¿Eres capaz de descifrar las señales silenciosas que los demás intentan ocultarte?
Tu intuición te susurra, pero sus mensajes son tan fugaces que no te da tiempo ni siquiera de tomarla en cuenta durante una conversación.
Por ejemplo, ante algo que dijiste, la otra persona arrugó la cara por un instante.
¿Sería por contrariedad hacia lo que dijiste, o más bien algo que recordaron?
También respiraron profundo y vieron a otro lado.
¿Estarán en desacuerdo con lo que dijiste?
¿Por qué cuando te dicen que 'sí', pareciera que lo hacen a regañadientes?
Imagina cuánto te estás perdiendo al no saber interpretar el lenguaje corporal de quienes te rodean.
¿No sería mejor que fueses capaz de leer el lenguaje corporal de los demás?
Pero así como no puedes aprender inglés de un día para otro, lo mismo ocurre con el lenguaje corporal.
Con la diferencia que en lo que respecta al inglés, el idioma no viene 'preprogramado' en tu cerebro, por lo que su aprendizaje requiere esfuerzo y tiempo.