SOCIEDAD Y CULTURA DEL AGUA
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Convencido de que estaba a menos de dos días de navegación, de que me estaba aproximando a la tierra, tomé otro poco de agua en la cuenca de la mano y volví a acostarme en la borda, de cara al cielo, para que el sol no me diera en los pulmones.
Oxígeno, elemento presente en los océanos.
geográfica, evaporación, cercanía con las costas y las aportaciones de agua dulce por escurrimientos y por las descargas de los ríos. El Mar Rojo presenta una salinidad de 40%; el Mar Muerto2 presenta una salinidad en su superficie de 33%, y el mar Báltico tiene la menor salinidad, de 6%, y aún más baja la ubicada en los casquetes polares. El oxígeno es uno de los elementos que más abunda en los océanos; se encuentra en forma de gas disuelto y cumple una de las funciones más importantes para lograr el proceso de respiración de los animales provistos de branquias; en el caso de los mamíferos que habitan en los océanos, éstos realizan su proceso de respiración directamente de la atmósfera. Los océanos del mundo corren un grave peligro relacionado con el ciclo de renovación del oxígeno,3 mientras éstos se sigan utili-
zando como almacén de desechos generados por todo tipo de descargas. El hidrógeno, el nitrógeno, el carbono, el oxígeno y el fósforo son elementos fundamentales para todos los organismos vivos. El potasio, el sodio, el azufre, el cobre, el hierro, etc., son indispensables para la vida. Por su parte, el calcio contribuye en la conformación de los esqueletos y corales, y el silicio refuerza los caparazones. Uno de los científicos más interesados en el estudio de las propiedades curativas del agua de mar –hidrothalassa– fue sin duda René Quinton (1866-1925), que sin ser médico de profesión realizó diferentes experimentos con animales4 y seres humanos,5 al infiltrarles en el organismo agua de mar isotónica e isoterma; con las experiencias recopiladas escribió en 1905 El agua de mar, medio orgánico.
Cloruro 54.3% Sodio 30.2% Sulfato 7.6% Magnesio 3.7% Otros 1.9% Calcio 1.2% Potasio 1.1%
Para los fines descritos por René Quinton, no se trata nada más de ir a la playa, pararse en la orilla y recoger en una cubeta una porción de agua de mar y tomársela; esta agua de mar ha de extraerse a aproximadamente 10 metros de profundidad en las áreas del vórtice, donde se reduce la isotonicidad,6 y ser preparada en un ambiente estéril, sin elevación de temperatura y sin contacto con metales o procesos eléctricos, para preservar su carácter de medio vivo. El plasma marino de Quinton puede ser administrado tomando en cuenta las diversas patologías; en la mayoría de los
Vertientes | revista de comunicación interna de Conagua | Número 189 enero de 2012