Con esto de que faltan euros por todos lados y que se ha puesto de moda lo de andar pidiendo al personal el dinero para sacar adelante lo que se nos pasa por la cabeza, vienen los del otro lado del charco y nos presentan una nueva consola para nuestros salones. Ouya la han llamado, y en menos de 24 horas consiguieron duplicar lo que pedían para echar a andar el proyecto. Con ella pretenden demostrar que es posible trasladar el modelo de negocio de los móviles a las consolas de sobremesa. Sobre el papel, interesante.