D. Manuel Outeda Blanco
Palabras pronunciadas en el acto inaugural, Casa de la Empleada, Obra de Monseñor Miguel de Andrea. (Lunes 5 de septiembre de 2011)
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tra tarea con su Bendición Apostólica, que nos estimuló y fortaleció en este trabajo apostólico. Hoy dicha Bendición la recibimos de su sucesor, el Papa Benedicto XVI, a quien tributamos nuestra adhesión sin reservas a sus enseñanzas y a su persona.
l dejar abierta la edición número veintitrés de la Exposición del Libro Católico, damos la bienvenida a todos los que nos acompañan en este acto inaugural. Como todos los años, la Muestra nos convoca con un lema alusivo al buen libro: en esta ocasión nos referimos a él como “el buen libro, al servicio de la Vida”. Esta idea nos remite a una gran personalidad de la Iglesia, cuya imagen domina el Programa y los Afiches de este año: el Papa Juan Pablo II, apóstol del Evangelio de la Vida. En esta Exposición se encuentran muchos libros que hablan del derecho a la vida y de la importancia de tutelar y promover su defensa. El esclarecedor Magisterio del Beato Juan Pablo II, nos confirma este apostolado de la Vida, como cuando nos decía que “no puede tener bases sólidas una sociedad que
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Que María Santísima, Madre del Autor de la Vida, interceda maternalmente para que, en nuestro país, siempre se reconozca y se defienda este derecho fundamental del ser humano.
Providencialmente, este acto inaugural coincide con la memoria litúrgica de la querida Beata Madre Teresa de Calcuta, la “santa de los pobres”, que nos edificó con su testimonio de servicio a Cristo en el hambriento, el sediento, el enfermo, el forastero y el encarcelado (Mt 25, 31–46). Ella también nos dejó vivas palabras de aliento a los educadores y los difusores de los buenos libros: “Jesús, desde la Cruz, -nos decíatambién tiene sed de conocimiento, de buenos maestros y de lecturas nobles...”
Al recordar al Beato Juan Pablo II con gratitud entrañable y filial, tenemos presente su aliento pastoral, presente todos los años en nues-
Es bueno analizar, en homenaje a esta gran testigo de la caridad en nuestro tiempo, la íntima relación que existe entre pobreza material y
Equipo de colaboradores de la Exposición.
acepta o tolera formas de desprecio o violación de la vida: sólo el respeto de la vida puede garantizar la paz de una sociedad”(*).