Devoción a Jesús desde la distancia
Quiero iniciar este articulo presentándome: soy Chari de Cantillana, pasé mi infancia en el Viso del Alcor, viviendo en la calle San Laureano, donde encontré el hombre de mi vida Jesús Jiménez Santos que vivía en la calle Jesús Nazareno. Con el me case y tuve dos hijos Jesús y Francisco Javier. Por motivos de trabajo nos trasladamos a Cantillana, aunque somos jesuitas, nazarenos y pastoreños. Cada año hemos veníamos a ver a Jesús salir del Convento, teniendo que volver sin acompañarlo en su recorrido y así durante veinte años solo hemos disfrutado de su salida, pero desde hace tres años nuestro trabajo cambió, y aunque seguimos viviendo en Cantillana, y mi marido puede vivir la Cuaresma y la Semana Santa como antes, debajo del paso de Nuestro Padre Jesús, en sus trabajaderas. Como esposa me siento orgullosa pero como madre aún más porque va acompañado de mis dos hijos, por lo que son ya tres generaciones debajo del paso de Nuestro Padre Jesús: mi suegro, que en gloria esté, Manuel Jiménez Falcón también fue costalero y seguro que desde el cielo los verá y se sentirá orgulloso. Para mí también es un orgullo muy grande 62 EL NAZARENO
ver a los tres hombres de mi vida llevar al Señor del Viso, porque la devoción a Jesús se la hemos trasmitido a nuestros hijos y es nuestro día grande en casa junto al 8 de septiembre día de nuestra Pastora Divina. Los jesuitas de mi casa cuando pasa la navidad, solo piensan en Nuestro Padre Jesús, en los ensayos de costaleros y en verlo pasear por las calles de su pueblo. ¡Ojalá este año nos deje el tiempo disfrutar de tan maravilloso día, donde el cielo se vista de luz y de gala y todos podamos acompañarlo en su procesión! El año pasado se casó mi hijo pequeño Javier y teníamos una espinita porque la imagen de Jesús no estaría presente en la Parroquia de Cantillana, pero desde la Hermandad nos dieron la sorpresa muy grande, porque nos trajeron un cuadro del Convento con la imagen de Jesús y desde aquí quería agradecer a la Hermandad y a nuestros amigos que fueron los que hicieron que fuera un día lleno de alegría y emociones. Estaremos eternamente agradecidos a nuestra Hermandad. Un fuerte abrazo y que ¡VIVA EL SEÑOR DEL VISO! Rosario Fernández