Periódico Corriente Alterna nro. 4

Page 16

Estudiante de Ingeniería Eléctrica Jefferson Torres 16

tria del sector privado, además de un incremento constante e insostenible de la deuda de las instituciones públicas con entidades bancarias. En complemento de lo anterior, cabe observar qué posición ha tomado el gobierno con respecto a este tema. Hace cerca de 2 años se lanzó un programa llamado “Ser pilo paga”, donde se financiaría la educación superior de los primeros 10.000 puestos de las pruebas Saber Pro para estudiantes pertenecientes a los niveles 1, 2 del Sisben. Cerca del 85% de los beneficiarios en el 2015 se matricularon en universidades privadas, en donde se distribuyeron $155.000 millones. Esta es una buena iniciativa pues le brinda, a una parte de los jóvenes de bajos recursos, la oportunidad de acceder a educación superior de calidad, además de obtener resultados alentadores. Por ejemplo, en el primer periodo de ejecución del programa, el 0,3% del total de beneficiarios obtuvieron calificaciones por encima de 4,7; el 1,8% entre 4,3, y 4,5, el 45% obtuvieron calificaciones entre 3,8 y 4,2; un 37% entre 3,5 y 3,7 el 14% calificaciones entre 3 y 3,7 y el 2,1 % reprobó. Sin embargo, existen algunas limitaciones y defectos del programa; por ejemplo, el monto financiado a las entidades públicas, correspondiente al 15% de los participantes totales, fue de, aproximadamente, $5.500.000, en comparación con los $ 11.500.000 que cuesta un estudiante en una universidad privada. Esto se presentó después de que el rector de la Universidad Nacional de Colombia, Ignacio Mantilla, le sugiriera a la Ministra de Educación que, para la segunda etapa, se le entregara al alma mater el costo real por estudiante y no el valor de la matrícula Es entendible que se busquen mecanismos para garantizar el acceso a la educación superior de los estudiantes con menores ingresos; pero, no es lógico que vayan a las universidades privadas si existen universidades públicas en la región que ofrecen los mismos programas. Tampoco es lógico que las universidades privadas reciban, por cada una de las matriculas, el mismo valor que cancela una familia pudiente. Puesto que el pago debería ser menor, ya que la universidad privada debería asumir una contrapartida para garan-

tizar la continuidad de un programa que, claramente, las beneficia. Según cálculos realizados por los investigadores María Patricia Asmar y Víctor Manuel Gómez, el valor de los 40.000 estudiantes financiados por este programa, es equivalente a las transferencias que hace la Nación a todas las universidades públicas. Dinero con el que se pueden financiar cerca de medio millón de estudiantes; en otras palabras, el programa “Ser pilo paga” absorbe los recursos de las universidades públicas, inyectándoselo a la universidad privada, agravando la ya crítica situación actual. De acuerdo con todo lo mencionado anteriormente, se puede llegar a la conclusión de que, en términos de cobertura, con respecto al siglo XX, Colombia ha mejorado, al postular un par de instituciones de educación superior como entidades de gran calidad, capaces de competir con otras instituciones reconocidas de la región. En términos de educación, Colombia aún presenta grandes desafíos y retos para sus próximos años; por ejemplo, garantizar un acceso a la educación superior más equitativo, sin importar cuáles son las capacidades económicas de cada postulante. Igualmente, un gran reto para el Gobierno, consiste en rescatar a las instituciones públicas de la crítica situación de desfinanciamiento que atraviesan, por medio de políticas e iniciativas que les devuelvan la razón de ser a estas, permitiéndoles enfocarse en la formación de profesionales íntegros y útiles para el desarrollo del país. Al superar la crisis y enfocarse en la calidad de sus profesionales, estas entidades pueden trabajar de forma mancomunada con el Estado, para fomentar e incentivar el estudio de carreras cuyos ejes temáticos sean afines a las necesidades industriales del país, carreras como: ingeniería, telecomunicaciones, construcción, logística, entre otras. Ofreciéndole al sector industrial una gran oferta de capital humano de calidad, capaz de satisfacer las necesidades y requerimientos de la misma. Por último y no siendo más, pido perdón por el tono fuerte y crítico con el cual se desarrolló este escrito, donde se cuestionaron las políticas incorporadas por el gobierno y la situación actual de la educación pública del país. Empero, pienso


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.