Catálogo completo del Festival La Música en el Di Tella, resonancias de la modernidad

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20| Con una recepción que tuvo lugar el 22 de noviembre de 1967, “quedó inaugurado el Laboratorio de Música Electrónica del CLAEM”. En esa oportunidad Ginastera expresó que “el Instituto Torcuato Di tella cuenta con el Laboratorio de Música Electrónica más perfecto y mejor equipado de Sudamérica”. Comunicado de Prensa, 1967, Archivos Di Tella - UTDT. 21| Gabriel Brncˇic´, anotación manuscrita, Archivos Di Tella - UTDT.

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22| Se cambió el término “música experimental” por “música electrónica” en los programas e concierto donde Asuar programó: Visages de Liege II y II, I Henry Pousseur; Preludio ´La Noche´Jose Vicente Asuar; Estudio N2, Davidovsky; Visage, Berio. 23| Carta de Josefina Schröder a Alberto Ginastera 4 de julio 1968, Archivos Di Tella - UTDT. En esta ocasión Ussachevsky presentó sus obras en el medio musical de Buenos Aires, entre las que no pasó desapercibida un experimento audiovisual Line of Apogee (1967). Se completó la audición con Of Word and brass (1965); Computer piece (1968), Creation: Prologue (1961).

A través de la producción de los becarios de 1966, puede detectarse cambios en los lineamientos estéticos con respecto a los años anteriores. Además de los ensayos con medios puramente electrónicos, comenzó a experimentarse más sistemáticamente con medios mixtos. En la nómina de obras de ese año figuran tres composiciones para medios mixtos: Dialexis para piano, celesta, percusión y banda magnética (inspirado en las palabras de Olga Poblet), de Gabriel Brnc ˇic´; Combinatoria II para piano, trombón, percusión y cinta magnética, de Graciela Paraskevaidis, y Presagio de pájaros muertos para recitante y cinta magnética, de Aponte Ledeé. Syrigma I de Atehortúa fue compuesta sólo para banda magnética. La creatividad de César Bolaños se expandió aún más a partir de los beneficios que se introdujeron con los cambios de 1966. Interpolaciones, para guitarra y cinta a cuatro canales fue compuesta también en ese año. Con el ingreso de Kröpfl en 1967 se percibe otro salto cualitativo en la producción del Laboratorio de Música Electrónica del CLAEM 20 . Podría afirmarse que Memento Mortus, est!, de Gabriel Brncˇic´, fue la primera obra mixta con procesamiento en tiempo real por medios analógicos: “ambos instrumentos –violín y clarinete— están dotados de micrófonos”, explica su compositor, “las líneas de los micrófonos, luego la preamplificación, van durante la ejecución pública directamente al laboratorio donde los sonidos son procesados. Luego, vuelven a los parlantes de la sala. De modo que el auditorio percibe la ejecución normal ´in situ´ y por los parlantes una transformación de esta. Naturalmente, la grabación que acompaña, tomada del concierto, desvirtúa un tanto la sensación espacial de la parte electrónica y aún algo de la parte instrumental”21. Por su parte, Bolaños apostó a una obra integral, en la cual los límites entre las disciplinas artísticas se vuelven cada vez más evanescentes. En Alfa-Omega (1967) se integran dos narradores, coro mixto, guitarra eléctrica, contrabajo, dos percusionistas, dos bailarinas, cinta magnética, proyecciones y luces. No sólo la producción comenzó a incrementarse –dentro de los límites que la artesanalidad que los medios analógicos permitía— sino que, además, se inició una espontánea y fructífera interacción con el Centro de

Experimentación Audiovisual y el Laboratorio del CLAEM, con la que colaboraría Walter Guth con sus técnicos y expertos oídos. En otro orden, los compositores visitantes vinculados con la electrónica resultaron siempre estimulantes. Entre los primeros, se encuentra José Vicente Asuar, quién brindó un seminario sobre las “técnicas para la composición de la música electrónica” y programó las obras del concierto del Festival de 1964 22 . Recordemos también que Luigi Nono, cuando visitó el CLAEM en 1967, compartió con los becarios sus experiencias en el estudio electrónico de la RAI y trajo muchas cintas con obras compuestas recientemente: Ricorda cosa ti hanno fatto a Auschwitz (música de Die Ermittlung de Peter Weiss), La Fabbrica Illuminata (textos de Giuliano Scabia y Cesare Pavese), y entre ellas A floresta é jovem e cheja de vida (1966), para voz, instrumentos y cinta magnética, estrenada en el Festival de Venecia en 1966. Ese mismo año, también visitó el Centro Iannis Xenakis y brindo una conferencia sobre “música estocástica, estrategias y simbólica”. Para cuando Ussachevsky llegó en 1968, al Laboratorio estaba funcionando a pleno. Su sorpresa por la calidad del trabajo fue notoria. El compositor le confesó a Josefina Schröder, secretaria administrativa de Ginastera, que había quedado impresionadísimo con las habilidades del Sr. Von Reichenbach, “y me dijo confidencialmente –escribió Josefina a Ginastera– que lo considera un genio. Cosa que yo he sospechado durante varios meses ya”23 . Ese mismo año, resulta especialmente notable la presencia pionera de no pocas compositoras latinoamericanas en el medio: Marlene Fernández compuso Espectros cromáticos, para sonidos electrónicos; Jacquelin Nova, Oposición-fusión, para cinta magnética; la compositora chilena Iris de Sangüesa, Integración, para cinta magnética, danza y diapositivas, y Regina Benavente, Música Concertante, clarinete y cinta magnética. Junto con estas obras, también se presentaron Tenebrae Factae Sunt para cinta de Luís María Serra; Metéora, cinta magnética y diapositivas del guatemalteco Joaquín Orellana; Serie C.M. Op1, cinta magnética y percusión de Florencio Pozadas, y Gradientes II, grupo instrumental con transformación electrónica, de Luis Arias.


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