PAPIRO
SEGUNDA QUINCENA DE OCTUBRE DE 2008
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2 de noviembre no se olvida • Pepe Rock and Roll vigila a diario el comportamiento del río Grijalva porque “el agua es muy traicionera” • En 38 años el famoso negocio de cocteles Rock and Roll sólo ha cerrado 33 días, a causa de la inundación de 2007 RENÉ ALBERTO LÓPEZ La noche del 2 de noviembre de 2007, cuando las corrientes del río Grijalva invadieron las calles y comercios del centro histórico de Villahermosa, es una fecha imborrable para los habitantes de esa zona de la capital del estado. “La inundación del 2007 no se olvida”, expresan a casi un año de distancia los
comerciantes de la zona luz, sitio donde el agua alcanzó 1 metro 33 centímetros. Hoy, temen se repita el episodio con las lluvias pronosticadas para octubre en esta región del sureste.
el nivel del río Grijalva, cuyas corrientes pasan frente al primer cuadro de la capital. Al caer la tarde es enviado uno de sus trabajadores a que “le eche una miradita al río”.
Por eso, en esta nueva emergencia que enfrenta la entidad, todas las mañanas, antes de abrir su negocio, José Ortiz camina hasta el malecón para observar
En esa área, que conforma el centro histórico de la capital, a 70 metros del malecón, se ubica el negocio de cocteles Rock and Roll, propiedad de José Ortiz,
damnificado de la contingencia de 2007, quien desde que se enteró esta vez de la creciente en el río Grijalva, vigila el comportamiento del afluente. “Hay que estar pendiente porque el año pasado nos confiamos y el agua se nos vino de golpe y no dio tiempo de sacar los aparatos eléctricos ni muebles”, señala. Sin dejar de atender a los clientes, desde el mostrador admite: “estar preocupado”, y que decidió no cerrar la coctelería porque ahora sí se preparó ante cualquier contingencia. “Ya renté un local en la colonia Atasta (la zona alta de la ciudad), adonde trasladaríamos todo el equipo de refrigeración y mobiliario en caso de que la situación se ponga seria, pero hoy el río bajó y esperamos que siga así”, narra. El suyo fue de los pocos negocios que dieron servicio en el primer cuadro de la ciudad, pues los primeros días del mes de octubre, la mayoría de los propietarios prefirió desalojar sus negocios ante el temor de que se desborde otra vez el Grijalva, como hace casi un año.
La imagen fue tomada durante la inundación de noviembre de 2007. En la foto se observa a Pepe Rock and Roll, propietario de la coctelería, con un grupo de sus trabajadores, a las puertas de la coctelería de su propiedad, enclavado en la Zona Luz de Villahermosa. (Foto: Archivo Papiro)
Según un censo oficial, de los 440 comercios registrados sólo 10 por ciento estuvo operando entre el 1 y 6 de octubre. Los que abrieron resintieron pérdidas de entre 60 y 70 por ciento, asegura Salvador Samperio, coordinador de la zona luz. Conocido en Villahermosa y sus alrededores como Pepe Rock and Roll, el hombre de 55 años cuenta que en 38 años sólo ha cerrado su negocio 33 días. “Eso fue a partir del 3 de noviembre del año pasado, pues la noche anterior se inundó el local; fueron los días más largos de mi vida, porque soy un hombre acostumbrado al trabajo diario”, recordó. En esa ocasión su comercio, considerado el más famoso de la capital tabasqueña, tuvo pérdidas calculadas por su propietario en 150 mil pesos.
Aspecto de la avenida Méndez, en el centro de Villahermosa, durante la contingencia de 2007. (Foto: Archivo Papiro)
“Parece que este año ya la libramos, pero no hay que cantar victoria, lo mejor es estar checando el río, porque el agua es muy traicionera”, señala José Ortiz.