes y en la vejez.
En el plano de la competitividad deberán enfrentar los desafíos que plantean sus esquemas organizacionales, dando paso a nuevas y más exigentes pautas de evaluación de los artistas, técnicos y resto del personal que componen los circos. Educación formal con grados técnicos y universitarios, orientados a cubrir los puestos de trabajo que necesitan sus propias empresas y una educación circense aún más exigente que les permita a los artistas nacionales adquirir un mejor nivel y salir con más facilidad al extranjero para volver con nuevas experiencias, conocimientos y herramientas en el manejo de los circos.
Lo que evidencian muchas de las entrevistas es que el giro ya está dado, pues la mentalidad de las nuevas generaciones ya ha cambiado con respecto al circo como actividad de subsistencia. Estos nuevos protagonistas han visto que un buen manejo de la empresa puede dar excelentes dividendos y no se encuentran dispuestos a irse de gira para volver sin ganancias. Sobre este tema se podrían hacer una serie de estudios apuntando a diagnosticar
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las principales características de los circos hoy en día y hacia donde se dirigen como empresa, familia y cultura.
Las dificultades actuales del circo no son menores a las que presento en tiempos pasados, desde la década de 1960 e incluso antes se pueden encontrar artículos en diarios y revistas donde se plantea que al circo tradicional le quedan pocos años de vida; sin embargo esta forma de arte ha sabido persistir hasta hoy en día. Ello se debe a la extraordinaria fortaleza de sus miembros y los sufridos esfuerzos que han hecho por mantener su tradición y formas de vida. Sus cultores no se dan por vencido y han logrado llegar al siglo XXI con las expectativas altas y una memoria social que aún está en camino de ser valorada y difundida como parte del patrimonio cultural chileno.
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Legislación actual en materia de circo A modo de ilustrar mejor los cambios en la lógica de la política cultural en materia de circo se hará revisión de la reciente “ley de circo”92 y la participación de las compañías de circo en los fondos concursables del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), órgano del Estado encargado de implementar las políticas públicas para el desarrollo cultural a partir del año 2003. La recientemente promulgada “ley de circo” tiene como objetivos el regular, fomentar y resguardar la actividad circense en tanto manifestación de la cultura popular Chilena, estableciendo un marco regulatorio básico que incluye la definición de circo, las formas y modalidades a que estarán sujetos los circos nacionales y extranjeros y la vinculación de las municipalidades con ellos. “Para los efectos de la presente ley, se entiende por circo aquellos establecimientos preferentemente habilitados en carpas que, debidamente autorizados, están destinados a la celebración de espectáculos circenses y cuya programación se orienta especialmente a los niños. Se entenderá por espectáculo circense la ejecución o representación en público de ejercicios físicos de acrobacia o habilidad, de actuación de payasos, malabaristas, prestidigitadores e ilusionistas, músicos, animales amaestrados y otras similares… No tienen el carácter de circos los espectáculos de contenido frívolo o de revista, orientados al público adulto, aún cuando ellos sean presentados en carpas.”93
Encontramos un cambio fundamental en cuanto a la definición de circo y los instrumentos de fomento al gremio, los que no se encuentran sujetos a organismos como el sindicato nacional de artistas circenses sino que en función de las características definidas para la actividad. Ellas delimitan la actividad de acuerdo a 4 criterios que son: a) tipo de
92 93
Ley número 20.216. Publicada el 27/09/2007 Ibíd. 151
establecimiento (preferentemente carpas), b) orientación del espectáculo (especialmente a los niños), c) acotación de “espectáculo circense” y d) exclusión de espectáculos orientados a los adultos (contenido frívolo o de revista).
Los primeros 3 factores tienen consistencia en relación al desarrollo de la actividad en el marco nacional, mientras que el 4 se establece como una clausula de protección ante el incremento de empresas que han adoptado las carpas como establecimiento aunque difieren considerablemente con el carácter familiar de las funciones de circo, orientándose hacia una audiencia adulta como receptores de su espectáculo; como los circos de “Che Copete”, “Daniel Vilches” y “Coco Legrand”.
Volviendo a lo que ha sido el desarrollo histórico de la actividad circense encontramos un referente similar en las antiguas funciones nocturnas donde el público podía presenciar rounds de boxeo y vedettes como parte del espectáculo. Sin embargo en ese contexto había dos tipos de funciones, la primera orientada a la familia y la segunda orientada a un público adulto. Es justamente a este aspecto de la tradición circense al que ha recurrido el colectivo artístico “La Patogallina” para realizar sus dos últimos montajes, “Los caminos de don floridor” de carácter familiar y presentado en las tardes así como “Frikchou” orientada a un público adulto y presentada en horario nocturno94.
Otra diferencia radica en el origen de estas empresas de espectáculo, las que en la mayoría de los casos no pertenecen a la tradición circense y utilizan el nombre de “circo” como medio de acceder a los beneficios tributarios establecidos para la actividad. El único caso de un circo perteneciente a la tradición circense, en su dimensión histórica y de carácter familiar, que ha quedado excluido con la nueva normativa es el “Circo Timoteo”. Sus reconocidos espectáculos de transformistas, la gran cantidad de travestis entre sus artistas y la orientación para adultos de los espectáculos han terminado por excluir a esta empresa de la definición de circo establecida por el Estado en conjunto con representantes del gremio.
94
http://www.dropsite.cl/patogallina/noticias/los-caminos-de-don-floridor y http://www.dropsite.cl/patogallina/noticias/frikchou-2 152
Existen dos movimientos contrapuestos que dan cuenta del cambio en las lógicas de la legislación cultural en el país y cambios en las dinámicas propias de la actividad circense. En 1960 prácticamente no existía competencia interna relacionada a los circos, siendo la principal competencia la llegada de compañías internacionales que realizaban giras por nuestro territorio. En la actualidad la industria del espectáculo se encuentra bastante más desarrollada, con la consecuente diversificación del rubro y la aparición de nuevos polos de desarrollo para todas las actividades de entretención.
Los circos son una de ellas, actividad que se ha visto enfrentada a la súbita apertura del concepto de circo a nuevos actores sociales que han comenzado a desarrollarla fuera de las familias tradicionales de los circos chilenos e independientes de las carpas de circo. Por un lado están las empresas de espectáculo de “Che Copete”, “Daniel Vilches” y “Coco Legrand”, quienes no necesariamente hacen “circo” aunque han denominado de esa manera a sus espectáculos por las razones antes expuestas. Al otro lado encontramos una multitud de jóvenes y organizaciones que han visto en el circo un gran potencial de desarrollo cultural, promoviéndolo como medio de expresión artística y herramienta de integración social. Un ejemplo de ello es la ONG “El Circo del Mundo-Chile” o las numerosas agrupaciones de jóvenes y artistas dedicados a cultivar la actividad circense por medio de talleres y espectáculos de circo-teatro.
Frente a esta situación la respuesta por parte del gremio circense ha sido canalizada por medio del sindicato nacional de artistas circenses. Al ser la principal institucionalidad representativa de los circos nacionales, el sindicato es en la actualidad un espacio de disputa al interior del gremio. Lugar en el que se enfrentan clanes familiares que aspiran al control político del mismo, aunque este ya no tiene las mismas atribuciones que en la década de 1960. En la actualidad el sindicato se encuentra controlado por dirigentes empresariales cuyo interés es el desarrollo del circo chileno desde una perspectiva económica. Las discusiones parlamentarias previas a la aprobación de la “ley de circo” estuvieron conformadas por una comisión compuesta por 10 legisladores y 4 representantes del
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sindicato nacional de artistas circenses95. Entre ellos se encontraban el entonces presidente del sindicato Gastón Maluenda y su hermano Agustín Maluenda, dueños del circo “Los Tachuelas”. Además de establecer criterios para la definición de “circo” en el marco nacional, la “ley de circo” establece las formas y modalidades a que estarán sujetos los circos nacionales y extranjeros y la vinculación de las municipalidades con ellos. Con esto se le da solución a las dificultades que tienen los circos para encontrar plazas de trabajo, particularmente en terrenos municipales, las que anterior a la promulgación de esta ley se encontraban a disposición arbitraria de los alcaldes y los equipos de gestión municipal. Ello dejaba a los circos en la incertidumbre de las simpatías políticas y/o culturales propias de cada municipio, dificultando su inclusión en los municipios donde no existía voluntad política por parte de las autoridades.
Con la actual legislación se le ha intentado dar un carácter más técnico a la emisión de los permisos de trabajo para los circos, pasando a definir criterios de seguridad (salidas de escape, señalética de seguridad, extintores, etc…) y sanidad (baños, vivienda) acorde a la normativa vigente.
El establecimiento de criterios técnicos y legales para dar cabida a los circos en terrenos municipales y privados ha contribuido a facilitar el trabajo de las empresas circenses en términos de establecer un marco regulatorio definido para la realización de su trabajo. Sin embargo cada cambio trae sus propias dificultades, las que en este caso se asocian a la falta de herramientas, recursos y conocimientos por parte de la mayoría de las empresas de circo para cumplir con los requisitos establecidos por la normativa legal.
Muchos circos no cuentan con extintores, señalética de seguridad u otros de los múltiples requisitos establecidos; con cables eléctricos de alto voltaje en zonas por donde transita el público ó tenencia de animales sin los respectivos permisos del SAG. Por otro lado se encuentran los respectivos municipios encargados de fiscalizar a los circos en su 95
http://www.navarro.cl/glegislativa/doc/docs/Proyecto%20de%20Ley%20del%20Circo.pdf 154
funcionamiento, quienes mandan a inspectores a certificar la seguridad de las carpas, funcionarios que en definitiva no poseen el conocimiento relevante para esas tareas por lo que devienen en meras formalidades administrativas. Aun es temprano para saber si la nueva “ley de circo” logrará promover el desarrollo de la actividad circense en el país, aunque llama la atención que no se haya tocado el aspecto laboral de los artistas y trabajadores en los circos ya que en la mayoría de los casos trabajan con acuerdos de “palabra” que no les garantizan ningún tipo de derecho ni previsión social. Al plantear que el sindicato se encuentra controlado por facciones de carácter empresarial se hace directa alusión a los criterios políticos que han definido las necesidades actuales para el desarrollo de los circos, consiguiendo la promulgación de una ley muy beneficiosa en términos de la inserción de los circos en tanto empresa aunque relegando una posible modificación del marco laboral a otras instancias.
Cabe destacar que a nivel latinoamericano, Chile es el único país que cuenta con una ley de esta índole, incluyendo a países como México donde las empresas circenses constituyen titanes del espectáculo o Perú donde el circo conserva características de fiesta popular. Durante conversaciones sostenidas con Gastón Maluenda a comienzos de Octubre del 2007, posterior a la publicación de la ley de circo, él mismo compartió haber recibido una serie de llamadas de empresarios mexicanos y publicaciones en sitios web de circo que aplaudían el logro del gremio chileno.
Una serie de logros y cambios culturales que nos dan cuenta de la situación actual del circo chileno y las diferencias con respecto al desarrollo de la actividad durante la década de 1960, con cambios radicales en materia de las políticas culturales del Estado en materia de circos, transitando desde las subvenciones y aportes directos a modalidades de financiamiento por proyectos dentro del CNCA u otras instituciones dedicadas a promover el desarrollo cultural en el país. Tras la ruptura que implicó el golpe de Estado en 1973 se generó un vacío institucional respecto a la promoción de la cultura y las artes, ámbito nuevamente considerado por medio de las políticas culturales impulsadas en el país desde los gobiernos de la Concertación.
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En la actualidad los circos están habilitados para presentar proyectos al CNCA y otras instancias gubernamentales de fomento a la cultura y las artes, situación relativamente reciente ya que hasta la aprobación de la “ley de circo” los circos se encontraban excluidos de postular a todas las categorías, aunque hasta la fecha no se han adjudicado ningún proyecto. Elías Maluenda, actual presidente del sindicato nacional de artistas circenses reconoce al respecto que falta trabajo en términos de capacitación para la gente de circo en la formulación de proyectos y gestión cultural, lo que les permitirá abrirse a una serie de posibilidades para hacer crecer sus ideas y llevar el circo chileno al siglo XXI.
Cierre: La política cultural del Estado con respecto a los circos durante la década de 1960 se basó en su reconocimiento como estamento cultural diferenciado, con una historia enraizada en el desarrollo de las costumbres populares chilenas, siendo los únicos ejecutores del circo en Chile y asimismo siendo los únicos receptores de subvenciones estatales en materia de circo. El organismo calificador para la aplicación de los descuentos sobre ferrocarriles fue la “Dirección Superior del Teatro Nacional”, la que tomó un criterio de representación propio de la comunidad circense y lo convirtió en la manera de reconocer y validar la existencia de un grupo de personas pertenecientes a los circos nacionales chilenos. Dándole soberanía gremial al sindicato de la época y otorgándole beneficios directos a la totalidad de los miembros de los circos nacionales sin distinción de competencias específicas o manejo de herramientas propias de la gestión cultural.
Actualmente la situación es bastante diferente en cuanto a la relación del Estado con los circos tradicionales; a quienes reconoce como manifestación de la cultura chilena aunque no como un estamento cultural sino como actores de la escena cultural nacional. Al reconocerlos como estamento cultural se les brindó acceso privilegiado a la infraestructura estatal de aquella época, mientras que al reconocerlos como actores dentro de la escena cultural nacional se los hace concursar y disputar por los mismos recursos que al resto de la amplia gama de los actores culturales de la actualidad. El nuevo enfoque de la política 156
cultural crea nuevos requisitos para los artistas circenses y sus familias, puntualmente en educación, la que se vuelve un factor indispensable en la adquisición de las herramientas necesarias para la formulación de proyectos.
Las diferentes dimensiones que han sido abordadas constituyen un valioso aporte desde la antropología para la comprensión de los circos tradicionales, brindando herramientas metodológicas y conceptos teóricos para entender a este grupo social. Desde tres conceptos centrales de la disciplina antropológica, como son el parentesco, trashumancia e identidad, se ha articulado un análisis sobre el desarrollo de la actividad circense en el país, generando algunas claves para la comprensión de estos actores sociales y su inserción en Chile contemporáneo.
La tradición y formas de vida de los artistas circenses se encuentran escasamente documentadas y sistematizadas por lo que se hace difícil el acceso a las fuentes de información y se arriesga la pérdida de la memoria como patrimonio social. Ante estos dos problemas, la antropología hace un aporte al estudio y puesta en valor de la cultura nacional, permitiendo la sistematización de información y la apertura de la misma a las audiencias que se están interesando cada vez más en conocer la historia y formas de vida del circo tradicional chileno.
Con ello se contribuye a abrir temáticas para el desarrollo de la antropología como disciplina de análisis social con la capacidad de explorar en las tradiciones culturales de los circos chilenos. Los que constituyen una gran tradición que se ha desarrollado durante más de 120 años, formando parte del patrimonio cultural nacional gracias al lugar que tienen en el imaginario colectivo de la cultura popular.
No solo como rescate de la memoria es que la antropología puede hacer un aporte, sino también respecto al análisis comparativo de la política cultural del Estado con determinados grupos sociales. Para el caso se analizaron los circos tradicionales, mostrando algunos de los principales cambios respecto a la relación del Estado con los circos tradicionales en la década de 1960 y en la actualidad. Lo que adquiere valor al momento de analizar las
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l贸gicas de asignaci贸n de recursos por parte del Estado hacia circos tradicionales y otros actores de la escena cultural, permitiendo generar reflexiones con perspectiva acerca de los matices que ha tenido la relaci贸n entre circos tradicionales y el Estado chileno.
158
IX.
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Páginas electrónicas
http://www.circopedia.org/index.php/Short_History_of_the_Circus
www.circo.cl http://www.circo.cl/?page_id=3 www.teatrocaupolican.cl http://www.navarro.cl/glegislativa/doc/docs/Proyecto%20de%20Ley%20del%20Cir co.pdf www.ringling.com http://www.dropsite.cl/patogallina/noticias/los-caminos-de-don-floridor; http://www.dropsite.cl/patogallina/noticias/frikchou-2
161
X.
Anexos
Anexo I: Presentación entrevistados
1. Antinao, Sergio: Funcionario ferroviario EFE en servicio desde 1969. 2. Caprario, Gustavo: Artista circense de 4ta generación. Mago, payaso y relacionador público de diferentes circos. 3. Cárdenas, Carlos: Artista circense de
3era
generación. Acróbata, trapecista y
payaso. Actual director artístico del “Golden Circus”. 4. Gonzales, Benedicto: Funcionario ferroviario de EFE en servicio por más de 40 años. Jefe de estación durante la década de 1960. Actualmente retirado. Maquinista ferrocarriles “Ruta del Vino" de la VI región. 5. Guerra, Carlos: Funcionario ferroviario EFE, en servicio desde 1969. 6. Olave, Grimilda: Artista circense de 2da generación. Acróbata y trapecista. Retirada de las pistas con trabajos asociados a la venta de comida y suvenires. 7. Olivares, Patricia: Artista circense 3era generación. Acróbata, trapecista y bailarina. Actualmente encargada de vestuario y venta de fotografías en el “Golden Circus”. 8. Olivares, Silvia: Artista circense 3era generación. Acróbata, trapecista y bailarina. Actualmente encargada de vestuario y venta de fotografías en el “Golden Circus”. 9. Parra, Oscar: Artista circense 1era generación, hermano menor de los Parra Sandoval (Violeta, Roberto y Lalo). Payaso, músico y Co-Autor del libro biográfico “Canarito, el Parra que Faltaba”. 10. Romero, Julio: Artista circense 1era generación. Payaso, presentador y profesor de circo en la escuela de teatro de la universidad de La República. Miembro activo del directorio del Sindicato Nacional de Artistas Circenses. 11. Tello, Jorge: Artista circense 3era generación. Payaso, músico y acróbata.
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Anexo II: Transcripción documentos legales 1) Ley 5563 (Dirección superior teatro nacional) Identificación Norma: LEY-5563 Fecha Publicación: 11.01.1935 Fecha Promulgación: 10.01.1935 Organismo: MINISTERIO DEL INTERIOR Estado: ORIGINAL CREA LA DIRECCIÓN SUPERIOR DEL TEATRO NACIONAL Por cuanto el Congreso Nacional ha dado su aprobación al siguiente Proyecto de ley: Artículo 1º Créase la Dirección Superior de Teatro Nacional, con el objeto de propender al desarrollo en todo el país de la producción y la representación de las obras del teatro chileno, por los medios que se establecen en la presente ley, y principalmente: 1. Por el otorgamiento de premios en dinero, repartidos anualmente a las mejores obras teatrales de autores nacionales, hayan sido o no estrenadas. Los premios a las obras no estrenadas se discernirán en un concurso. 2. Por el otorgamiento, asimismo, de premios en dinero a los conjuntos artísticos formados por aficionados obreros que, a juicio del Consejo Directivo del Teatro Nacional, sean acreedores a tal recompensa en atención a la calidad de la obra cultural que realicen y a la continuidad con que la lleven a cabo. 3. Por la enseñanza del arte escénico y la escenografía. 4. Por la contratación u organización permanente de compañías teatrales formadas, en su mayoría o totalidad, de artistas chilenos que representen o ejecuten obras dramáticas o musicadas de autores nacionales u óperas de autores chilenos o extranjeros, cantadas por artistas chilenos. El Consejo tendrá, además, a su cargo el control y vigilancia del correcto funcionamiento de las demás compañías de espectáculos públicos pagados y la obligación de amparar a los artistas nacionales o extranjeros en sus derechos con relación a las empresas que les hubieren contratado. Los permisos para el funcionamiento de las compañías teatrales se otorgarán por las autoridades respectivas, previo informe de la Dirección Superior del Teatro Nacional. Art. 2º La Dirección Superior del Teatro Nacional estará a cargo de un Consejo designado por el Presidente de la República, compuesto de un director general, que lo presidirá y de seis vocales que serán dos autores teatrales, miembros de la Sociedad de Autores Teatrales de Chile; un músico compositor, miembro de la Sociedad de Compositores de Chile y de tres de su libre elección, uno de los cuales deberá ser un actor chileno. Los vocales durarán cuatro años en el ejercicio de sus funciones, podrán ser reelegidos, y tendrán una remuneración de cincuenta pesos por cada sesión que celebren, con máximum de ocho sesiones mensuales. Art. 3º La suma de un millón de pesos ($ 1.000,000) a que se refiere el artículo 36 de la ley número 5,172, de 2 de Junio de 1933 (antes ley número 4,388, de 10 de Agosto de 1928), se destinará a la compra o construcción en Santiago, de un teatro que llevará la 163
denominación de "Teatro Chileno", destinado a servir los fines de la presente ley, y costear los demás gastos que origine la realización del programa indicado en el artículo 1º Art. 4º No podrá invertirse una cantidad superior a dos millones de pesos ($ 2.000,000) en la compra o construcción del teatro a que se refiere el artículo anterior. Para el mantenimiento de los servicios y realización de los objetivos de la presente ley, se asignará al Consejo Directivo del Teatro Chileno, una subvención anual de trescientos mil pesos ($ 300,000), desde que el teatro inicie su funcionamiento. Art. 5º El Teatro Chileno será administrado por el Consejo que crea esta ley. Las utilidades que produzca esta administración y el valor de las multas que se apliquen en conformidad a las disposiciones de la presente ley, acrecerán a la asignación establecida en el artículo anterior. Art. 6º En el Teatro Chileno, sólo podrán funcionar compañías formadas en su totalidad o en su mayor parte, por artistas de nacionalidad chilena. Sin embargo, otras compañías podrán hacerlo siempre que sean de lengua española y se obliguen a representar en la temporada un treinta por ciento, a lo menos, de obras de autores nacionales. Art. 7º Las compañías nacionales que funcionen en el Teatro Chileno, estarán obligadas a realizar jiras periódicas a las ciudades del norte y sur del país, en la forma y época que resuelva el Consejo Directivo. En garantía del cumplimiento de esta obligación, el Consejo retendrá hasta un diez por ciento de las entradas diarias de las compañías durante el funcionamiento en Santiago. Su incumplimiento por causales que no sean debidamente justificadas a juicio del Consejo, será penado con una multa equivalente al valor de la suma retenida. Art. 8º Las municipalidades darán en arrendamiento al Consejo Directivo del Teatro Chileno, a solicitud de éste, para los fines expresados en el artículo anterior y durante treinta días, a lo menos, en cada año, los teatros que sean de su propiedad o estén bajo su administración. El Consejo Directivo deberá solicitar el arrendamiento con dos meses de anticipación, a lo menos, y los treinta días podrán ser o no continuos, según se convenga con él. Art. 9º A las obligaciones y condiciones establecidas en el artículo anterior y para los mismos fines, estarán sujetos los dueños o empresarios de teatros particulares con escenarios, en las poblaciones en donde no exista Teatro Municipal. Art. 10º Introdúcense las siguientes modificaciones a la ley número 5,172, de 2 de Junio de 1933 (antes ley número 4,388, de 10 de Agosto de 1928): 1º Substitúyese en la letra a) del artículo 2º la frase "a ejecuciones de arte ofrecidas por artistas chilenos", por la siguiente: "A ejecuciones de arte musicado ofrecidas por artistas chilenos no constituídos en compañía teatral, salvo cuando en éstas la mayoría de sus primeras partes sean de nacionalidad chilena". 2º Agréguese después del inciso 1º del artículo 9º el siguiente inciso: "Estas exenciones se concederán previo informe favorable de la Dirección Superior del Teatro Nacional" 164
Art. 11º Los consejeros del Teatro Chileno tendrán libre acceso a todos los teatros, salas o locales de espectáculos públicos como asimismo uno o dos miembros del personal de su dependencia, cuando deban cumplir funciones inspectivas que les encomiende el Consejo. Art. 12º El Teatro Chileno, los espectáculos que se desarrollen en su sala y las compañías, durante la jira a que refiere el artículo 7º, estarán exentos del pago de los correspondientes impuestos fiscales o municipales. Las mismas compañías gozarán de una rebaja de un cincuenta por ciento (50%) sobre el valor de sus pasajes y fletamento de equipaje por los Ferrocarriles del Estado, por los ferrocarriles particulares y por las naves de empresas que reciban subvención o beneficios fiscales. Art. 13º El Consejo instalará y hará funcionar en la casa del Teatro Chileno, escuelas de arte escénico y de escenografía. Dará en ella preferente cabida a los aficionados obreros y preferirá, también, en igualdad de condiciones a los alumnos obreros que en ellas hagan su aprendizaje al escoger el personal a contrata de las compañías que organice. Art. 14º Todo propietario, concesionario, empresario, arrendatario o persona que tenga en explotación cualquiera sala de espectáculos, local público o estación radiodifusora en que se representen o ejecuten obras teatrales o piezas musicales de autores nacionales o extranjeros, estará obligado al pago a sus autores o sus representantes o herederos, de los derechos de autor correspondiente. La infracción de esta disposición será penada con una multa equivalente a veinticinco veces el valor del derecho de autor que debió pagarse, sin perjuicio del pago del derecho correspondiente. La reincidencia será penada, a petición del Consejo, con la suspensión temporal o definitiva del permiso municipal concedido para el funcionamiento del local. El monto y forma de pago del pequeño derecho de autor serán fijados por el Consejo y su percepción estará a cargo de la Dirección Superior del Teatro Nacional, la que lo distribuirá a los autores correspondientes, previo descuento de un cinco por ciento que se empleará en atender los gastos que origine su administración. Art. 15º Ninguna compañía o conjunto teatral puede dar representaciones de obras, de autores nacionales, sin permiso de éstos o de sus representantes. La infracción de esta disposición será penada con multa de hasta doscientos pesos y la reincidencia, con suspensión temporal o definitiva del permiso concedido por la autoridad municipal para el funcionamiento de la compañía o conjunto teatral. En todo caso, la Dirección Superior, a solicitud del autor o su representante, podrá solicitar de la autoridad municipal, la suspensión del espectáculo y ésta deberá decretarla sin más trámite. Art. 16º Ninguna Compañía o Conjunto Teatral podrá calificarse de "chileno o nacional" sin la previa declaración de la Dirección Superior del Teatro Nacional, que la otorgará siempre que el repertorio de sus obras por representarse contenga las de autores nacionales en la proporción que ella fije en cada caso y tenga el 75 por ciento del personal chileno. Art. 17º Queda prohibido a las Compañías cambiar los títulos de las obras, modificar, alterar o reducir su texto original o representarlas con nombre diferente del de su verdadero autor, sin permiso de éste. La responsabilidad de esta infracción se hará efectiva sobre el director de la Compañía. La infracción será sancionada con multa de 50 a 500 pesos en 165
cada caso, sin perjuicio de las acciones legales que pueda ejercer el verdadero autor de la obra, contra la persona que haya usurpado su nombre, o haya hecho la adulteración. Art. 18º Los derechos de autor de las traducciones, arreglos o adaptaciones de obras extranjeras serán repartidos por igual entre el autor original extranjero y el traductor o adaptador, que previamente haya hecho la inscripción correspondiente en el Registro del Conservador de la Propiedad Intelectual y que, con el texto original extranjero, compruebe ser el legítimo autor de la traducción que se representa. Art. 19º Los empresarios de Compañías Teatrales, nacionales o extranjeras, organizadas dentro o fuera del país, deberán efectuar en la Dirección del Teatro Nacional un depósito en dinero, equivalente al valor de los pasajes de regreso al punto en que se haya hecho la contratación de los artistas, que forman parte de la Compañía, de acuerdo con la calidad del pasaje estipulado en el contrato. Sin este requisito, el Consejo no dará autorización para el funcionamiento de la Compañía. Igual requisito deberá llenarse en la contratación de artistas que no constituyan compañía teatral, cualquiera que sea su condición o calidad de trabajo. Las sumas depositadas serán devueltas al empresario al término del contrato, salvo aquellas que se hubieren invertido en el regreso de los artistas y sus equipajes al punto de la contratación, cuando hubieren salido de la Compañía, por causales que no signifiquen el incumplimiento de sus contratos o de las obligaciones que hubieren contraído al subscribirlos. El empresario que infringiere más de una vez las estipulaciones que establece este artículo o que faltare a cualquiera de las disposiciones de la presente ley, será sancionado por el Consejo, además de las penas especiales que se establecen, con la prohibición por el término de uno a cinco años del ejercicio de actividades teatrales de cualquiera clase. Art. 20º La Dirección amonestará a los directores de compañías teatrales o empresarios que permitan, durante las representaciones, que se cometan por los artistas de palabras o de acción, hechos que pugnen con la moral y las buenas costumbres. Las reincidencias serán penadas con multa de 50 a 500 pesos y si el hecho se repitiera, con suspensión temporal o definitiva del espectáculo, que será decretada por la autoridad correspondiente, sin más trámite que la petición del Consejo. Art. 21º Se entenderá por autor nacional, para los efectos de la presente ley, al autor de nacionalidad chilena o extranjera con más de diez años de residencia en Chile. Art. 22º Fuera de los deberes y atribuciones que se imponen al Consejo Directivo del Teatro Chileno, éste tendrá a su cargo la fiscalización del cumplimiento de las demás disposiciones de esta ley. Art. 23º Anualmente, el Consejo elevará al Ministerio del Interior una memoria sobre el desarrollo de su labor y rendirá cuenta de los fondos que esta ley pone a su disposición a la Contraloría General de la República. Art. 24º Las cuestiones que se susciten con motivo de la aplicación de la presente ley, salvo aquellas a que se refieren los artículos 19 y 20, que corresponderán al Consejo, serán resueltas en primera instancia por el juez de letras en lo civil de mayor o menor cuantía de 166
la respectiva jurisdicción, según la cuantía, y, en segunda, por la Corte de Apelaciones correspondiente. Art. 25º No obstante lo dispuesto en el artículo anterior los jueces de letras allí indicados, conocerán en única instancia, de las cuestiones siguientes: a) Infracciones a los artículos 7.o, 14, 15 y 17; b) Fijación de la cuantía y forma de pago de la renta del arrendamiento de los teatros y demás condiciones de funcionamiento a que se refieren los artículos 8º y 9º. Es facultativo para el Consejo, celebrar o no el contrato en las condiciones que determine el fallo del juez. Art. 26º Las cuestiones de que tratan los artículos precedentes se tramitarán en conformidad a las reglas del juicio sumario, establecidas en el Título XII del Libro III del Código de Procedimiento Civil, con excepción de la contenida en el artículo 839. Art. 27º Derógase, en lo que fueren contrario a la presente ley, las disposiciones de los decretos leyes números 345, de 17 de Mayo de 1925; 857, de 11 de Noviembre de 1925; la ley número 5,172, de 2 de Junio de 1933 (antes ley número 4,388, de 10 de Agosto de 1928) y las demás disposiciones legales sobre las materias que en ella se tratan. Art. 28º Se exceptúan de las disposiciones de esta ley los Conjuntos Teatrales Obreros o Escolares, cuyas representaciones se efectúen en los locales sociales o escolares, en forma gratuita o de beneficio social. Art. 29º Fíjase la siguiente planta y sueldos del personal de la Dirección Superior del Teatro Nacional: Un Director General, jefe del servicio, grado 6.o, anual $ 24.000 Un Secretario de la Dirección y del Consejo, grado 11, anual 12.600 Un oficial 1.o grado 14, anual 9.600 Un oficial 2.o, grado 20, anual 6.200 Un portero, grado 25, anual 3.900 Las cuatro últimas designaciones, como asimismo las que requiera la administración del derecho de autor, serán hechas por el Consejo, a propuesta del director general. Una vez que las escuelas de arte escénico y escenografía y la sala del teatro estén en condiciones de iniciar su funcionamiento, el Consejo designará, a propuesta del Director General, el personal necesario para el buen servicio. Art. 30º Esta ley empezará a regir desde la fecha de su publicación en el Diario Oficial. Artículos transitorios Artículo 1º Dentro del plazo de un año, contado desde la promulgación de la presente ley, los autores nacionales o extranjeros de obras teatrales o piezas musicales, no inscritas, que deseen acogerse a los beneficios establecidos en el artículo 14, respecto de las obras ya estrenadas a esa fecha, deberán inscribir la propiedad de ellas en el Registro de la Propiedad Intelectual. Para este efecto, se entenderá inscrita, la obra que figure en una nómina protocolizada en dicho registro a petición de su autor o representante. Por la inscripción de 167
cada obra anotada en esa nómina, se pagará un derecho de cinco pesos, cualquiera que sea su naturaleza y el número de sus actos. Art. 2º Mientras se compra o construye la sala del Teatro Chileno y se inicie su funcionamiento y el de los servicios que está llamada a desarrollar, se autoriza al Presidente de la República para destinar de los fondos a que se refiere el artículo 36 de la ley número 5,172, de 2 de Junio de 1933, (antes ley número 4,388 de 10 de Agosto de 1923), hasta la cantidad de 150 mil pesos anuales para la iniciación de la labor de la Dirección Superior, instalación y funcionamiento de sus oficinas, adquisición de muebles y útiles y remuneración de su personal de planta y miembros del Consejo. Y por cuanto he tenido a bien aprobarlo y sancionarlo; por tanto, promúlguese y llévese a efecto como ley de la República. Santiago, diez de Enero de mil novecientos treinta y cinco.- ARTURO ALESSANDRI.Luis Salas R.
2) Ley 12.525 (Rebaja tarifaria) Identificación Norma: LEY-12525 Fecha Publicación: 12.09.1957 Fecha Promulgación: 04.09.1957 Organismo: MINISTERIO DE ECONOMÍA Estado: ORIGINAL AUTORIZA AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA PARA QUE OTORGUE A LA EMPRESA DE FERROCARRILES DEL ESTADO EL APORTE EXTRAORDINARIO QUE SEÑALA Por cuanto el Congreso Nacional ha dado su aprobación al siguiente Proyecto de ley: Artículo 1° Autorízase al Presidente de la República para otorgar a la Empresa de los Ferrocarriles del Estado, como aporte extraordinario, por una sola vez, la suma de $ 4.037.000.000 a fin de que atienda al mayor gasto que importa la aplicación de la ley 12.434, por aumento de sueldos, salarios y pensiones de su personal. Artículo 2° La Empresa de los Ferrocarriles del Estado establecerá durante el período escolar o universitario, tarifas especiales cuyo valor no podrá exceder del 50% del pasaje o abono corriente más económico en favor de los estudiantes. De igual franquicia gozarán los ciudadanos que estén cumpliendo con el Servicio Militar fuera de su ciudad de origen (1). Los profesores y cualquier otro funcionario docente de establecimientos fiscales gozarán de igual franquicia para trasladarse hasta la localidad donde hacen clases, siempre que el Ministerio de Educación Pública les haya autorizado residencia fuera de ellas. El mismo descuento del 50% regirá en cualquier época para los viajes colectivos y de estudios que realicen los estudiantes de los diversos establecimientos de educación acompañados de sus profesores o de cualquier otro funcionario docente del respectivo colegio y los deportistas no profesionales afiliados a Federaciones Oficiales que participen en Campeonatos 168
Nacionales acompañados de hasta dos dirigentes, previa presentación de una solicitud al Jefe de Estación respectiva en que se acrediten sus nombres debidamente autorizados por el Consejo Nacional de Deportes. La calidad de estudiante o profesor se acreditará con un certificado del Director del respectivo establecimiento educacional y la residencia mediante certificado extendido por Carabineros, documentos que sólo tendrán validez durante los períodos de funcionamiento escolar o universitario. Las nóminas de participantes en jiras de estudio serán autorizadas por el Director Provincial respectivo, tratándose de educación primaria, y por los Directores de los establecimientos en las demás ramas de la enseñanza. Artículo 3° Las Compañías o Conjuntos Teatrales y Circenses que sean calificados de "Chileno o Nacional" por declaración de la Dirección Superior del Teatro Nacional, gozarán de una rebaja de un 50% en el valor de sus pasajes y fletes de carga y equipaje en los Ferrocarriles del Estado. Artículo 4° Las rebajas establecidas en los artículos precedentes serán de cargo fiscal, para cuyo efecto la Empresa de los Ferrocarriles del Estado llevará las cuentas correspondientes. Artículo 5° La Tesorería General de la República pondrá a disposición de la Empresa de los Ferrocarriles del Estado, por una sola vez, la cantidad de $ 3.094.955, para pagar las rebajas de pasajes y fletes otorgados por la indicada Empresa a las Compañías o Conjuntos Teatrales Nacionales hasta el 31 de diciembre de 1955, inclusive. Artículo 6° Reemplázase el artículo 39° del decreto con fuerza de ley 386, de 5 de agosto de 1953, por el siguiente: "Artículo 39° Sólo tendrán derecho a pases libres permanentes en los trenes de la Empresa de los Ferrocarriles del Estado, sin cargo para el Fisco, los Veteranos de la Guerra del Pacífico. Tendrán también derecho a pases libres, pero con cargo al Presupuesto de la Nación, donde anualmente se consultarán las partidas correspondientes: a) Los Ministros de Estado, Parlamentarios, Secretarios y Edecán de ambas Cámaras; b) El Presidente, los Ministros y el Fiscal de la Corte Suprema; c) El Contralor y el Subcontralor; d) El Subsecretario de Transportes y el Jefe del Departamento de Transporte Ferroviario; e) Los comandantes en Jefe del Ejército, Marina y Aviación; f) El Director General de Carabineros; g) El Director General de Correos y Telégrafos, y h) Los Ministros de Cortes de Apelaciones, Jueces del Crimen y Secretarios de sus Juzgados, dentro de sus respectivos territorios jurisdiccionales." Artículo 7° La Empresa de los Ferrocarriles del Estado transportará gratuitamente las valijas que contengan cartas tarjetas postales, certificados, volantes, diarios, revistas, impresiones en relieves para el uso de ciegos y fonos postales, despachadas por el Servicio de Correos y Telégrafos del Estado. La Dirección General de Correos y Telégrafos del Estado pagará las tarifas correspondientes por el transporte de paquetes, encomiendas, equipajes, mercaderías y cualquier otro efecto que no esté comprendido en la enumeración del inciso anterior. El valor de estas tarifas se fijará anualmente por decreto supremo.
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Artículo 8° Se declara, interpretando el artículo 25° de la ley 12.401, que el beneficio de asignación familiar que dicho artículo concedió al personal de obreros de la Empresa de Agua Potable de Santiago, debe regir desde el 1° de julio de 1956. Artículo 9° Derógase, en lo que respecta a la Empresa Marítima del Estado, el artículo 19° de la ley 12.084, de fecha 13 de agosto de 1956. A partir de la fecha de vigencia de la presente ley serán aplicables a la Empresa Marítima del Estado, en lo que no disponga su Ley Orgánica, decreto con fuerza de ley 388, de 27 de julio de 1953, y que sean compatibles por su naturaleza, todas las disposiciones contenidas en el decreto con fuerza de ley 386, de igual fecha, y sus modificaciones posteriores. Facúltase al Presidente de la República para fijar el texto refundido del decreto con fuerza de ley 388, al cual se dará la numeración correspondiente a una ley de la República. Artículo 10° El gasto que representa esta ley se deducirá de los mayores ingresos que percibirá el Fisco en el presente año, derivados de la aplicación del sistema de cambio libre bancario. Artículo 11° Se declara que, para el solo efecto de la aplicación del artículo 3° de la ley 12.434, de 1° de febrero de 1957, los tratos y primas de kilometraje del personal de la Empresa de los Ferrocarriles del Estado se considerarán jornal o sueldo base. La Tesorería General de la República pondrá, anualmente, a disposición de la Empresa mencionada, la cantidad de cuatrocientos millones de pesos para cumplir la disposición del inciso anterior. Esta cantidad se agregará al aporte especial que otorga a la Empresa la presente ley. Artículo transitorio. Las disposiciones contenidas en los artículos 6° y 7° regirán desde el 1° de enero de 1958. Y por cuanto he tenido a bien aprobarlo y sancionarlo; por tanto, promúlguese y llévese a efecto como ley de la República. Santiago, cuatro de septiembre de mil novecientos cincuenta y siete.- CARLOS IBÁÑEZ DEL CAMPO.- Horacio Arce.- Manuel Quintana.- Francisco O'Ryan.- Eduardo Urzúa.
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3) Ley 20.216 (De Circo) Identificación de la Norma: LEY-20216 Fecha de Publicación: 27.09.2007 Fecha de Promulgación: 14.09.2007 Organismo: MINISTERIO DEL INTERIOR; SUBSECRETARIA DEL INTERIOR ESTABLECE NORMAS EN BENEFICIO DEL CIRCO CHILENO Teniendo presente que el H. Congreso Nacional ha dado su aprobación al siguiente proyecto de ley, originado en una moción del Diputado Carlos Montes Cisternas y de los entonces Diputados Nelson Ávila Contreras, Enrique Krauss Rusque, Juan Núñez Valenzuela, Luis Pareto González, Edgardo Riveros Marín, Rodolfo Seguel Molina, Sergio Velasco de la Cerda, Carlos Vilches Guzmán y de la entonces Diputada María Rozas Velásquez: Proyecto de ley: "Artículo 1º.-El objeto de la presente ley es definir las políticas de fomento y resguardo de la actividad circense nacional en cuanto manifestación de la cultura chilena. Artículo 2º.-Para los efectos de la presente ley, se entiende por circo aquellos establecimientos preferentemente habilitados en carpas que, debidamente autorizados, están destinados a la celebración de espectáculos circenses y cuya programación se orienta especialmente a los niños. Se entenderá por espectáculo circense la ejecución o representación en público de ejercicios físicos de acrobacia o habilidad, de actuación de payasos, malabaristas, prestidigitadores e ilusionistas, músicos, animales amaestrados y otras similares. En tal virtud, esta actividad podrá acceder, a través de los mecanismos legales pertinentes, a los recursos que contempla la legislación vigente en materia de fomento de expresiones artísticas y culturales. No tienen el carácter de circos los espectáculos de contenido frívolo o de revista, orientados al público adulto, aun cuando ellos sean presentados en carpas. Artículo 3º.-Las autoridades nacionales, regionales y comunales deberán otorgar las facultades necesarias y suficientes y adoptar todas las medidas que correspondieren para promover las actividades del Circo Chileno en su calidad de instrumento de entretención, recreación y formación cultural básica. En todo caso, la relación de los circos se establecerá preferentemente con las autoridades de gobierno interior y con los alcaldes de las comunas en que se presenten sus espectáculos. Los circos deberán respetar y adecuar su funcionamiento a las regulaciones que, en conformidad a la ley, dispongan las instituciones policiales, la Superintendencia de Servicios Eléctricos y Combustibles, el Servicio Agrícola y Ganadero, los Servicios de Salud, los Planes de Higiene Ambiental, las ordenanzas municipales y, en general, las disposiciones establecidas para esta clase de eventos. Artículo 4º.-El funcionamiento y los derechos que cobren los municipios a los circos que operen en la respectiva comuna serán regulados mediante una ordenanza, la que podrá 171
eximir parcialmente de dicho pago a los circos nacionales en virtud de su contribución al desarrollo de la cultura popular criolla. La ordenanza establecerá también las normas básicas de los convenios que cada circo eventualmente celebre con la respectiva municipalidad, tendientes a ofrecer funciones gratuitas a los sectores de escasos recursos. Asimismo, ella podrá determinar la afectación de un sitio de dominio o tenencia municipal, dotado de los servicios indispensables para el funcionamiento de circos y otros espectáculos similares. En todo caso, para adoptar la correspondiente resolución el municipio deberá solicitar la opinión a las organizaciones regionales, o nacionales en su defecto, de artistas circenses. Artículo 5º.-Los circos de procedencia extranjera deberán actuar en el territorio nacional sujetándose en todo a la legislación vigente, particularmente en los aspectos sociales, laborales y de inmigración. En todo caso, dichos circos no podrán gozar de privilegios tributarios, arancelarios o de otra especie, salvo que, bajo condición de reciprocidad, en su país de origen se reconozcan estos mismos privilegios a los circos chilenos. Artículo 6º.-Los números y pases circenses cuya realización se haya fijado por escrito o en otra forma, estarán protegidos por el derecho de autor y, consecuentemente, por el derecho de propiedad intelectual. Artículo 7º.-Un reglamento dictado por intermedio del Ministerio del Interior señalará la forma de acreditar el funcionamiento de los circos nacionales y extranjeros, en relación con la normativa fijada por esta ley." Y por cuanto he tenido a bien aprobarlo y sancionarlo; por tanto promúlguese y llévese a efecto como Ley de la República. Santiago, 14 de septiembre de 2007.-MICHELLE BACHELET JERIA, Presidenta de la República.-Belisario Velasco Baraona, Ministro del Interior. Lo que transcribo a Ud. para su conocimiento. Saluda atte. a Ud., Felipe Harboe Bascuñán, Subsecretario del Interior.
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