Plato de carrilleras.
Flan casero.
y Alberto –dos seres humanos grandes con el vicio del disfrute con la cocina y el vino como seña de identidad– son los encargados de ayudar a la madre a llevar este barco al buen puerto. Le ayudan particularmente con su saber en el vino. No por nada son propietarios de Bodegas Canopy y llevan vinos como Malpaso, Loco, Tres Patas o Congo. Su casa cumple con un objetivo importantísimo: olvidamos lo de matar el hambre y gozamos. Además, consigue que la sonrisa se te congele en la cara. Razones hay unas cuantas: desde la visceralidad y ese creerse todo de Belarmino, a las habilidades de showman de Alberto, que hasta trabaja en la radio pero que podría dedicarse a cualquier historia.
He tenido la suerte de conocer este restaurante hace pocos días, pero me dicen mis amigos que hacen lo mismo desde siempre. Es un punto de reunión, una taberna canalla en la que suelen encontrarse gentes del mundo del vino, que acuden más a acompañar lo que beben con las buenas propuestas de Julia: la cuchara en el pote con la fabada, o con las verdinas. También esos arranques sencillos que están a disposición del
ningún queso, salsas o yogures. También hemos probado esos tomates secos elaborados en aceite aromatizado. Nos ha encantado que tengan una textura más hidratada y menos agresiva que los que solemos probar. Muy de moda están los chutneys, así que nos animamos a tomar en solitario –como los tomates– su chutney de frutas tropicales con mango, piña, papaya, azúcar, vinagre y una mezcla de especias. Es
muy equilibrado, con un toque agridulce excelente. Estos productos, que vienen de mano de Itziar y Alicia, cuestan seis euros cada envase de cristal con capacidad para 220 gramos. Son estos tres productos las novedades del catálogo de Liebanatural Mermela-
23 de marzo de 2013
RESTAURANTE ASTURIANOS Calle de Vallehermoso, 94 (Madrid) Teléfono: 915 33 59 47 Puntos: 12/20 Carta de vinos: 7/10
+ Info http://liebanatural.nuestrahuerta.com/
Fabes.
comensal, ya sean berberechos o mejillones. Asturianos es un compendio extraño. Opera una cocinera cuyo único oficio es el de dar bien de comer. Ellos son creativos, imprevisibles, por momentos caóticos, optimistas, siempre alegres, y te saben meter –siempre– en esa coctelera de influencias que despliegan en un salón pequeñito al fondo, al que se llega casi de costado. En la entrada hay una serie de mesas frente a la barrita en la que hacer una comida aún más informal a mediodía o por la tarde. Allí encuentras familias gozando de la buena comida. Y así llevan desde que empezaron. Alguien dice que piensan en global, pero trabajaban en local.
das Artesanales, en el que hay también otras propuestas, como la mermelada de fresas al cava, de higos con avellanas, de frutas del bosque, de naranja al orujo, de manzana silvestre con canela, de pera, u otras clásicas como las de melocotón, albaricoque, fresa o ciruela claudia. Son unos productos exquisitos en una larga lista en la que también quiero destacar esas cremas de membrillo con nueces, dulces de manzana, cremas de castaña o guarniciones de frutos silvestres, a 4,50 euros. Merece la pena probarlos. ONGASTRONOMÍA ❘ 43