escalas industriales, extraen –además de otros minerales– los sedimentos del salar para llevarlos a la mesa de muchos lugares del mundo. Este poblado es la puerta de entrada al salar, y el punto de partida para otra ruta turística que en verano no puede transitarse, hacia Inti Huasi; una isla de roca, un bosque de inmensos cardones, en medio del “mar” blanco. Destino obligado entre Colchani e Inti Huasi, es el hotel Playas Blancas construido íntegramente con bloques de sal, que se encuentra dentro del salar. El primer día de recorrido no suele incluir más destinos. Si se visita Inti Huasi (casa del sol en quechua), se retorna a Uyuni para al otro día partir hacia el sur. De otro modo, desde el hotel de sal se abandonará el salar para arribar al anochecer a Villa Alota, donde nos espera un cálido refugio. Por la mañana temprano, se partirá hacia las “lagunas de colores”. Una de las tantas que bañan la zona es Cañapa: una laguna salada a 4150 msnm que nos brindará nuestra primera aproximación a los flamencos andinos. Uniendo el recorrido entre las diferentes lagunas, y camino hacia Laguna Hedionda, se alternan agrestes paisajes rocosos o de grava, con bañados cubiertos de musgo que alimentan manadas domesticadas o salvajes de llamas o vicuñas.
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