‐
la intención del uso que se le dará a la información recogida
Cuando se hace mención a las relaciones entre entrevistado y entrevistador, únicamente se habla del fin de la misma desde un criterio profesional. Esto significa que todo lo que allí acontece es usado con fines diagnósticos para poder determinar si una persona o grupo están en condiciones de participar de determinadas acciones; si necesitan reforzar, actualizar, perfeccionar sus aprendizajes previos. Si es necesario que integren grupos de prueba para determinar si han elegido correctamente su orientación laboral o formativa. Si pueden constatar que sus aspiraciones de participación se satisfacen en los ámbitos que se les ofrecen. Si los roles posibles a desempeñar coinciden con sus fantasías de protagonismo y tantas otras situaciones que pueden darse. No con el fin de emitir juicios de valor sobre nadie ni sobre ninguna situación dada. La relación entre entrevistado y entrevistador, si bien debe darse en un clima de cordialidad, de respeto mutuo, confianza recíproca, distensión, no significa que se intercambien los roles, ni se transgredan las normas de la relación, ni se establezcan relaciones amistosas para garantizar la validez de la información ofrecida. Con relación al campo de la entrevista significa que debe hacerse explícito, desde un comienzo, sobre qué aspectos de la historia, experiencia y proyección hacia el futuro del entrevistado se va a trabajar. De esta manera, los datos obtenidos servirán como información veraz y valedera a quienes la utilizarán. En toda entrevista, el entrevistado tiene organizada una historia de su vida y un esquema de su presente. De esa historia y de ese esquema se decide, conjuntamente, sobre el futuro. Pero, es muy común que en el transcurso de los relatos, ciertos temas de esa historia y de ese esquema promuevan angustias, temores, contradicciones, desconfianzas, miedos, fantasías, que actúan como elementos distorsionantes o confundan las posibles conclusiones. Estos son los datos que hay que observar, registrar muy cuidadosamente, analizar comparativamente y no valerse de una sola instancia indagatoria, no formular conclusiones a priori obtenidas más por nuestra intuición que por la comprobación científica de lo obtenido, para no sacar conclusiones apresuradas, ni 29