D e r e c h a e I z q u ie r d a
rasgo característico de la izquierda sería el concepto, que es a la vez un valor (y, como «tradición», un valor positivo) de emancipación. La referencia a la tradi ción entendida de manera diversa, y analizada en sus distintos significados, sería, entonces, un rasgo cons tante de la dicotomía derecha-izquierda. Sobre lo que el autor insiste, a mi parecer justa mente, es sobre la legitimidad de la dicotomía, en contra de todos los detractores viejos y nuevos, y sobre lo que se detiene, especialmente en un contex to histórico, donde ha sido discutida la derecha más que la izquierda, es en la búsqueda de una redefini ción, antes que de la izquierda, de la derecha. Una definición para ser no contingente, no ocasional, no subordinable a la variedad de posiciones histórica mente determinadas, debe moverse, según el autor, hacia la determinación de la actitud mental, de la idea inspiradora, en una palabra del «alma» de quien se declara de derechas (lo que naturalmente es válido, incluso para el que se declara de izquier das) . El alma de la derecha puede ser expresada sin téticamente con el lema: «Nada fuera ni en contra de la tradición, todo en y por la tradición». Si des pués se constata la existencia de distintas modalida des de la derecha, esto depende de los distintos sig nificados de «tradición». Cofrancesco indica seis de ellos: como arquetipo, como asunción ideal de una época axial, o decisiva, en la historia de la humani dad, com o fidelidad a la nación, com o memoria his tórica, como comunidad de destino, y finalmente como conciencia de la complejidad de lo real. Detrás de estas distintas acepciones del término se vislum bran distintos movimientos, o también tan sólo dis tintas tomas de posición personal, pero el alma