FemmeHoy Número 0

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MUJERES EN PRISIÓN

con mayor frecuencia se eligen entre el colectivo, pues con ello los presos hacen más llevadero el día a día y vislumbran un futuro con mayores posibilidades. Como novedad, explica Cuadros, “desde este año quienes estudien a través de la UNED deberán costearse el material”, quedando exentos del pago de la matrícula. El perjuicio de las drogas El principal motivo de ingreso en prisión de las mujeres es el tráfico de drogas, por constituir un delito contra la salud pública. Son menos las mujeres que ingresan por delitos contra el patrimonio, como pueden ser los pequeños robos o hurtos, ya que por lo general “el perfil de la mujer es menos violento que el del hombre”, corrobora Sánchez Lavín. En los centros penitenciarios las drogas se presentan en dos vertientes. Por un lado, se da la situación de los presos que ingresan con drogodependencia, en su mayoría va-

José Luis Cuadros, subdirector de tratamiento alerta de que “los bis a bis con los familiares facilitan el consumo de drogas en prisión” rones, a quienes se les facilita ayuda psicológica de los expertos con el fin de desintoxicarse; en otra circunstancia distinta se encuentran aquellos que son condenados por la venta de sustancias ilegales, un perfil que se da mayoritariamente entre las reclusas de Fontcalent. El consumo de drogas dentro de prisión es ilegal y está penalizado, pero son muchas las ocasiones en las que los presos burlan los controles e introducen estupefacientes. Esto se facilita en aquellos casos en los que los reclusos gozan de la condicional, puesto que sus salidas y entradas del exterior al centro sirven como vía para introducir estas sustancias. Otra situación donde la droga aparece en las celdas es a través de las visitas de los familiares. Cuadros asegura que “en los bis a bis, muchos familiares, ya sea de forma voluntaria o forzados por los internos, facilitan el consumo de estupefacientes”. En este caso se da una de las situaciones más sencillas para los presos de aliviar los síntomas producidos por la drogodependencia, a pesar de los exhaustivos controles establecidos en la prisión, que los familiares conocen a la perfección y consiguen evitar. Un régimen de visitas primordial A pesar de que el encarcelamiento priva de la libertad, los presos no se aíslan por completo del exterior, ya que reciben las visitas de sus allegados. Esta convivencia es fundamental para ambas partes, ya que son los reclusos quienes viven en sus carnes la soledad de la celda, pero a su vez el núcleo familiar también se ve afectado, especialmente cuando los menores de edad están presentes. Existen dos tipos de comunicaciones, una familiar en la que los internos mantienen contacto mensualmente con sus padres, hijos y hermanos. También se da una segunda forma de comunicación trimestral llamada de convivencia, donde los hijos menores de doce años intentan suplir la ausencia de la figura materna o paterna, según los casos, durante dos o tres horas.

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Estas comunicaciones se complementan con las ocho llamadas telefónicas de cinco minutos de duración que los presos pueden administrar a lo largo de la semana. Pero, sin duda, la manera más tradicional de comunicarse con el exterior es a través de cartas, que se pueden utilizar de forma ilimitada. El régimen de visitas se da semanalmente a través de un locutorio, completado con “una comunicación íntima al mes, popularmente conocida como bis a bis”, aclara la psicóloga de Fontcalent. Para poder llevar a cabo esta visita, la pareja ha de estar registrada como tal, acreditando el parentesco de alguna manera que no necesariamente ha de ser matrimonial. Con todo ello, desde los centros penitenciarios, se pretende lograr que la estancia de los presos sea lo más amena y fructífera posible, con el fin último de la reinserción social. Para lo cual es imprescindible mantenerse informado de lo que ocurre tras los muros de la cárcel con la ayuda de la televisión, la radio, la prensa o los libros, mientras que el acceso a Internet está restringido. El objetivo final de los castigos con penas de cárcel es el de lograr una rehabilitación tanto psicológica como


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