HISTORIA I LA FOTOGRAFÍA NOCTURNA
CÓMO LLEGAMOS HASTA AQUÍ (PARTE I)
E
l saber, la cultura y la capacidad de aprendizaje, son términos ligados al ser humano. Por este motivo, se dan cita en esta primera entrega de un pequeño repaso a los orígenes de la fotografía nocturna algunos fotógrafos representativos de los últimos 150 años. Son, de un modo u otro, responsables de que la fotografía nocturna tenga hoy en día la posición tan respetada que ostenta. Veamos qué fotógrafos contribuyeron con su trabajo a que la fotografía, en particular la fotografía nocturna, esté hoy día donde está. En el año 1840, John W. Draper, fotógrafo americano, realiza el daguerrotipo más antiguo que se conoce de la Luna, con una exposición de nada menos que veinte minutos de exposición. En 1849, John Adams Whipple y George Phillips Bond, realizan daguerrotipos lunares con telescopios equipados con un reloj y un mecanismo para sincronizar dicho telescopio con el movimiento de rotación terrestre y poder seguir el movimiento de la Luna en el cielo durante sus exposiciones. Tan solo un año después, en 1850, Thomas Easterly es el primero en captar un relámpago en un daguerrotipo. En 1861, Félix Nadar fotografía las catacumbas y alcantarillas de París. Para lograrlo llevó consigo cien placas, lámparas de magnesio y luz eléctrica con primitivas baterías. En esta ocasión utilizó maniquíes para representar a los trabajadores, debido a que los largos tiempos de exposición dificultaban utilizar modelos humanos. Cuatro años más tarde, en 1865, Charles Piazzi Smyth, astrónomo real de Escocia, utiliza flash de magnesio disparado por cable para fotografiar el interior de los pasajes de la Gran Pirámide de Giza. Hubo que esperar hasta 1896 para que William Fraser tomara las primeras fotografías nocturnas de la ciudad de Nueva York.
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Ogle Winston Link y George Thom con su set de iluminación (1956). Ahora bien, si hacemos una comparativa del trabajo de estos autores con el actual, yo diría que, mientras que a nosotros a veces nos cuesta fotografiar la Luna, John W. Draper empezó a hacerlo en 1840. Nueve años más tarde John Adams Whipple y George Phillips Bond ya hacían seguimiento con telescopio, cuando nosotros ahora apenas usamos monturas ecuatoriales, salvo que seamos expertos astrofotógrafos. Fijaos la dificultad que nos supone hoy en día fotografiar fenómenos atmosféricos como pueden ser relámpagos o rayos y, sin embargo, en el lejano año 1850 el señor Thomas Easterly ya lo había logrado; mientras que en 1861 ya se hacían escenas de larga exposición con personas gracias a Félix Nadar.
Si hoy en día usamos un flash para iluminar una ruina o vehículo por dentro, en 1865 era una práctica habitual para Charles Piazzi. Por otra parte, cuando nuestro sueño puede ser fotografiar la capital del mundo, Nueva York ya había sido retratada por la noche de la mano de William Fraser en 1896… Como veis, amigos, heredamos el trabajo y la experimentación que ocurre desde hace más de un siglo y medio. Debemos, por tanto, experimentar y hacer cosas nuevas, para que dentro de otros 150 años se pueda decir lo mismo de nosotros.
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Mario Rubio
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