Capítulo VI LA TIERRA PRIMITIVA O TIERRA-LUNA. DESARROLLO DE LOS ÁNGELES. NACIMIENTO DEL HOMBRE
La separación del sol y la tierra primitiva (realizada por las potencias de la segunda jerarquía: Principados, Dominaciones y Virtudes) tenía una doble finalidad. Primero arrancar del astro luminoso su núcleo más oscuro y más denso, ofreciendo este desecho como campo de acción al mundo luciferino para que sirviera de crisol a la humanidad naciente. Segundo, desembarazar de sus elementos inferiores al sol condensado y hacer de él el trono de los arcángeles y del Verbo mismo, permitiéndole así lucir con toda su fuerza y su pureza. La tierra y el sol constituyeron paralela y simultáneamente dos polos del mundo físico y moral destinados, mediante su Oposición y su acción combinada, a dar una mayor intensidad a la evolución planetaria. La tierra primitiva o tierra-luna era un astro formado por un núcleo líquido rodeado por una envuelta de gas inflamado. En su centro fermentaban todos los metales y minerales en fusión. Pero en la superficie se formó una corteza vegetal, una especie de toba leñosa y esponjosa en la que vivían enraizados parasitariamente