XXII RENUEVOS
Al borde de la muerte me sentía, así, sin esperanza era mi rumbo; no encontraba luz en el opaco día, no hallaba ningún sueño en el mundo. A merced del crudo invierno y de vientos que acechaban; las aves no me habitaban ni se hallaban frutos tiernos, el otoño los secaba. El sol no salía a mi encuentro. Habiendo sed de desierto mi alma clamaba por agua; sin encontrar alimento mis vástagos no brotaban. Cuando sin pensarlo y sin creerlo un sol abrasador me envolvió. Comenzó a brotar lo seco, mis raíces no besaban el desierto, y así trasplantado hacia la vida en nueva tierra mi raíz se afirmó. Porque si el árbol fuere cortado aún queda de él esperanza, retoñará aún y su renuevo no faltará. Si se envejeciere en la tierra su raíz y su tronco fuere muerto en el polvo, al percibir el agua reverdecerá Y hará copa como planta nueva* ___________ *Job 14:7-9
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