Situación del cultivo de la alcachofa en España

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Mª Victoria Ruiz Hernández y Mª Dolores de Miguel Gómez md.miguel@upct.es

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Situación del cultivo de la alcachofa en España Mª Victoria Ruiz Hernández y Mª Dolores de Miguel Gómez Universidad Politécnica de Cartagena Murcia, España 2 www.publicaciones.poscosecha.com Grupo THM

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Índice Origen y usos de la alcachofa

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La situación de la alcachofa en el mundo y la UE

5

La situación de la alcachofa en España

6

Conclusiones

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Bibliografía

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Información comercial

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Origen y usos de la alcachofa El origen de la alcachofa o alcaucil se ha ubicado en la cuenca del Mediterráneo, siendo esta planta el resultado de selecciones hechas por el hombre del cardo silvestre. Su nombre en latín es Cynara cardunculus var. scolymus L. y tradicionalmente ha sido cultivada en España. Fue Catalina de Médicis quien la llevó a Francia tras su unión con Enrique II, y fueron los franceses y españoles los que la introdujeron en California, donde es una plaga como planta invasora.

El aprovechamiento de esta hortaliza es elevado, ya que todos los órganos de la alcachofa pueden ser utilizados tras las transformaciones correspondientes o consumidas en fresco. La planta completa también es apreciada a modo ornamental por ejemplo, las cabezas florales maduras se usan para arreglos florales. Las raíces para preparar infusiones y para la extracción de inulina, un glúcido que actúa como edulcorante y que ayuda a mantener los niveles de glucosa en la sangre, además de estimular el apetito. Es una planta con importantes valores nutricionales, relacionados con su alto contenido en compuestos fenólicos, tales como flavonoides, junto con minerales, fibra y la mencionada inulina (Ercan et.al., 2007). El valor nutricional de la alcachofa por cada 100g de contenido comestible se encuentra reflejado en la Tabla 1 (Siicex, 2012). Las propiedades de la planta de la alcachofa son conocidas por su efecto digestivo, hepatoprotector, de reducción de colesterol y triglicéridos en sangre, diurética y depurativa, entre otras propiedades.

Las hojas se han utilizado desde hace décadas en la preparación de bebidas alcohólicas, productos farmacéuticos, como sustitutas del té en bolsitas de filtro, tisanas, cremas de belleza, como edulcorante y coagulante de la leche. La harina deshidratada sirve para alimentar a los animales y las nervaduras centrales pueden ser cocinadas en variedad de platos. Los capítulos florales y su base, son consumidos crudos o cocinados en más de 1000 recetas, de las cuales un elevado porcentaje tiene su origen en la cocina italiana. La industria alimentaria hace corazones congelados o rebozados, conservados en aceite, vinagre o vino, asados, a la parrilla, o mínimamente procesados (listos para comer o cocinar), marinados, o utilizados para rellenar ravioli, pan (corazones triturados añadidos a la masa), crepe, croquetas, tortillas, quiches, bocadillos, “pesto”, salsas, mouse, liofilizados, deshidratados (troceados o añadidos a la harina) como ingrediente para pasta, o listos para cocinar.

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De las semillas es posible extraer aceite, o usarlas para producir plantones. Los subproductos del campo o de la industria son usados como alimento para muchos animales, además de tener otros muchos usos, aún por descubrir (Bianco, 2007).

Tabla 1. Valor nutricional de la alcachofa por cada 100g de contenido comestible Agua

84,0g

Proteínas

2,7g

Lípidos

0,2g

Glúcidos disponibles

2,5g

Fibras

5,5g

Energía

22,0kcal

Sodio

133,0mg

Potasio

376,0mg

Hierro

1,0mg

Calcio

86,0mg

Fósforo

67,0mg

Niacina

0,5mg

Vitamina C

12,0mg

Fuente: Elaboración propia a partir de datos obtenidos de Siicex (2012).

La situación de la alcachofa en el mundo y la UE El cultivo

de

la alcachofa ha estado concentrado prácticamente en los países

mediterráneos, los cuales producen un 85% de la producción mundial, y más específicamente en países europeos, que producen un 62% de todas las alcachofas cultivadas en el mundo.

Mientras que Italia es el mayor productor mundial de alcachofa, con unas 50.000 hectáreas, y una producción anual de aproximadamente 475.000 toneladas; España es la segunda de la lista, con una producción en torno a 200.000 toneladas y 15.000 hectáreas en cultivo.(FAOSTAT, 2011). Otras grandes productoras de alcachofa son Francia, China, Argentina, Egipto, Chile, Argelia, Marruecos y Estados Unidos.

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En la Tabla 2 se observa que las producciones de alcachofa en el mundo y en la Unión Europea se han incrementado desde el año 2008 al 2012, manteniéndose relativamente estable en España. El porcentaje que representó nuestro país en 2012, en relación a la producción mundial de alcachofas es del 13%, y en relación a la Unión Europea es del 49%, lo que muestra la importancia de las producciones nacionales en Europa.

Tabla 2. Producciones de alcachofas en miles de toneladas 2008

2009

2010

2011

2012*

Mundo

1.376 1.387 1.441 1.549

1.655

Unión Europea

768

767

715

751

803

España

203

192

168

190

208

Fuentes: Elaboración propia a partir de MERCASA, 2011, 2012 y 2013. *Estimación.

La situación de la alcachofa en España A pesar de ser uno de los mayores productores mundiales de alcachofas, en los últimos años, la producción y superficie destinadas a su cultivo han descendido. Las principales zonas productoras se localizan en la costa mediterránea, con Murcia y la Comunidad Valenciana a la cabeza. Entre ambas representan el 60% de la superficie del cultivo, seguida por Andalucía con un 15%, sin olvidar a un área relevante como es el valle del Ebro.

La evolución que ha tenido la producción de alcachofa en España desde el año 1985 hasta el 2010 ha sido negativa, disminuyendo un 38% (Gráfica 1). En el periodo de 1985 a 1995, la principal productora de alcachofas dejó de ser la Comunidad Valenciana, cediendo protagonismo a la Región de Murcia. A pesar de que en el período de 2009 a 2012 (Tabla 3) la C. Valenciana ha aumentado su producción notablemente en comparación con el resto de comunidades, la R. de Murcia continúa siendo la mayor productora española. En esta Región, las comarcas del Campo de Cartagena y el Valle del Guadalentín son las más importantes, con un 50% y un 44% de la superficie en 2010, respectivamente.

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Gráfica 1. Evolución de la producción (tn) de la alcachofa

Tabla 3. Producciones españolas de alcachofas por CC.AA. (miles de toneladas) CC.AA.

2009

2010

2011

2012*

Murcia

80,0

75,0

78,3

86,0

C. Valenciana

46,5

35,8

44,4

61,6

Andalucía

36,3

31,8

29,7

30,0

Cataluña

14,7

15,9

10,5

10,2

Navarra

12,9

8,8

11,1

8,2

La Rioja

4,6

4,0

3,0

2,8

Otras CC.AA.

4,0

3,3

5,2

3,0

Total España

199,0

174,6 182,1 203,0

Fuente: Elaboración propia a partir de datos obtenidos del MAGRAMA y de MERCASA, 2013.

La Gráfica 2 muestra la evolución de la producción española de alcachofas durante los primeros once años del siglo XXI. En ella se aprecia el importante descenso que ha sufrido, especialmente desde el año 2004. En los tres últimos años de los que constan datos oficiales, la producción nacional ha ido creciendo, aunque los niveles de comienzo de siglo están lejos de ser alcanzados (Tabla 3 y Gráfica 2).

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En cuanto a los datos referentes a las superficies, el panorama es similar al de las producciones: en los últimos 25 años la superficie nacional ha decrecido un 45,6% (Gráfica 3). Esto unido al descenso en producción refleja la importante regresión que está sufriendo este cultivo en el país. A pesar del decrecimiento general, la Región de Murcia es también la que tiene una mayor superficie de plantaciones de alcachofa a nivel nacional.

Gráfica 3. Evolución de la superficie de la alcachofa en las principales zonas productoras españolas (ha)

Entre los años 2000 y 2011 la superficie cultivada de alcachofa en España ha presentado un decrecimiento paulatino a partir del año 2004, desde unas 19.000 hectáreas hasta cerca de 15.000 hectáreas en el año 2011 (Gráfica 4). El cultivo de esta hortaliza alcanzó su máximo histórico a final de la década de los años 80. Así en

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el año 1989 la superficie cultivada fue de 31.800 hectáreas en el ámbito nacional, y con unas 11.398 hectáreas, en la Región de Murcia (Condés, 2008).

Sin embargo, los rendimientos nacionales han aumentado cerca de un 14% en los últimos 25 años (Gráfica 5). Este hecho se puede relacionar con la mejora que ha habido en las técnicas de cultivo durante los últimos periodos de tiempo. Entre estas mejoras, se encuentra la sustitución del sistema de riego a manta por el sistema de riego por goteo, que en los últimos años en el Campo de Cartagena (Murcia) ha experimentado un incremento considerable, representando hoy en día un 95% de la superficie cultivada de alcachofa en la comarca que planta más alcachofas en España (García et al., 2013).

Por otro lado, los avances agronómicos en abonado y control de plagas son otros de los factores de mejora de los rendimientos, especialmente en la década desde 1985 hasta 1995. Como se aprecia en la Gráfica 5, a pesar de que los rendimientos aumentaron en la década mencionada, después sufrieron un descenso considerable hasta el año 2005, que comienza su lenta recuperación. Este hecho, a priori, no era de esperar, debido a los mencionados avances de las técnicas agronómicas, pero puede estar relacionado con los problemas degenerativos que afectan a la variedad predominante en los campos españoles, la Blanca de Tudela.

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Gráfica 5. Evolución del rendimiento (kg/ha) de la alcachofa

El valor alcanzado de la producción de la alcachofa entre los años 2000 y 2011 (Gráfica 6), ha sufrido amplias fluctuaciones, con fuerte caída en los años 2001, 2005, 2008 y de nuevo en 2011. El año 2010 supuso una recuperación del valor de esta hortaliza, encontrándose en niveles similares a los obtenidos al comienzo de la década. En la gráfica se aprecia la gran inestabilidad económica a la que se ven sometidos los productores de alcachofas y, en general, los agricultores

Prosiguiendo con la comercialización de la alcachofa en España, en los últimos años, sólo un 20-25% de la producción nacional total se destina al consumo en fresco, el resto es utilizada en la industria (Fernández, 2013), bien sea como corazones de alcachofa para conserva (75%) o en un menor grado, para congelado (25%). España, con un total anual de 10.603 toneladas, es la mayor exportadora de alcachofa en el mundo, seguida por Francia y Egipto. El destino principal de la exportación española 10 www.publicaciones.poscosecha.com Grupo THM

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es E.E.U.U., con un 47%, seguida por Italia (14%), Francia (13%), Alemania, Canadá, etc. (FAOSTAT, 2010; Macua, 2007).

La exportación de alcachofas para consumo en fresco sólo representa un 5-7% del total de la producción y provienen principalmente de las Comunidades Autónomas de Valencia (25%) y Murcia (50%) (Arcas y Fernández, 2006). Casi el 95% de las exportaciones españolas de alcachofas frescas van a Francia o Italia. En cuanto a la importación de alcachofas procesadas, en los últimos años ha incrementado, siendo Perú el principal proveedor (Fernández, 2013).

En el Gráfico 7, se puede observar la evolución de las exportaciones de alcachofa desde el 2007 hasta el 2012 en España, que en los dos últimos años han sido muy similares a los obtenidos en 2007. La mayoría de estas exportaciones se realizan entre noviembre y marzo (Macua, 2007). Cuando los precios en España son más elevados.

Como ya se ha mencionado, la alcachofa que se cultiva en España procede casi exclusivamente de clones de la variedad Blanca de Tudela. Esta variedad está aquejada de una serie de problemas degenerativos que hacen que las cosechas disminuyan. Esto está relacionado con el sistema de reproducción asexual empleado (zuecas). Estos aspectos suponen una pérdida de rentabilidad para los agricultores, que dependen del material vegetal que procede de Navarra (Blanca de Tudela). En la zona mediterránea se investigan nuevas variedades de semilla y técnicas de cultivo, para evitar los altos costes de la plantación con zuecas. Por otra parte, la sustitución de Blanca de Tudela por otras variedades, que sean capaces de competir durante su mismo ciclo productivo, se ve dificultada por los requerimientos del mercado español, en el que impera las cualidades comerciales como: la forma, aspecto y características de la variedad más popular. Excepcionalmente, hay una variedad de alcachofa violeta 11 www.publicaciones.poscosecha.com Grupo THM

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que se comercializa en los meses de julio y agosto en España, y que representan únicamente un uno por ciento del total de las ventas en el país.

Entre las prácticas culturales que actualmente se utilizan, por su eficacia, están los tratamientos hormonales con ácido giberélico (GA3), cuya aplicación a principios de otoño adelanta la producción de 15 a 20 días (Maroto, 1989), debido a la sustitución artificial de las horas-frío a las que se exponen las plantas. Uno de los inconvenientes de las variedades de semilla es su falta de precocidad con respecto a Blanca de Tudela. Esta traba, de la plantación con semilla, se compensa con un aumento de las dosis de ácido giberélico, con lo que el adelanto en la entrada en producción permite llegar al mercado cuando los precios son más altos, equiparando el período productivo de las variedades de semilla al de la variedad navarra. Los plantones producidos en Navarra, sí que acumulan una cantidad considerable de horas-frío, al estar más tiempo expuestas a bajas temperaturas, de manera que cuando son trasplantadas en lugares más cálidos (como Murcia o Valencia), su desarrollo es más fácil y rápido. Sin embargo, las variedades procedentes de semilla, al germinar y ser trasplantadas no acumulan esas horas de frío necesarias para su correcto desarrollo. La consecuencia de todo esto es que los tratamientos con GA3 están generalizados para que se consigan alcachofas más tempranas y con mejores precios, tanto en las plantaciones de Blanca de Tudela como en las de semilla, pero en el caso de estas últimas las dosis han de ser, necesariamente, mayores.

Un aspecto un tanto preocupante en cuanto a la viabilidad de estas nuevas variedades, es su dependencia del uso de fitohormonas. En un marco legislativo cada vez más restrictivo, al que se unen las limitaciones de los clientes que importan nuestros productos en la Unión Europea, esta dependencia de productos “en vías de extinción” no ayuda a la solución de los problemas por los que atraviesa la producción de alcachofas en España.

Otro motivo preocupante para los productores españoles es el crecimiento de las importaciones procedentes de países, como ya se ha mencionado, en los que los costes de producción son menores. Esto conlleva una ventaja competitiva considerable con respecto a España, al igual que ocurre con otros tantos productos.

Es en este contexto de sociedad globalizada donde la defensa y promoción de productos merecedores de distinción, bien sea por su origen, tradición y/o método de cultivo, se hace interesante e importante. Se conoce que el uso de marcas distintivas ayuda a la protección y estimulación de ciertos productos, evitando que, en algunos 12 www.publicaciones.poscosecha.com Grupo THM

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casos, lleguen a desaparecer ya que actúan como atrayentes para los consumidores.

Es el caso de la Indicación de Origen de Procedencia (IGP) de la alcachofa de Tudela, la Carxofa del Prat y la Denominación de Origen Protegida (DGP) de la de Benicarló, que son ejemplos claros de ello. Estos importantes distintivos han conseguido que con sus promociones y fiestas, su marca sea reconocida y conocida. En un contexto regional, dada la relevancia de la alcachofa en Murcia, sería interesante la obtención de una distinción tal como la Indicación de Origen Protegida en la misma, para que este cultivo, que no es mayoritario y está en recesión, no se vea amenazado. En este marco, la labor del Centro Tecnológico Nacional de la Conserva y Alimentación, situado en esta CCAA, podría ser decisiva para la consecución de la acreditación de este distintivo.

Desde otro enfoque más amplio y general, una de las estrategias a seguir y que beneficiaría al sector sería la obtención de cosechas más precoces de alcachofa, por ser éstas las que alcanzan mayores cotizaciones en fresco (véanse las Gráficas 9 y 10), dejando que la producción invernal restante se derive hacia la industria, lo que permitiría valorizar las producciones con destino en fresco. Además, este valor se incrementaría con los nuevos procesos y formas de presentación (IV y V Gama) (Macua, 2007).

El ensayo realizado por la Universidad Politécnica de Cartagena en su finca experimental de La Palma con Blanca de Tudela (BT) y la variedad procedente de semilla Symphony (Sy), ha proporcionado unos resultados que propician un análisis más amplio de la situación actual de la alcachofa en España. Para ello se han obtenido resultados con el empleo de ácido giberélico (GA3) y sin él, en ambas variedades.

La Tabla 4 y la Gráfica 8 muestran los resultados del estudio de costes en los cuatro supuestos estudiados: BT sin y con tratamiento y Sy sin y con el uso de GA3, con las dosis y aplicaciones necesarias en función de la variedad.

La variedad con mayor productividad total fue Symphony (sin aplicación de ácido giberélico), seguida por Blanca de Tudela (con aplicación de ácido giberélico), Symphony (con) y Blanca de Tudela (sin) (Tabla 4). La variedad que obtuvo un margen neto mayor fue Blanca de Tudela (con), seguida por Symphony (con). Entre las plantas que no fueron tratadas, Symphony tuvo el mayor margen neto, similar al obtenido con el tratamiento con GA3. El coste por kilogramo de alcachofa producido, o coste unitario, indica el precio mínimo a partir del cual el agricultor obtiene beneficios, 13 www.publicaciones.poscosecha.com Grupo THM

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es decir, el umbral de rentabilidad. Según estos resultados, el cultivo que tiene un coste unitario superior es el de Blanca de Tudela (sin) (0,48 €/kg). El menor coste unitario corresponde a la variedad Blanca de Tudela (con) y Symphony (sin), ambos con un coste unitario de 0,37 €/kg.

Tabla 4. Costes de producción de las variedades Blanca de Tudela y Symphony, con aplicación y sin aplicación de ácido giberélico BT * BT Sy ** Sy (sin) (con) (sin) (con) Producción total (kg/ha) 17384 21980 23188 19459 Producción media, destino fresco (kg/ha) 6616 8365 9900 8308 Producción media, destino industria 10768 13615 13288 11151 (kg/ha) Precio medio, fresco (€) 0,77 0,81 0,65 0,81 Precio medio, industria (€) 0,44 0,44 0,43 0,44 Total Ingresos (€/ha) 9832 12766 12149 11636 Total Costes 8369 8179 8530 7641 Margen Neto (€/ha): 1463 4588 3619 3995 Ingresos - C. Variables - C. Fijos Coste Unitario (€/kg): 0,48 0,37 0,37 0,39 Fuente: Elaboración propia. Datos actualizados a 2012. * Variedad BT. ** Variedad Sy.

Estos resultados indican que aún a pesar de la alta productividad de la variedad Symphony (sin), y de tener un menor coste unitario, su rentabilidad (margen neto) es menor que con el uso de GA3 en cualquiera de las dos variedades. Esto se entiende fácilmente observando la Gráfica 10, en la que aparecen los precios medios mensuales que cotiza la alcachofa en el mercado español, junto a las producciones mensuales de Symphony obtenidas en el experimento. El período productivo de Symphony (sin) es muy tardío, de febrero hasta abril, justo cuando los precios del mercado en fresco y en industria disminuyen ostensiblemente. Así, se entiende la necesidad que esta variedad tiene del empleo de sustancias que estimulen una entrada en producción más temprana.

Por otro lado, a pesar de que el empleo de GA3, en Symphony, hace que su margen neto aumente, este valor (3.995 €/ha) queda aún lejos del valor obtenido con la variedad tradicional (4.588 €/ha). Esto ocurre incluso cuando, con el empleo del mencionado tratamiento, los períodos productivos se equiparan (Gráficas 9 y 10), y el motivo es la menor productividad de la variedad procedente de semilla frente a Blanca de Tudela. Cabe destacar que en el caso de que no se usase GA3, la mayor producción y el menor coste unitario de Symphony, harían que esta variedad fuese mucho más rentable que Blanca de Tudela, a pesar de su corto período productivo.

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En relación a los costes fijos y variables (Gráfica 8) de todos los supuestos estudiados, la variación entre ellos no es muy notable. Dentro de los costes fijos, los impuestos, seguros y la renta de la tierra son la partida más considerable, incluidos los costes de oportunidad. En lo que respecta a los costes variables, la maquinaria y la mano de obra son los elementos más relevantes, con una importancia relativa similar. En esta gráfica se aprecia que con el empleo de GA3 o sin él, los costes variables de las materias primas no varían cuantiosamente.

El análisis de las series históricas de los precios mensuales (Gráficas 9 y 10), refleja que el precio de la alcachofa para consumo en fresco presenta valores muy elevados al comienzo de campaña, que van decayendo a partir de febrero. Los precios de la alcachofa destinada a la industria, a pesar de presentar una mayor estabilidad a lo largo de la campaña, son considerablemente inferiores a la destinada al consumo en fresco, por lo que la venta para consumo en fresco siempre es más interesante para el agricultor. A partir de febrero ambos precios disminuyen. Ahora, si la producción destinada al consumo en fresco puede ser económicamente más interesante, también es mucho más arriesgada e inestable en el tiempo (Condés et al, 2008). Quizá por este motivo la tendencia del destino de la producción en España ha variado, de ser principalmente a fresco, a producirse directamente para industria.

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Gráfica 9. Precios medios mensuales de la alcachofa y producciones mensuales de Blanca de Tudela

En la Gráfica 9, se puede observar que desde octubre hasta febrero, los precios son más altos, esto coincide con las mayores producciones de Blanca de Tudela (con), que desde diciembre hasta febrero tiene una producción mensual superior a los 5.000 kg/ha. La bajada de producción a partir de febrero, con el tratamiento de GA3 y sin él, coincide con la bajada de precios. Esta similitud en la evolución en el tiempo entre las producciones y los precios puede deberse a que, históricamente, la variedad cultivada en España ha sido Blanca de Tudela. Es por ello que los precios aplicables a Symphony son los obtenidos con la variedad predominante en España.

Un aspecto a tener en cuenta es que en algunos casos, las variedades procedentes de semilla suelen presentar una parada productiva entre los meses de enero y febrero, aún con el uso de ácido giberélico y este hecho no ocurrió en el experimento objeto de nuestro estudio.

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Gráfica 10. Precios medios mensuales de la alcachofa y producciones mensuales de Symphony

Conclusiones Analizados los problemas que afectan a la producción alcachofera en España, se entiende que la situación dista mucho de ser la más apropiada. La dependencia casi exclusiva de una única variedad,

con importantes problemas agronómicos

degenerativos, así como las opciones hasta ahora barajadas, no augura un futuro prometedor a la apertura de nuevas posibilidades del cultivo de la alcachofa en el país.

Respecto al futuro de la alcachofa, entre las nuevas alternativas se podría resaltar la búsqueda de nuevos mercados, entre estos lugares a los que exportar, destaca Alemania y los países Bálticos, lo que conllevaría un incremento de las producciones nacionales para abastecerles. Además es importante incrementar el consumo con adecuadas campañas de marketing, así como, potenciar la calidad de este producto a través de las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP), de las Denominaciones de Origen Protegidas (DOP), o mediante la creación de productos, con diversas formas de presentación y preparaciones, que sean rápidas y estén listas para su consumo (Fernández, 2013).

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Se hacen necesarios más estudios científicos y más soluciones innovadoras para solventar el estado por el que pasa la producción de alcachofas, de clara regresión y dependencia de aplicaciones hormonales, lo que hace peligrar la supervivencia de este cultivo, aún más si cabe, cuando para este tipo de aplicaciones se emitan leyes que prohíban su uso, como ha sucedido con otros productos fitosanitarios.

Las campañas de divulgación que presenten “nuevas” variedades, que den a conocer la inmensa cantidad de variedades de alcachofa existentes, innovaciones en las formas de preparado, el diseño de nuevas presentaciones valiéndose de tecnologías de las IV y V gama de productos, así como la divulgación de las diversas propiedades nutritivas, funcionales y decorativas, son acciones que pueden atraer a los consumidores a un mayor uso de esta rica hortaliza.

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