Klossowski -Nietzsche y El Circulo Vicioso

Page 176

riencia de un fracaso en las que éste constituye la condición indispensable. Pero en esos casos interviene una operación diferente que supone otra organización. El fantasma sólo se produce enfundan del fracaso. Una expe-

riencia positiva va al encuentro del fantasma que condiciona esa organización. Esa clase de creadores elaboró una economía del fantasma que reguló por adelantado la oferta y la demanda entre las fuerzas alienantes y su escritura. Locos que eligen su estado de alienados como uno de tantos estereotipos. Saben lo que expresan a través de esos estados así estereotipados y que esos estados les sirven de medio de expresión. Pero, en el fondo, el medio de expresión sólo es una forma de hacer acto de presencia y, así, perturbar el orden de las cosas. Cualesquiera que sean sus experiencias, éstas no son el objeto de un intercambio entre la vida y el pensamiento, sino entre su visión de la vida y de su arte. Saben que son los fantasmas los que determinan sus experiencias y que su arte los reencuentra a voluntad. Ahora bien, ese momento querido espera a Nietzsche incluso más allá de la región del arte: a partir de que se ve separado de su interlocutora única e irrecuperable, inicia un camino que, para los testigos, conduce a la catástrofe –es decir, al momento pretendido de su propia metamorfosis. A continuación del fracaso con Lou, no sólo el maestro se queda sin discípula, sino que su virilidad queda insatisfecha: esa virilidad frustrada en 1883 constituye la herida profunda, ese hiatus en el que el yo de Nietzsche se desactualiza, se rompe: la creación de Zaratustra es sólo una compensación exterior, y no conduce a una compensación en el plano de la receptividad circundante. A partir de entonces, Nietzsche, por la distancia del pasado, reconstituye éste sobre las ruinas de su yo actual: reinterpreta el idilio de Tribschen y, rebajando a Wagner, revive más libremente la sensación experimentada en contacto con Cósima. Pero dejemos el esbozo de un análisis burdo y facilista que utilizara los recuerdos infantiles de Nietzsche (el sueño), los juveniles (el espectro), la delectación morbosa de Euforión, para bosquejar un “complejo” en el que el padre (Dios Padre) se volviese el Minotauro (con los rasgos de Wagner); la madre (no Franzisca Nietzsche) y la hermana (no Elisabeth) fuesen Ariadna (con los rasgos de Cósima) mientras que la madre de Nietzsche y su hermana Elisabeth serían las representantes rivales y punitivas de esa regresión.

190


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.