Tercera edición FOCUS

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puntuación (durante los últimos años nadie ha sufrido tantos maltratos como la “coma”, el “punto y coma” o el mismísimo “punto”). Y qué decir de la sintaxis, que pasa de ser un concepto intrínseco en cualquier texto, a ser una bola de heno que se la lleva el viento. La investigación no existe y por tanto los datos tampoco, los mismos adjetivos se repiten una y otra vez, pues el léxico no es más que una palabra rara que seguramente no sirve para nada. Las fuentes y el manejo de ellas, un aspecto vital en nuestro oficio, no tienen cabida en estos contenidos, sencillamente, porque nunca se buscaron. Ni hablar de las figuras literarias y los géneros periodísticos, recursos que tampoco se consideraron. Nada tiene un antecedente, una evolución o una consecuencia, porque todo está enmarcado en un parecer, un gusto personal o una opinión. Si se han topado con contenidos que poseen estas características, los personajes detrás de ellos seguramente NO son periodistas.

inexistentes) que estos personajes digan tener, tendremos una circunstancia adicional que genera aún más confusión entre el público y alimenta las extrañas ideas de que si habla de moda, es que sabe de ella; si tiene muchos seguidores, es porque hay un contenido sólido o tiene habilidad para comunicarlo; y ninguna de las tres anteriores es necesariamente cierta.

Pero sigamos adelante y entremos al punto donde más confusión ocurre; el universo en el que las delgadas líneas de los perfiles se mezclan y aparecen personajes que de repente tienen en su haber roles de estilistas, líderes de opinión, personal shoppers, validadores, coolhunters, críticos de moda y bloggeros; o en muchos casos todo en un mismo paquete. Aunque para ser honesta, sus múltiples roles no es lo que cuestiono, pero sí, que además de sus muchas aristas laborales, quede la sensación de que también son periodistas. Y es aquí cuando la omisión se vuelve parte vital de esta historia, pues al desconocer lo que este oficio implica y significa, dejar claro que no son periodistas se vuelve innecesario. Si a eso le sumamos el tema de redes sociales y las oportunidades que los departamentos de mercadeo ven en los seguidores (existentes o

Qué viva la opción para la expresión, bienvenida sea la diversidad de opiniones y las múltiples voces; pero al final y parafraseando a Coco Chanel, no olvidemos que todo lo que es moda pasa de moda y solo el estilo, y en este caso, la esencia, permanece.

En realidad, son muchas las interpretaciones salvajes que entorno a la moda y a quienes están alrededor de ella se tejen. Hoy mi interés es plantear que en nuestro país gran parte de la información alrededor de ella, no se origina en la cabeza, el corazón ni en la visceralidad de un periodista. Este oficio se lleva por dentro, se siente, te desafía y te compromete, no solo con la fuente que cubres, sino también con quien recibe la información; en otras palabras, es ejercerlo con entereza y con el respeto que esto implica.

Escrito. Maria Teresa Mesa @Mariateresamesa

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