Desde que realizó su primera muestra individual en Caracas en 1985, la obra de Pedro Fermín despuntó por su elegancia y por la rigurosidad de los planeamientos que la sustentan. Aunque el trabajo de Fermín se ha desarrollado bajo la influencia de las grandes corrientes de la abstracción geométrica y el constructivismo, el artista ha renovado estos lenguajes mediante una sabia y compleja utilización de los materiales, del análisis de las formas y del estudio del espacio.
En estas catorce piezas, realizadas entre los años 2010 y 2014, se puede hacer un seguimiento de la noción que Fermín actualiza sobre la forma, a la que atiende como un cuerpo que se transforma constantemente no solo a nivel físico, sino envolviendo nuestra percepción y pensamiento.