RESUMEN DE LA CLASE: Dios permanece con nosotros y en medio de nuestra vida. Así los sacramentos, en tanto, signos sensibles instituidos por Cristo que dispensan la Vida divina, son presencia de Dios eficaz en nuestra vida. La Santísima Trinidad está en pleno en cada Sacramento. Los sacramentos son siete: Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Reconciliación, Unción de los enfermos, Matrimonio y Orden. El Bautismo nos hace hijos de Dios, en virtud de lo anterior, se nos borra el pecado original y todos los pecados; se nos da el Espíritu Santo; pasamos a ser miembros de la Iglesia, y nos permite optar a la vida eterna. El agua y la formula trinitaria es la certeza sensible que hemos recibido la gracia de Dios. En tanto, la Confirmación nos permite recibir el Espíritu Santo al modo de Pentecostés con el fin de robustecer nuestra vida cristiana, signo de madurez y compromiso con la fe que profesamos.