LA ENTRADA DEL EJÉRCITO TRIGARANTE A LA CIUDAD DE QUERÉTARO EN EL DIARIO DE ARGOMANIZ

LA ENTRADA DEL EJÉRCITO TRIGARANTE A LA CIUDAD DE QUERÉTARO EN EL DIARIO DE ARGOMANIZ “El pacto Trigarante y la independencia de 1821”

Luego de que el movimiento Trigarante lograra apoderarse de las ricas poblaciones del Bajío, así como de las capitales provinciales de Guanajuato y Michoacán, el siguiente objetivo fue apoderarse del importante punto estratégico que conectaba la zona dominada y el centro del país: el corregimiento de Querétaro. Por ello, el Primer Jefe Agustín de Iturbide se dirigió hacia allá acompañado de sus oficiales principales, entre los que destacaban Anastasio Bustamante, Luis Quintanar y Joaquín Parres, quienes el 7 de junio se apoderaron de San Juan del Río, con lo que imposibilitaban cualquier intento de ayuda exterior a la ciudad de Querétaro.

El comandante al que tocó defender el poblado fue el español Domingo Estanislao Luaces, quien había entablado comunicaciones con Iturbide y, no obstante encontrarse en diálogos para llegar a un acuerdo, decidió enviar al teniente coronel Froilán Bocinos, contra quien se enfrentó el Primer Jefe el 13 de junio en el hecho de armas conocido como “30 contra 400”. Luego de salir victoriosos en esta acción (única en la que participó activamente Iturbide), los trigarantes impusieron un sitio sobre la ciudad queretana, el que duró todo el resto del mes, para finalmente obligar a los defensores a rendir las armas el día 27.

Este triunfo fue el segundo en el cual estuvo el propio Iturbide. La ciudad había cedido ante la independencia y, como narró el testigo Francisco Xavier de Argomaniz, “el ilustre ayuntamiento de esta ciudad parlamentó con el jefe de la independencia por lo respectivo al pueblo, y se trató de capitular por lo militar con el señor brigadier Luaces… se pusieron banderas blancas por una y otra parte”. La guerra había terminado, y el nudo se había desatado sin romperse.

Mtro. Joaquín E. Espinosa Aguirre UNAM-UMSNH

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Poco se sabe del autor del Diario de Querétaro, José Xavier Argomaniz. Nacido en la Ciudad de México en 1766, pero radicado en la de Querétaro desde la edad de quince años. Sus padres fueron Eusevio José Argomaniz y María Teodora Clavijo, en los registros parroquiales aparecen por lo menos otros dos hermanos y una hermana.

José Xavier contrajo nupcias con María Josefa Atanasia Alderete y Soria, originaria del Real de Minas de Tlalpujahua y vecina también de Querétaro desde los siete años de edad. Del matrimonio celebrado el 2 de agosto de 1804 en el mismo Real de Tlalpujahua, se registraron tres mujeres y un varón. La primogénita, a quien llamaron María Ignacia Josefa Magdalena, nació el 22 de julio de 1805 y ya fue bautizada en la ciudad de Querétaro en la Parroquia de Santiago, lo que significa que éste lugar ya había sido elegido como sitio de residencia.

La segunda hija fue bautizada con el nombre de María Rita Trinidad Josefa Ignacia Vicenta.

Su registro del 22 de mayo de 1807 en la Parroquia de Santa Ana Querétaro, también nos indica que la familia residía por aquel entonces en calle 2da. de Santa Clara. Tres años después, el matrimonio Argomaniz Alderete acudió a bautizar el 29 de enero de 1810, a su tercera hija María Ana Francisca de Sales Josefa Ignacia Ramona de la Santísima Trinidad.

Finalmente, el 18 de enero de 1814 nació el niño José Ignacio Mariano de la Luz Juan Simeón de los Dolores Nicolás de Jesús Argomaniz Alderete.

La controversia por el nombre de nuestro personaje tiene que ver con la inclinación de aquellos tiempos por asignar más de dos nombres a los recién nacidos y por lo tanto, José Xavier, pudo llamarse también Francisco, tal como aparece en el acta de bautizo de su hija María Rita, e inclusive tener varios nombre más. En el caso de sus hermanos todos aparecen con “José” como primer nombre, pero hasta el momento no hemos encontrado un acta de bautizo para un “José Xavier” o “José Francisco” Argomaniz.

El autor del Diario de Querétaro formó parte de las filas del ejército realista como teniente del Cuerpo de Artillería, tal como consta en el acta de bautizo de su hijo José Ignacio Mariano. En el año de 1821, José Xavier estuvo involucrado directamente en la defensa de la ciudad ante la entrada de las tropas comandadas por Iturbide. Se considera la fecha del 13 de octubre de 1828 como la de su muerte, aunque faltan las referencias documentales para respaldar la información.

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Lo que sí queda asegurado es su invaluable legado para la historiografía queretana y nacional. Es gracias a su registro cotidiano del acontecer en dicha ciudad que tenemos una inscripción de los principales sucesos durante el periodo de la Guerra de Independencia entre los años 1807 a 1826.

El Acervo Histórico Fondo del Tesoro se enorgullece de tener entre sus colecciones un manuscrito del Diario. Con la presente exposición virtual el AHFT pretende alentar una edición facsimilar del mismo, que reavive el interés que generó en la década de 1970, con las ediciones transcritas de 1972 y 1979 y que tiene tanta pertinencia en los actuales estudios sobre la guerra, en particular en la rica región de Querétaro.

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1 Hurtado, Galves, José Martín, “José Xavier Argomaniz, más allá de su Diario”, en Lourdes Somohano (compiladora),

Querétaro en el tiempo, Tomo I, Poder Ejecutivo del estado de Querétaro, México, 2010; Family Search. Sociedad Genealógica de Utah, www.familysearch.org

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Plantilla del "Plano de la ciudad de Querétaro", levantado por Néstor Montés, 1845. 2

2Agradecimientos al estudiante Joel Ángeles Mata quien proporcionó la plantilla del plano y a la Mtra. Francisca Elías Canchola por la realización del mapa

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Diario de Querétaro para el año de 1821 por don José Xavier Argomaniz Junio 26

La tarde de este día bajó la mayor parte de la comunidad de la Santa Cruz al Convento del Carmen para dejar libre las celdas de dicho Colegio para la tropa de Zaragoza.

En este día ha mandado circular por los cuarteles este jefe militar el Señor don Domingo Luaces una manifestación muy enérgica, haciendo ver que su resistencia y determinación para defender la ciudad no es temeraria y sí muy conducente a los deberes de un Jefe Militar. Su contenido al pie de la letra se verá a foja 45 de éste.

Junio 27 La mañana de este día hizo su entrada el señor coronel don Agustín de Iturbide y se hospedó en la Casa de la Fábrica o Estanco del Tabaco.

Desde el mediodía ha comenzado el tiroteo de fusiles desde el punto de la Alameda por parte de las tropas de Independencia y por la nuestra desde la esquina o parapeto de la Academia y no han faltado tiros de cañón, aunque no nos han ofendido. Desde la noche anterior se abandonó la primera línea de fortificación de esta ciudad a causa de no haber tropa con que cubrir sus puntos y se mantiene la guarnición en la segunda.

Como a las seis de la tarde de dicho día 27 se avanzaron al expresado parapeto las tropas de la independencia haciendo un fuego vivísimo en términos que se vieron precisadas las de nuestra parte a abandonar aquel punto, con cuyo motivo entraron al centro de esta ciudad con un numeroso ejército de plebe, tanto de esta ciudad como de muchos lugares del Bajío.

La poca tropa nuestra se replegó al punto de la Santa Cruz como a último auxilio de resguardo.

El Ilustre Ayuntamiento de esta ciudad parlamentó con el Jefe de la Independencia por lo respectivo al pueblo y se trató de capitular por lo militar con el Señor Brigadier Luaces, por cuyo motivo se suspendió el fuego por una y otra parte.

Se efectuó la capitulación en los términos que se dirá después a foja 43 y entre tanto se verificaron los tratados, se pusieron banderas blancas por una y otra parte.

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Junio 28 La mañana de este día una multitud de plebe hicieron pedazos la estatua de la Constitución que estaba en la Plaza Mayor con bastante ruido y algazara.

Junio 29 El día de hoy entregó el Señor Luaces el punto de la Santa Cruz y lo tomaron las tropas de la Independencia. Por la tarde salió el resto del Regimiento de Zaragoza para la Ciudad de Celaya, armados con música, un cañón de a cuatro y banderas desplegadas y el Señor Brigadier por estar enfermo salió en silla de manos para la casa del teniente coronel don Manuel Samaniego.

Junio 30 La tarde de este día se restituyó para el Colegio de la Cruz la parte de comunidad que estaba en el Convento del Carmen Julio 3 La mañana de este día se hizo una solemne función en la Iglesia de Nuestro Santo Padre San Francisco a Nuestra singular Patrona María Santísima del Pueblito, en acción de gracias por la rendición de esta ciudad a las armas del Ejército de la Tres Garantías por haberse verificado sin corrimiento de sangre. Predicó el cura de Santiago señor don Joaquín Oteyza, e hicieron el altar los señores curas Osores, Berazaluce y Ochoa. Asistió el Ilustre Ayuntamiento y el señor General don Agustín Iturbide con mucha parte de su oficialidad.

Julio 3 En el mismo día salió para Toluca una división como de seiscientos hombres al auxilio de las tropas que se hallan sobre dicha población.

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ORDEN GENERAL DEL 26 AL 27 DE JUNIO DE 1827 POR ESTE SEÑOR COMANDANTE GENERAL DE ARMAS BRIGADIER DON DOMINGO LUACES

Habiendo llegado a entender que mucha parte de la [escandalosa] deserción que se observa en las tropas de esta guarnición proviene del terrorismo que han infundido entre los soldados ridículas vulgaridades acerca de la temeraria obstinación que me suponen en las actuales críticas circunstancias y deseoso de desimpresionar a la guarnición de estas especies perjudiciales que promueven los enemigos encubiertos he creído conveniente hacer a las beneméritas tropas de mi mando la siguiente manifestación.

Un sagrado deber constituye a todo soldado en el de sacrificarse por el gobierno cuyas banderas ha jurado, pero este justo sacrificio de la vida tiene sus límites que fija el honor con arreglo a las circunstancias.

El militar que capitula sin hacer la defensa posible cuando tenga un punto proporcionado a su fuerza con víveres y municiones suficientes, queda infame e incurre en un delito el más grave que pueda cometer. El que sin los recursos necesarios y sin esperanza de socorro alguno se obstina en sacrificar su tropa sin que resulte el menor beneficio a la sagrada causa que defiende, es un temerario acreedor al menosprecio de sus conciudadanos. Un medio prudente constituye los deberes de un jefe sin que su honor pueda resentirse al partido que tome consiguiente de estos principios.

Descendiendo al caso presente y a lo que la nación espera justamente de nosotros, conservaremos ileso el honor a las armas españolas, mientras tengamos los recursos suficientes, mientras quede esperanza de socorro y mientras el gobierno me comunique sus últimas ordenes que he reclamado por distintos correos. Cuando nada pueda esperarse de parte del gobierno y comiencen a escasear los recursos, seré el primero a proponer al enemigo una capitulación con los honores de la guerra y solo en el caso de que se desentienda de acceder a ella prevaliéndose de las circunstancias, pereceré a la cabeza de los que quieran seguirme. Esta es la conducta que preserve el honor, el deber de cuantos aspiran a merecer el título de soldados y el justo sacrificio que reclama la sagrada causa que juramos sostener ante el Dios de los ejércitos.

No puedo dudar un momento que esta bizarra guarnición se halla animada de iguales sentimientos, cuya sincera manifestación espero será suficiente a contenerla en sus deberes y descansar en mis providencias. Luaces

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AGRADECIMIENTOS ESPECIALES

Facultad de Filosofía, UAQ: Enlace de Difusión y Diseño Enlace Semillero de Talento: Egreso, Educación y Empleabilidad Laboratorio de Educación y Mediación Intercultural Librería del Fondo “Hugo Gutiérrez Vega” Joaquín E. Espinosa Aguirre Francisca Elías Canchola Joel Ángeles Mata Voz: Mónica Durán

ACERVO HISTÓRICO FONDO DEL TESORO Iliria Olimpia Flores Carreño Patricia Maribel Mandujano Luna Liliana Cabrera Morales

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