Valencia Semanal

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compás político

Cuando reucede la marabunta

C

UCD nació marcada por la conflictividad y las intrigas. Medio año después de su triunfo en las elecciones —no en Valencia— sus principales dirigentes siguen manteniendo las lanzas en alto. Salvador Barber hace balance de estos meses de pugnas ucedistas.

UANDO esto escribo, los ejes de la Ya el nacimiento de la coalición eleccarreta —más bien carroza triuntoral UCD Valencia, fue un parto mufal- de la UCD a nivel de Estachísimo más dificultoso que el de la UCD do, chirrían que no hay más que oírlos. Y Estatal. Tal desconfianza debió de insno es que les guste que suenen. No. Es pirar lo que en ella pudiera ocurrir que, que no los pueden engrasar. en algún despacho de Madrid se inventó un centro de recambio, el célebre Centro El acceso al poder, tras la victoria Popular —centro que se ofreció a las electoral; el reparto de cargos, carguitos urnas en contadísimas circunscripciones y cargazos, no han sido suficiente aceite electorales— por lo que pudiera suceder. para suavizar los goznes mediante los que se articulan las distintas fuerzas de aquel Desde la génesis misma de la UCD matrimonio de conveniencia hecho en provincial, el juego entre sus cabezas ha base al tálamo electoralista. sido fuerte. Las intrigas en Madrid y la Las tesis de unificación de todas las utilización de la prensa, no han sido fuerzas integrantes, objetivo claro de armas despreciadas por las cabezas liSuárez, encuentra la oposición de un potigantes. He dicha utilización. No manisiblemente resentido Camuñas, y las repulación. Una hábil filtración camuflaservas de una democracia cristiana, alda de algún hecho concreto ha sido en gunos de cuyos sectores se niegan a algún momento, para nosotros los periodisolver el azucarillo de su ideología en la distas, un notición, y para los distintos mixtura del vaso ucedista. Hay quien sectores de la UCD, un arma arrojadiza. habla de que se fragua otro tipo de opeA veces un misil, de cuyo blanco —en ración que conduciría a ser dos bloques ocasiones de sofisticado efecto— , hemos — un centro derecha y un centro izquiersabido los propios informadores días, da—, lo que hoy es sólo una UCD. Pero semanas, o meses después. en cualquier caso, este último supuesto LOS CHIVATOS no es probable que llegue a producirse, DE SIBARIS al menos de una manera inmediata. Pudiera ser, más bien, a un medio plazo. VOY a poner un ejemplo. Se está fraguando la coalición electoral. En este panorama hay que inscribir, Se produce, de pronto, una reucon sus peculiaridades propias, con sus nión en Sibaris, a la que asisten reprenotas de color características, el cuadro sentantes de varios partidos, todos ellos de tensiones de la muy convulsa UCDya integrados —algunos desde hace poValencia.

co— en UCD. Es tal el encono por la conquista de los primeros puestos de la lista, que tiene que intervenir el propio gobernador, para tratar de dirigir la desafinada orquesta. Entre los presentes se encuentra Maldonado Almenar, a la sazón presidente de UDPV, partido que no tiene claro en ese momento si se integra o no en la coalición. De integrarse, el peso que en ese entonces tiene UDPV le hará optar a lugares destacados en la lista de candidatos a escaño. Maldonado ha puesto como condición para seguir asistiendo a las reuniones de formación del Centro, una absoluta discreción. No bien ha concluido la reunión de Sibaris, el asunto ya está en los periódicos. Como después se sabrá, se han conseguido dos efectos con la filtración: primero, que el gobernador deje de intervenir activamente en la gestación del centro, y segundo que Maldonado, la UDPV, deje de asistir a las reuniones, con lo que se elimina, desde dentro de los sectores que continúan, una peligrosa competencia en el posible reparto de escaños. Las tensiones ucedistas valencianas tuvieron desde un primer momento dos polos: el Partido Popular y el Demócrata Liberal, ya que solo una exigua representación del P.D.C. —el actual gobernador de Alicante, Duato Novella—, integraba con ellos la coalición. Las relaciones políticas entre Muñoz Peirats y Attard —aseguran fuentes de UCD y es algo que trasluce a cualquier observador— han llegado a ser irreconciliables. El 18 de octubre pasado se producía un hecho que todavía iba a complicar más las cosas. La masiva incorporación de partidos y personalidades políticas — más bien lo segundo, arropado por un enjambre de siglas, que lo primero— al Centro Democrático. Había llegado lo que familiarmente es conocido en los medios de Cronista Carreres, 9 —sede de UCD—, como "La Marabunta".

L

LEGABAN allí los "anepas" y los socialdemócratas de las dos ver, siones oficialmente existentes — los Je Lasuén y los de Fernández Ordó-

Ego Sum Emilio Attard

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