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Atención Compradores de Walmart
Escrito por Dr. Doug Ford, Production Animal Consultation, y Dr. Greg Quakenbush, Geissler Corp.
Traducido por Jose Valles, Production Animal Consultation
Todos hemos experimentado ese torrente de adrenalina cuando la luz amarilla de precaución se prende en una intersección muy transitada. La gran pregunta en la mente de todos es, “¿Puedo ganarle a la luz, o hago rechinar los neumáticos para detenerme incómodamente?” En este día en particular, mi increíble técnico veterinario Jimi y yo elegimos el plan B. Resulta que esta decisión nos puso en primer lugar, estacionados junto a un vagabundo y su compañero pit bull mestizo en la mediana de la calle. Su ropa estaba sucia y andrajosa. Estaba descuidado, sin afeitar con un gran letrero de cartón que decía “cualquier cosa ayudará,” escrito con un marcador negro. Mientras estábamos sentados incómodamente, ansiosos por que la luz se pusiera en verde, podía ver por el rabillo de mi ojo izquierdo sus grandes ojos marrones mirándome lastimosamente. Parecía que esa luz nunca cambiaría. Finalmente, con un suspiro de alivio, la luz del semáforo se puso en verde y seguimos manejando hacia la puesta del sol. No hubo conversación entre Jimi y yo, pero los dos estábamos un poco desconcertados y avergonzados por la forma en que manejamos la situación. Pasaron varias semanas sin pensar más en nuestra experiencia.
Resulta que una vez al mes en viernes por la noche, Jimi y su hijo Teagan de nueve años se alistan para ir de compras al Walmart local. Ella dice que la experiencia es menos saturada y traumática después de las 10:00 p.m. La mayoría de los pasillos estaban desiertos y su carrito estaba lleno hasta el borde. Giró por el pasillo de las bebidas y a la distancia pudo distinguir la silueta de un hombre. A medida que se acercaban, lo adivinaste, nuestro vagabundo se acercaba en dirección de las 12:00. Jimi acerco su carrito a la orilla de la sección de agua embotellada para ceder el paso mientras apartaba estratégicamente su mirada. Tengan en mente que Teagan creció en un establo de subasta, es muy sociable, y no conoce a un extraño. A medida que el hombre precedió a pasar, Teagan miró hacia arriba con una gran sonrisa, extendió su mano y dijo, “¡Hola, mi nombre es Teagan!” El hombre extendió su mano y con una voz ronca de 5 cajetillas de Marlboro al día, dijo, “Hola, Teagan. Soy Frank.” Intercambiaron una pequeña platica y cada uno siguió su camino. Por cosas del destino, se cruzaron en cada pasillo durante los siguientes 30 minutos, y cada vez Teagan exclamaba audazmente, “¡Mira mamá, ahí está Frank!” Aliviada de llegar a la única estación de cajero abierta, Jimi comenzó la tarea de descargar los comestibles y como todas las mamás, se preguntó, “¿En realidad necesitaba comprar todas estas cosas?” ¿De donde salió esta barra de chocolate?” Ella miró hacia arriba solo para encontrar a Frank en la fila detrás de ella. Teagan no pudo resistir otra oportunidad para platicar con su nuevo amigo a medida que Frank se hinco sobre una rodilla para interactuar con Teagan a su nivel. Compartieron algunas cuantas palabras más y siguieron sus caminos. Por incómoda que pareciera la situación, Frank resultó ser un gran tipo. ¡Fin de la historia!
Varias semanas después, dos días después de una fuerte tormenta de granizo en Colorado, la alarma de la entrada de nuestra casa sonó alrededor de las 7:00 p.m. Esta fue una de las primeras noches que llegue a casa antes de las 9:00 p.m., y estaba esperando pasaruna noche relajada con mi hermosa esposa Jan y un episodio de Gunsmoke. Mientras miraba hacia el camino de entrada, una vieja camioneta Ford 68 blanca adornada con múltiples letreros doblo en la esquina. ¿Recuerdo haber pensado quién podría ser y qué tan rápido podría darle la despedida? De manera renuente, salí por la puerta principal para ver a un hombre tatuado de aspecto rudo con una larga cola de caballo y un sombrero de expedición de Indiana Jones. Los letreros de su camioneta decían, “Techador para alquilar, reparaciones de daños por granizo a precios de descuento, garantía incondicional de devolución de dinero.” Molesto, me acerqué completamente preparado para mandarlo a freír espárragos. Me entregó una tarjeta de presentación y dijo con una voz agradable y sincera, “Dios mío, qué hermoso lugar.” ¿Que podría decir? Compartió que trabajaba tiempo completo como vigilante nocturno tratando desesperadamente de despegar su negocio de techos y paneles solares. En ese momento, estaba un poco avergonzado de no haber sido más participativo. Lo que dijo después me cortó rápido. Él dijo, “Gracias señor por ser tan amable.” En el fondo, fui todo menos cordial y amable cuando salí de la casa con mi actitud de Clint Eastwood de “salte de mi jardín”. Dos veces en un mes fui puesto en una situación similar. ¡Lo que yo llamo un momento espiritual con punto de enumeración, donde esa vocecita me habla directamente! Desafortunadamente, ambas veces fallé la prueba. ¿Mas tarde me pregunté, “Que tal si esos dos caballeros eran un ángel o Jesús disfrazado?” Nadie debería tener que agradecerte por ser amable. Con demasiada frecuencia juzgamos a las personas por su apariencia o su posición en la vida sin conocer el resto de la historia. Tal vez si miráramos constantemente a las personas a través de los ojos de un niño, buscando lo bueno y no lo obvio, todos estaríamos un poco mejor. ¡Señor, prometo ser más consciente y hacerlo mejor!
Cavando más profundo
La clásica historia bíblica sobre el trato con desconocidos se encuentra en una parábola contada por Jesús en Lucas 10:25-37. Surge de una conversación que Jesús estaba teniendo con un abogado que estaba intentando atraparlo o desafiarlo. La conversación se reduce al punto en que el abogado responde correctamente a una pregunta legal judía planteada por Jesús con la respuesta (abreviada) “... amar a tu vecino como a ti mismo.” Jesús elogia al experto por dar la respuesta correcta y lo alienta a vivir el mandamiento que acaba de citar. Sin embargo, el consejero, todavía buscando superar a Jesús, responde con una pregunta capciosa final... “¿y quien es mi vecino?”
La respuesta de Jesús a esta pregunta, “¿Quien es mi vecino?”, conduce a la conocida parábola del buen samaritano. La parábola implica a un hombre que es golpeado por ladrones y esencialmente dejado morir. Varios ciudadanos judíos prominentes se encuentran con el hombre, pero solo un samaritano (que eran despreciados por los judíos) tuvo compasión de la víctima y tomó medidas para cuidarlo y mantenerlo. Al final, la respuesta a la pregunta “¿Quien es mi vecino?” se responde en dos partes: (1) nuestro vecino es quien se cruza en nuestro camino, y (2) desde la perspectiva del hombre herido, su vecino fue el que le tuvo compasión y le mostro misericordia.
Es interesante descubrir que brindar bondad a los desconocidos se considera una virtud y se tiene en alta estima en las antiguas culturas del Medio Oriente, judías y Greco-Romanas. La palabra griega utilizada en las escrituras originales del Nuevo Testamento para describir esta acción era filoxenia. Filoxenia (de philos significando amar y xenos significando desconocido) significa literalmente un amante de los desconocidos. Conocemos mejor este término por su traducción al ingles... hospitalidad.
La siguiente es una muestra de dos versículos de la Biblia que resaltan el concepto único e importante de cuidar a los desconocidos:
Hebreos 13:2 (NTV) No se olviden de brindar hospitalidad a los desconocidos, porque algunos que lo han hecho, ¡han hospedado ángeles sin darse cuenta!
Mateo 25:35-36 (NTV) Pues tuve hambre, y me alimentaron. Tuve sed, y me dieron de beber. Fui un desconocido y me invitaron a su hogar. Estuve desnudo, y me dieron ropa. Estuve enfermo, y me cuidaron. Estuve en prisión, y me visitaron.
Hebreos 13:2 indica que nuestro trato amable y hospitalario con los desconocidos es una directiva espiritual que es probable que “descuidemos”. ¿Por qué? ¿Y que hay sobre, sin saberlo, haber entretenido ángeles en el proceso? ¿Es posible que Frank haya sido un ángel y quien se acerco cálidamente a él fue Teagan, un niño de nueve años? Tal vez Frank era un ángel, y el propósito de todo el encuentro fue servir de ejemplo para nuestra parábola de PAC y llamar nuestra atención sobre este tema.
Mientras que el hospedaje desconocido y cuidado de los ángeles le sucedió a Abraham (Genesis 18:2-8) y a Lot (Genesis 19:1-3) y podría sucederle a usted, esta no debería ser nuestra principal motivación. La mayor lección es que con los desconocidos, literalmente, no conocemos su historia o su situación. Bien puede ser que, en nuestra participación con ellos, somos nosotros los que finalmente seremos bendecidos y beneficiados por el encuentro, sea un ángel o no.
Mateo 25:35-36 debe ser el estándar de oro con respecto a la hospitalidad para los desconocidos. Comida, bebida, amabilidad, ropa, visitas a la prisión... ¿todo para un desconocido? No es de extrañar que este tipo de cuidado u hospitalidad eran considerados como una virtud en tiempos pasados.
Reflexiones Finales
Proverbios 19:17 (NTV) Si ayudas al pobre, le prestas al Señor, ¡y él te lo pagara!
Proverbios 11:25 (NTV) El generoso prosperará, y el que reanima a otros será reanimado.
Mateo 5:42 (NTV) Dales a los que te pidan, y no des la espalda a quienes te pidan prestado.
1 Pedro 4:9 (NVI) Practiquen la hospitalidad entre ustedes sin quejarse.
Al ofrecer verdadera hospitalidad (filoxenia), somos un conducto de la gracia y la misericordia de Dios hacia los demás, no basado en su merito o valor. Como aquellos que han dedicado sus vidas a ser excelentes “cuidadores” de la ganadería, aquí un pequeño empujón e incluir al “cuidador de otros” como parte de nuestro legado.
Doug Ford, Doctor de Medicina Veterinaria (DVM, por sus siglas en ingles) es el dueño de Beaver Creek Veterinary Clinic en Brush, Colorado. Doug obtuvo su titulo de DVM de la Universidad Estatal de Colorado. Brush, Colorado ha sido su casa desde que se graduó de la Universidad Estatal de Colorado. La práctica del Dr. Doug ha sido notablemente diversa durante más de 40 años de medicina veterinaria. Perros, gatos, vaca/becerro, corrales de engorda, dos establos de subasta y la castración de vaquillas para pastoreo. Los últimos 20 años de practica han sido 50% en grandes lecherías y 50% en ganado de carne (castración, vaca/becerro, y corrales de engorda). En 2005, a Doug se le dio el privilegio de convertirse en uno de los seis miembros fundadores de PAC. Doug y su esposa Jan se dedican al rancho en su tiempo “libre”. También están muy involucrados en el proyecto de desarrollo de un humedal en el río South Platte cerca de Snyder, Colorado. El padre de Doug solía decir, “Sube tus calificaciones. ¿Quieres crecer para ser un cavador de zanjas?” Doug no tenía idea de lo divertido que es jugar en la tierra con las topadoras y excavadoras. Se siente realmente bendecido y cree que los mejores días están por llegar.
Greg Quakenbush, Doctor de Medicina Veterinaria (DVM, por sus siglas en ingles) se graduó en 1978 de la Universidad Estatal de Colorado y paso 16 años en la práctica de grandes especies en Porterville, California. Durante 19 años, el Dr. Q trabajó para Zoetis (Pfizer) y fue director del equipo de Servicios Técnicos de Ganado de EE. UU. Desde el 2013, el Dr. Q ha trabajado con Geissler Corporation ayudando en el desarrollo de nuevas tecnologías de diagnóstico veterinario. El Dr. Q disfruta el estudio de la Biblia, los deportes de tiro, la pesca con mosca, y ser agricultor de tiempo parcial cultivando cítricos y nueces en el valle central de California.