HGO NUEVA ERA Nº1 SEPTIEMBRE 2020 by hgonuevaeradigital

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nueva era

revista digital

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HGO NUEVA ERA En 1986 en Buenos Aires se desarrollaban distintos eventos culturales en distintas partes de la ciudad dedicado a la Republica de Italia. ”Italianísima ‘86”. Entre los distintos eventos en el CC Recoleta había una muestra de Hugo Pratt, ahí conocí a un joven José Mouzo , fan del tano como yo, lo conocimos en persona. Al volver a casa José también vivía como yo en Lanús, en el trayecto viajamos juntos en el colectivo 100.

HGO NUEVA ERA NÚMERO 1 4 DE SETIEMBRE DE 2020 DIRECTOR: CESAR ANTONIO VIDAL / 2 / 46 / 75 / 92 ARTE : PABLO J. MUÑOZ

Ahí nació la idea de hacer un fanzine, le pusimos HGO con el logo de Hora Cero.

COLABORAN: JOK / 1 (PORTADA) / 33 JOSÉ MASSAROLI / 3 CLAUDIO BRESSAN / 5 QUIQUE ALCATENA / 6 EMILIO BALCARCE / 7 FELIPE RICARDO AVILA / 7 BETO LORENZO / 20 / 21 CARLOS SCHERPAZ (OENLAO) / 29 TOMAS FRANCISCO / 29 JORGE MORHAIN / 32/ 36 EZEQUIEL ROSINGANA / 36 RAMS / 50 ALEJANDRO FRIED / 57 CHELO CANDIA / 58 LUIS ALBERTO DEL POPOLO / 69 LEA COMIX / 70 MARIO MILOCCO / 75 CATA GARCIA / 80 PABLO N. PEREYRA / 80 LUIS BALDINO / 86

Fuimos a la revista FIERRO y pusimos un aviso en la sección Anzuelos y plomadas de Tito Spataro pidiendo dibujantes y guionistas, por correo se comunicaron y en marzo de 1987 con tapa de Mario Milocco sale el número 1. Total diez números, toda una historia muchas veces contada. Hoy 33 años HGO vuelve en formato digital. ¡A disfrutarla! Cesar Antonio Vidal

PABLO S. FERNÁNDEZ / 94

producciones EDITA: MASTERCOMIC’S PRODUCCIONES HGO FUNDADA EN MARZO DE 1987 POR CESAR ANTONIO VIDAL- JOSÉ MOUZO FORTES CONTACTO: thebigcesar@live.com.ar

HGO

¿Qué significó para mí integrar la HGO? Por ese democrático y cultural segundo lustro de los ‘80, eran incipientes los términos “fanzine”, “arte underground”... La promoción de estas “alternativas artísticas” se conocía en los circuitos porteños más próximos a los centros culturales, en los que se transitaba con ciudadano y democrático goce. En el orden nacional, eran ya tradicionales las revistas de ediciones de La Urraca: Humor, Sexhumor, y Fierro (de historietas no tan convencionales). En ésta leí el anuncio clasificado en el que invitaban a unirse a los fundadores y a los que ya estaban. Y nos conocimos, y el grupo fue de gente amiga, talentosa, buena, voluntariosa, familiar, de avanzar con un proyecto que ya había publicado tres números cuando llegué. Habían reporteado a Ferro, a Altuna. Fuimos a eventos y exposiciones. Nos amadrinó Elsa de Oesterheld cuando se hizo la presentación en sociedad, y nos acompañó también Miguel Rep. Toda esa hermosa movida, fue, durante el lapso en el que estuve una etapa de las que se recuerdan siempre, una aventura épica. Mi deseo de que se reedite digitalmente, confirma aquel recuerdo, y un nuevo reencuentro. ¡Adelante! GIBREC (Claudio Bressan) - 7/8/2020 5

Felipe

Por Quique Alcatena

“Amaba las viejas historietas de Columba”

Felipe Ricardo Ávila nos dejó hace un tiempo ya, pero su recuerdo se quedó aquí, con todos los que lo conocimos, y que atesoramos. Es que era muy difícil no encariñarse con él. Como le sucedió a muchos, lo que me acercó a él fue el amor por la historieta, que ambos compartimos. De ese amor nace su proyecto “Rebrote”. En una época en que los kioscos ya habían dejado de ser el destino por excelencia de los compradores de historietas, lanzó varias revistas que buscaban reconquistar a ese lector perdido. Aunque la movida no prosperó, nada le quita el brillo a ese emprendimiento quijotesco, y tampoco logró desanimar a Felipe. Siempre volvía a armarse, nunca se dejaba avasallar por el resentimiento o la desazón. Amaba las viejas historietas de Columba, como muchos de su generación, como todos queremos a las historietas que de pibe nos deslumbraron y nos iniciaron en este perdurable cariño por este medio. En tiempos en que esas viejas glorias parecían un poco empañadas, Felipe, con muchos otros entusiastas que lo acompañaron, se encargó de celebrarlas, de rendirles homenaje, de que no fueran olvidadas. Pero a diferencia de otros que compartían su fervor por esa entrañable época de la historieta argentina, no creía que el medio se había agotado con el ocaso de esa era. Estaba atento a las nuevas obras y los nuevos autores, porque la historieta en nuestro país goza de admirable salud. En las revistas de “Rebrote”, tenían lugar tanto los renombrados de esos tiempos lejanos ya, como las jóvenes generaciones de artistas y guionistas. Una última viñeta muy personal: en una de las oportunidades que tuve de ir a visitarlo a la clínica donde estaba internado, estaba él en su cama, dibujando, con la hoja de papel apoyada en esas mesitas rodantes comunes en los hospitales, y a pesar de las dolencias físicas que lo aquejaban, charlaba entusiasmado sobre los muchos proyectos que tenía en mente. En la mesita junto a su cama , había una pila de libros publicadas por las nuevas editoriales que siguen apostando por el medio. Se te extraña mucho, querido Felipe. 6

SOLANO

En 1995 se hizo una reunión de dibujantes y guionistas de historietas para crear la agrupación ACHA. Yo llegué gracias a César, a quien conocía por haber estado con él en la revista HGO. En esa reunión estaban todos los “monstruos” cuyas historietas había disfrutado en mi adolescencia y copiado sus dibujos. Pero Solano López no estaba. El que había asistido para colaborar con una historieta inédita suya era su ayudante de años, Pol, quien luego de ver algunos dibujos míos me dio el número telefónico del maestro. No dejé pasar mucho tiempo hasta concretar una visita y a pesar que estaba en plena producción, se tomó un tiempo para mirar las páginas de dibujos a tinta china que yo llevaba. Y mientras lo hacía iba asintiendo con la cabeza e indicándome correcciones. A partir de ese día comencé a ir cada tanto a su casa de Belgrano con mis dibujos y él me daba consejos para mejorarlos. Ahí aprecié la humildad y generosidad de Solano que me enseñaba su arte sin pedir nada a cambio. Dejé de ir a verlo por mis horarios laborales hasta que un día estaba esperando a un amigo en la esquina de Corrientes y la 9 de Julio me crucé con Pol. ¿Existen las casualidades? Él me estaba buscando para preguntarme si quería ayudar a Solano y a él porque estaban cargados de trabajo. Por supuesto asentí y empecé a trabajar con ellos. Por aquel entonces les habían encargado unos dibujos para la película animada “Eva de Argentina” de Caras y Caretas y estaban haciendo la última parte del regreso del Eternauta, “El fin de Mundo”. Yo empecé pasando algunos dibujos a tinta y plantando uno que otro cuadrito a tinta.

LÓPEZ

Pol escribía el guión del Eternauta en conjuntos de 8 o 12 páginas para mandar a Italia; Solano lo leía y empezaba a diagramar las hojas. Primero delimitaba los cuadritos y, con una rapidez increíble, bocetaba cada escena. Luego terminaba de delinear los dibujos a lápiz y por último los pasaba a tinta. En este proceso me iba dando algo para hacer a lápiz o entintar y una vez terminado, Pol lo escaneaba para darle los últimos retoques y poner los textos. Solano trabajaba como un director de cine. Cada cuadrito lo veía como tomas de una escena en las que colocaba a los personajes en determinados lugares y poses cuidando la posición de la cámara. Era un tipo con el que se podía entablar cualquier tipo de conversación. Sabía mucho de historia y como descendiente del mariscal paraguayo que llevaba su mismo nombre, se apasionaba con los acontecimientos de la guerra del Paraguay. Fue así que fuimos a la presentación de una cátedra del historiador Norberto Galasso y le regaló unas reproducciones de su historieta sobre ese tema, percibiéndose una admiración mutua. Solano trabajó hasta el último momento de su vida y ya tenía la idea para su nueva historia antes de dejar este mundo. Indudablemente la historieta fue su pasión y lo demostró en la cantidad y variedad de historietas que nos legó.

Beto Lorenzo

MIMIMI

OESTERHELD Una vez más, me convocan a hablar de mi maestro.

O, como he dicho en público, con mi padre espiritual. Por Jorge Morhain

Mi auténtico padre, el panadero, fue para mí un hombre callado, ejemplar, capaz de guiarlo a uno por el camino recto, de estimularlo en el estudio y en la inclinación (rara) por la escritura. Callado, me compró una máquina de escribir marca Mercedes, de antes de la 2ª Guerra, con la que hice mi carrera. Pero era un panadero. De los mejores, sí, pero no un hombre de ideas ni de ciencia ni de expresión de sentimientos. Oesterheld cubrió ese ángulo. Niño, aun viviendo a la vuelta del Parque Centenario, llegaba a mi casa Bolsillitos. ¡Cuántos cuentos hermosos, cuántas ilustraciones extraordinarias! Alguna de Nelly Oesterheld. Algunas de Oski. Y la revista Gatito. Y la extraordinaria serie “El diario de 32

mi amiga…”, donde descubría a Tom Sawyer. También llegaba algún Misterix y algún Rayo Rojo. Cinemisterio. Por ahí, El Tony. Lo que llegaba en cantidad era Pif Paf, porque a la vuelta estaba el depósito y a los pibes nos regalaban revistas. No mudamos al campo. Ya no estaba Pif Paf, editorial Tor, cerca de mi casa. Es más, cerca de mi casa había vacas, ovejas, cardos, abrepuños, teros y chajás. No casas. Había, sí, un diariero que recorría el pueblo (aldea le cabía mejor) con diarios y revistas. Ahí empecé a leer verdaderamente. Pasaron algunos años hasta que compráramos una radio a batería. Si no, ni eso. Luis Scotto me traía libritos de cowboys (Rastros, y otros parecidos), de vez en cuando una policial (aunque allí las chicas sugerentes espantaban a los que miraban por sobre el hombro,

Arte exclusivo para esa nota: Jok 33

Oesterheld, sin Oesterheld, no les gustaba. Me había pasado algo parecido cuando me dieron Pehuén Curá. Lo que escribía extraordinariamente Julio Álvarez no podía escribirlo yo. A él no lo leían previamente. A mí me controlaban.

despreciando Chandler, Hammett, y tatos otros mucho mejores que Marcial Estefanía). De pronto, salió una revista grande, con cuentos y novelas que no eran de cowboys ni policiales. La revista Más Allá. El impacto fue como una camionada de cemento afirmando unas bases de edificio. El edificio era yo. Muchos años después oí de boca de don Boris Spivacow “¡Ósterel! ¡Ese muchacho hacía casi todo Más Allá!”. Mi madre se alarmó mucho cuando insistí en que llegaríamos a ir a la Luna. El director de la escuela desaconsejó “Más Allá”, mucha fantasía para el hijo del panadero y la lavandera. Y dejaron de comprármela. Pero… Un día Luis me trajo una nueva colección de cowboys: El Sargento Kirk. Fue otro golpe emocional. No tan profundo como el de Más Allá, porque yo ya era grandecito. Pero esos textos eran otra cosa. Esos y los de Bull Rockett, mes por medio. ¡Sufrimos, cuando dejaron de salir! Hubo investigaciones sobre el libro “Águila comanche”, anunciado en la serie Kirk, que nunca existió. A cambio, apareció Frontera mensual. Y Hora Cero. Y Hora Cero Semanal. Yo tenía 15 años. Y decidí, explícitamente, dedicar mi vida a escribir “como ese hombre”. Casi veinte años después dedicó un Eternauta “al colega y amigo Jorge Claudio Morhain”. “Escribió bien mi nombre”, le dije. “Mire el mío…”, contestó. Oesterheld. Cuando dejó Columba me pidieron Kilroy, que era una especie de Sargento Kirk. No pude hacerlo. El estilo de 34

Así que me convertí en escritor por HGO. Zonzo, elegí imitar al mejor. Claro, no estuve solo. Toda esa generación, la anterior y un par de siguientes y siguen las firmas estuvieron y están influenciados por la notable calidad del Viejo. Calidad de escritura, maestría en la narración. Pero sobre todo profundidad de los contenidos, seriedad de los temas tratados, del género que fueran. Y compromiso social. En la larga entrevista de Trillo y Saccomano le preguntan quién podría continuar “450 años de lucha contra el Imperialismo”. Oesterheld dijo: “Morhain”. Lamento no haber sido su amigo. Era callado, concentrado, siempre amable pero no conversador. Y yo tampoco. En los 90 pedí a María Rosa Lojo, mi profesora de Literatura en un master que estaba haciendo, hacer un análisis literario del Eternauta, que no lo había. Y salió “La Argentina Premonitoria en El Eternauta”, porque allí leí, descubrí, comprendí, la profundidad de su pensamiento, la lucidez de sus ideas, la capacidad premonitoria de los sucesos por él creados. Porque aquello que analizaba el los ’90, que él escribiera a fines de los ’50, eran los diez años de Dictadura de los ’70. Y hasta hay, en la parte de prosa que publicara el “Eternauta”, la revista, una terrible premonición respecto de sus hijas. Porque, no olvidemos, La vida de HGO y sus cuatro hijas es una tragedia. Un horror de la sociedad argentina. Sólo soportable, si fuera posible, al saber que no fueron cinco u once personas torturadas y masacradas, como los y las Oesterheld y sus maridos: fueron 30.000. Fui, sí, con orgullo, amigo de Elsa, su querida esposa, y lo soy de sus nietos. Pero la hiel en la garganta me sigue acompañando. El Viejo es mi único desaparecido cercano. HGO. Tan extraordinario que hasta nos enseñó cómo reaccionaríamos a una pandemia.

Cómo era Mariquita terremoto?

Venia a ser una anticipación de Mafalda, Periquita y La Pequeña Lulu. Fue una de las primeras historietas con una niña como protagonista.

sted dibujaba “Kid de río grande”, ¿Cómo se documentaba? ¿Era difícil en esa época?

Esa historieta era horrible, no tenía ninguna posibilidad de documentarme. Lo hacia en base a las películas que veía.

n la revista “El gorrión” publica “El vengador”, este se desarrollaba con anterioridad a “Batman”. ¿De donde nace el personaje?

Yo no lo creé, fue Raúl Rosarivo (quien lo hizo por veinte números). Después la editorial Lainez me lo cedió. Más adelante me piden que le cree un compañero con la condición que lleve el nombre de la revista (El Gorrión).

Chamuyos con BRECCIA

Reportaje originalmente publicado en revista HGO edición invierno 1988 (Año II, nº 5) Por César Antonio Vidal

ablemos de Leonardo Wadel, el creador de “Vito Nervio”.

Fue el que creo el oficio de guionista en la Argentina, junto a Dante Quinterno. En general el dibujante hacia los guiones, letra, color; no barría el piso de la editorial por casualidad. Entonces Quinterno, que pretendía dignificar el oficio, llama a guionistas y dibujantes y los hace trabajar en equipo. Cuando Cortinas se retira de la revista Quinterno me elije. Con la condición de imitar el estilo de Cortinas.

Tenía libertad para trabajar en la Editorial Dante Quinterno?

Si, siempre que no hubiera sexo, excesiva violencia, cadáveres mutilados, etc. “Patoruzito” era una revista que pretendía ir dirigida a la familia.

e los dibujantes de esa época ¿Cuáles son los que más le gustan?

Por sobre todos Salinas. Fue el maestro.

Extranjeros?

Me llamó mucho la atención una historieta que 47

se publicaba en la revista “Espinaca” (The Spirit era el comic). En aquellos tiempos los trabajos salían anónimos. Luego me enteré que el autor era Will Eisner. Lo concreto era que mientras yo hacia burradas, el realizaba una obra que lo colocaba en la historia del comic. Y solo me llevaba un año. Ahora somos amigos.

LLEGA SHERLOCK TIME

herlock Time muestra su primer vínculo con Oesterheld. ¿Le gustaba lo que hacia?

Sherlock Time me gustaba. Ahora ya no porque me parece muy pobre.

Cuál fue el episodio que mas le gustó?

La gota.

E l episodio de los tres ojos es

un adelanto total de “Alien”

la noche y la entrega era el lunes. Lo fuimos postergando hasta que la revista me dijo: “o lo haces o se acabó”. Justo me había sacado una muela, eso sumado al desgano… use collage. Simplemente para hacer más rápido el trabajo, ya ven que no hay nada misterioso.

Exacto. Y creo que el guión de la película esta afanado de n 1974 Oesterheld y usted esta historia. Con perdón de los Señores del Norte, que roban deciden retomar Mort Cinder ¿Qué pasó? bastante.

EL ROSTRO DE MORTCINDER Cuando tuvo que darle forma al rostro de Mort se inspiró en su ayudante Horacio Lalia ¿Eso fue una casualidad o vió en él reflejado el temple del personaje? Cuando Héctor me dio el argumento empecé a buscarle el punto justo, que a los dos nos conformara. Por lo que hubo varias idas y vueltas con el asunto del guión. Luego empecé a buscar la cara del protagonista. Practicaba rostros pero ninguno me convencía. Le pido, por lo tanto, a Héctor que retrase la aparición de Mort. Finalmente llega el momento de que aparezca en el cajón y Lalia (que se encargaba del archivo) se sienta y posa. Me gustó la cara para el personaje. Aunque no tenía nada que ver. El era un muchacho muy simple y macanudo. Nada tenebroso.

Después de “Mort Cinder”

usted dio un cambio total en el dibujo. ¿A qué se debe? Dejé el Mort Cinder en 1963 y con el dejo de dibujar por un lapso bastante largo. Retomo la historieta con “Richard Long”. Venia mal de dinero, no tenía ganas de dibujar. Era un sábado a

Héctor me dio un hermosísimo argumento de cowboys, se llamaba “Diligencia a cuchillo”. Demoré en hacerla. Cuando me decidí ya se lo había vendido a otro.

LOVECRAFT. MITOS Y DERECHOS DE AUTOR

L ovecraft. Empecé a leerlo sin saber que lo estaba haciendo. Cuando era muy joven compré una selección de cuentos que era muy buena, se llamaba “Narraciones Terroríficas”. Salía por el ´37 o el ´38. Me enteré posteriormente que era la versión castellana de una revista que dirigía el propio Lovecraft. Una noche, viajando por Europa (sería el ´59) me compré un libro de terror, en el camarote leí al azar un cuento llamado “El horror de Lundwich”. Entonces me dije “esto lo tengo que ilustrar”. Pero no tenía la solvencia grafica para hacerlo. Averiguando descubrí que tenía una saga de cuentos que conformaban Los Mitos De Chtulhu. Hay dos versiones de ellas, una traducida al alemán y otra por un español. Me guié por la última. Cerca del ´70 Alianza Editorial publica los “mitos”. Pero 48

aún me queda un cuento por tener. Era la ciudad sin nombre. Había sido editado en Barcelona. Finalmente un amigo me fotocopia la edición que está en la Biblioteca Nacional de Barcelona. Me pongo a dibujar, con la saga completa. Me lleva del ´73 al ´77. Y aún faltan tres o cuatro cuentos. Con algunos cuentos me voy a Europa, donde Modadori Editorial me los compró. Entonces descubrí que había que pagar derechos de autor. Tuve que convencer a los herederos para que me lo cedieran. Lo hicieron hasta el ´85. vio arreglo de pagarles el 35% de las ganancias. Me quedé con solo dos mangos.

¿ Qué diferencia encuentra

entre los guiones de Trillo y los de Oesterheld? No se pueden comparar. Son otra cosa, otra época. Héctor jugaba mucho con la aventura. Había roto con la mistificación del bueno sin fallas y el malo sin errores. Héctor fue el que abrió el camino para que luego lo siguieran guionistas como Trillo, Saccomanno, Sasturain y muchísimos más de primer nivel.

EL ETERNAUTA

¿ Qué pasó con el eternauta? Te puedo contestar de una forma muy simple, me equivoqué de tranvía. No era el medio para publicar El Eternauta. Era una revista frívola y sigue siéndolo. Ahora es más mierda que antes. Ellos querían hacer una historieta difícil, terminaron pidiendo disculpas. Apretaban para que se cortara. Yo prefería dejarla sin terminar. Pero Héctor decidió resumirla, por eso los monstruosos

textos de las últimas paginas.

orges aparece muy bien plantado en “Perramus”. Tiene relación la trama ¿Lee a Borges? A Borges lo leo desde que era muy joven. Aún sigo releyendo. Pero no fue mía la idea de incluirlo en Perramus.

U sted dice que no le gusta la

historieta. Borges opina “que la historieta es buena” porque une la imagen con el texto.

Por último, ¿Qué lo llevó a

realizar junto a su hijo (Enrique Breccia) la vida del Che Guevara? Esa fue una proposición de la Editorial Jorge Alvarez. Era una época de muchísima mishiadura. Entonces hice la vida del Che, como podía haber hecho la de Julián Centella. Diagramé el libro y lo ilustré desde el nacimiento del Che hasta que llega a Bolivia. A partir de este punto lo sigue Enrique en una labor excepcional. Ya casi no quedan ejemplares de esa edición. Hace poco salió una reedición en España, en base a fotocopias. Se perdió mucho. En esa época Enrique trabajaba sobre cartulina enyesada y yo con Gillette. Pero igual se editó.

Yo nunca dije que la historieta fuera mala. Solo que no leo historietas. Si la historieta la realizara un artista sería una obra se arte. Si la pintura la realizara un chambón Final. El reportaje a un Maestro mundial ha terminado. sería una cagada.

S i tuviera que elegir algo

de Borges para publicar ¿Qué elegiría?

Pero el arte de Breccia y su búsqueda de nuevas expresiones recién comienza. Aunque muchos años de labor parezcan decir lo contrario

Me gustaría hacer una trilogía. Constaría de “El hombre de la esquina rosada”, “El muerto” y “Sur”.

LA MUJER SEGÚN BRECCIA

E l hombre está muy marcado en

sus historietas ¿Por qué la mujer aparece solo como un personaje secundario?

Eso habría que preguntárselo a quienes escriben mis guiones. Otra razón es que no se dibujar mujeres lindas. Me salen feas. Me gusta dibujar viejas y fuleras. Las mujeres lindas son para mirar y otras cosas. Pero no para dibujar. 49

HGO GALERIA DE ILUSTRADORES ALEJANDRO

FRIED

Los sueños,

según Adolfo Mazzone

Así, Mazzone nos muestra la verdad de cada ser humano: Desaparecen las máscaras, con todo lo bueno y todo lo malo que ello implica. Para finalizar, un detalle bastante particular y misterioso: En el primer dibujo se aprecia con claridad la firma de Adolfo. En el resto, conforme pasan los números, su nombre es reemplazado por una serie de seudónimos: Douglas, Cheque, Inglés, Ricardo, Richard... Los trabajos son lo suficientemente buenos y parejos como para deducir que es siempre Mazzone el autor pero, ¿Es en realidad así? ¿Fue reemplazado por otro dibujante con estilo similar? ¿O hubo alguna desconocida razón por la cual él o la revista decidieron estos cambios? Incógnitas de nada sencilla resolución.

A fines de 1941 nacía en Buenos Aires el semanario Cascabel. De medidas inusuales (26 x 33cm aproximadamente), se preciaba de ser la publicación humorística de mayor tamaño. Además, la ilustración de tapa (a todo color) se extendía a la contratapa, por lo que no se podía entender lo que ocurría sin desplegarlas. En su interior, pinceladas de suaves amarillos y rosas, más una lámina central, también muy colorida. Pero quienes de verdad la hicieron grande fueron los dibujantes que la integraban: Lino Palacio (o Flax, cuando se trataba de caricaturas sobre la Segunda Guerra), Gubellini, Molas, Ianiro, participaciones del gran Saúl Steimberg, y, más adelante, nada menos que Oski junto a César Bruto. Entre ellos, asomaba otro talento que ya había demostrado sus condiciones en Patoruzú y Cara Sucia: Adolfo Mazzone, quien por ese entonces contaba con apenas 27 años.lfo En esa primera etapa de Cascabel, sin embargo, Mazzone no presentó ningún personaje nuevo sino una o media página titulada Los sueños, donde los anónimos y variados participantes confesaban sin proponérselo sus verdaderos deseos, como si se tratase de una radiografía mental. ¿Cúanto habrá influido el revolucionario crecimiento del Psicoanálisis entre fines de los 30 y principios de los 40 en Argentina? Recordemos que pocos años después Guillermo Divito crearía El otro Yo del Dr. Merengue... Vinculadas las ilustraciones o no con ese tema o profesión, lo cierto es que el creador de Capicúa brinda acabadas muestras de algunas de las principales virtudes de todo gran humorista: su poder de observación y reflexión, incluso sin necesidad de utilizar diálogos. Veamos los protagonistas que van desfilando número a número: un mótorman (conductor de tranvía), un mozo, una mucama, un canillita, un maestro, entre otros. Esto es, gente común, trabajadora, sacrificada, con postergaciones personales. Entonces allí, en ese instante de libertad que entraña (o no) todo sueño, ellos/as plasman sus verdaderos anhelos: ganar mucho dinero, pasar de dominados a dominadores, ser valorados, disfrutar de la vida, tomar decisiones, en definitiva triunfar y ser felices. No falta tampoco un lugar para anhelos menos positivos, pero que podrían funcionar como una descarga ante la difícil vida diaria: mentiras, revanchas, manipulaciones, cometer infracciones en la vía pública, etc.

Cascabel mantuvo las características indicadas al comienzo durante cierto tiempo. Luego, varios de sus célebres integrantes (entre ellos Mazzone) se marcharon, y la mayoría de los que quedaron evitaron escribir su verdadero apellido. La revista viró al tono sepia (tapa incluida), para presentar sus últimos números a la mitad de su tamaño original, y con menos páginas. De allí a su desaparición, hubo solo un paso... Mientras tanto, aquellos sufridos y frustrados personajes empezaron a creer que su vida podía cambiar, pero en sentido inverso a Cascabel... Las razones, muy diferentes y a la vez mucho más evidentes que la planteada con anterioridad, forman parte de otra historia. Luis Del Pópolo

Cesar Vidal - Mario Milocco / Color: Beto Lorenzo 79

Punk shock

El arbol E

sta historia comenzó luego de un día de clases, un grupo de jóvenes, tres para ser exacto. Siempre curiosos no solo en el aula y en la biblioteca de la escuela sino también afuera

Martín 20 años, había repetido dos veces el último año, pero iba a cursar para terminar y así sus padres no tener que recordarle todos los días mismo ,gustaba de asustar a los más pequeños con historias de fantasmas. Mauricio 18 años terminando el último año de estudios quería asistir a la universidad, Fanático de los insectos deseaba estudiar entomología. Ana 18 años ,ella quería seguir lo mismo que su madre ,ser médica. Siempre se juntaban terminado las clases a unas cuadras de la escuela, a contar historias Un día como cualquier otro se dan cuenta que el cocinero de la institución no se encontraba Marcos 49 años había estado trabajando desde hace años ,era una persona con la que se podía hablar de cualquier cosa te escuchaba ,daba consejos siempre muy atento a las necesidades que todos ,ya se había hecho un lugar no solo la escuela si no en el corazón de todos.

Relato e ilustraciones Luis Baldino

Los tres fueron directo a la dirección a preguntar a la directora que paso con Marcos Se fue por problemas personales - contestó una maestra Poco después de hablar se encontraron con el nuevo cocinero . Un hombre de más edad que el anterior, parecía un buen hombre, pero con. El correr de los días todo cambió ,tenía comportamientos extraños siempre llevaba una colección de autitos antiguos diciendo a todos los que le preguntaban por ellos que les traía suerte Martín decía saber de el por qué sus abuelos lo conocían, Un día dejaron las historias de lado y el les paso a contar sobre aquel hombre que de los que pocos sabían, ya que era muy reservado con su vida. Mis abuelos dicen que el hombre es un excelente cocinero, pero que esta loco -dijo Martín. La verdad es que tiene algo extraño, hoy con el calor que hacía era el único que vino abrigado como si fuera una ola polar, siempre que lo saludo esta como nervioso -dijo Mauricio Son sus cosas hay que dejarlo ,hace su trabajo y cumple el horario no hay que molestarlo ,no sabemos como es -dijo Ana. 87

El arbol Justamente no sabían cómo era el y que secreto guardaba. Martin comentó que sus abuelos dijeron que antes trabajaba en un taller de autos Más precisamente en un desarmado de autos ,era justamente donde tenía el su casa. Se dijo que tenía una mala experiencia en ese trabajo pero no quería recordarla Siempre que le preguntaban por ese oficio cambiaba el tema. A medida de que pasan las semanas nos dimos cuenta que vecinos del barrio empezaron a desaparecer y algunos comentaban que la última vez que los vieron habían recibido tarjetas en las que los citaban a supuestamente ganar un premio. Nos decidimos saber cuál era la causa por la que desaparecieron aquellas personas Si bien no era una decisión fácil nosotros sabíamos que era el ,así que decidimos seguirlo Hoy después de clases lo perseguimos hasta la casa -dijo Martín La idea era saber dónde vivía así podemos encontrar donde se escondía. Luego de decidir como llegaríamos a su casa ,solo quedaba esperar que se termine la jornada ,eran las 5 de la tarde ,si no nos dábamos prisa tendríamos que esperar otro día. Tratamos de que nos vea así que nos quedamos cuadras atrás, pero nos sorprendió ver que entro y salió rápido Se fue de la casa ,listo ! Aprovechemos ahora – dijo ansioso Martín No ,no ,no es buena idea y si vuelve que hacemos? Pregunto Mauricio. Si si tiene razón – dijo Ana Martín decidió entrar y nosotros lo seguimos no lo íbamos a dejar solo Cayo la noche y todo se oscureció, ,los esqueletos de los autos en la entrada dejaban en claro que era cierto lo del trabajo anterior. La casa no era muy grande ,lógico, era solo una persona la que vivía ahí .nos llamo poderosamente la atención un árbol con forma de brazos . Adentro había de todo, parecía más un taller mecánico que casa, lleno de herramientas . Miren ahí! Dijo Martín Sobre un estante había lo que parecía partes de autos pero junto con partes humanas Como una especie de esculturas mecánicas. Ana asustada quiso marcharse. Me voy de acá- dijo Quédate con nosotros ,solo tomamos fotos y Nos vamos-dijo Martín. Oigan este no es Alex? El de la panaderia? Pregunto Mauricio. Es verdad! Es el! El cuerpo estaba unido a un auto como si fuera un centauro metalizado Asustados se quisieron marchar pero era tarde . 88

El arbol Buscan a alguien? Se escucho desde la oscuridad. Quien es? Dijo Martín. De las sombras se notó la cara del cocinero ahora más cambiada Mostro su identidad se dejó ver Así que ya lo saben ,pero lamentablemente de acá no salen -dijo riendo Vamos a denunciar lo que vimos- dijo Ana Ya tengo fotos y las vamos a mostrar -grito Martín Corrimos por toda la casa buscando como salir Pero la oscuridad lo dificulta Corrimos y corrimos , teníamos que escapar. El cocinero adelantado ,no quería que se divulgara su secreto Así que empezó a perseguirnos ,con un gran hacha Empezó a romper todo lo que había, así logró alcanzar a Mauricio Asustado se quedó atrás y no pudo seguir. Y Mauricio?-pregunto Ana Estaba atrás mío! Lo agarro en cocinero!-Grito Martín Vamos a buscarlo -dijo Ana No! Volvamos y llamemos a la policia! Le dijo Martín apurando a Ana Temiendo que nos agarre y con angustia logramos correr y llevamos las pruebas que sacamos. Fue una historia difícil de creer para la policía del barrio pero con insistencia y al vernos desesperados, dimos las instrucciones precisas para llegar Pero todo fue en vano, cuando llegamos había solo escombros de lo que vimos , La casa y las evidencias quedaron bajo cenizas, él cocinero se encargó de desaparecer lo que había hecho durante tiempo. Junto con la policía y algunos vecinos lo buscamos por los alrededores, lo seguimos Corrimos en círculos y terminamos volviendo al sitio en donde se encontraba su hogar, Pero el cocinero con una carcajada aseguró Nunca van a atraparme! Le perdimos el rastro Pero logramos ver que sus pasos terminaron en el árbol Como por arte de magia desapareció. 90

Su cuerpo se había unido al árbol y quedó ahí para siempre. Lamentablemente no pudimos recuperar a Mauricio ,Se lo había llevado. Esta historia siempre la cuento a mis amigos de la universidad Algunos la creen ,otros no. Lo único es que recuerdo ese extraño momento que pasé junto a mis amigos ,cuando de camino cruzó el árbol. Fin 91

COLECCION

HGO

Homenaje a El Eternauta por PABLO S. FERNĂ NDEZ