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CAPÍTULO 7:
from EL DISEÑO EMOCIONAL
by hector.m.n
Máquinas emocionales
En este capítulo, Norman considera que las máquinas, al igual que los humanos y los animales, deberían tener emociones adaptadas a sus necesidades. El introducir robots en nuestros hogares requiere que la comunicación con las personas y otros robots sea fluida y comprensible.
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Las emociones son clave para el aprendizaje y la autosuperación, debemos sentirnos orgullosos de nuestros logros y sentirnos frustrados por nuestras derrotas para poder mejorar, aprender de los errores y evitar caer en peligros. Esta idea debería ser aplicable a los robots para que puedan valorar cada situación desde la experiencia y la emoción para tomar la mejor decisión, evitando por ejemplo caer por las escaleras sintiendo miedo a las alturas o sintiendo cansancio al agotarse su batería.
Donald imagina un futuro en el que las máquinas desarrollen cada vez más aplicaciones, sofisticándose aún más, llegando incluso a actuar como profesores y médicos, la forma de los cuales habrían sido diseñada a partir de su función para adaptarse a la perfección a la tarea a realizar. En su diseño, se debería evitar la forma humana, debido al efecto psicológico denominado “valle inquietante”. Esta teoría sugiere que a medida que un robot se acerca visualmente a la apariencia humana, la aceptación y atracción hacia él disminuye debido a que entran en conflicto la apariencia casi humanoide del robot y nuestras expectativas de un ser humano real.
La ciencia ficción es un género muy útil para la reflexión y la investigación de futuros posibles gracias al desarrollo de los escenarios detallados que proporcionan. Por ejemplo, la falta de rasgos distintivos que distingan a un ser humano real de un robot puede producir angustia, un conflicto descrito en la novela de Philip K. Dick “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?”, novela en la que se basan las películas de “blade runner” anteriormente descritas. Otro autor que profundiza en el tema ético o psicológico de los robots futuros es Isaac Asimov, el cual implementó cuatro leyes de la robótica en sus novelas, en las que el robot debe proteger al ser humano por acción o inacción a toda costa, obedecer sus ordenes y por último protegerse a sí mismo.
Norman alega que el desarrollo de máquinas inteligentes es a la vez inevitable y beneficioso, sobre todo en ambientes peligrosos para el ser humano, pero también presenta una serie de problemas como la ampliación de actividades ilegales o la falta de adaptación de la sociedad a las nuevas tecnologías que se desarrollan a pasos agigantados a cada día.
Retomando el principio de “amor-odio” en el que los beneficios superan al déficit de estas nuevas tecnologías, podemos encontrar ejemplos actuales de cómo se integran estas en nuestra vida cotidiana: Los robots e inteligencias artificiales han llegado para transformar de una vez por todas el sistema educativo. El modelo actual se reduce varias veces a dictar una conferencia ante un público generalizado, sin tener en cuenta las diferencias individuales del estudiante, obligándolos a prestar atención en asignaturas que encuentran carentes de interés y estudiar extensos documentos para preparar pruebas a libro cerrado y olvidarse de la gran mayoría del temario de forma casi inmediata tras terminar el examen, temario que consideran irrelevante para su vida cotidiana que en la mayoría de casos resulta ser cierto.

¿Cómo afectan las nuevas tecnologías a la docencia? Podemos observar qué ha sucedido tras la COVID-19, la vida académica se desarrollaba totalmente de forma telemática, impidiendo que los exámenes pudiesen hacerse de forma tradicional, lo cual permitió a los alumnos aprender a buscar información en la red, seleccionar mejores referentes online y aprender también a contrastar la información, fomentando los trabajos de investigación, los trabajos cooperativos y el pensamiento crítico. Otro ejemplo aún más actual de adaptabilidad al entorno digital en las escuelas es la aparición de las Inteligencias Artificiales (IA), lo que permite la personalización del aprendizaje para adaptarse a las necesidades individuales de los estudiantes haciéndolo atractivo y apasionante desde un punto de vista emocional, puede ofrecer tutorías virtuales, automatizar tareas administrativas o tediosas, a la vez que facilita tareas de investigación permitiendo que los docentes reales puedan dedicar su tiempo a hacer de mentores y guías, mejorando la forma de aprender y manteniendo la curiosidad del alumno y su capacidad de aprender por sí mismos cuando les sea necesario.










