Vida olimpica #48 web

Page 32

32VIDA

Olímpica

COLUMNA INVITADA

Historia de los Juegos Olímpicos Primera Parte En Busca De La Organización de Los Juegos.

C

asi siempre al mencionar los Juegos Olímpicos de México 68, lo primero que se nos viene a la mente, son las imágenes de Enriqueta Basilio subiendo la escalinata para encender el pebetero, las lágrimas de Felipe “El Tibio” Muñoz al estar en lo más alto del pódium de premiación mientras se escucha el Himno Nacional de fondo, o bien los gestos de exasperación y enojo del Sargento Pedraza al perder en la recta final la medalla de oro en la competencia de caminata de 20 km. Muy pocas veces (o casi nunca), en general nos hemos puesto a reflexionar cómo fue la árdua competencia que se tuvo que realizar por varios años (exactamente 20 años), para que finalmente la Ciudad de México lograra ser nombrada sede de los Juegos Olímpicos de 1968, y la cual, estuvo en peligro de perderse. Antes que nada, es preciso recordar que la organización de unos Juegos Olímpicos, no la obtiene un país, sino una ciudad, y tal como hemos mencionado, este proceso empezó en 1948 durante la sesión del Comité Olímpico Internacional en París, ya que ahí Marte R. Gómez en su calidad de Presidente Emérito del Comité Olímpico Mexicano y miembro del Comité Olímpico Internacional (1934-1973), presentó la candidatura de la Ciudad de México para organizar los Juegos correspondientes a 1956, reiterando la moción durante la Sesión en Roma el 28 de abril de 1949. Durante esta sesión, además de la Ciudad de México, presentaron su candidatura Buenos Aires (Argentina), Melbourne (Australia) y seis ciudades de Estados Unidos. Esta situación de tener nueve ciudades candidatas, obligó a que se tuvieran cuatro rondas de votación, teniendo México nueve votos en la primera y tres en la segunda, para luego quedar fuera y termi-

El triunfo de la Ciudad de México representaba ahora un inmenso reto, pues muchos veían con escepticismo que se pudiera cumplir cabalmente en tiempo y forma con el compromiso

nando la ciudad de Melbourne como ganadora con un total de 21 votos, frente a Buenos Aires, que obtuvo 20. Esta derrota no menguó los ánimos para buscar la sede para la siguiente edición de los Juegos Olímpicos, la cual sería en 1960. Nuevamente se presentó desde 1950 la candidatura, que fue apoyada y/o gestionada en su momento por personajes tales como el Sr. Gral. José de Jesús Clark Flores (Presidente del Comité Olímpico Mexicano), Miguel Alemán Valdés (presidente de México)(2); Jaime Torres Bodet (Secretario de Educación Pública) (3). La Ciudad de México quedó en la terna junto con Lausanne (Suiza), Detroit (EUA), Budapest (Hungría), Bruselas (Bélgica), Tokio (Japón) y Roma (Italia). Sin embargo, nuevamente se perdió, y esta vez fue en la primera ronda de votaciones pues se obtuvieron solo seis votos, quedando la ciudad de Roma finalmente como sede de los Juegos Olímpicos de 1960. Estos dos tropiezos fueron dolorosos, pero a la vez aleccionadores, ya que toda la experiencia se utilizó para crear una estructura e intensa campaña en el ámbito nacional e internacional, que fue apoyada especialmente por Adolfo López Mateos durante todo su mandato como presidente de México (1958-1964), así como por el Gral. Clark Flores, Manuel Tello (Secretario de Relaciones Exteriores)(4), Ernesto P. Uruchurtu (jefe del Distrito Federal de 1952-1966) (5), entre otros. El 7 de diciembre de 1962, Uruchurtu (5) presentó a Avery


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.