Foco76 2009

chile 2009 N.09

BICENTENARIO * Por qué celebrar * las 40 obras * * elogios, críticas e improvisaciones * * los proyectos de Lagos y Bachelet * * cómo fue el Centenario * * cómo será el Tricentenario * Pablo Allard · Álvaro Bisama · Sergio Melnick José Rosas · IvÁn Poduje · Alfonso Calderón Cristóbal García · David Assael · Ricardo Jordán Pedro Gandolfo · elke schlack · Francisco Sabatini

Producción Emma Alonso Mañé Corrección de estilo Carlos Decap Editado por Publicaciones Lo Castillo, Empresa del Grupo El Mercurio Gerente General y Representante legal Fernando Param Impreso por morgan Impresores

¿Populismo, pluralismo o pragmatismo? por PABLO ALLARD

08.

FESTEJOS QUE DEJAN HUELLA por MACARENA GARCÍA

14.

BAILANDO EN LA CALLE por ÁLVARO BISAMA

16.

COMO LAS SÁBANAS CORTAS por PATRICIO JARA

18.

el espíritu

CONSEJO editorial Rafael López Rueda, Pablo Allard, Alejandro Aravena, Felipe Assadi, Andreas Gebhardt, Juan Pablo Larraín, alejandro gutiérrez, raúl rivera, Juan Sabbagh, Andrés González Directora María Olga Delpiano Editor Invitado Álvaro Bisama Editora Valentina Cox Dirección de arte y diseño Francisca Barros Fotografía ARYEH KORNFELD, Juan Francisco Lizama Archivo El Mercurio, Archivo Chilectra

IGOR GARAFULIC: la crisis nos va a ayudar

Las opiniones expresadas en esta revista son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no necesariamente representan el pensamiento de Chilectra

por rodrigo de la paz

20.

LAGOS Y BACHELET: MUCHO CUERPO, POCA ALMA Y NADA de futuro

22.

por SERGIO MELNICK

Una iniciativa de Chilectra S.A. Este número está a la venta en librerías Contrapunto.

para descargar la revista online: www.chilectra.cl

Foco 76 PORTADA: ilustración monedas MARIANA MUÑOZ

por VALENTINA COX

26.

LA CIUDADANÍA POR SOBRE LA CIUDAD por josé ROsAS

34.

RENOVACIÓN URBANA por DAVID ASSAEL

38.

VIALIDAD por IVÁN PODUJE

48.

ESPACIO PÚBLICO por ELKE schlack

las obras

Publicaciones

LA CELEBRACIÓN COMUNAL

60.

ARTE Y CULTURA por PEDRO GANDOLFO

72.

tecnología e innovación por CRISTÓBAL GARCÍA

82.

LA FIESTA DEL QUÉ DIRÁN 86.

EN LA BÚSQUEDA DEL TRICENTENARIO por teresa mira & RICARDO JORDÁN

90.

PROFUSIÓN DE OPORTUNIDADES por FRANCISCO SABATINI

92.

100, 200, 300

por ALFONSO CALDERÓN

CUMPLEAÑOS

FELIZ D

íficil es decidir cuál es el mejor regalo que se le puede hacer a la capital de un país que cumple 200 años. Muchas ciudades sueñan con obras monumentales, con trabajos completamente inútiles pero bellos, monumentos que las decoran como anillos de diamantes exhibidos en la mano de la novia. En el caso de nuestro Centenario, un par de ejemplos: un Museo de Bellas Artes importado de París o una Estación Mapocho para impactar a los extranjeros, que desde Valparaíso llegarían en tren a la moderna ciudad de Santiago.

Los sueños del Bicentenario son quizás menos grandilocuentes, pero bastante más pragmáticos. Brillan carreteras que crucen la capital de norte a sur y de oriente a poniente y por la cual puedan transitar todos los santiaguinos, tal y como lo pensó el ex presidente Ricardo Lagos; o centros culturales en las comunas más populosas y 600 kilómetros de ciclovías, como lo proyectó Michelle Bachelet, la actual presidenta.

Pero el centro de las obras del Bicentenario son los grandes rescates. Más que obras, vamos a tener gestos de reparación, como si la efeméride fuera la excusa perfecta para enmendar la ciudad, para hacerla más habitable para sus ciudadanos. Vamos a limpiar y ordenar Santiago, convirtiendo basurales en parques; líneas férreas abandonadas, en carreteras; un hoyo que el Metro finalmente no utilizó, en un museo para recordar las violaciones a los derechos humanos; uno de los barrios más desprestigiados y desprotegidos, el del Zanjón de la Aguada, en un parque inundable (un mes, laguna y al siguiente, prado); un aeropuerto casi en desuso, en una ciudad-modelo, sustentable y donde vivan ricos y pobres en la mayor armonía.

Esos son los proyectos, al menos. Porque ideas hay muchas. Demasiadas. Y elogios y críticas también. Para qué inaugurar museos si nadie entra en ellos, para qué más autopistas, que se atochan a poco de inauguradas y sólo contribuyen a que haya más autos; para qué ciclovías, si Santiago es una ciudad motorizada...

Para Chilectra este número de la revista Foco 76 tiene un significado muy especial, pues nos sentimos un ciudadano de Santiago, un ciudadano corporativo, y como tal, nos interesa su presente y futuro. El propio sentido de editar esta revista es precisamente ése: generar una plataforma comunicacional a disposición de las nuevas y buenas ideas para Santiago. Poner en la mesa los datos necesarios para una discusión profunda, construir memoria histórica y social. Porque este cumpleaños, el 200, quizás marcará el paso a la adultez.

Rafael López Rueda Gerente General Chilectra

chilectra y la energía

de cada uno de nosotros.

mueve a toda una ciudad.

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elesp铆ritu

La ideología detrás del Bicentenario:

¿Populismo, pluralismo o pragmatismo?

El gran capital urbano y cultural sobre el cual nuestra ciudad creció durante el siglo XX se debe a las visiones, sueños y obsesiones del Centenario.

Bien vale la pena preguntarse cómo se están articulando estas visiones, sueños y obsesiones de ciudad 100 años después.

Por Pablo Allard ilustraciONES rodrigo díaz

M

ientras más nos acercamos al 2010, se intensifican con fuerza los debates en torno a la manera en que celebraremos el Bicentenario de nuestra independencia. Muchos cuestionan la artificialidad de la fecha o la necesidad real de celebrarla con obras emblemáticas o grandes proyectos urbanos.

La verdad es que más que una moda o una ventana de oportunismo político, las mayores expectativas respecto a cómo Chile y particularmente Santiago celebrarán el Bicentenario vienen precisamente de la impronta que impuso hace 100 años la propia capital de la mano de grandes obras e intervenciones promovidas por el entonces intendente Benjamín Vicuña Mackenna.

Si bien no podemos darle todo el crédito al notable intendente, hacia 1910 convergieron en Santiago una serie de dinámicas y procesos modernizadores que establecieron un cambio cualitativo y cuantitativo de su infraestructura y edificaciones públicas, que claramente la transformaron de una modesta ciudad poscolonial a una gran ciudad republicana. Se incorporaba así a los procesos de la primera ola de globalización por intermedio de proyectos tan importantes como la construcción del sistema de alcantarillado de Santiago Centro, la canalización del Mapocho –que de paso da origen al Parque Forestal–, los proyectos de electrificación y alumbrado público de la ciudad, y para qué decir el sinnúmero de parques e instituciones que toman forma y cuerpo en esos años: el cerro Santa Lucía, el Museo Nacional de Bellas Artes, la Biblioteca Nacional, la Quinta Normal y tantos otros grandes proyectos, que si bien se alineaban con la tendencia “arribista” de importar y copiar palacios parisinos y europeos, se legitimaban en la aspiración de las jóvenes y prominentes ciudades americanas por equiparar su explosivo desarrollo económico con un desarrollo cultural a la altura de sus tiempos.

Los procesos que vivió Santiago hace 100 años no son exclusivos de la capital, y podríamos entenderlo en el contexto de otras ciudades americanas. Esta vorágine de obras y proyectos de alto costo y sofisticada factura, hablan de esta actitud de nuevos ricos que vivieron pujantes ciudades como Chicago, Boston, Nueva York con el movimiento llamado city beautiful, que explica en parte la obsesión por consolidar una ciudad cosmopolita y culta que demostrara la capacidad de un país por autodeterminar su destino. Esa obsesión, como bien es sabida, llevó al intendente Vicuña Mackenna a empeñar todas sus fuerzas, prestigio y fortuna personal en convertir a Santiago en una gran ciudad para el Centenario, lo que se le reconoce hoy.

El gran capital urbano y cultural sobre el cual nuestra ciudad creció durante el siglo XX se debe precisamente a las visiones, sueños y obsesiones del Centenario y bien vale la pena preguntarse cómo se están articulando estas visiones, sueños y obsesiones de ciudad 100 años después.

El populismo de Mitterrand

Las grandes transformaciones urbanas no están exentas de una fuerte carga ideológica, la que cobra más fuerza cuando

la ciudad ha sido marcada por procesos de cambio o ruptura importantes.

No es casual que cuando Europa se enfrentaba al dilema de la unificación y la eventual neutralización de las particularidades de cada país, París fortalecía su identidad con los grandes proyectos urbanos promovidos por Mitterrand para la celebración del Bicentenario de la Revolución Francesa en 1987. De aquí surgen obras tan memorables como el Museo d’Orsay, el Grand Louvre, la Ópera de la Bastilla, el parque y museos de La Villette y el Gran Arco de la Defense. Los Grand Projets de Mitterrand no sólo pretendían ampliar y promover una ciudad moderna donde la cultura contemporánea también tuviera lugar, sino que ideológicamente ponían la cultura y la modernidad al alcance del pueblo, con un fuerte sentido populista determinado desde las cúpulas de poder. La cúspide de estos proyectos fue precisamente la Ópera de la Bastilla, un gran auditorio que pretendía masificar la alta cultura, simbólicamente emplazado nada menos que en el epicentro de la Revolución. Los efectos urbanos de los Grand Projets son variados, pero la imagen e impronta de ellos como obras que marcan un antes y un después del París Bicentenario es evidente.

Barcelona pluralista

Es interesante contrastar el caso de París con el de Barcelona, que bien podría entenderse como un proceso guiado desde una visión pluralista. La Barcelona de fines del siglo XX, por razones obvias, no tenía un bicentenario que celebrar, por lo que tuvo que inventarse una serie de oportunidades que articularan un relato lo suficientemente potente como para conducir el difícil proceso de reconstrucción física de la ciudad junto con la reconstrucción de la identidad catalana, ambas dramáticamente dañadas por décadas de dictadura franquista.

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A diferencia de París, Barcelona inició su proceso de regeneración urbana en base a una serie de intervenciones de muy bajo costo y de fuerte carácter estratégico, organizando a la sociedad civil en torno a agrupaciones vecinales, universidades y pequeñas unidades territoriales que pudieran identificar aquellos espacios urbanos que más los representaran, para luego conducir un proceso de “acupuntura urbana” en el cual se renovaron plazas, eriazos, canchas deportivas, paseos y equipamiento comunitario. Esto acompañado de una arquitectura y estética tremendamente auténtica y optimista, y por ende contemporánea, que abrió los espacios para reencantar a los catalanes con su ciudad y reforzar su identidad para la ola de globalización que se venía en los noventa.

Lo notable de Barcelona es que esta ideología pluralista no terminó en esta primera etapa. Haciendo gala de uno de los planes estratégicos más exitosos conocidos, la ciudad capitalizó este proceso “inventándose” una excusa para actualizar y poner a punto su infraestructura de transporte y equipamiento con un evento tan masivo como las Olimpiadas de 1992. Esta segunda fase permitió que la ciudad se sometiera a una vorágine de destrucción creativa, en la cual se logró construir toda una red de autopistas urbanas, aeropuertos, el traslado del puerto y recuperación del frente marino, una villa olímpica como un barrio integrado a la ciudad y todas las grandes obras que hoy conocemos. La belleza del proceso en Barcelona es que las Olimpiadas no eran el fin, sino la excusa para que la ciudad alcanzara niveles de desarrollo que no sólo fortalecieran la identidad catalana en esta era global, sino además aumentaran su competitividad en un contexto en que las ciudades, más que las naciones, se convierten en los principales centros de comercio e intercambio cultural.

El nivel de compromiso de los catalanes respecto a la trans-

cuando nuestros gobernantes visibilizaron el Bicentenario como una oportunidad, llegaron un poco tarde, y quisieron hacer un híbrido entre París y Barcelona, pero ahorrándose el plan, creyendo que simples acciones epidérmicas y obras “emblemáticas” serían suficientes.

la transición era posible y se abría comercialmente a un mundo global. Enviar un iceberg a Andalucía fue innovador al punto del absurdo. Aquella oportunidad se vinculó fuertemente con los 500 años del descubrimiento de América, y sirvió de pretexto para los primeros proyectos de renovación urbana como el Centro Cultural Estación Mapocho y el Parque de los Reyes, que claramente indicaban un camino a seguir. Pero al relato de la Expo debía haberlo seguido, en forma inmediata, el tan esperado Plan Estratégico de Desarrollo para la ciudad de Santiago que no sólo abriera la cancha para el desarrollo económico y social de la capital, sino además incorporara a todos en el juego.

Durante la administración Frei se podría haber concebido dicho plan, pero en lugar de activar el proceso de recuperación urbana y cívica desde la misma sociedad civil, trabajando a nivel de barrios, juntas de vecinos, organizaciones sociales e instituciones, se optó por exacerbar la “amnesia” y pensar sólo en acciones “desde” el gobierno e incorporando al sector privado bajo condiciones reguladas. Es aquí donde cobran vida las grandes concesiones de infraestructura urbana, encarnadas en autopistas, colectores y plantas de tratamiento de aguas servidas que, como veremos más adelante, serán finalmente los grandes aportes del Bicentenario a la ciudad, pero desde una perspectiva netamente sectorial.

formación de su ciudad habla claramente de los beneficios que tiene incorporar a la comunidad desde las etapas tempranas de este proceso. Hoy Barcelona viene saliendo de su tercera fase de desarrollo, luego de “inventarse” otra excusa como lo fue el Foro de las Culturas de 2004. La ciudad aprovechó la visibilidad y revuelo de un evento totalmente ficticio como el Foro para conducir el proceso de renovación y saneamiento de los barrios post-industriales del norte y construir la infraestructura de telecomunicaciones y logística que será la base de su competitividad en la era digital.

El pragmatismo de Bilbao

Bilbao, en el País Vasco, siguió la misma línea estratégica de Barcelona, pero en lugar de inventarse grandes eventos, se reinventó a sí misma, apoyándose fuertemente en la capacidad emprendedora del sector privado y la necesidad de reconvertir una economía industrial pesada y astilleros que quedaban obsoletos ante la competencia asiática. Bilbao se planteó desde un plan estratégico liderado por la Asociación para la Revitalización de Bilbao Metropolitano: Bilbao-30, establecida en 1991 y comprendiendo 30 municipios, propició la renovación de la base económica de la ciudad pasando de la manufactura a los servicios globales y tecnología. Para ello, además de promover nuevos parques científicos y tecnológicos, en paralelo con Bilbao-30 se creó la corporación pública Bilbao Ría 2000. Ésta se concentró en un ambicioso plan de infraestructura y recuperación de los terrenos post-industriales de la ría con una oferta cultural y urbana que fuese lo suficientemente atractiva como para atraer a la exigente clase creativa.

Es así como en una década, y justo para el cambio de milenio, una de las ciudades más hostiles del norte de España de un día para otro se convirtió en destino turístico y cultural de Europa, luciendo como punta del iceberg la icónica sede del museo Guggenheim, verdadero símbolo del renacer urbano, económico y cultural de la ciudad. En este caso, la articulación en paralelo del sector privado, institucional, académico y municipal fue clave en la validación y éxito del proceso.

Cómo estamos por casa

En este contexto bien vale la pena preguntarse cómo podrá el Santiago del Bicentenario articular un relato válido y coherente que reconozca, visibilice y valide en la ciudadanía las innegables transformaciones que nuestra ciudad ha vivido en el cambio de siglo. Pues bien, aquí es donde nos aventuramos a una lectura un tanto accidentada e híbrida de los procesos antes descritos.

La fractura social y política vivida por nuestro país durante la crisis de la Unidad Popular y el régimen militar, claramente dejó huellas profundas en la ciudad que nunca hemos querido enfrentar. Sin afán de politizar este análisis, es innegable que las fronteras y dinámicas de segregación espacial en Santiago tuvieron una relación directa con el control social ejercido durante la dictadura y, posteriormente, con las fallas de mercado del modelo neoliberal perfeccionado durante la transición. Barrios como Villa Francia, Lo Hermida, La Legua o la población La Victoria, con toda su carga simbólica o estigmas, son fiel reflejo de esos procesos de organización vecinal o luchas antisistémicas. A esto se suma la enorme suburbanización de la periferia de Puente Alto, Maipú, Barnechea y Colina de los noventa, esa ciudad del “boom” que creció sin proyecto ni propuesta. Estos dos casos claramente ilustran que la necesidad de darle sentido y coherencia a nuestra capital también pasaba por internalizar estos procesos para poder resolverlos.

Lamentablemente, cuando nuestros gobernantes visibilizaron el Bicentenario como una oportunidad, llegaron un poco tarde, y quisieron hacer un híbrido entre París y Barcelona, pero en el orden inverso y ahorrándose el plan, creyendo que simples acciones epidérmicas y obras “emblemáticas” a lo Guggenheim de Bilbao, pero sin el plan de Bilbao o Barcelona, serían suficientes.

El iceberg y la pérdida de coherencia del relato

Ya en tiempos del gobierno de Aylwin tuvimos ciertas ventanas de oportunidad o destellos de lo que podría ser un “relato” que convocara a los chilenos y nos permitiera prospectar un ideario. Encarnado en la efímera euforia vivida en la Expo Sevilla, con un pabellón que representó la esperanza y expectativas de un país que “se creía el cuento”, que demostraba que

ricardo primero

No es hasta el 2000, a sólo una década del Bicentenario, que el presidente Lagos inicia una activa campaña para las celebraciones. Con el compromiso personal del Mandatario, congregó a una multiplicidad de actores y líderes de opinión en una serie de amplias comisiones y grupos de trabajo. Lagos fue consolidando la idea de contar con grandes proyectos urbanos que celebraran el cambio cualitativo de nuestra capital y nuestras ciudades. Poco a poco, cualquier proyecto sectorial, en especial los más visibles como puentes, muelles y parques, comenzaron a presentarse como proyectos o iniciativas Bicentenario.

A estas alturas nadie duda del empuje que la agenda Bicentenario tuvo con el gobierno de Lagos. Pero en lugar de ser un tema de todos los chilenos, su magnitud y coherencia se desdibujó de la mano de una serie de iniciativas paralelas, oportunistas y francamente grotescas, que terminaron por banalizar la idea. Es así como el alcalde-candidato Joaquín Lavín promovió la Torre del Bicentenario como un símbolo desde el cual todos los chilenos podrían observar la ciudad de lo alto, como si la cordillera y el San Cristóbal no bastaran. Luego el empresariocandidato Piñera lanzó su Mapocho Navegable que, pese a tener una buena intención, falló al desconocer que el Mapocho es un torrente y no un río navegable.

pese al fracaso del Transantiago los beneficios en términos de movilidad y conectividad sin duda son percibidos por los santiaguinos como uno de los grandes logros de los últimos años.

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Así, en lugar de proponerse un trabajo “desde” la comunidad o seguir un plan sustentado en el consenso, lentamente las iniciativas Bicentenario se fueron personalizando y hasta los proyectos promovidos por el mismo Lagos se tornaron en verdaderas obsesiones por construir un legado. El mejor ejemplo de ello es el Parque Ciudad Bicentenario que pese a las dificultades que originó el cierre del aeropuerto y las reiteradas licitaciones fallidas, ha seguido en pie como iniciativa. Otros proyectos más visibles como el Centro Cultural La Moneda, Matucana 100 y la Biblioteca Santiago lograron ver la luz antes del término de su gestión, pero aquellos proyectos más complejos como el denominado “anillo interior metropolitano” que proponía recuperar más de 200 hectáreas de terrenos post-industriales en pleno centro de Santiago, quedaron huérfanos una vez que se acercaba el término del gobierno.

Lo que sí logró cosechar Lagos fue una serie de megaproyectos de infraestructura en base al sistema de concesiones. Habiendo sido ministro de Obras Públicas de Frei, lideró en gran parte el exitoso proceso de diseño e implementación de una serie importante de carreteras, colectores, aeropuertos y otras infraestructuras que literalmente cambiaron el estándar de vida de todos los chilenos. Si bien los “desórdenes administrativos” de aquellos años empañaron en parte importante su gestión, las obras están a la vista de todos, a diferencia de los escándalos en educación o Transantiago.

Algunos vaticinaban que los chilenos no estaríamos preparados culturalmente para estos cambios, como hacernos responsables de sistemas de cobro remoto (TAG). Pero la sorprendente acogida y respuesta de los usuarios es prueba de la disponibilidad a pagar cuando se percibe un beneficio real, producto de un buen servicio y buena gestión. Las autopistas urbanas no estuvieron exentas de críticas por la cultura de “hacer y luego arreglar” de los primeros proyectos, particularmente en la brutalidad de las autopistas urbanas. Pero claramente, y pese al fracaso del Transantiago, los beneficios en términos de movilidad y conectividad sin duda son percibidos por los santiaguinos como uno de los grandes logros de los últimos años.

El énfasis en grandes proyectos terminaron por confirmar un estilo de aproximación al tema de la renovación de Santiago para el Bicentenario muy similar al de Mitterrand, con obras pensadas y desarrolladas desde el despacho del gran estadista y puestas a disposición de la ciudadanía como verdaderos palacios para el pueblo. En este sentido, el sesgo populista y

personalista de las transformaciones de Lagos tendría fecha de caducidad con la asunción de Michelle Bachelet.

(Me falta aquí el párrafo del giro de timón de Bachelet y luego el cierre final.)

Un nuevo liderazgo

El impulso de las iniciativas y obras Bicentenario promovidas por Lagos vivió un dramático cambio de perfil desde el momento en que Michelle Bachelet asume la Presidencia y concentra su foco en las personas y los programas sociales. Si bien los ministerios de Obras Públicas y Vivienda han seguido adelante con la agenda de proyectos urbanos, incorporando nuevas iniciativas como el Centro Cultural Gabriela Mistral o el exitoso programa de renovación de estadios deportivos, el énfasis de la nueva administración ya no está en iniciar grandes obras.

El alto costo que significó la fallida implementación del Transantiago, así como el complejo devenir de otras obras de continuidad como el Portal Cerrillos, sumados a que todos ellos eran proyectos fuertemente marcados con la impronta de Lagos, sin duda derivó en una especie de indiferencia o enfriamiento de La Moneda hacia esta forma de celebrar el Bicentenario. De hecho se modificó el directorio de la Comisión Bicentenario y se cambió en dos ocasiones a su director ejecutivo, aludiendo a cambios significativos en el perfil y rol de la Comisión. Por último, y tal vez lo más significativo, la visión de desarrollo urbano promovida por la administración Bachelet se focalizó en la recuperación de barrios y fortalecimiento de las capacidades de organización de los vecinos.

De esta visión surgieron con fuerza el programa Quiero mi Barrio, que originalmente se propuso la ambiciosa meta de intervenir en más de doscientos barrios en todo el país, con la meta de recuperar la ciudad “desde adentro” y junto a la comunidad. Una aproximación muy similar a las primeras fases de Barcelona, pero con la dificultad que el chileno es un proceso a largo plazo y estaba predeterminado por las obras y proyectos ya encaminados y décadas de olvido respecto a los barrios.

Bachelet también logra impulsar la nueva política habitacional que, con gran éxito, ha focalizado los recursos en las familias de menos recursos, al permitirles acceder a mejores localizaciones, viviendas más grandes y un mejor entorno urbano. Esta transformación profunda, de la mano de la articulación de juntas de vecinos, comités vecinales o comités de vivienda, con una fuerte participación de ONG, organizaciones de voluntariado, universidades y el sector privado, podría haber sido el gran proyecto Bicentenario, pero los tiempos ya no están para ello, ya que los frutos de este tipo de iniciativas se verán no antes de una década. De hecho, la propuesta para la celebración del Bicentenario por parte de la actual Comisión ha dado señales de enfatizar la celebración por sobre las obras, ya que es muy probable que aquellas que lleguen a ver la luz lo hagan más allá del 2010.

Sin afán de politizar este análisis, es innegable que las fronteras y dinámicas de segregación espacial en Santiago tuvieron una relación directa con el control social ejercido durante la dictadura y, De infraestructura cultural a posteriormente, con las fallas de cultura de las infraestructuras La posibilidad de articular la celebración del Bicentenario mercado del modelo neoliberal con una renovación urbana para Santiago se ha desdibujado, en perfeccionado durante la transición. gran parte debido a la falta de un plan estratégico con flexibili-

dad para adaptarse a las fuerzas de cambio con la estabilidad y perseverancia para llegar a resultados a largo plazo. Proyectos aislados y centros culturales se inaugurarán muchos, pero será difícil darle un sentido o multiplicar los efectos que muchos de estos proyectos tendrán en la ciudad, muy especialmente en la ciudadanía. En todo caso, aún estamos a tiempo para que la gran obra del Bicentenario pueda ser precisamente la articulación de una nueva institucionalidad que anuncie a los cuatro vientos el inicio de ese tan esperado Plan Estratégico de Renovación Urbana para Santiago al 2030.

A falta de coherencia y de plan, queda para nuestro consuelo el hecho de que por lo menos nuestra ciudad cuenta con un estándar de infraestructura urbana que sin duda será la plataforma sobre la cual se construirá esa ciudad del Bicentenario.

Si para el Centenario de la República se construyeron grandes obras de infraestructura cultural tales como la Biblioteca Nacional o el Museo Nacional de Bellas Artes, hoy es posible vislumbrar que las grandes infraestructuras concesionadas de estos 15 años serán las obras que marcarán al Bicentenario, pasando de una infraestructura cultural a una cultura de las infraestructuras, que sentará las bases del desarrollo de nuestro país en los próximos 100 años.

PABLO ALLARD serrano es Director Ejecutivo del “Observatorio de Ciudades UC”, Consultor en temas de arquitectura y urbanismo, investigador y docente de la puc. Doctor y Máster en Diseño Urbano de la Universidad de Harvard, Arquitecto y Magíster en Arquitectura de la puc.

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L Las celebraciones cuentan con presupuesto para museos y trazados urbanos que, sin ellas, no habrían superado la etapa maqueta.

Valparaíso consiguió, para el 2010, ser sede del Forum Universal de las Culturas, un invento español que hace de excusa para cirugías urbanas y otras modernizaciones. Se lo importó con la confianza de impulsar la remodelación de la ex cárcel, pero la cancelación del edificio tiene al proyecto en aprietos.

Por macarena garcía

ondres creó la Exposición Universal, una institución del siglo XIX pensada para exhibir los avances industriales del mundo (que entonces dominaban) y, de paso, inyectar modernidad a su ciudad. París y Nueva York la imitaron pronto y gracias a esas ferias mundiales de alardeo industrial, hubo presupuesto para pabellones, museos y trazados urbanos que de lo contrario no habrían superado la etapa maqueta. En París, para deslumbrar al mundo en 1889, se despacharon el mayor engreímiento: una torre de 300 metros de alto construida en acero, la Torre Eiffel.

Barcelona, la ciudad industrial de la rezagada España, exprimió la fórmula: para la exposición universal de 1888 construyó el parque de La Ciudadela y para la de 1929 remozó el cerro de Montjuic. Siguió con los Juegos Olímpicos de 1992, recuperando un barrio de fábricas en desuso como borde costero: le entraron al mar con playas, levantaron dos rascacielos de vistas sublimes, contrataron a afamados arquitectos. Tras la exitosa operación, postularon a la ciudad como sede de una Exposición Universal. Al no conseguir la nominación, el entonces alcalde, Joan Clos, ideó el Forum Internacional de las Culturas, una expo que, acorde a los tiempos que vivimos, no se plantea alardear sobre los avances industriales, sino fomentar el diálogo entre lo diverso. La celebraron en 2004.

El Forum de Barcelona fue publicitado como un encuentro entre las culturas del planeta, una propuesta que derrochaba tanta ambición que hacía previsible su fracaso. Así fue: el encuentro entre religiones no contó con la venia de ninguna de las grandes y acabó como un cónclave new age; las mesas redondas organizadas para hablar del desarrollo sostenible, las guerras en el mundo o la escasez de agua, no tuvieron mucho público.

El Forum, concordaron sus críticos, fracasó, pero el proyecto urbano que escondía, muestra sus frutos. Si bien el edificio que hizo de sede, proyectado por los prestigiosos Herzog & De Meuron, tiene menos uso del prometido –hoy es poco más que escenario de conciertos de música–, el objetivo final de tanta faramalla, el barrio Poble Nou, es la nueva zona chic de la ciudad. La pintura descascarada del barrio obrero fue reemplazada por edificios de oficinas, restaurantes, centros comerciales, hoteles cinco estrellas y un tranvía cuya última parada es el edificio Forum. Recayó sobre el barrio esa “onda” que nunca es más visible que al preguntar por las alzas en los precios de los arriendos. Se multiplicaron por cinco, lo que se convirtió también en la principal crítica: que el Forum era una operación de especulación inmobiliaria, alegaron los vecinos.

Los catalanes exportaron la idea. En Monterrey, la ciudad in-

La candidatura porteña convenció más que la de sus competidoras, Nápoles y Durban, entre otras cosas, porque el espacio que proponían para acoger el evento sería "una vieja prisión convertida en centro cultural". dustrial del norte de México y una de las capitales del narcotráfico internacional, se montó la segunda edición. Mesas redondas sobre ciudades, calidad de vida y espiritualidad. Para cuando se acabaron los discursos, la ciudad ya tenía su legado. Se construyó un río navegable y, siguiendo la tendencia de convertir el viejo capital industrial en capital cultural, se transformó una antigua fábrica en centro de eventos. No fue gratis, claro, el gobierno local le inyectó 100 millones de dólares. Lo que se ahorró fue el debate público por esas obras de infraestructura.

La siguiente edición del Forum será en Valparaíso. El ex alcalde Aldo Cornejo hizo lobby internacional aludiendo a la condición de Patrimonio de la Humanidad del puerto, a sus planes de renovación urbana y a las celebraciones del Bicentenario que coincidirán con el Forum. La candidatura porteña convenció más que la de sus competidoras, Nápoles y Durban, entre otras cosas, porque el espacio que proponían para acoger el evento sería “una vieja prisión convertida en centro cultural”. Fue el mísmisimo alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, el que manifestó así su favoritismo por Valparaíso.

Pero después de recibir la nominación vinieron los problemas: la construcción del edificio de Óscar Niemeyer en la ex cárcel porteña fue pulverizado por sus ciudadanos y la crisis frenó cualquier idea de transformar al Forum en un evento de proporciones. Cornejo, estoico, dijo que no importa, que el Forum no tendrá un pabellón, pero usará “el anfiteatro natural del puerto” (eso de que hay 14 cerros desde los que se mira el mar y el plano).

Obras Públicas superó el impasse Niemeyer abriendo un concurso para la remodelación de la ex cárcel, que si todo va bien, se inauguraría como centro cultural a fines de 2011. No hay forma de apurarlo más, claro, si recién lanzaron el concurso, pero en Obras Públicas creen que se podría tener algún auditorio terminado para los tiempos del Forum. Alguna salita que se escape de la obra gruesa.

Nos quedaremos con un Forum a la chilena: más corto, más barato, a la rápida. Aunque no habría que perder toda la esperanza. Podría ser que tuviéramos más que batucadas, fuegos artificiales y mesas redondas con olor a pintura fresca. Podría ser que los invitados de nivel se entusiasmaran con eso del anfiteatro porteño, que los grafiteros hicieran cumbre en Cerro Alegre o que alguien hiciera ver que a Valparaíso le falta proyecto urbano hace rato.

Macarena García es periodista de Artes y Letras de El Mercurio y coautora del libro La era ochentera.Tevé, pop y under en el Chile de los ochenta (Ediciones B).

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Bailando en la calle No sabemos cómo serán las fiestas del Bicentenario. Pero sí sabemos que los protagonistas no son los muertos que se homenajean, sino los vivos que sacuden el cuerpo en la calle. Ellos, que somos nosotros, abrazan ahí la certeza de pertenecer a algo, de ser algo. Quizás esa ilusión sea lo que más nos conmueva del Bicentenario: la posibilidad de ser actores de una historia tan confusa como viva.

Por ÁLVARO BISAMA ilustración raquel echenique

P

osiblemente, los libros de historia del futuro recuerden más las celebraciones del Centenario que las del Bicentenario. Mal que mal, el sabor de lo clásico siempre gana frente a lo contemporáneo; la monumentalidad frente a lo práctico, lo ornamental frente a lo puramente necesario. Por lo mismo, no va a ser raro que algún redactor vaya a acordarse del 2010 más por la fiesta, lo comido y lo bailado que por las obras públicas inauguradas. Así están las cosas: Chile no ha cambiado tanto como para que se haya extirpado del ADN nacional ese deseo de celebración que esgrimimos ante cualquier efeméride.

Eso, porque habituados a comportarnos como un país modosito y compuesto, durante el Año Nuevo o el 18 de septiembre el país completo tira la casa por la ventana. Para esos eventos, casi como una profecía autocumplida, nos preparamos cuidadosa y milimétricamente. Antes de cada 18, acumulamos dinero y energías, tragándonos tanto la alegría como la bilis hasta el momento exacto del reventón. Lanzados, ahí no hay quien nos pare. Cada septiembre, casi por decreto, un alto porcentaje de nuestros compatriotas decide beber hasta perder la conciencia mientras las calles empiezan a oler a asado, las fondas se repletan con una masa que baila cumbia o cueca hasta quemar las suelas, mientras no se priva de brindar y comer como si no hubiese mañana.

Pero no es raro. Es, por el contrario, más o menos obvio.

O necesario. Catártico, mejor dicho. Se celebra porque es el momento exacto en que el año o el siglo se detiene y suspira y puede permitirse un relajo. La fiesta es ese punto intermedio entre dos etapas, la bisagra donde todo se permite para hacer borrón y cuenta nueva mientras nos sumergimos en una tradición que deja de ser escrita con mayúscula para convertirse en pura historia menor. Es como si en medio del estrépito, los pasos de cada ciudadano que se lanza a la fiesta fueran parte de su diario de vida privado, la memoria de su paso por el mundo.

Ahí la Historia –con mayúscula– se vuelve un relato privado.

En medio de la fiesta del Bicentenario, todos los ciudadanos serán protagonistas de su propia novela, se mezclarán con una memoria mayor, pondrán en perspectiva las señas de su identidad. No habrá discursos ahí, sino actos, modales y gestos privados, el devenir de un tiempo tan íntimo como colectivo.

De este modo, no es difícil estar perplejo en la inminencia del

Bicentenario que se avecina. La pregunta es obvia: ¿cómo va a ser la fiesta con la que vamos a celebrar los 200 años de vida de la República?

El recuerdo del Centenario puede dar alguna clase de respuesta. Cien años atrás la República se celebró a sí misma, dotándose de una flamante monumentalidad, algo impensable y ostentoso para una nación joven como la nuestra. Fue la perfecta despedida del siglo XIX, porque luego todo se fue por la borda. Pero esas celebraciones condensaron el espíritu de los tiempos, graficando en varios aspectos una belle èpoque que podía verse en el elegante cinismo cosmopolita de los héroes de las novelas de Luis Orrego Luco, en el eco de los pasos del público rebotando en la cúpula del Museo de Bellas Artes, en cada remache de metal clavado en la Estación Mapocho.

Como un parque temático

Pero en el fondo, ¿va a tener algún sentido la fiesta? Hace 100 años, entre juegos florales y visitas presidenciales de todo tipo, dejamos de ser una república adolescente para pasar a algo parecido a la adultez. Las celebraciones del Centenario fueron nuestro rito de paso, el momento en que creímos entrar al siglo XX. La fiesta que se avecina va a constituir otro tipo de rito. De qué, es imposible saberlo con certeza, pero es posible asegurar que va a ser genial. Inyectado directo a la vena de nuestra nostalgia, en el 2010 quizás viviremos la recuperación de la memoria instantánea de nuestra propia identidad y consumiremos los discursos de la chilenidad como si se tratase de una feria o un parque temático. Ahí, la palabra Bicentenario va a ser usada para casi cualquier cosa, del mismo modo en que en Valparaíso abusan de patrimonio: programas de televisión, vinos, jabones, hoteles temáticos, juegos infantiles, títeres de próceres nacionales, café en polvo, lápices, souvenirs de todo tipo.

Las fiestas del mañana nos llenan de preguntas que flotan en el aire. ¿Nuestros comediantes se atreverán con chistes sobre el autoritarismo de O’Higgins, la muerte de Manuel Rodríguez, el destino brutal de los Carrera? ¿Veremos más dramas históricos? ¿Los pasacalles escenificarán, entre tanto tambor, escenas del desastre de Rancagua, del abrazo de Maipú, del hundimiento de la Esmeralda? ¿Quemaremos en Pascua de Resurrección, Judas de trapo con el rostro de Pinochet? ¿Se pondrán de moda las chupallas, las ojotas, los ponchos de huaso? ¿Nos acordaremos de Juan Verdejo, del Roto Quezada, de Pedro Urdemales,

el Esmeraldo de El roto? ¿Escribiremos obras donde recupere la cordura el Eduardo de El niño que enloqueció de amor o nos aventuremos en los últimos días de Martín Rivas? ¿Benjamín Vicuña podrá ser alternativamente Manuel Rodríguez, Condell, Alessandri e Ibáñez del Campo? ¿Themos Lobos dibujará alguna aventura nueva de Mampato?

Posiblemente no suceda nada de eso. Posiblemente, entre los discursos públicos, la inauguración de obras, la apertura de tarjetas de saludos internacionales, no quede espacio ni tiempo para nada más.

O quizás sí, lo anterior se responda de modo íntimo. Como un ajuste de cuentas de cada chileno con el pasado de su país.

Y, en el fondo, eso va a suceder en la fiesta, en medio de la celebración, que va a ser el único espacio de civilidad donde los lazos nacionales pueden percibirse en verdadero tiempo real. La comunidad aparece retratada ahí de cuerpo entero sin discursos ni demagogia, viva, convertida en un espectáculo que es a la vez una celebración y una elegía. Una celebración del presente, como si ahí se renovara la promesa de una vida colectiva, de la utopía de un país que no sucede, pero cuyo destello es susceptible de ser visto en medio de la ilusión del abrazo de la masa.

Pero también, como en esos funerales de campo donde la farra se extendía por varios días, como si el festejo ayudara a pasar el luto, a deshacernos del pánico del olvido.

Puede que ese sea el mejor costado del Bicentenario. Espejo curvo de nosotros mismos, la fiesta va a ser la excusa para comprobar cuántos de nuestros mitos quedan vivos mientras nosotros –los asistentes– nos convertimos por un rato en ellos. Ahí, el ciudadano se convierte en la efeméride. Los protagonistas no son los muertos que se homenajean, sino los vivos que sacuden el cuerpo en la calle. Ellos, que somos nosotros, abrazan ahí la certeza de pertenecer a algo, de ser algo. Quizás esa ilusión sea lo que más nos conmueva del Bicentenario: la posibilidad de ser actores de una historia tan confusa como viva. En el pragmatismo de nuestro presente cotidiano, donde la real politik nos hace olvidar nuestros afectos chilenos, aquella es la música que nos hace bailar en todas las fiestas del mañana. ÁLVARO BISAMA es escritor, crítico literario y profesor. Magíster en Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Chile. Ha publicado Zona cero (2003), Postales urbanas (2006), cien libros chilenos (2008).

el edificio Diego Portales debió quemarse para que notáramos que estaba allí y era mucho más que el lugar donde se leen los cómputos electorales; debió arder en llamas para que la discusión sobre su real utilidad llegara hasta quienes toman decisiones.

Como las sábanas cortas

Las autoridades han entendido que, tanto como ejercitar la mano cortando cintas tricolores, es sano devolverse a corregir aquello que por décadas funcionó mal.

Tratar de cubrirse la cara sin destapar los pies.

Por Patricio Jara

N

o hay oración más clara –y más breve– para definir el subdesarrollo que aquella que intentó el escritor cubano Edmundo Desnoes a inicios de los 60': “El subdesarrollo”, decía, “es la incapacidad de acumular experiencia”. Una sentencia rotunda que ahorra discusiones estériles y, en estos tiempos de fiebre bicentenaria, viene a marcar la pauta, al menos en Santiago, respecto de la recuperación de espacios urbanos.

Las autoridades han entendido que, tanto como ejercitar la mano cortando cintas tricolores, es sano devolverse a corregir aquello que por décadas funcionó mal. Rescatar es también volver a mirar y, sobre todo, una promesa que las cosas pueden ser mejor, aunque no se note tanto, aunque queden lejos.

Esto bien lo grafica el proyecto Ciudad Parque Bicentenario, en los terrenos del aeródromo de Los Cerrillos, que aúna todo un proyecto urbano sustentado en una sola idea: a fines del 2009 los santiaguinos no deberán arrancar al campo si quieren una calidad de vida más sana.

Más de alguien podrá pensar que muchas veces es el azar o la Divina Providencia los que actúan en esta clase de temas, como quien dice: “Dios castiga, pero no a palos”.

Aquello se evidencia con lo ocurrido con el edificio Diego Portales, que debió quemarse para que notáramos que estaba allí –y era mucho más que el lugar donde se leen los cómputos electorales–; que

debió arder en llamas –en domingo, a media tarde– para que la discusión sobre su real utilidad llegara hasta quienes toman decisiones: ahora el edificio está dentro de la etapa de diseño del plan de renovación urbana del gobierno regional de Santiago y en un par de años será el Centro Cultural Gabriela Mistral.

Qué hacer con él, cómo manejarlo y cómo dotarlo de buenos monitores artísticos debieran ser preguntas tan importantes como las tres cotizaciones que se pedirán, por ejemplo, para comprar una caja de ampolletas. Allí está el desafío de estos proyectos de recuperación urbana, muy similares, vistos a la distancia, al problema de las sábanas cortas: en que hay que tratar de cubrirse la cara sin destapar los pies; un punto de equilibrio que muchas veces resulta técnicamente imposible, aunque no por ello vamos a dejar de intentarlo.

Este mismo empeño es el que debe primar cuando se trata del rescate de obras en el extrarradio, como el Parque Zanjón de la Aguada, que no sólo busca hermosear un sector histórico –e históricamente postergado–, sino solucionar de manera definitiva los problemas ocasionados por las lluvias. Algo tan básico, digno, urgente y fundamental como eso no basta con ponerlo en marcha; también debe ser explicado a la gente. Parece obvio pero no, no es obvio y no es fácil. Aquel lugar acarrea tanta carga semántica –lean las crónicas de Lemebel– que junto con limpiar la caca hay que ayudar a que los ciudadanos lo miren distinto; que alguien diga, firme y claro, que se ha hecho bastante más que “reparar”, pues no sólo se dignificará la vida de nueve comunas. También será una prueba más de que la equidad tiene una forma concreta.

Patricio Jara (34) es profesor de la Escuela de Periodismo de la Universidad Diego Portales y escribe en Sábado y Revista de Libros de El Mercurio. Este año publicará su quinta novela, Quemar un pueblo.

21

Igor Garafulic:

La AYUDA DE LA

CRISIS

“Las obras van a tener un grado de avance alto, pero no porque el empuje sea el que la Presidenta se está yendo, sino porque cada una de ellas genera empleo. Muchas van a acelerar su concreción producto de que nuestro país está buscando cómo responder a la crisis financiera”.

¿Qué diferencias ve entre los proyectos generados por Ricardo Lagos y los de Michelle Bachelet?

Siento que las obras que están terminadas, como el Centro de Justicia de Santiago, el Centro Cultural Matucana 100 y el Centro Cultural Palacio de La Moneda claramente tienen el sello Lagos. Y estamos lejos de querer presentar y repetir obras que en un momento tuvieron el realce y la felicitación de ser obras terminadas. Este nuevo diseño de Bicentenario es una continuación, pero con el sello de la presidenta Bachelet. Por ejemplo, fue emotivo verla poniendo la primera piedra del Museo de la Memoria, por toda la historia de vida que ella representa. Cada presidente le va poniendo su cercanía a sus obras.

TEXTO rodrigo de la paz fotografía aryeh kornfeld

R

ecién asumió la Intendencia Metropolitana, el 11 de noviembre pasado, y una de las tareas en las que Igor Garafulic ha debido entrar de lleno ha sido el Proyecto Bicentenario, especialmente todo lo que es construcción de infraestructura: centros culturales, una ciudad satélite, un parque educacional, entre otras obras. Pese a la grandiosidad de los trabajos y a los cambios que se prevé causarán en la ciudad, sentimos que quedan cosas pendientes para la celebración de nuestros 200 años y quisimos preguntarle por los “vacíos” en el gran plan. Él asegura estar más que satisfecho por el efecto que está teniendo el concepto Bicentenario: “Cada una de las comunas de la Región Metropolitana va a estar bien atendida, ninguna queda ajena al espíritu de celebración”. ¿Existe algo que podamos llamar “Espíritu Bicentenario”, una filosofía que guíe todos los proyectos?

Todo lo que inspira la estrategia nacional del Gobierno es la consolidación de los 200 años de democracia. Y, asociadas a la democracia, la cultura y los espacios públicos. La construcción de 12 centros culturales en comunas urbanas y rurales de la región, por ejemplo, son inversiones que quedarán para las municipalidades. También tiene que ver con otro concepto, que no es el

tiene miedo de que se conviertan en elefantes blancos si no son bien gestionados?

No, eso está muy bien chequeado: en la medida en que los espacios culturales existen, se ocupan. En países como México y Ecuador nos dicen que estos espacios han tenido asistencia.

Uno tiene el prejuicio de que la gente no va a los museos, pero es porque están lejos de la gente y a precios privativos. Pero la demanda por asistencia se puede aumentar por la vía de convenios con colegios de distintas comunas, y eso nos anticipa que no vamos a contar con elefantes blancos.

gran orientador, que es contribuir a reducir las desigualdades con que la cultura se distribuye en la Región Metropolitana. Hay mucho museo, mucha oferta cultural en la zona oriente y al trabajar para que exista un centro cultural en otra zona estamos contribuyendo a que un joven pueda acceder a una exposición, independiente de en qué lugar geográfico se encuentre. La brecha es muy grande no sólo en lo cultural. En la zona oriente hay 19 hectáreas de áreas verdes por persona y en el poniente hay un metro. El Espíritu Bicentenario está empapado de lo que es equilibrar.

Hablando de equilibrios, ¿qué le parece que no se destinen fondos de Bicentenario a lograr obras que realmente todos necesitan, como un Transantiago que funcione bien de una vez por todas?

La recaudación fiscal es una sola, que tú destinas a distintas áreas de gasto. Ya hay presupuestos por sectores y los fondos son originados por todos los chilenos. No existe el “fondo atado”, sino que es un pozo general al que se le asignan destinos. Si se necesitara más para Transantiago no tiene por qué ser a costa de rebajar las obras Bicentenario. No es esa la idea.

Porque, con esa lógica ¿por qué no hacer rebajas en salud para liberar fondos hacia Transantiago? ¿Y no habría sido bueno también incluir grandes planes de mejoras en salud, educación o viviendas sociales?

Imagino que cuando empaquetas una campaña no puedes incluir a todos los sectores. Nuevamente mi criterio es que no estás paralizando tu política de vivienda ni de educación. Por ejemplo, durante todo este año, los proyectos que buscan fondos de la Intendencia son para completar la Jornada Escolar Completa.

Eso no sólo es tener preparados profesores; tienen que estar los establecimientos físicos para tener a los niños todas esas horas.

Y en el plan de inversiones para la Región Metropolitana seguimos con un programa fuerte de construcción y ampliación de establecimientos educacionales. Eso sigue su ritmo. Son planes “ordinarios” que no tienen la etiqueta Bicentenario, pero que se siguen haciendo y se siguen necesitando.

Tampoco hay un plan de descontaminación. ¿O basta con la construcción de áreas verdes? Porque el proyecto Mapocho Urbano Limpio es de iniciativa privada…

Aguas Andinas ha estado muy activa en este tipo de actividades. Las empresas ya tienen incorporada en su planificación el cuidado ambiental. Ese es un gran avance que hemos tenido en estos años, en que ya hay plena conciencia de que hay que someterse a un escrutinio de las comisiones regionales de medio ambiente. De nuevo, no quiero empaquetar todo como Bicentenario porque sería poco riguroso.

Con todas las iniciativas de museos y centros culturales, ¿no

Lo que inspira la estrategia del Gobierno es la consolidación de los 200 años de democracia. Y, asociadas a la democracia, la cultura y los espacios públicos. También tiene que ver con otro concepto, que no es el gran orientador, que es contribuir a reducir las desigualdades.

Ricardo Lagos terminó todas sus obras en su periodo. ¿La Presidenta planea aplicar la misma estrategia?

La situación económica mundial, muy delicada, nos llevó como país a hacer un plan de inversión de US$ 4.000 millones, en que un porcentaje altísimo va a infraestructura. Yo anticipo que muchas de estas obras van a tener un grado de avance alto, pero no porque el empuje sea el que la Presidenta se está yendo, sino que cada una de ellas genera empleo. Me atrevería a decir que muchas de ellas van a acelerar su concreción producto de que nuestro país también está buscando cómo responder a la crisis financiera. ¿Las empresas reciben algún beneficio por parte del Estado al hacer obras Bicentenario?

No, como Bicentenario no, pero existe una ley, la 19.885, que permite rebajas tributarias cuando se hacen contribuciones a instituciones. Por lo tanto, cuando existe una determinada corporación, se puede aspirar a beneficios tributarios.

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Lagos y Bachelet:

Mucho cuerpo, poca alma y nada de futuro de la ciudad

Con ocasión del Bicentenario nacional, uno esperaría que al menos las cuatro categorías básicas de una ciudad –cuerpo, alma, pasado y futuro–, fueran objeto de atención. Lagos fue el promotor de grandes y necesarios proyectos para el cuerpo de nuestra ciudad. Bachelet no ha mostrado pasión especial por el tema.

Ninguno ha puesto la vista en el alma, y menos en el futuro.

Por sergio melnick ILUSTRACIONES RODRIGO DÍAZ

L

a ciudad viva

Las ciudades son “entes” fascinantes y por cierto muy curiosos. Son públicas y privadas a la vez. Tienen cuerpo y alma, las que, asimismo, tienen historia y futuro. Siempre tienden a una complejidad creciente. Tienen caos, orden, y enormes inercias.

En las grandes ciudades modernas, esta variada matriz de categorías se transforma en un gran collage, más que en una visión unívoca. Esto ocurre incluso en ciudades diseñadas desde cero, como Brasilia. Las ciudades en realidad están vivas.

Es interesante indagar si sobre esa extraordinaria diversidad actual, que por cierto ocurre en Santiago, hay un “alma” común del santiaguino. Tiendo a pensar que no. En el cuerpo de la ciudad, claramente no, ya que hay varias ciudades dentro de la gran ciudad, con distintas calidades de infraestructura y culturas. Este collage adquiere una connotación especial con la revolución de la administración municipal, en que los alcaldes se han tomado en serio el carácter de sus pequeños imperios.

No obstante, necesariamente se requiere en alguna instancia una visión integrada de la ciudad, que en el caso de Santiago no es muy clara quién la tiene, si es que existe. Por de pronto no está en la agenda política conocida.

Con ocasión del Bicentenario nacional, uno esperaría que al menos las cuatro categorías básicas (cuerpo, alma, pasado y futuro), fueran objeto de atención. Pero no ha sido así en nuestro caso. Cuando Estados Unidos cumplió su Bicentenario, en 1976, el presidente de la época (Carter) invitó al país a pensar los próximos 200 años para ese país. Nadie puede anticipar 200 años, es la actitud, es el alma. En Chile ni siquiera nos han invitado a pensar los próximos 10.

La La cultura cultura no no se se hace hace por por decreto decreto ni ni en en base base a a ministerios, ministerios, museos museos o o centros centros culturales. culturales. Eso Eso es es un un voluntarismo voluntarismo sin sin destino. destino. La La cultura cultura es es lo lo más más parecido parecido al al alma. alma. Es Es lo lo que que queda queda cuando cuando todo todo se se olvida, olvida, como como alguien alguien la la definió definió alguna alguna vez. vez. Es Es lo lo que que hace hace a a la la gran gran ciudad ciudad tener tener alma. alma.

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El teléfono, el automóvil, y ahora Internet, nos ponen en contacto con otro concepto de vecindario, nacional y global, no acotado por la cercanía física. Todo esto es parte de los próximos 200 años de Santiago, tema que no ha sido considerado por nadie.

Confusión con la cultura

En primer lugar, llama mucho la atención lo secundario que ha sido en general el tema del Bicentenario, a pesar de un muy buen impulso inicial del presidente Lagos. El tema simplemente se fue diluyendo a “la chilena” y nos acordaremos cuando venza el plazo, sólo a último momento cuando ya es demasiado tarde, que ya lo es. En general, los gobernantes se preocupan más del cuerpo que del alma de la ciudad, y tratan de pasar a la posteridad en base a grandes obras simbólicas, idealmente con sus propios nombres, como es el caso del Centro Cultural Palacio de La Moneda, con una frase un poco arrogantota que Lagos se cita de sí mismo a la entrada. A veces, como ocurre al parecer con esta gran obra, después no se logran usar bien, o no tienen los recursos operacionales adecuados, o la demanda prevista, y ahí languidecen. A veces se transforman en elefantes blancos y mueren en el olvido.

Por cierto en estos temas, lamentablemente, intervienen las ideologías. Se olvida el largo plazo del Estado, se focaliza en el corto plazo del gobierno, que no es lo mismo. Esto es elocuente en el caso de Bachelet con el Museo de la Memoria, en que la memoria es siempre parcial.

Un fenómeno similar ocurre con la manera de tratar el término “cultura”, que se confunde en Chile con las manifestaciones artísticas de ésta. Sin cultura real, el arte pierde significado.

La cultura no se hace por decreto ni en base a ministerios o “centros culturales”, que son salas de eventos. Eso es un voluntarismo sin destino. La cultura de un país o ciudad es lo más parecido al alma de éstas. Es lo que queda cuando todo se olvida, como alguien la definió alguna vez. Es lo que hace la gran ciudad, el gran país.

El “cuerpo” de la ciudad por cierto requiere grandes obras de infraestructura cada vez más complejas y caras. Cuando la población de una ciudad crece de manera lineal, la complejidad lo hace de manera exponencial, como las redes. En esa visión Lagos estaba en lo correcto, más allá del problema de la gestión al implementarlas. Lagos fue el promotor de grandes proyectos para el cuerpo de nuestra capital, incluyendo la nueva ciudad dentro de la ciudad; el Parque Bicentenario, en el área de Cerrillos, el Metro y varias otras. Bachelet en cambio está preocupada siempre de cosas más pequeñas, con poco futuro, como por ejemplo de las ciclovías. Santiago, como tal, por más deseable que lo sea, no es una ciudad para transporte masivo de bicicletas, salvo en lo local, y ese es tema de los municipios.

El olvidado vecindario global

Las ciudades están cambiando aceleradamente en virtud de la tecnología. De hecho, el diseño original de las ciudades fue siempre circular, por la fricción de la geografía. Por ello la relevancia de las plazas que indicaban el centro. La plaza de Armas ya no es físicamente el centro de la ciudad, sólo lo es cultural o simbólicamente. En el pasado, las relaciones humanas de la ciudad estaban dominadas necesariamente por el “vecindario” físico. Nada de eso es así hoy. El teléfono, el automóvil, y ahora internet, nos ponen en contacto con otro concepto de vecindario, ahora nacional y global, no acotado por la cercanía física. Todo esto es parte del concepto de los próximos 200 años de Santiago, tema que no ha sido considerado por nadie.

Todo apunta a una nueva alma, a una nueva cultura. Un nuevo Santiago en gestación inevitable. La pregunta es si ayudamos en ese diseño, o lo dejamos evolucionar como pueda.

Los chilenos somos poquitos

En Chile la población se empieza a estancar. Hoy somos casi 17 millones de personas, y sólo seremos alrededor de 19 para el 2050, de los cuales casi un cuarto serán de tercera edad. El gran Santiago podría llegar a tener 8 millones, y quizás podría haber una conurbanización con Valparaíso y sumar 10 millones.

Eso podría ser un gran proyecto. Curacaví y Casablanca pueden otorgar gran calidad de vida, espacio, aire y descentralización.

Los automóviles seguirán bajando de precio. Es una enorme aspiración. Todos quieren uno, y tienen derecho. Por ello, seguirán llegando más rápido de lo que se puede construir la infraestructura necesaria. La única solución es convencer a un millón de santiaguinos, o más, de salir de la ciudad, partiendo quizás con todo el aparato de gobierno. La descentralización es un imperativo nacional, de otra manera Santiago será probablemente invivible en 10 años más.

Lagos partió bien con el tema Bicentenario, pero lo dejó caer.

Bachelet simplemente lo ha ignorado. A lo más, ambos se han focalizado en las obras simbólicas que afectan al cuerpo de la ciudad. Ninguno ha puesto la vista en el alma, y menos en el futuro. Es tiempo de empezar a pensar en los próximos 200 años en serio, como actitud. La clave inevitable es la tecnología.

SERGIO MELNICK es Ingeniero Comercial U. de Chile, Ph.D. UCLA, Presidente Anticipa S.A., Profesor del MBA UAI, Ex Decano U. de Chile, Ex Ministro de Planificación, DiRector de empresas, autor de numerosas publicaciones.

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Puente Alto + maipú + las condes + peñAlolén + la florida Una cosa es la celebración oficial del Bicentenario, organizada por el gobierno. Otra, las que preparan los alcaldes. Recorrimos las cinco comunas más populosas de Santiago. texto valentina cox

Puente Alto proclamará su independencia

Es, lejos, la comuna más populosa de Santiago y por años fue “el resumidero de los pobres más pobres”. Los planes para el Bicentenario del alcalde son transformarla “en una ciudad autoabastecida”.

Aquí están las tristemente recordadas casas nylon, donde viven miles de personas en situación deplorable. Pero también se ha establecido una gran masa de clase media con interesantes ingresos y necesidades que satisfacer. Por eso el objetivo prioritario de Manuel José Ossandón, alcalde de Puente Alto, es que “los puentealtinos estudien, trabajen, compren, vayan al doctor y hagan todos sus trámites aquí, sin desplazarse a Santiago”.

Ya superó los 650.000 habitantes, un buen gancho para estimular, mediante incentivos, la instalación de empresas, servicios y actividades. Ya llegaron el Duoc, los supermercados más importantes, centros médicos…

Será, según el edil, una ciudad más bella y culta. Había menos de 1 m² de áreas verdes por persona; ya van en más de 3… y el parque La Cañamera colaborará con 20 hectáreas más, reconvirtiendo un antiguo vertedero.

El mayor logro para el alcalde es su programa Puente Alto Crece Leyendo: “Hoy, sobre el 85% de los niños que finalizan primero básico en nuestra comuna, entiende lo que lee. Un resultado espectacular si se compara con el promedio nacional que es menor al 40%”.

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Las Condes corazÓn de la chilenidad

Maipú centro espiritual

La llegada del Metro duplicará las 500,000 visitas anuales que recibe hoy el Templo.

Dos Bicentenarios tendrá esta comuna, la segunda más populosa, según los planes de su alcalde, Alberto Undurraga: el 2010, el de la República, y el 2018, el de la Batalla de Maipú, que consolidó la Independencia. Y se está preparando en serio.

Ya organizó la primera Cumbre Bicentenario, que reunió a 600 líderes de diversas organizaciones políticas, sociales, religiosas, culturales y privadas. Allí formularon las bases del Plan Ciudad.

En primer lugar, establece la necesidad de construir una educación de calidad, “que ya muestra logros, como los puntajes nacionales en la PSU obtenidos por dos alumnos del Liceo Nacional de Maipú. En el 2010 comenzará a funcionar el Liceo Excelencia de Niñas, la versión femenina del Liceo Nacional”, cuenta Undurraga.

Otra prioridad es la promoción e incentivo del deporte, unido a la recuperación y creación de áreas verdes y de esparcimiento. “Para los Bicentenarios habremos creado un total de tres parques”. El Tres Poniente, en un botadero de 26,4 hectáreas, El Pajonal, de 20 hectáreas y El Rosal.

La extensión de la línea 5 del Metro, que llegará al corazón de la comuna, y que debería inaugurarse en diciembre de 2010, significará duplicar las 500.000 visitas que recibe el Templo Votivo al año. Y se están preparando para posicionar a la comuna como Centro Cultural y Espiritual de la zona poniente. Al más puro estilo de otros lugares de peregrinación, como Lourdes en Francia o Fátima en Portugal, planean construir un boulevard, para “motivar al sector privado, del área comercial y gastronómica, para que invierta aquí”.

Sin proponérselo, el alcalde, Francisco de la Maza, cortará varias cintas en el año del Bicentenario: el Metro, el tranvía y las ciclovías llevarán hasta el nuevo Teatro Municipal y el flamante Museo de la Chilenidad.

En Las Condes son varias las obras e iniciativas que verán la luz el 2010, “no porque se hayan planificado para el Bicentenario, sino debido a una simple coincidencia”, aclara el alcalde, Francisco de la Maza.

En marzo de ese año se estrenará el Teatro Municipal: para 800 personas, tendrá dos plataformas móviles y bambalinas con capacidad para 20 telones, lo que permitirá mantener tres obras en cartelera. Su equipamiento tendrá un costo de entre 4 y 5 millones de dólares. El Centro Cívico que lo rodea, con tres Juzgados de Policía Local, cafeterías, librerías, sala de exposición y 400 estacionamientos subterráneos, estará funcionando desde octubre de este año.

Lo único programado expresamente para el 2010 es la inauguración del Museo de la Chilenidad, que se realiza en conjunto con la Federación de Criadores de Caballos Chilenos, en la casa Santa Rosa de Apoquindo. La Semana de la Chilenidad es un hito al que asisten 600.000 personas cada año, pero es transitorio. “Sentíamos el desafío de crear un lugar en la zona oriente donde poder revisar la historia de estos 200 años”.

Junto con la llegada del Metro hasta Los Dominicos, el tranvía finalmente correría por Las Condes. “Un tren liviano que unirá importantes recintos culturales, educacionales y comerciales de la comuna, y alimentando las futuras estaciones Manquehue y Los Dominicos del Metro”. Recorrerá un circuito de 12 kilómetros, sin contaminar y en completo silencio. Su costo total aproximado es de 200 millones de dólares y el alcalde espera hacer el llamado a licitación internacional a fines de año.

Peñalolén consolida el verde

la Florida no quiere más cemento

La comuna tendrá la red de ciclovías más importante de Santiago y un Centro de Reciclaje y Educación Ambiental

La idea de un Bicentenario de pura infraestructura le parece algo frío al alcalde.

Siente que lo indispensable ya está logrado y su agenda ahora se centra en la calidad de vida de sus vecinos. Por eso, los proyectos emblemáticos del alcalde Claudio Orrego se orientan en esa dirección.

El primero es la red de parques que, una vez finalizada, sumará un total de 66 hectáreas de áreas verdes. Le sigue la red de ciclovías: será la más importante de Santiago, con un total de 37 kms.

Ya bien entrenados en el pedaleo, los peñalolinos podrán seguir ejercitándose en el nuevo gimnasio del sector Lo Hermida-La Faena y en la piscina Municipal Temperada, ya en construcción, con una inversión estimada de 1.700 millones de pesos.

La calidad de vida pasa también por el combate contra la obesidad, por eso está implementando un Plan de Nutrición, con incentivos económicos. “Pondremos metas a barrios o colegios que, si las cumplen, ganarán el presupuesto para realizar un proyecto de mejora para esa comunidad”.

Es un ferviente partidario del reciclaje. Hasta le dieron sello Bicentenario a su Centro de Reciclaje y Educación Ambiental, en el que “ex cartoneros se transformaron en encargados oficiales de recolectar, acopiar y comercializar los residuos reciclables de la comuna”.

Villa Grimaldi, el centro de torturas de la DINA, está en Peñalolén. Y así como la presidenta Bachelet está construyendo el Museo de la Memoria, Orrego está haciendo allí el Museo de los Derechos Humanos, un proyecto compartido con la Corporación por el Parque de la Paz. “Esta iniciativa va más allá de los 700 m² construidos, es un símbolo de paz y encuentro, en un lugar marcado por el odio y la violencia”.

“Dado que es una comuna muy grande, con un presupuesto millonario, las decisiones tienen que ser expresión real de los vecinos. Cuando la gente participa en el diagnóstico, exige el cumplimiento”, señala el actor Jorge Gajardo, alcalde de La Florida. Su primera labor será efectuar, durante el 2009 el estudio del Plan de Desarrollo Comunal.

Entre tanto, comenzará la construcción del Teatro Municipal, que costará 1.400 millones de pesos aproximadamente y su inauguración será el 2010. Como se ubicará a un kilómetro de la Municipalidad, Gajardo sueña con transformar esas cuadras de la calle Froilán Roa en un paseo que, además, empalme con el Metro. Baraja varias ideas: “Un camino de las esculturas, o algo más turístico, con expresiones artesanales y artísticas”, pero aún no se decide.

El Estadio Municipal, la obra oficial del Bicentenario inaugurada para el Mundial Femenino, será la sede del Festival de Teatro que está programando para el 2010. Y el Plan Maestro de Ciclovías tendrá acá 14 kilómetros, desde La Florida hasta Las Condes. Las obras empiezan este año y tendrán un costo total de tres mil millones de pesos.

La Florida cuenta hoy con apenas 1 m² de áreas verdes por habitante. Existe un bosque esclerófilo único, El Panul, de 570 hectáreas, en el sector Lo Cañas. Está en un fundo privado y sus dueños pretenden levantar viviendas. “Sin embargo, estamos trabajando junto a las organizaciones vecinales y medioambientales para impedirlo y crear allí un parque comunal que 31 posibilite el acceso a las montañas y sea un pulmón verde que descontamine la zona sur de Santiago”.

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renovación urbana vialidad espacio público arte y cultura educación e innovacIón

QUILICURA

LO BARNECHEA HUECHURABA

VITACURA LAS CONDES

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RECOLETA

12

PLANOS ATISBA

12 Tunel San Cristóbal

Metro

13 Américo Vespucio Oriente

Ciclovias

14 Autopista Nor Poniente

Obras Viales

15 Costanera Sur

Corredores Transantiago

16 Costanera Central

Av. Kennedy

17 Avenida Centenario 18 Plan Maestro Ciclovías

1

Ciudad Parque Bicentenario

19 Parque Primera Infancia

2

Nuevo Centro de Justicia

20 Recuperación Quinta Normal

3

Parque Zanjón de la Aguada

21 Plaza de Abastos y Pérgola Flores

4

Plaza de la Ciudadanía

22 Parque Natural Cerros de Renca

5

Museo de la Memoria

23 Parque Metropolitano Cerros de Chena

6

Américo Vespucio Norte y Sur

24 Parque La Hondonada

7

Costanera Norte

25 Centro Cultural Matucana 100

8

Autopista Central

26 Biblioteca Santiago

9

Acceso Nororiente

27 Centro Cultural Palacio la Moneda

10

Extensión Línea 5 Metro

29 Centro Cultural Gabriela Mistral

11

Extensión Línea 1 Metro

30 Parque Tecnológico

PROVIDENCIA

PUDAHUEL

LA REINA

ÑUÑOA

MACUL

CERRILLOS MAIPÚ

LA FLORIDA

SAN BERNARDO

PUENTE ALTO

LA PINTANA

35

El Santiago del Bicentenario:

Independiente del estado en que las obras Bicentenario se encuentren para el 2010, marcarán la cultura del país e impondrán un protagonismo del proyecto, que se basa en el privilegio de la ciudadanía por sobre la ciudad.

Por José Rosas

imágenes ] Juan Francisco Lizama / Museo de la Memoria / Centro Cultural la Moneda / Parque Bicentenario / Concesionaria Américo Vespucio Norte S.A.

La ciudadanía por sobre la ciudad

L

a Independencia de los países latinoamericanos de España, en las primeras décadas del siglo XIX, junto con detonar en las clases dirigentes una preocupación importante por construir una identidad propia para cada país, contribuyó a crear el contexto favorable para que estos nuevos grupos de poder político, social y económico impulsaran cambios significativos en la fisonomía de las ciudades.

La imperiosa necesidad de dotar a las nacientes repúblicas de señales emblemáticas y referentes físicos de un orden institucional diferente al colonial, introduce una visión pública de la ciudad que, lenta pero progresivamente, modifica la estructura urbana. Esta incipiente transformación física se acentúa e intensifica hacia el último cuarto de siglo XIX, cuando se estabiliza un cierto marco constitucional de consenso político y social, se consolida la articulación del sistema económico de estos países con el sistema capitalista mundial y la cultura local queda adscrita a los cambios que la sociedad industrial registra en las ciudades europeas y norteamericanas en ese periodo.

La ciudad promovida por las elites

Como lo confirma Arturo Almandoz, en Urbanismo europeo en Caracas (1870-1940), “el proceso de concentración urbana en esas economías en expansión hizo emerger un nuevo tipo de ciudad “moderna”, cuyo europeísmo se hizo evidente en las transformaciones físicas y en el ambiente cultural promovido por las burguesías económicas, las elites sociales y los líderes políticos que representaban los intereses del capitalismo comercial e industrial”.

En Santiago de Chile, el momento que mejor registra las implicancias de esta modificación y cambio de óptica es la celebración del Centenario de la República. En efecto, si comparamos el Plano de Santiago de Ernesto Ansart de 1875 –que incorpora varios proyectos del Plan de Transformación de la ciudad, tales como la canalización del río Mapocho, el Camino de Circunvalación, la Estación Mapocho y otros edificios y espacios públicos significativos–, con el Plano de Santiago de 1910, especialmente confeccionado para la guía Baedeker de la República de Chile, confir-

La historia no se desenvuelve sólo en el tiempo, también en el espacio.

Karl Schlögel maremos que, si bien la ciudad no presenta grandes cambios estructurales ni mayores expansiones en su territorio, registra la concreción de muchas de las obras de infraestructura antes mencionadas e importantes realizaciones del Centenario, tales como los Tribunales de Justicia, la Estación Mapocho, el Palacio de Bellas Artes, la Biblioteca Nacional y el Parque Forestal, muchas de las cuales se concluyen posteriormente.

Expectativas vs realidad

Así, cuando nos aprestamos a celebrar el Bicentenario, cabría preguntarse ¿hacia qué dirección se están produciendo las fuerzas y acciones que aspiran a dar forma y señales físicas a este nuevo momento consagratorio en la capital y en los diferentes centros urbanos del país?

Responder a esta interrogante parece del todo pertinente porque el país, al acercarse a sus 200 años de vida independiente, ha querido replicar el momento del Centenario, desarrollando una serie de operaciones urbanísticas y arquitectónicas de singular importancia. Por otra parte, como lo consignamos en el artículo Santiago 2010: un campo de tensiones, publicado en el número 69 de la revista ARQ, “cien años después, con una institucionalidad más madura y compleja, en la que las competencias técnicas se encuentran fuertemente desarrolladas, los grandes proyectos del Bicentenario se topan, en su mayoría, con fuertes dificultades de materialización”.

En efecto, entre la decisión político-institucional de realizar diversas obras públicas de infraestructura y de equipamiento y la concreción de éstas, existe una discordancia entre las expectativas de celebración unitaria que se preconiza y la realidad matizada de los hechos que evidencian diferentes estadios de desarrollo. Si bien persiste la inercia de una reflexión cultural centrada en una concepción totalizante de una ciudad que celebre el Bicentenario mediante la condensación de diferentes obras en ella, marcando nuevamente un hito en la historia de Santiago, debemos aceptar que ello será más bien, al igual que en 1910, consecuencia de un largo proceso que transita desde un final de siglo a un comienzo de otro.

En estricto rigor, las obras que se han pensado para la celebración de septiembre de 2010 no tienen correspondencia espacio-temporal con el proceso que las origina, ni existen las

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certezas del momento en que ellas se concretarán. A pesar de este desajuste, las obras deben ser entendidas como un sistema de signos, que serán paisaje unitario en el futuro próximo.

En definitiva, como intentaré demostrar, el conjunto de Obras Bicentenario que aquí se reseñan, independiente del estado en que éstas se encuentren para el 2010, marcarán no tan sólo la cultura del país, sino que impondrán, en el urbanismo posterior, un protagonismo del proyecto, que basa su programa en el privilegio de la ciudadanía sobre la ciudad.

El conjunto de acciones y operaciones urbanísticas y arquitectónicas que gravitan en la agenda de Obras Bicentenario, se desagrega en obras terminadas, obras en ejecución, obras en diseño, planes y programas especiales e iniciativas específicas. Estas, a su vez, se podrían clasificar en propuestas para el Arte y la Cultura; Educación e Innovación; Espacios Públicos y Tránsito e Infraestructura.

Espacios de encuentro

Una asignatura pendiente, que podríamos saldar con poco esfuerzo, es la creación de un clima de debate intelectual, donde todos los actores sociales aporten.

Entre las obras terminadas dedicadas al Tránsito, destacan el sistema de autopistas urbanas que se constituyen en ejes estructurantes del Plan Regulador Metropolitano de Santiago, tales como la Circunvalación Américo Vespucio, la Autopista Urbana Norte-Sur denominada Autopista Central y, la Autopista Costanera Norte. Entre las obras en ejecución, están la Avenida Centenario, la Costanera Sur –más conocidas como Anillo Interior de Santiago–, el Anillo Dorsal Intermedio y el nuevo acceso nororiente denominado Radial. Están en fase de diseño el Plan Maestro de Ciclovías, la ampliación del Metro en la Línea 1 hasta Los Dominicos y el Puente La Puntilla en Lonquén.

Estas iniciativas, junto con proponerse mejorar la red vial estructurante de la ciudad, incluida la red del Metro, y ampliar el tránsito vehicular entre las distintas zonas y comunas de la Región Metropolitana de Santiago, asumieron el desafío de modernizar las formas de desplazamiento y movilidad dentro de la capital y en la macro región central.

Planificado como un sistema integrado, que contribuye a mejorar la conectividad del territorio metropolitano, estas operaciones de infraestructuras viales forman parte del proceso de renovación urbana general y del mejoramiento del sistema de transporte urbano de la capital, otorgando nuevos estándares de vías y orientando los viajes privados y de carga, comunales e intercomunales, en simultáneo con generar las facilidades a los peatones, ciclistas y al transporte público.

Emprendimiento y competitividad

En relación a Educación e Innovación, está en proyecto el Parque Tecnológico en el sector norte de la Ciudad Parque Bicentenario, dirigido a la innovación tecnológica y al desarrollo de capacidades laborales para la pequeña y mediana empresa del país, para que permita apoyar las políticas de emprendimiento e innovación de Chile, con miras a que éste sea más competitivo y desarrollado.

Esta iniciativa se complementa con la Ciudad Parque Bicentenario, que es una apuesta del Estado por emprender un modelo de desarrollo urbano más integrado social y espacialmente en la comuna de Cerrillos, y en los terrenos donde funcionaba el aeródromo de Los Cerrillos. Junto con promover la regeneración urbana y crear las condiciones para desarrollar una nueva centralidad en este sector sur poniente de la capital, dotando de

paso a ésta de un nuevo parque de 50 hectáreas, cabe señalar que la ubicación del Parque Tecnológico en estos terrenos viene a confirmar la incidencia del Estado respecto a las infraestructuras, en este caso aeroportuarias en desuso, a la reconversión de las ciudades y el potencial que tienen estas piezas como proyectos emblemáticos.

De los espacios públicos es gravitante, en el imaginario urbano de los habitantes de Santiago, la terminación de la Plaza de la Ciudadanía cuyo objetivo ha sido reforzar el centro cívico y administrativo de la ciudad. También se encuentran en ejecución y diseño la recuperación del parque Quinta Normal, el parque La Cañamera en Puente Alto, el Parque Natural Cerros de Renca y Parque Metropolitano Sur, Cerros de Chena.

Tanto en el Eje Bulnes como en las acciones dirigidas a determinados espacios de valor geográfico y paisajístico dentro del valle de Santiago, cabe mencionar que, junto con reestablecerse como prioridad los proyectos de espacios públicos en la agenda urbana, se recupera una articulación entre la planificación y el proyecto urbano, al propiciar que las operaciones se concreticen en espacios de alta significación y reserva ambiental dentro del Plan Regulador Metropolitano de Santiago. imágenes ] Juan Francisco Lizama / Museo gabriela mistral / Jorge Ramírez de Cerro Navia.

Entre las obras terminadas dedicadas al Arte y la Cultura, están el Centro Cultural Palacio de La Moneda, el Centro Matucana 100 y la Biblioteca de Santiago. De las que se encuentran en ejecución y están en distintos niveles de desarrollo, el Museo de la Memoria y el Centro Cultural Gabriela Mistral.

Son todas obras que tienen el objetivo de construir espacios de encuentro entre la ciudadanía, con la cultura en sus más amplias manifestaciones y el Estado, las que en su conjunto apuntan a satisfacer las crecientes demandas y necesidades de infraestructura cultural del país.

Complementan estas obras la realización de la Trienal de Arte de Chile para el 2009, cuyo propósito es instalar en la escena mundial del arte contemporáneo a las ciudades y áreas urbanas que acogen este evento, y el Programa Nacional de Centros Culturales, que se propone dotar de un centro cultural a cada comuna mayor de 50.000 habitantes.

La diversidad de infraestructura cultural, además de mejorar y ampliar los lugares para acoger las múltiples expresiones artísticas a nivel local, regional, nacional e internacional y contribuir a la formación de un público apto para las artes escénicas, visuales y musicales, intenta posibilitar la generación de redes de difusión artística.

Movilidad para todos

Centralidad para la periferia

Finalmente, en infraestructura, es de destacar como obra terminada el Nuevo Centro de Justicia de Santiago y aquellos en fase de ejecución y diseño, como la Plaza de Abastos y Pérgola de las Flores, el Plan de Renovación Urbana Ciudad Parque Bicentenario, el Parque Zanjón de la Aguada y la solución de drenaje al sector Hondonada Río Viejo en las comunas de Cerro Navia y Pudahuel.

Son en general propuestas que están fuertemente determinadas por una política urbana que se soporta en la sostenibilidad y que, sin lugar a dudas, se concretan por prioridades de los gobiernos locales y demandas de la ciudadanía. Por otra parte, son operaciones de infraestructura que intentan detonar, en terrenos vacíos y localizaciones periféricas, nuevas condiciones de centralidad y mejoramiento de la calidad de vida de la población residente y nueva identidad urbana.

Si visualizamos todas las obras y las colocamos a escala metropolitana en el plano de Santiago, confirmaremos que existe una imagen urbana del Bicentenario que se caracteriza por el re equipamiento y la cualificación de áreas periféricas y

centrales, que requieren de la acción y obra pública del Estado.

El Anillo Interior de Santiago, las vías estructurantes nortesur y oriente-poniente del sistema de vías concesionadas, como las obras de infraestructura vial, junto al urbanismo de proyectos en el Barrio Matucana, Estación Mapocho-Vega Central, Parque Ciudad Bicentenario y Zanjón de la Aguada, entre otros lugares, hacen explícito que existe una estrategia que deriva de unas políticas de fortalecimiento de barrios y comunidades cuyo horizonte es el bienestar de la población en su conjunto.

Podríamos afirmar que ésta se implementa, intentando construir y configurar morfológicamente estos bordes incompletos de la ciudad, con operaciones de suelo para localización residencial, equipamientos y espacios públicos colectivos, parques y paseos y dotación de infraestructura adecuada para nuevos habitantes que se integran socialmente en un espacio común.

Aunque apenas ha comenzado a verse, es digno de seguir impulsándose, más allá de este aniversario, el rol que juega la dirigencia política y los constructores públicos de la ciudad en esta integración y mixtura social, de conectividad y movilidad de la población, de mejoramiento de la calidad de vida y el ambiente, de sostenibilidad y regeneración urbana, de democratización de los espacios de encuentro e interacción ciudadana.

En este contexto, y en la perspectiva de un balance que todo aniversario exige, aun en la incompletitud de muchas obras y programas, podríamos afirmar que las premisas de enriquecer la ciudad existente con nuevas propuestas que se integran a ella constituye una dirección correcta.

Sin embargo, la construcción de la ciudad es tarea de todos y ello exige no tan sólo un debate en el que participen todos los productores y actores de la fábrica urbana, sino una abierta discusión sobre la forma futura de ciudad que dejaremos en herencia a las nuevas generaciones.

En resumidas cuentas, es necesario crear un cierto clima de debate intelectual y opinión seria, donde participen todos los actores sociales sobre el sentido de los lugares de los hechos urbanos de la metrópolis.

Y ello podría ser una asignatura pendiente, que podríamos saldar con poco esfuerzo para este Bicentenario.

Sin lugar a dudas, después, celebrar.

José Rosas Vera es Arquitecto, Decano FADEU. Pontificia Universidad Católica de Chile.

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Una de las principales características de los proyectos Bicentenario es que una gran cantidad de éstos apunta a regenerar importantes áreas urbanas de nuestras ciudades. Tienen por objetivo relocalizar la actividad e inversión en áreas donde naturalmente el mercado no lo haría.

croquis ] rodrigo fuenzalida

+Regeneración Urbana: Donde el mercado no mira CIUDAD parque bicentenario nuevo centro de justicia parque zanJón de la aguada plaza ciudadanía museo de la memoria

Por David Assael

U David Assael es Arquitecto y Magíster en Desarrollo Urbano UC. Profesor Instructor de Arquitectura UC. Director de Plataforma Urbana. (www. plataformaurbana.cl).

na de las principales características de los proyectos Bicentenario es que una gran cantidad de éstos apunta a regenerar importantes áreas urbanas de nuestras ciudades. Tienen por objetivo relocalizar la actividad e inversión en áreas donde naturalmente el mercado no lo haría.

La gran diferencia con la celebración de 1910 es que, 100 años después, los contextos social, económico, político y cultural son radicalmente distintos a los de aquella época. El mundo ha cambiado vertiginosamente y Chile no se ha quedado al margen, por lo que ya no basta solamente la voluntad de gobierno para planificar, ejecutar e inaugurar. En muchos casos se hace necesario incorporar al menos dos nuevas variables para lograr llevar a cabo parte importante de los proyectos: la ciudadanía y el mercado.

Una de las principales características de los proyectos Bicen-

tenario es que una gran cantidad de éstos apunta a regenerar importantes áreas urbanas de nuestras ciudades. Tienen por objetivo relocalizar la actividad e inversión en áreas donde naturalmente el mercado no lo haría. Por ejemplo, la Nueva Biblioteca de Santiago y el Museo de la Memoria buscan revitalizar el sector de Matucana después de décadas de decadencia, o el Parque de la Aguada pretende generar los atractivos necesarios para que prontamente inversores privados se motiven a construir viviendas y equipamientos. Quizás el proyecto más ambicioso en este sentido es el Parque Ciudad Bicentenario, que tiene por objetivo convertirse en el eje de regeneración urbana de un gran sector de Santiago… pero para que estos proyectos lleguen a puerto, esta vez el Estado tiene el gran desafío de integrar en sus etapas de diseño y de desarrollo la participación activa de la ciudadanía y del mercado, de manera de entender las dinámicas reales que se necesitan revertir para impulsar la tan buscada regeneración urbana.

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Un espacio para la equidad

Inversión pública total | Us$ 100 millones Inversión privada (estimada) | Us$ 1.000 millones Inversión a la fecha | Us$ 17.000.000

fotografías ] parque bicentenario

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Ciudad Parque Bicentenario

EXTENSIÓN | 250 hectáreas de terreno Ubicación | terrenos ex aeropuerto de cerrillos. Comuna de Cerrillos, entre las avenidas Departamental, General Velásquez, Lo Errázuriz y Pedro Aguirre Cerda

Objetivos_ Constituirse en el desarrollo urbano más relevante que Chile ha emprendido en su historia. Rescatar el espacio urbano ocupado por el aeródromo de Los Cerrillos y dotarlo de la infraestructura para la creación una ciudad más integrada. Crear pulmón verde que ayude a reducir el esmog.

Instalaciones_ La ciudad albergará proyectos inmobiliarios con un total de 15.000 viviendas, de las cuales el 20% serán viviendas sociales. Tendrá diversos barrios y se calcula que vivirán allí 60.000 personas, las que pagarán entre 600 y 3.000 UF por su casa.

Será una ciudad con cableado subterráneo, con seis kilómetros de ciclovías.

Usará energías renovables no convencionales y la construcción de las viviendas deberá incorporar la eficiencia energética, según un protocolo elaborado por la agencia alemana de cooperación GTZ, la Comisión Nacional de Energía y el Programa País de Eficiencia Energética. > El parque: El centro de esta ciudad será un parque de 50 ha. (cuatro veces el Parque Forestal) con laguna navegable de 2 ha. y 3.500 árboles ya plantados.

CIUDAD PARQUE BICENTENARIO > la antigua pista de aterrizaje será el boulevard del encuentro. la laguna navegable tendrá dos hectáreas de superficie.

> El Centro Cívico de Cerrillos: Su diseño es de la oficina de arquitectos encabezada por Humberto Eliash. En cinco ha., contará con el edificio consistorial, una comisaría de Carabineros, servicios públicos, comercio, cines, entre otros equipamientos. > El Parque Tecnológico: Serán 18 ha. destinadas a la instalación de universidades, empresas ligadas al desarrollo tecnológico y servicios complementarios, que permitan el fomento de habilidades productivas en ámbitos que requieren apoyo para su consolidación. El Plan Maestro se está desarrollando con Corfo.

> La ciudad del cine: Es un proyecto a largo plazo: convertir los hangares de los aviones en estudios de filmación. Ya los usaron para filmar 31 Minutos y parte de la serie Héroes de Canal 13.

Estado de avance_ Parque construido en un 35%. El primer trimestre de este año se vendarán a privados tres macrolotes para la construcción de las primeras viviendas.

Cencosud Shoping Center ya compró, por M$ 1.200 millones de pesos (4 UF/m²), los terrenos para la construcción de un supermercado con Strip Center.

Un desafío mayúsculo Por su gran envergadura, nivel de inversión y elocuente nombre, éste figura entre los proyectos de regeneración más emblemáticos del Bicentenario. Un antiguo aeropuerto, a 15 minutos del centro, que se reconvierte para proveer 84 ha. de áreas verdes, infraestructura de servicios, áreas de comercio y 2.400 viviendas. Esto, en una de las áreas históricamente menos favorecidos de la capital, busca además integrar distintos sectores sociales. Es sin duda un desafío de gestión mayúsculo, que probablemente tendrá que ser reformulado para lograr sus objetivos iniciales de regeneración y así atraer inversión privada, tal como estaba previsto desde sus inicios en 2001. * David Assael

La importancia de la administración La clave en la sostenibilidad en el tiempo de este espacio público está en la forma de la gestión: una “Corporación de Administración del Espacio Público” que permite administrar de manera centralizada y en función de las condiciones urbanas, arquitectónicas y paisajísticas propias del proyecto. * Elke Schlack

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NUEVO CENTRO DE JUSTICIA de santiago

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Inversión | m$ 40.240.000

fotografías ] parque bicentenario

EXTENSIÓN | 156.000 m² Ubicación | Terrenos de la ex Fábrica y Maestranza del Ejército

desafortunada orientación De este proyecto, llama profundamente la atención que, al considerar su cuantiosa inversión y su extraordinaria magnitud, –es el edificio público más grande construido en Chile– probablemente era uno de los que tenía el mayor potencial para detonar la regeneración de un área de la capital. Desgraciadamente ha estado lejos de generar el impacto esperado: su escasa relación con el entorno inmediato, y su desafortunada orientación (le da la espalda al colindante proyecto Parque de la Aguada, perdiendo la lógica oportunidad de potenciarse entre sí) lo convierten en un gran hito urbano altamente desaprovechado. * David Assael

CIUDAD PARQUE BICENTENARIO > LOS PARQUES ESTÁN CONSTRUIDOS EN UN 35%.

CENCOSUD YA COMPRÓ, EN 4 UF EL m², LOS TERRENOS PARA CONSTRUIR UN SUPERMERCADO Y UN STRIPCENTER.

Objetivos_ Constituirse en uno de los edificios públicos más grandes del país, concentrar todas las actividades vinculadas a los servicios de justicia: como tribunales, centros de detención, oficinas privadas, notarías, entre otras.

Estado de avance_ Inaugurado en 2006.

fotografía ] juan francisco lizama

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PARQUE ZANJÓN DE LA AGUADA

PLAZA CIUDADANÍA

Innovadora intervención hidráulica

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Para las fiestas cívicas y asambleas ciudadanas

Inversión | m$ 7.500.000

Estado de avance_ Mejoramiento de la bóveda en ejecución; obras del parque, en licitación; presupuesto del Minvu para las expropiaciones, pendiente.

Inversión | m$ 34.005.000

Espacio público... ¡con rejas!

EXTENSIÓN | 60 hectáreas

Si bien aún no está completamente ejecutado, su parte inicial constituye uno de los primeros proyectos Bicentenario inaugurados. Con el afán de constituirse en el principal espacio de encuentro entre ciudadanos y el Estado democrático, se generó una gran explanada como antesala a la fachada principal del Palacio de La Moneda… la que irónicamente en la actualidad está cerrada en su perímetro por una hilera de rejas que restringen el paso a los propios ciudadanos. Si bien es indudable el aporte a la regeneración del casco histórico de Santiago que persigue este proyecto, mientras no se termine y se abra al libre tránsito de los ciudadanos es difícil evaluar su efecto. * David Assael

Ubicación | comunas de Macul, San Joaquín, Pedro Aguirre Cerda y Santiago

Recuperar zona históricamente postergada Convertir un problema en oportunidad es el eje y gran mérito de este proyecto. Décadas de inundaciones debido a la incapacidad de conducir las crecidas del cauce del Zanjón de la Aguada tienen sus días contados. Cuando se inaugure, este parque inundable no sólo solucionará un problema hidráulico, sino que además proveerá de más de 60 ha. de áreas verdes y servicios a una de las zonas más áridas e históricamente postergada de la capital. Lo más notable del proyecto es que con ocasión del Bicentenario busca regenerar, revitalizar y celebrar uno de los dos ríos de Santiago –el Zanjón de la Aguada–, tal como sucedió 100 años antes con el Mapocho. * David Assael

fotografía ] juan francisco lizama

Instalaciones_ Solución innovadora, que consiste en un “parque fluvial o inundable” que conduce las aguas lluvias que desbordan del Zanjón, reteniéndolas y devolviéndolas al cauce de manera paulatina. Combinando canales abiertos, zonas con lagunas permanentes y amplios parques.

Incorpora 60 nuevas hectáreas de áreas verdes, equipamiento deportivo,

una laguna ornamental, anfiteatros, pistas de patinaje y ciclovías, elementos escultóricos alusivos al carácter post industrial del área, espacios deportivos y arenas para eventos.

imagen ] mop

Objetivos_ Otorgar protección frente a las crecidas fluviales e inundaciones que se producen en el sector. El mejoramiento de barrios y poblaciones históricas, como La Legua, Yungay, Franklin, Población Huemul, Aníbal Pinto y Germán Riesco, junto con la renovación de grandes terrenos localizados en sus bordes: ex Maestranza San Eugenio, ex Estación San Diego y predios industriales obsoletos. El Zanjón de la Aguada es un cauce natural que atraviesa nueve comunas del Gran Santiago y recibe los aportes de la Quebrada de Macul y las aguas lluvia de 21 comunas.

EXTENSIÓN explanada | superficie total de 10.565 m² compuesta por una plaza (área verde) y una terraza (atrio y espejo de agua) Ubicación | desde el palacio de la moneda, hacia el sur, hasta el parque almagro

Objetivos_ Reforzar el centro cívico y administrativo de la ciudad, generando un espacio público emblemático. Recuperar la perspectiva y uso peatonal del Paseo Bulnes, logrando la continuidad y extensión del eje cívico. Ser un lugar de encuentro, un escenario para las fiestas y asambleas ciudadanas.

Instalaciones_ Obra de los arquitectos Cristián Undurraga y Ana Luisa Devés, incluye una “plaza dura” enfrentada al Palacio de Gobierno, y una “plaza verde” con un paseo de árboles en su entorno. En el subsuelo conservó la cripta de O’Higgins, cuyo interior puede ser visto desde la misma plaza, a través de una lucerna. Una tercera etapa –cuyo inicio no está aún definido– incluye el rebaje de la Alameda para dar continuidad a la explanada.

Referencias_ Al respecto ver “Undurraga Deves”, Pro Architect Nº 38, Corea, julio 2006, y “Espacio Público”, Revista Summa + Nº 89, Buenos Aires, Septiembre 2007, pp 46 a 53.

Estado de avance_ Segunda etapa fue inaugurada en marzo de 2006; la tercera no tiene fechas.

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MUSEO DE LA MEMORIA

“Sabemos que los pasados vinculados a guerras o dictaduras suelen provocar conflictos entre las diferentes formas de mirar la historia. Entonces, la memoria, lejos de ser un espacio neutral, se convierte en un campo de batalla cultural y política.

Sin embargo, esta imposibilidad de establecer una mirada única, no puede ser pretexto para dar la espalda a lo ocurrido”.

¿Quién debe determinar lo que un pueblo olvida y lo que recuerda?

Marcia Scantlebury, Encargada del proyecto

Instalaciones_ Nave para exhibiciones; un área administrativa, de colecciones y archivos; una biblioteca, aulas para labores pedagógicas y espacios para la realización de cursos, seminarios, charlas o reuniones.

Oficinas de gobierno, privadas, servicios de comercio y estacionamientos.

Patrimonio_ Archivos documentales en distintos formatos y soportes: testimonios orales y escritos, documentos de carácter jurídico, cartas, relatos, producción literaria y ensayística, material de prensa; documentales, largometrajes y material his-

tórico, fotografías, artesanía carcelaria, objetos personales.

Estado de avance_ 11 de junio de 2007: MOP llamó a un Concurso Internacional de Arquitectura, ganado por un equipo de tres arquitectos, Mario Figueroa, Lucas Fehr y Carlos Dias, residentes en Sao Paulo, Brasil.

La entrega del edificio está programada para noviembre de 2009.

Los Edificios Públicos se construirán vía concesión entre marzo de 2010 y diciembre de 2011 (estimado).

inversión | m$ 8.262.000

imágenes ] museo de la memoria

Objetivos_ Ser un lugar de encuentro con la historia pasada y reciente del país, donde se pueda reflexionar sobre el tema de los derechos humanos y dar a conocer las violaciones a los derechos humanos cometidas entre 1973 y 1990 en Chile. Estas se encuentran consignadas en los informes de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, en la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación y en la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura.

¿Una historia oficial?

Hay aquí varios temas de fondo. Desde luego, existe el peligro del “uso ideológico” de la memoria, el empeño en la fijación de una historia oficial. Con todo, más allá de ello, es discutible que sea el Estado el que deba determinar lo que un pueblo olvida y lo que recuerda. Es un lugar común no probado la sentencia de que “una nación que olvida su historia está condenada a repetirla”. Al contrario, individual y socialmente, el olvido posee también un gran poder de sanación. * Pedro Gandolfo

SUPERFICIE | 5.300 m² Ubicación | Calle Matucana esquina Catedral (Metro Quinta Normal), en la ruta patrimonial en construcción

Recuperación de un hoyo del Metro La Estación Intermodal Quinta Normal era un proyecto emblemático, parte fundamental del Transantiago, como también un detonador de regeneración para la zona de Matucana. Pero el cambio en el trazado del Metro hacia Maipú determinó que se vieran disminuidos los requerimientos de la estación intermodal, por lo que el sitio previsto para ésta quedó sin destino. A la voluntad del gobierno de utilizar el espacio disponible se sumó la iniciativa que llevan adelante varias agrupaciones de derechos humanos para construir el Museo de la Memoria en el lugar. Sin duda este nuevo programa no tendrá los niveles de actividad, intercambio y tráfico que la estación intermodal, pero es de esperar que en conjunto con la Biblioteca de Santiago, el Centro Cultural Matucana 100, el Nuevo Museo de Arte Contemporáneo y la anunciada regeneración de la Quinta Normal, sumen fuerzas para regenerar en conjunto esta área histórica de Santiago. * David Assael

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Santiago tiene 143.000 calles que suman 12 mil kilómetros de longitud. Su función no es sólo mover gente o mercancías. En sus bordes se concentra la mayor cantidad de espacios públicos de la ciudad con casi 7 millones de metros cuadrados. Este rol debiera ser considerado en los nuevos proyectos de transporte que se sumarán a las iniciativas Bicentenario ya inauguradas.

Por IVÁN PODUJE

croquis ] rodrigo fuenzalida

+VIALIDAD Las Nuevas Calles de Santiago

No debemos olvidar que las calles son el principal espacio público con que cuenta Santiago. Permanecerán por muchos siglos más y sobrevivirán a edificios, casas e industrias. Serán el único patrimonio cierto que legaremos a las generaciones del futuro.

vespucio norte express y sur COSTANERA NORTE autopista central acceso NORORIENTE (ex-radial) extensión LÍNEA 1 y 5 del METRO túnel san cristóbal américo vespucio oriente autopista nor poniente COSTANERA SUR costanera central AVENIDA CENTENARIO PLAN CICLOVÍAS IVÁN PODUJE es arquitecto y magíster en desarrollo urbano. Es profesor de pregrado y postgrado de la Facultad de Arquitectura de la PUC y es socio de la oficina de estudios y proyectos urbanos Atisba.

E

n los próximos 20 años Santiago experimentará cambios significativos en materia de transporte.

Su parque automotriz superará los 2 millones de vehículos y el número de viajes crecerá exponencialmente, colapsando la capacidad de muchas vías estructurantes, lo que tendrá implicancias económicas y ambientales relevantes. La más seria será el aumento de la congestión, lo que transformará al tiempo de viaje en un factor decisivo para explicar el mapa futuro de Santiago.

Ante este escenario el Estado tendrá que formular nuevos proyectos, ya que muchas de las iniciativas del plan Bicentenario que comentamos en esta columna, están inauguradas. Este nuevo plan debiera orientarse hacia tres líneas de acción. Lo primero será intervenir varios nudos críticos de la red existente, mejorando el acceso masivo a los centros de empleo de Las Condes y Providencia, sobre todo en el distrito conocido popularmente como Sanhattan. En segundo lugar se requerirán nuevas autopistas para conectar estos centros con las comunas que liderarán el crecimiento como Puente Alto y Maipú y con las nuevas ciudades dormitorio que se crearán en Colina, Lampa y Padre Hurtado.

Por último el Estado deberá acelerar la construcción de la infraestructura del Transantiago, lo que implicará transformar muchas avenidas en corredores exclusivos de buses, parecidos a Santa Rosa o Pajaritos. Es probable que al 2010, el Metro aumente su importancia dentro del sistema de transporte público, ya que será el único que detendrá la fuga de usuarios hacia el

automóvil. En este contexto sería deseable que su red aumentase considerablemente, integrando otros sistemas que ofrecen estándares de calidad similares, como los tranvías o los trenes suburbanos.

Como vemos, Santiago seguirá en obras después del Bicentenario. Para garantizar su construcción en plazos y costos razonables, el Estado deberá actualizar sus metodologías de diseño y evaluación de proyectos. Si bien la infraestructura construida ha beneficiado a millones de santiaguinos, se ha privilegiado a los usuarios de autopistas o buses, descuidando la calidad de vida de los vecinos que deben convivir con tréboles, viaductos y trincheras. La reacción de estos últimos no se ha hecho esperar. Se han organizado y han logrado modificar proyectos emblemáticos como la Costanera Norte, el nudo Estoril o el Acceso Sur, elevando sus costos originales en casi US$ 600 millones.

Todo indica que las demandas por mayor calidad aumentarán y que los proyectos serán auditados por un número mayor de actores, incluyendo alcaldes, medios de comunicación y dirigentes sociales. En este escenario de mayor complejidad, la ingeniería vial deberá evolucionar hacia un diseño urbano que resuelva tanto la movilidad de los flujos, como la inserción urbana y el paisajismo de las futuras autopistas y corredores de buses. Este cambio no sólo es necesario para reducir conflictos. No debemos olvidar que las calles son el principal espacio público con que cuenta Santiago. Permanecerán por muchos siglos más y sobrevivirán a edificios, casas e industrias. Serán el único patrimonio 51 cierto que legaremos a las generaciones del futuro.

AUTOPISTAS URBANAS YA INAUGURADAS 6

Fue el proyecto emblemático del plan de Concesiones. En ello influyó que fuese un trazado completamente nuevo –a diferencia de Vespucio o Norte Sur– y el conflicto que generó con los vecinos de Pedro de Valdivia Norte y Bellavista, quienes lograron sacar la autopista de sus barrios desplazándola bajo el río y a un costado de este, lo que elevó su costo en US$ 70 millones. A cuatro años de inaugurarse, la Costanera Norte ha generado efectos relevantes en la localización de actividades urbanas. Fue clave para reactivar la demanda de departamentos y oficinas de Santiago Centro y en los últimos años ha favorecido el desarrollo de comunas populares como Pudahuel o Renca, disminuyendo notablemente el tiempo de viaje hacia Valparaíso. * Iván Poduje

VESPUCIO norte express y vespucio sur El límite que se integró a la ciudad

ObjetivoS_ Constituirse en uno de los ejes estructurantes del Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS). Mejorar significativamente el sistema de transporte urbano de la capital.

InfraestructurA_ Registra dos tramos significativos: el

AUTOPISTA CENTRAL (sistema NORTE-SUR) La más importante en términos de tráfico

tramo norte-poniente (Ruta 78 Autopista del Sol-El Salto) y el tramo sur (Ruta 78 Autopista del Sol-Avenida Grecia). Ambas iniciativas integran diversas comunas y mejoran la conectividad entre los sectores nororiente y surponiente de la Región Metropolitana y, en su conjunto, benefician a tres millones de habitantes.

El Centro de la Periferia de Santiago Este anillo fue propuesto en 1958 por el arquitecto Juan Honold dentro de su visionario plan regulador intercomunal (PRIS). Su materialización tomó casi 40 años, y su transformación en autopista fue propuesta por Marcial Echenique en el plan de concesiones que elaboró para el MOP en 1995. Con 75 kilómetros de longitud Américo Vespucio ha jugado un rol fundamental en el crecimiento de Santiago. Además de mover flujos evitando pasar por el centro, en sus cruces importantes se ubican los subcentros que abastecen las comunas más pobladas de la periferia metropolitana. * Iván Poduje

Objetivos_ Ser uno de los ejes estructurantes del Plan Regulador Metropolitano de Santiago en la conexión norte-sur de la capital y el país.

Inversión | total: m$ 828.205.315 VESPUCIO NORTE EXPRESS: m$ 424.018.624 VESPUCIO SUR: m$ 404.186.691

Extensión | VESPUCIO NORTE EXPRESS: 29 km VESPUCIO SUR: 23,5 km

Cambió el mapa de Santiago

Infraestructura_ Cuenta con dos grandes ejes viales: Eje Oriente-Poniente y Eje Kennedy. El sistema se implementó posteriormente en las otras tres grandes obras de vialidad urbana de la capital: Norte-Sur (Autopista Central), Vespucio Sur (Ruta 78-Av. Grecia) y Vespucio Norponiente (El Salto-Ruta 78).

Además de la circunvalación Américo Vespucio, el plan de Marcial Echenique definió otros dos corredores fundamentales: el Oriente-Poniente y el Norte-Sur. Este último, la Autopista Central, es el más importante en términos de tráfico y se compone de dos ejes viales: la Avenida Norte-Sur y General Velázquez. La primera es famosa por su trinchera abierta, un diseño que fue muy criticado por dividir en dos el centro histórico. Es posible que en el marco del Bicentenario se reflote la vieja idea de tapar la trinchera con un parque y edificios. General Velázquez es la ruta de los camiones, ya que pasa por fuera del centro metropolitano, conectando varias zonas industriales. * Iván Poduje

Ubicación | une 19 de las 35 comunas del Gran Santiago

Costanera Norte (sistema ORIENTE-PONIENTE)

Objetivos_ Mejorar la red vial estructurante de la ciudad; disminuir la congestión de tránsito vehicular entre las zonas oriente y poniente de la ciudad; conectar 11 comunas, con más de 1.5 millones de habitantes; disminuir la contaminación atmosférica.

Cerrar la trinchera que divide el centro

Inversión | M$ 371.697.000 extensión| 42.66 km Ubicación | desde la comuna de Lo Barnechea hasta Ruta 68, al costado del río Mapocho

imágenes ] Concesionaria Américo Vespucio Norte S.A.

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Resolver los Nudos Conflictivos

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Inversión | M$ 416.593.623 Extensión | 39.47 km Ubicación | Une 13 comunas: Quilicura, Conchalí, Renca, Independencia, Quinta Normal, Santiago, Estación Central, Pedro Aguirre Cerda, Cerrillos, San Miguel, Lo Espejo, La Cisterna, El Bosque y San Bernardo, sumando un total de 1.779.581 habitantes

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CONcEsIONES y metro EN EJECUCIÓN 9

extensión LÍNEA 1 METRO (plaza LOS DOMÍNICOS) 11 Beneficio para Las Condes

NUEVO ACCESO NORORIENTE (Radial): El camino al Nuevo Barrio Alto

Inversión | Us$ 244 millones

ObjetivoS_ Crear una vía alternativa a la Ruta 5, uniendo el sector oriente con la provincia de Chacabuco. El trayecto de Vitacura a Colina demoraría 15 minutos. Facilitar el acceso a los nuevos centros de desarrollo inmobiliario, como Chicureo.

Infraestructura_ Es una de las carreteras más complejas que se han construido en el país. Para cruzar la cadena montañosa de los cerros La Pirámide, Manquehue y Montegordo fue preciso hacer 3.200 metros de túneles, mil metros de viaductos, cinco

Ayuda a los desarrollos inmobiliarios A diferencia de Costanera Norte o Vespucio, esta autopista de 22 kilómetros fue propuesta por privados para conectar Vitacura con Chicureo, acortando el viaje actual en casi 30 minutos. Se espera que con ello Chicureo se consolide con una extensión del barrio alto de Santiago, acelerando la demanda de sus megaproyectos residenciales.

El caso es interesante, ya que se trata de la primera autopista cuyo objetivo principal es inducir un desarrollo inmobiliario de gran escala. Pese a ello, en el futuro tendrá un rol estratégico, pues será un acceso alternativo para los flujos provenientes del norte, aliviando la congestionada Panamericana. * Iván Poduje

enlaces y distintos tipos de puentes. Y tiene uno de los enlaces más complejos, ubicado junto al colegio Saint George: tendrá conexiones con Santa María, Costanera Norte y Américo Vespucio.

Los usuarios deberán pagar peaje.

Inversión | M$ 143.447.870 Extensión | 22 km Ubicación | Conectará en un inicio a la actual Costanera Norte y AmÉrico Vespucio, hasta lleGar al valle de Colina

extensión LÍNEA 5 METRO (plaza maipú) 10 Gran beneficio social Inversión | us$ 835 m

Al Fin Maipú Este proyecto extiende la Línea 5 desde Quinta Normal hasta la plaza de Maipú, creando nuevas estaciones en las avenidas San Pablo, Teniente Cruz y Pajaritos. Con ello se reducirá a menos de la mitad, el tiempo de viaje de más de 400 mil personas lo que supone un beneficio social de magnitud. Asimismo se espera que el nuevo Metro acelere la renovación urbana del distrito Quinta Normal-Matucana y que potencie la reconversión de áreas altamente deterioradas en Lo Prado y Pudahuel. * Iván Poduje

Extensión | 14,2 km, 12 estaciones plazo entrega | fines 2010 objetivos | beneficiar a 1 millón de habs.

Buena Medida, pero Insuficiente La línea 1 es la más antigua del sistema y que la presenta, por lejos, la mayor demanda de pasajeros, lo que produce serios atochamientos en estaciones como Tobalaba o Escuela Militar. Para aliviar esta situación, la línea 1 se extendió hasta la Plaza Los Dominicos, agregando tres estaciones que se inaugurarán prontamente.

Sin embargo todo indica que la medida será insuficiente y que Metro deberá construir otra línea completa para aliviar la congestión de la saturada Línea 1, para lo cual se evalúan más de 15 alternativas. * Iván Poduje

Ubicación | Comuna de Las Condes, que aporta Us$ 50 millones

Objetivos_ Facilitar la accesibilidad e integración del sector oriente de Santiago; reducir el transporte privado desde este sector hacia el centro; ayudar al plan de descontaminación.

TÚNEL SAN CRISTÓBAL (anillo dorsal intermedio) 12 La sorpresa de las concesiones Objetivos_ Compensar la falta de capacidad y nivel de servicio que presenta la avenida Américo Vespucio en el sector de la Pirámide. Disminuir los tiempos de viaje y mejorar la calidad de vida de los habitantes de estos sectores.

Estado de avance_ Inaugurado. Las obras de vialidad complementarias se terminarían el primer semestre de 2009.

asuntos sin resolver Este proyecto también surgió de una iniciativa privada. La idea inicial era buena: el túnel sería un by pass del congestionado tramo de La Pirámide, conectando Vespucio Norte con Kennedy y Costanera Norte. Lamentablemente la concesión se adjudicó sin resolver estos accesos ni programar su ejecución. Sin estas obras, el flujo proveniente de Vespucio Norte desembocará en un semáforo, en el epicentro del distrito más congestionado de Santiago Oriente (Sanhattan). Para empeorar la situación, a pocos metros de este cruce se están construyendo megaproyectos que agregarán casi 20.000 estacionamientos. * Iván Poduje

Inversión | M$ 15.000.000 Extensión | 4,1 km Ubicación | El tramo El Salto–Kennedy conecta con el centro de la ciudad dos autopistas concesionadas: Costanera Norte y Américo Vespucio norponiente. Esta unión se realiza por medio de dos túneles paralelos que cRUzan el cerro San Cristóbal

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nuevos proyectos

COSTANERA CENTRAL 16 La Costanera del Zanjón de la Aguada Esta iniciativa privada de concesión, extiende la Autopista del Sol desde Bascuñan Guerrero hasta Vicuña Mackenna. Luego de este cruce, la autopista seguirá hacia el Sur por la Avenida La Florida, hasta llegar al centro de Puente Alto. Junto con apoyar la renovación del sector de La Aguada, este proyecto mejorará la conectividad de uno de los frentes más poblados de Santiago.. * Iván Poduje

7* mejoramiento Costanera Norte (sistema ORIENTE-PONIENTE)

AVENIDA CENTENARIO 17 Conexión para los barrios del sur

Resolviendo los Nudos Conflictivos Hacia 2010 se ejecutarán obras para resolver nudos críticos de Costanera Norte. La rotonda Pérez Zujovic será remodelada totalmente, se construirá un túnel en Kennedy frente al Club de Golf y se mejorará la conexión con la Autopista Central, ejecutando otro túnel. Hacia el Oriente se mejorará el nudo con Manquehue y el trazado se extenderá hasta Padre Arteaga, en La Dehesa. * Iván Poduje

Infraestructura_ Contempla un circuito de espacios públicos y ciclovías.

13 américo vespucio oriente Urge el Cierre del Anillo En el tramo Oriente de Américo Vespucio el parque existente impidió construir la autopista en superficie, como se hizo en el Sur con penosos resultados urbanos, al punto que el Estado deberá invertir US$ 25 millones para mitigar los impactos. El cierre del anillo es urgente, pero para mantener el parque la autopista deberá ser enteramente subterránea, lo que la transformará en la obra más cara y compleja de la historia reciente de Santiago. * Iván Poduje

14 AUTOPISTA NOR PONIENTE

Estado de avance_ Inicio de expropiaciones y búsqueda de recursos por vía presupuestaria.

Reciclaje del antiguo ferrocarril de cintura Esta avenida ocupa el trazado del antiguo ferrocarril de cintura, conectando las avenidas Pedro Aguirre Cerda, Exposición y Vicuña Mackenna. Su construcción favorecerá el reciclaje de los terrenos ferroviarios ubicados en la antigua Maestranza de San Eugenio. También mejorará la accesibilidad al futuro parque de La Aguada, potenciando la renovación urbana de este frente deteriorado y estigmatizado de la ciudad. * Iván Poduje

Inversión | M$ 4.080.000 Ubicación | En el borde sur del anillo, se conecta con las Avenidas Exposición, Matucana, V. Mackenna y Balmaceda, integrándose con las líneas 1, 2 y 5 del Metro

El Nuevo Acceso a Santiago Este proyecto fue propuesto por privados para conectar Costanera Norte con las zonas de expansión urbana de Quilicura, Renca y Lampa, ya que en esta comuna se construyen ciudades satélites y megaproyectos inmobiliarios que albergarán a más de 15.000 nuevos hogares santiaguinos. Es un símil del Acceso Nor Oriente, ya que también favorecerá el desarrollo inmobiliario de la zona Norte, aunque en este caso, la demanda esta formada por usuarios de ingresos medios y medio bajos. * Iván Poduje

plan maestro ciclovías 18 Las municipalidades compiten

sur 15 costanera Con semáforos y edificios

Objetivos_ Se enmarca en el Plan Maestro Nuevo Centro Yungay, donde se busca generar un nuevo centro de servicios, introducir desarrollos inmobiliarios en conjunto con equipamientos y actividades productivas menores. Mejorar la conectividad y accesibilidad del sector poniente del Gran Santiago; ser un polo de equipamiento intercomunal para Quinta Normal, Renca, Cerro Navia, y Santiago.

Estado de avance_ Búsqueda de financiamiento para terminar expropiaciones y comenzar obras.

Se estima que esté terminada en 2011.

inversión | m$ 6.702.000

INVERSIÓN | M$ 15.000.000 Ubicación | Corre por el borde sur del río Mapocho

Qué pasará en Sanhattan Corre en paralelo a la Costanera Norte, pero no será una autopista con peaje sino que una ruta urbana con semáforos que conectará varias avenidas importantes como Balmaceda, Andrés Bello o Monseñor Escrivá de Balaguer generando un eje continúo entre Cerro Navia y La Dehesa. El punto más complejo se producirá en Sanhattan donde la nueva Costanera Sur deberá pasar entremedio de edificios, puentes y enlaces viales. * Iván Poduje

Objetivos_ Disminuir la contaminación y el número de accidentes en bicicleta. Convertir a este sistema de transporte en una verdadera alternativa para movilizarse por la capital.

Instalaciones_ Habilitación y operación de una red de estacionamientos para bicicletas.

Estado de avance_ En cada comuna es distinto: Maipú ya inauguró su tramo; La Reina y Lo Prado están en proceso de licitación; Cerro Navia, preparando las bases. Se espera llegar al 2010 con 450 kilómetros construidos.

Extensión | 640 kilómetros: 500 km en ejes troncales urbanos y MÁS de 140 Km rurales Ubicación | Todas las comunas de Santiago

Una gran idea muy postergada Este plan busca que la bicicleta se transforme en una alternativa real de transporte para los santiaguinos, lo que es una gran idea. Para ello se proponen 500 kilómetros de ciclovías que conectarán barrios residenciales, con estaciones de Metro y paraderos de buses. Lamentablemente el plan se ha postergado varias veces, debido a la incapacidad del Gobierno Regional para conseguir recursos y diseñar proyectos factibles de implementar. Algunos municipios han avanzado más rápido, aunque sus 61 circuitos todavía son cortos y no llegan a los centros de empleo metropolitanos. * Iván Poduje

croquis ] rodrigo fuenzalida

+ESPACIO PÚBLICO participación ciudadana En mayor o menor medida, nuestras Obras Bicentenario son parte de una gestión al estilo de los megaproyectos europeos, pero adaptados a este acontecimiento significativo para nosotros.

parque primera infancia

Por Elke Schlack

parque metropolitano de chena

recuperación quinta normal plaza de abastos y pérgola parque natural cerros de renca

parque la hondonada ciudad parque bicentenario * * EN SECCIÓN RENOVACIÓN URBANA PG. 40

Elke Schlack es Dra. en Arquitectura, Universidad Tecnológica de Berlín, Investigadora del Centro de Investigaciones Territoriales y Urbanas (CITU), Universidad Andrés Bello.

es necesario preguntarse si es válido seguir apostando a la fórmula de los Megaproyectos o hay otra manera de dar mayor calidad a nuestras ciudades y mejorar el espacio público en ellas.

L

os megaeventos conmemorativos (como jubileos, olimpiadas y exposiciones universales) desencadenan una planificación mucho más rápida que la planificación tradicional, lo que está en directa relación con las metas que un megaproyecto persigue: promover internacionalmente el atractivo de las ciudades y desarrollar dinámicas económicas y culturales en función de revitalizar o transformar sectores deteriorados de la ciudad.

Estos proyectos se sustentan en un discurso simbólico-político y mueven, con enorme entusiasmo, cuantiosos recursos con el argumento de las oportunidades que brinda el desarrollo.

Pero, por el hecho de portar un discurso simbólico-político, los megaproyectos presentan varias limitaciones. A continuación, revisaremos algunas de ellas, a la luz de las reflexiones acerca del fenómeno de estas grandes intervenciones en toda Europa realizada por el connotado urbanista alemán Uwe Altrock.

1 . Bigness. Es la forma superlativa del construir. El concepto fue acuñado por Rem Koolhaas cuando desarrollaba el megaproyecto Euralille. Esta característica puede ser un desfavorable pie forzado para el desarrollo urbano, que en general demanda intervenciones más pequeñas y menos visibles, pero que tienen menos posibilidades de llegar a realizarse debido a la preferencia que los políticos tienen por los megaproyectos.

La condición de “bigness” se impuso en las bases de la mayoría de las Obras Bicentenario, lo que condicionó a los arquitectos participantes a jugar el juego de la “grandeza”, a veces a contrapelo de lo que la realidad demandaba, sobre todo en relación a los espacios públicos, que suelen funcionar mejor a menor escala e insertos en la trama de los barrios.

2 . Promesas políticas. Ya desde su gestación, los megaproyectos comunican a la opinión pública ciertas imágenes objetivo y los pasos estratégicos a seguir. En este con-

texto, una cosa fundamental es difícil de alcanzar: la paulatina adaptación del proyecto a la realidad (rectificación a la que todo proyecto debe someterse), ya que cualquier cambio en el rumbo podría ser interpretado como falta de claridad o voluntad política, como sucedió, por ejemplo, con la sustitución del nombre Proyecto Portal Bicentenario por Ciudad Parque Bicentenario y el cambio consecutivo del imaginario que acompaña a estos nombres.

3. Participación ciudadana. Los megaproyectos, a pesar de articular su discurso en torno a la legitimación pública, prescinden muchas veces de mecanismos directos de participación ciudadana. Una participación real podría no sólo extender el tiempo de los proyectos a límites inconvenientes para los intereses políticos, sino también hacer visibles diferencias de opinión irreconciliables; es por eso que la participación ciudadana de estos proyectos queda casi siempre en una dimensión simbólica.

La participación promueve un mayor grado de identificación de los futuros habitantes con el proyecto y es en este sentido que los espacios públicos en Ciudad Parque Bicentenario corren el riesgo de no tener éxito a largo plazo. Durante el tardío proceso de consulta ciudadana a que fue sometido este proyecto, los vecinos del entorno llegaron a preguntar si también ellos podrían usar estos espacios. Claramente, esto pone de manifiesto que para estas personas las áreas verdes planificadas son algo absolutamente ajeno.

El desafío asumido por Obras Bicentenario es complejo. En la esencia de los megaproyectos están presentes ciertas limitaciones que vulneran importantes criterios de legitimación democrática. Dicho de otra forma: las condiciones para un proceso democrático sólo podrán materializarse a costa de la eficacia política del proyecto. Y es ahí donde es necesario preguntarse si es válido seguir apostando a la fórmula de los megaproyectos 63 o hay otra manera de dar mayor calidad a nuestras ciudades y mejorar el espacio público en ellas.

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parque primera infancia De la cuna al mundo

Instalaciones_ Un espacio equipado con elementos que generen estímulos culturales, medio ambientales, psicomotores y visuales.

Incluye un recorrido en torno el cerro San Cristóbal, denominado Zócalo

Metropolitano, que otorgará conectividad con otras instalaciones del Parque Metropolitano, como el Zoológico.

Estado de avance_ La Junji obtuvo los fondos para la ejecución; se está trabajando en el diseño, a cargo del colectivo Elemental liderado por el arquitecto Alejandro Aravena. En paralelo, se gestiona los recursos faltantes.

inversión | m$ 2.500

fotografías ] juan francisco lizama

Objetivos_ También llamado De la cuna al mundo, pretende constituirse en un espacio público para la familia, postula a ser un proyecto innovador, con estándares de calidad capaces de convertirlo en un referente internacional. Ser testimonio de uno de los ejes más importantes del gobierno actual: la protección y educación de los niños y niñas menores de 6 años.

Ubicación | Parque Metropolitano, ladera de Recoleta

* proyecto en elaboración Este proyecto no puede ser comentado por nuestros especialistas porque aún no hay suficiente información como para emitir un juicio.

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recuperación quinta normal Rescate patrimonial

Infraestructura_ Mejoramiento de la laguna, el invernadero y el jardín hundido, entre otros

espacios de este Jardín Botánico que alberga al Museo Nacional de Historia Natural, el Museo de Ciencia y Tecnología, el Museo Ferroviario y una laguna.

Estado de avance_ Estudios de títulos, comodatos y diferentes usos dentro de la Quinta Normal con el objeto de mejorar la gestión de recuperación de los edificios al interior.

Se espera que esta obra país, se consolide definitivamente el 2014.

inversión | M$ 14.890 Extensión | 39 ha

fotografías ] juan francisco lizama

Objetivos_ Restaurar y conservar el patrimonio arquitectónico y paisajístico de este parque inaugurado en 1841 por el presidente Manuel Bulnes. Constituirlo en un impulso para convertir al sector de la Quinta Normal como centro patrimonial, de educación y cultura. Renovar este pulmón verde en el centro de la capital.

Ubicación | Comuna de Santiago, en el eje cultural Matucana

* proyecto en elaboración Este proyecto no puede ser comentado por nuestros especialistas porque aún no hay suficiente información como para emitir un juicio.

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PLAZA DE ABASTOS Y PÉRGOLA DE LAS FLORES

plan de renovación parques urbanos

Volver a las tradiciones

parque natural cerros de renca (norte): 22 El otro Santa Lucía

inversión | m$ 5.500 superficie | 7,500 m²

Extensión | 50 ha

Ubicación | Comunas Independencia, Recoleta y santiago

Estado de avance_ Diseño licitado al estudio de arquitectos Iglesis y Prat; se gestiona la aprobación del monto de diseño por Concesiones. Los dirigentes de las distintas pérgolas involucradas están participando del proyecto.

el cerro que deja de ser isla El emplazamiento de este espacio público sobre un cerro isla y su relación inmediata con el tejido urbano es clave en el proyecto. En menor intensidad y en el contexto de una ciudad dispersa, podría llegar a establecer una relación entre cerro y barrio similar a la que se observa en el cerro Santa Lucía. * Elke Schlack

fotografía ] juan francisco lizama

Objetivos_ Mitigar el impacto del proyecto Costanera Norte; dar una solución definitiva a los locales del Mercado de Abastos Tirso de Molina y las pérgolas Santa María y de San Francisco; e iniciar la recuperación del barrio La Chimba fortaleciendo la identidad de un barrio fundacional de la ciudad.

Ubicación | Comuna de renca

Objetivos_ Se ubicará en los faldeos de los cerros de Renca y Colorado, y desarrollará un gran parque que responda a las necesidades recreativas de los vecinos. Este espacio pretende ser un nuevo pulmón verde para la ciudad, que mejore la calidad de vida de los habitantes del sector norponiente de Santiago.

PARQUE METROPOLITANO CERROS DE CHENA: 23 El otro San Cristóbal Objetivos_ Transformar estos terrenos, cedidos por el Ministerio de Bienes Nacionales y el Ejército de Chile al Parque Metropolitano de Santiago, en un parque público de similares características a las del cerro San Cristóbal; beneficiar a más de 1.300.000 habitantes de las comunas del sur de Santiago.

Instalaciones_ Contempla la creación del centro arqueológico Pucará de Chena.

Estado de avance_ Las obras están listas; se realiza la reforestación de partes del cerro. Parque Metropolitano postuló a la mantención por cuatro años.

inversión | m$ 943.000 Extensión | 38 ha Ubicación | Comuna de San Bernardo

difícil acceso parque metropolitano sur, chena > los cerros de chena beneficiarán a 1.300.000 habitantes del sur de santiago.

Por su escala, presenta un complejo desafío: insertarse en el entorno y ser, al mismo tiempo, accesible para toda la ciudad. El riesgo del proyecto se observa en ambos aspectos: una accesibilidad dada exclusivamente por la autopista Central y una aislación total de la ciudad inmediata. * Elke Schlack

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la hondonada 24 PARQUE El otro parque inundable inversión | m$ 9.542.000

Ubicación | Comunas Cerro Navia y Pudahuel

Objetivos_ Dar una solución de drenaje al sector de la Hondonada-Río Viejo, minimizar el riesgo de daños por aguas lluvias en la población aledaña; recuperar terrenos para el desarrollo de un proyecto de parque urbano que beneficie a 11.000 habitantes.

Es un antiguo brazo del río Mapocho utilizado para extracción de áridos y transformado hoy en un basural que tapa los colectores, lo que provoca la inundación de las poblaciones vecinas.

Estado de avance_ Diseño del parque a cargo del Minvu; obras hidráulicas en proceso de licitación.

fotografías ] Jorge Ramírez, Cerro Navia.

Extensión | 2.750 ha

ingeniería antes que espacio público

Los requerimientos de uso del espacio público no son necesariamente compatibles con los requerimientos medioambientales. El emplazamiento de este parque y las urgentes demandas de la ingeniería fluvial y de arquitectura del paisaje van a primar sobre la calidad de las áreas de esparcimiento. * Elke Schlack

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Creo que es bueno alegrarse de la escuálida celebración en lo que a cultura se refiere.

Hoy el Estado no tiene ya ese predominio que tuvo antes en la construcción de nuestras particularidades sociales y culturales. Hace bastante tiempo que las artes y la cultura en Chile hicieron (o no hicieron) sus cambios sin esperar estos hitos.

Por PEDRO GANDOLFO

croquis ] rodrigo fuenzalida

+Arte y Cultura: Una anemia digna de aplauso centro cultural MATUCANA 100

¿No será la hora de retomar la postergada reforma educacional que, para formar las futuras audiencias, restituya la importancia que antes tuvieron la lectura y la literatura, la música, las artes visuales y la filosofía en nuestros colegios?

BIBLIOTECA SANTIAGO C. C. PALACIO LA MONEDA PROGRAMA Centros CULTURALES C. C. GABRIELA MISTRAL MUSEO DE LA MEMORIA * * EN SECCIÓN RENOVACIÓN URBANA p. 46

PEDRO GANDOLFO es profesor de Estética. Escritor, columnista, crítico literario.

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as celebraciones del Bicentenario vienen anémicas. Pero no estoy seguro de que haya que atribuir esa debilidad a la falta de políticas públicas o al gobierno. No creo, incluso, que haya que quejarse tanto por ello. A lo mejor es bueno alegrarse por esa carencia, es bueno celebrar que el Bicentenario se celebre oficialmente poco, a lo mejor una buena celebración es esta relativamente escuálida celebración.

Porque, a diferencia de 1910, y para que mencionar 1810, hoy el Estado no tiene ya ese predominio que tuvo antes en la construcción de nuestras particularidades sociales y culturales. El fortalecimiento y la diversidad de la sociedad civil, de un lado, y la influencia creciente de un mundo globalizado, del otro, generan procesos que tienen su origen en tendencias, redes y medios que el Estado no controla e, incluso, ignora.

Las celebraciones oficiales del Bicentenario son, así, un gesto cultural casi nostálgico o, más aun, extravagante, como si un artista persistiera en cultivar una forma pasada de moda, “arcaizante”, con olor a naftalina y vestido de añejos trajes: hace bastante tiempo que las artes y la cultura en Chile hicieron (o no hicieron) sus cambios sin esperar estos hitos. La recepción de las vanguardias en las artes visuales, por ejemplo, en la com-

pleja y lenta manera que se llevó a cabo, se efectuó más bien a espaldas del Estado que demostró en ello una ya típica ceguera (recuérdese la adquisición de las obras de autores “Pompier”); también el gigantesco impacto que han tenido los nuevos medios de comunicación (desde la TV al video, desde internet a las tecnologías digitales) en las formas, contenidos y acceso a las obras culturales. Un siglo es, nítidamente, una medida de tiempo ya demasiado larga, propia de otro siglo.

La cultura está de vuelta en la casa. Según las encuestas de uso del tiempo libre del Consejo Nacional de la Cultura, la televisión, el cine vía DVD, la música, series, películas que se bajan vía internet y se ven en la pantalla chica, son la tendencia masiva. La obsesión museística y por crear centros culturales no corresponde a esa corriente y seguro terminará en elefantes blancos (o elefantitos) más bien vacíos. ¿No habría sido mejor imaginar políticas para que las personas escojan y accedan en su entorno doméstico a la cultura que quieran? ¿No será la hora de facilitar la transferencia a las personas sus elecciones de bienes culturales y dejar de lado el paternalismo estatal? ¿No será también ineludible la postergada reforma educacional que, para formar las futuras audiencias, restituya la importancia que antes tuvieron la lectura y la literatura, la música, las artes visuales y la filosofía en nuestros colegios?

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centro cultural matucana 100

biblioteca santiago

Demostró que la buena gestión está por sobre la construcción

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El mall de la cultura

Los centros culturales no son un tutifruti, son una fruta específica con un sabor, una textura y un color específico –es decir, una manzana– así como los teatros son peras, las galerías de arte frutillas y los museos guindas y así sucesivamente. Obviamente, cada fruta tiene tamaños, pesos y pigmentos distintos, y en ello radica la belleza y la unicidad de cada una. Mantener estas diferencias cuesta, pero eso es lo que permite disfrutar de la diversidad.

“Así como la gente va a los mall para hacer vida social, la Biblioteca de Santiago pretende que yo pueda venir acá a almorzar, a tomarme un café, a leer un libro, un diario, después a ver una exposición, una película, o escuchar un concierto, y sacar un libro y llevármelo para la casa”.

Ernesto Ottone R., Director Ejecutivo del Centro Cultural Matucana 100

Gonzalo Oyarzún, Director de la Biblioteca

SUPERFICIE | 2.100 m² construidos Ubicación | En el nuevo polo cultural Barrio Matucana Objetivos_ Acoger diversas expresiones artísticas y culturales a nivel regional y nacional. Se concibe como un espacio donde suceden simultáneamente exposiciones de arte actual y fotografía, teatro, danza, cine y música. Se trata de un espacio que no sólo se empeña por rescatar la esencia de espacios públicos tradicionales, sino en dar un impulso definitivo a la integración entre participación directa y cultura.

Instalaciones_ Estos ex galpones de descarga de los diversos productos que viajaban en los trenes desde distintos puntos del país cuentan con un teatro con capacidad para 554 personas y una galería para arte emergente de 300 metros, entre otros espacios.

Estado de avance_ Inaugurado en diversas etapas, recibe más de 500.000 personas al año, principalmente jóvenes entre 15 y 30 años.

Notable edificio se abre a la ciudadanía Esta obra tiene el mérito de detonar la revalorización de un sector bastante postergado de Santiago con una gran inversión que tiene como principal foco la cultura. Un notable edificio de arquitectura moderna se abre a la ciudadanía para el disfrute de obras de teatro en sus nuevos espacios públicos exteriores y para fomentar la lectura de niños y adultos en sus renovados pabellones y salas. Claramente es comparable al proceso de regeneración que se quiso impulsar en París con la construcción de la Biblioteca Nacional de Francia, ejemplo que demostró que para impulsar la regeneración de un área, no basta con un solo proyecto detonador, sino que son necesarias inversiones bastante más amplias. La vecindad de la Biblioteca de Santiago con Matucana 100, el Museo de la Memoria y la recuperación de la Quinta Normal apuntan en el sentido correcto. * Pedro Gandolfo

inversión | m$ 2.500.000 SUPERFICIE | 20.000 m² construidos en superficie de 2 ha Ubicación | La manzana estre Matucana, Chacabuco, Módena y Agustinas

Objetivos_ Ser la biblioteca pública más grande del país y un moderno centro de servicios de información bibliográfica y actividades culturales. Recuperar el antiguo edificio de la Dirección de Aprovisionamiento del Estado, valorizando el contexto histórico y arquitectónico del área de Matucana. fotografía ] juan francisco lizama

Aunque se ciñe al modelo de construcción de obras de infraestructura que dejan una huella urbana, obras “emblemáticas” como se dice, típico estilo de celebración del siglo XIX, el Centro Cultural Matucana 100 y la Biblioteca de Santiago, ambos inaugurados y en funcionamiento, son, por su emplazamiento (potencian el barrio Quinta Normal), contenidos definidos, libre accesibilidad y diseño de los espacios, un indudable aporte a la ciudad y a la cultura. * Pedro Gandolfo

fotografía ] juan francisco lizama

Un indudable aporte

inversión | m$ 1.171.502

Instalaciones_ A la biblioteca tradicional suma salas de lectura infantil, juvenil, sala para lactantes, sala de referencias y hemeroteca, salas de computación para capacitación en TIC, colección de películas, música para préstamo a domicilio, salas de conferencias, auditorio multifuncional, salas de exposiciones.

Estado de avance_ Inaugurada en 2005.

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centro cultural palacio la moneda

PROGRAMA NACIONAL centros culturaleS

Encuentro con la cultura en pleno centro

Potenciar el acceso a bienes culturales y la creación a nivel comunal

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inversión | m$ 1.800 SUPERFICIE | 7.250 m² Superficie Estacionamientos | 17.100 m² Ubicación | Alameda, subsuelo de la Plaza de la Ciudadanía Instalaciones_ Dos salas de exposiciones de 620 m² cada una, otras dos para exposiciones de pequeño y mediano formato; una sala de cine para 211 personas, un microcine para 40 personas, mediateca, biblioteca de cine, Galería de la Fotografía, Centro de Documentación de las Artes, tiendas y restoranes.

Estado de avance_ Inaugurado en enero de 2006.

Centro híbrido Es un ejemplo de un espacio de excelente calidad y un emplazamiento insuperable, pero cuyos resultados han demorado en consolidarse por problemas de gestión y falta de definición de los contenidos del proyecto. Se trata de un centro en exceso híbrido, en el que claramente la carreta (infraestructura) se puso antes que los bueyes (definición del proyecto y gestión del mismo). * Pedro Gandolfo

inversión | m$ 32.000.000

fotografía ] juan francisco lizama

Objetivos_ Ser un espacio de encuentro y de enlace entre la ciudadanía, la cultura y el Estado democrático. Constituirse en uno de los más importantes espacios de difusión artístico-cultural a nivel país, permitiendo el acceso a la diversidad y riqueza de culturas y civilizaciones, y facilitando la difusión del patrimonio nacional proveniente de colecciones de museos nacionales públicos y privados.

ObjetivoS_ Contempla la entrega de un centro cultural en cada comuna del país de más de 50.000 habitantes para democratizar el acceso del público a los bienes culturales y fomentar la creación de las agrupaciones artísticas locales. Crear y desarrollar más y mejores audiencias.

Instalaciones_ Las necesarias para presentar exposiciones, espectáculos, realizar talleres y charlas.

Estado de avance_ A fines de 2009 serán inaugurados en Cerro Navia, San Joaquín, Quinta Normal, Colina, La Cisterna y Lampa. fotografía ] juan francisco lizama

CENTROS CULTURALES EN SANTIAGO_ 1. Lo Espejo 2. Pedro Aguirre Cerda 3. Melipilla 4. San Ramón 5. La Cisterna 6. Cerrillos 7. Buin 8. Paine 9. Lampa 10. Talagante 11. Cerro Navía 12. Renca

ATRAER A LA GENTE: UN GRAN DESAFÍO La intencionalidad es correcta. No obstante, su eficacia se enfrenta con la tendencia –que indiqué en otros comentarios– a que la cultura se viva cada día más en casa y en el entorno cotidiano. ¿Cómo llevar, así, a las personas hacia estos centros? ¿Cómo lograr que en cada comuna los habitantes se “apropien” de ellos? Es un tema de gestión, por cierto. Pero antes que eso, me parece urgente la reflexión sobre qué hacer para que estos “centros” se conviertan en un auténtico “lugar de encuentro” cultural, 79 insertos realmente en los modos de ser y convivir de la comunidad. * Pedro Gandolfo

fotografĂ­a | aryeh kornfeld

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centro cultural gabriela mistral

“Este proyecto tiene un nombre técnico: Centro Nacional de Artes Escénicas y Musicales. En esta dimensión no hay otro equivalente en el país. Una sala de dos mil personas es algo que no existe actualmente. Todavía hay muchos espectáculos musicales de gran calidad que no pueden presentarse en Chile porque no existe una sala adecuada, que permita financiar los altos costos de algunos espectáculos. El desafío es tener en este nuevo espacio una gestión que tienda a la plena ocupación”.

La obra más importante en materia de infraestructura cultural

Arturo Navarro, Coordinador Interministerial del proyecto

Instalaciones_ Sala de audiencias para 2.000 personas; salas para presentaciones de teatro, danza y música, con capacidad para

300 espectadores; salas de ensayo para grupos emergentes; Centro de documentación de las artes escénicas y la música; salas de exhibición; salas de seminarios, restaurantes, tiendas especializadas.

Estado de avance_ Iniciadas las obras de demolición; presentado el proyecto arquitectónico de remodelación del edificio Unctad III, a cargo del equipo del arquitecto Cristián Fernández E. Inicio de la primera etapa de obras en segundo trimestre 2009.

Inauguración primera etapa en 2010.

inversión | m$ 18.500.000 SUPERFICIE | 41.000 m² Ubicación | Alameda Bernardo O’Higgins, en el ex edificio Diego Portales

imágenes ] centro cultural gabriela mistral

Objetivo_ Orientado a la formación, difusión y representación de las artes escénicas, la música y las artes visuales. Contribuir al fomento y difusión de la creación local, a la formación de un público que aprecie las artes escénicas, visuales y la música. Generar espacios de participación: a través de talleres, charlas y ensayos de grupos culturales comunitarios.

Proyecto dudoso El Centro Cultural Gabriela Mistral (edificio ex Diego Portales) interesa desde el punto de vista arquitectónico y urbano, pero el proyecto mismo es dudoso y es claro que, en varios aspectos, entra en competencia con su primo hermano en el Palacio de La Moneda. ¿No habría sido preferible un centro como éste a la altura del paradero 14 de La Florida, por ejemplo? * Pedro Gandolfo

El país lo necesitaba Después de varios años de polémica sobre el destino del emblemático Edificio Diego Portales –el que finalmente sufrió un incendio accidental que ayudó al gobierno a apurar una decisión al respecto– y luego de un igualmente polémico concurso de arquitectura, finalmente hoy está en avanzando este proyecto que albergará parte importante de la infraestructura cultural con que aún no cuenta el país. Dada su ubicación estratégica en el centro de la ciudad, es de esperar que termine por consolidar el proceso de regeneración que se ha dado en el barrio Parque Forestal en las últimas décadas. * David Assael

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+educación e innovación: ¿cuánto falta para llegar …? parque tecnológico

croquis ] rodrigo fuenzalida

El Bicentenario como etapa ícono en el desarrollo de nuestra nación, ya llegó.

Se nos vino encima la fecha, justo cuando algunas claves del Chile innovador 2.0 empezaban a aparecer…

Por cristóbal garcía

H

ace unos días, discutiendo con un grupo de colegas, nos hacíamos la pregunta sobre el real contenido del portafolio de innovación chileno para el Bicentenario distintivo del período 1910-2010. Si para el 1910 tuvimos infraestructuras para culturas inspiradas en Europa, para el 2010 tenemos culturas de infraestructuras inspiradas en EEUU tales como los malls, las autopistas, variados desarrollos inmobiliarios, los 4 estadios mundialistas –hay algo de europeo aquí–, entre otros. Pero la huella o huellas innovadoras del Bicentenario no son reconocibles ni consensuadas por los expertos. En aquella discusión, surgía incluso la idea del Tricentenario como el nuevo horizonte temporal desde el cual articular y proyectar tanto la acción como el relato de la innovación y así, construir colectivamente

en una posición expectante para dar el salto cuántico requerido para transformarse en un país desarrollado mediante la innovación incremental y disruptiva. En términos de PIB per cápita, institucionalidad, clusters productivos existentes y por existir, espacios web 2.0, además de energías/culturas para la innovación, Chile tiene más oportunidades que problemas.

Más desafíos interesantes que cuellos de botella. Sólo requiere un relato, una meta articuladora, un sentido de urgencia y un trabajo en red.

Tercero, en los últimos años hemos visto aparecer en la superficie de Chile una serie de “células”, “rizomas”, “punto de encuentro”, “Do Tanks”, movimientos y grupos articuladores de la acción colectiva en materia de innovación y emprendimiento en sentido amplio. Un Techo para Chile, Elemental, EnseñaChile, Educación 2020, la Revolución Pingüina, la savia nueva de Endeavor, Webprendedor, la gente de Fundación Chile,

País Digital, InnovaChile de Corfo, el Foro Innovación, Momento Cero, varias universidades –de las cotas 0 y mil– y otras muchas tácticas cotidianas, son ejemplos de este Chile 2.0 que si bien llegó justo para el Bicentenario, se prepara para quedarse y desplegar todo su potencial con obras concretas de cara al 2018.

Son precisamente estas células visibles-invisibles del nuevo Chile que al entrar en contacto y/o colisión entre ellas, producen las condiciones para la innovación sustentable con efectos tanto locales como globales.

De este modo, Chile se podrá transformar hacia el 2018 no sólo en un país del que todos nos sintamos participantes orgullosos, sino que también sea un faro que alumbre y guíe las rutas del todavía vasto mundo emergente en desarrollo. Si para el 2010 vamos a prender y apagar las velas correspondientes al Bicentenario formal, lo aconsejable es dosificar las energías y el presupuesto para encender el faro a toda máquina el 2018.

PARQUE TECNOLÓGICO SUPERFICIE | 18 ha

Ubicación | Sector norte de la Ciudad Parque Bicentenario

nuestro futuro.

En todo caso, lo anterior delata la falta de proyectos por celebrar y nuestra incapacidad para visionar y concretizar un proyecto compartido de país innovador. Sin embargo, no todo está perdido y todavía podemos tener un Bicentenario que celebre orgulloso al Chile innovador. Veamos por qué.

Dejemos para el 2018 el festejo del Chile innovador

Primero, porque técnicamente el Chile Independiente y sin interrupciones se inicia en 1818 luego de finalizada la Reconquista y con O’Higgins consolidado como el hombre fuerte. Visto así, el Bicentenario real y no meramente formal sería el 2018, por lo que todavía tendríamos casi una década por delante para extender, consensuar y concretizar al Chile innovador.

Segundo, éstas son buenas noticias, pues Chile se encuentra cristóbal garcía h. es Sociólogo, Filósofo y Master en Ciencias del MIT. actualmente es Académico UC, Director de Innov@100 en el Foro Innovación y Socio de Urban Interactions Inc.

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más redes que edificios En vez de infraestructuras aisladas y puntuales por muy grandilocuentes o barrocas que sean con miras al Bicentenario esperamos contar con más redes interconectadas de infraestructuras que agreguen valor público y privado; más proyectos Elemental y otros Do Tanks enfocados a la innovación social global que monumentos o soluciones no replicables a nivel regional/global; más acciones concretas para transformar a Chile en una plataforma de servicios globales que la mera firma de acuerdos de cooperación bilateral sin ejecución ni seguimiento en el tiempo; más educación para la innovación que mera infraestructura tecnológica; mayores condiciones para innovar desde cero y para re-emprender pese a condiciones adversas; mayores espacios para que la ciudadanía sea el verdadero sujeto de las políticas públicas y, en definitiva, para que conjuntamente despleguemos aquel ímpetu innovador tan bien guardado. * Cristóbal García

Objetivos_ Transformarse en un centro educacional y empresarial para la innovación tecnológica industrial y el desarrollo de capacidades laborales para la pequeña y mediana empresa (pyme). Dotarlo de una infraestructura de la más alta calidad que permita coordinar esfuerzos, innovar, investigar y desarrollar productos y servicios con miras a un Chile más competitivo, emprendedor y desarrollado; trabajar en colaboración con universidades, centros de investigación científica y tecnológica y compañías internacionales 85 con tecnologías de la información.

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cerro santa lucía, desde la alameda

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venida

La celebración del Centenario ha ido ganando prestigio con los años.

Esta crónica costumbrista nos invita a retroceder al 1910 y mirar lo que entonces ocurría.

Por ÁLfonso calderón

S

antiago tenía, en 1910, 300.000 habitantes. Las calles principales eran de asfalto Trinidad. Surgen los balcones agresivos, a los que se asoman las familias prósperas, que hicieron fortuna con la plata de Chañarcillo, la propiedad agraria, la banca, el parentesco, la política o las armas. Los focos eléctricos y el gas hidrógeno carbonado indican que el progreso está allí y no en los lugares del ultra-Mapocho, donde aún hay alumbrado de petróleo, calles de cantos rodados o barro, moscas y quiltros.

El Mercurio denuncia que un tercio de los habitantes vive “en un ambiente deletéreo, en medio de miasmas ponzoñosas, respirando y sufriendo la influencia y el contagio de infecciones y epidemias”. Cien mil personas viven “en habi-

taciones como inmundas mazmorras, estrechas, oscuras, sin ventilación, en que el organismo se atrofia y degenera”.

Las fiestas del Centenario tenían la mirada puesta en el qué dirán las visitas. El centro de Santiago era un mundo mágico. Tocadas con sombreros a lo Van Dyck, las damas dejaban caer las plumas lloronas. Los caballeros lucían magníficos jipijapas a lo Santos Dumont. Deslumbraban con botines de charol y la caña flexible del bastoncillo.

Eran los días de la apertura de Gath & Chaves, del vals de La Viuda Alegre. Desean todos que llegue la primavera que invitará a los paseos por el Parque Cousiño. Una legión de vehículos: tandems, faetones, victorias, tour in hands, vis-a vis. En el teatro Municipal deslumbran, en los palcos, las bellezas irradiantes con toilettes de Lanvin o de Rose Descar. ¿Quiénes son esos pintiparados pisaverdes?: Camilo Ross o Alejandro Murillo; los poleros Dávila Ossa o los Saxtons.

imágenes ] Patromonio Fotográfico de la Unversidad Diego Portales / Registro Histórico Fotográfico Chilectra

la fiesta DEL qué dirán

89

fuente

alemana

El 5 de julio de 1910 fusilan a Becker, el diplomático alemán que incendió la Legación (Nataniel esquina de Alonso Ovalle). Le dieron cinco balazos y fue necesario el tiro de gracia. Por las calles pasan los primeros Landolet Peatón, de 15 a 45 HP. El 8 de julio fallece Eusebio Lillo, poeta romántico y autor de parte de la letra del Himno Nacional.

Tenía 86 años. El presidente de Chile era don Pedro Montt, un hombre triste, con aire de enterrador, de figura “algo tétrica”, todo de negro, como lo recordaba Joaquín Edwards Bello. Entró sano a La Moneda y llegó al final de su período con mortaja a la vista. En sus Memorias, Abdón Cifuentes dice que los gastos fiscales aumentaron alrededor de 50%.

La deuda externa creció en seis millones de libras esterlinas.

Y él era un economista prestigioso.

club de

la unión

Envueltos con guirnaldas de luces, los palacios centellean.

A veces se lee en los frontis: ¡Dios y Patria! Trepando, las luminarias cubren el contorno del Santa Lucía. Los preparativos son a tambor batiente. Doña Isidora Goyenechea de Cousiño ordena la construcción de la Casa de Botellas, en la Quinta Normal. El arquitecto Enrique Dubois, a pedido del intendente Cousiño, debe entregar, para mayor gloria de Santiago, el llamado Parque Forestal. Se pide en todos los tonos que no vayan a exhibirse las basuras como enseñas gloriosas en las puertas de las casas y cités.

Las tiendas contienden en el frenesí de las ofertas. Hay sombreros de paja de Italia; champaña Mumm, Cordon Rouge y Veuve Clicquot; tirantes Shirley President; quitasoles de la casa Prá; Flirt, deliciosa bebida sin alcohol; guantes de cabritilla para la opera; el terno del Centenario; corsé Pouget; automóviles Renault, Panhard y Berliez; té Ratampuro; pilules orientales. El mes de septiembre se inicia con la apertura de Gath & Chaves, ubicado en la esquina de Estado con Huérfanos. Daniel de la Vega habló de una “catedral metálica”. Una de las novedades era la presencia de los maniquíes. En El Mercurio dijeron que al levantar las cortinas de hierro, una multitud femenina invadió todo. Hubo de venir la policía para impedir accidentes.

El 6 muere Elías Fernández Albano. Se nombra al ministro más antiguo del gabinete: don Emiliano Figueroa Larraín, “un Segundo Sombra chileno, grande y fuerte, con algo de viñatero” (Joaquín Edwards Bello), de fisonomía plácida y risueña, propia de un gran vividor de la decadencia romana. Tenía –dice Edwards- el buen humor constante “del gordo alegre, de vientre victorioso y patilla rizada”. ¡A inaugurar tocan! Surge la Estación Mapocho. Su presupuesto inicial, en 1905, fue de 395,514 pesos, con 38 centavos.

El edificio cubrirá una superficie de 5.400 metros cuadrados.

Los planos fueron obra del ingeniero Emilio Jéquier.

Llegan las visitas. La capital se prepara para un ir y venir constante. Los banquetes son 50 en pocos días. El del día 17 es el más relumbrón. Lo ofrece Emiliano Figueroa a Figueroa Alcorte, el presidente argentino y a 250 invitados. ¿La carta?

Como para creer real un nuevo festín de Trimalción. Con un baile, la familia Concha festeja a las delegaciones extranjeras.

Eduardo Balmaceda Valdés registra así el paisaje interior: “Las inmensas arañas de Baccarat despedían mil luces… y en el gran comedor relucía la vajilla de plata maciza de las minas de Caracoles, con sus enormes piezas cinceladas, dignas de la mesa de algún soberano”.

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imágenes ] Registro Histórico Fotográfico Chilectra / Patromonio Fotográfico de la Unversidad Diego Portales

El 10 de junio muere en Bremen, adonde había ido en busca de salud. Montt era orero; es decir, partidario de la conversión en oro de los billetes emitidos. Sus contradictores eran papeleros, partidarios de las emisiones inorgánicas.

Edwards Bello asistió a sus funerales y recordó que la urna era una obra de arte que no debieron haber enterrado. El cargo lo ocupó un hombre honesto, Elías Fernández Albano.

Tenía mala salud y le correspondería recibir a las delegaciones que vendrían a conmemorar el Centenario.

A fines de agosto, enferma Fernández Albano. El 21, un aeronauta llamado César Copetta efectúa el primer vuelo en los cielos de Santiago, en un biplano Voisin. Logró elevarlo en la chacra Valparaíso (Ñuñoa), de Ramón Cruz Montt. El caricaturista Moustache, de la revista Zig-Zag, imagina un diálogo entre un huaso y un gringo: –¿Pero no les llama la atención a ustedes ver un hombre volando?

–¡Qué nos va a admirar! Cuando aquí el que menos corre, vuela.

Llegan las visitas

imágenes ] Registro Histórico Fotográfico Chilectra / archivo histórico el mercurio

De muertes y entierros

Las fiestas del Centenario tenían la mirada puesta en el qué dirán las visitas. El centro de Santiago era un mundo mágico. Eran los días de la apertura de Gath & Chaves, del vals de La Viuda Alegre, de los paseos por el Parque Cousiño en faetones, victorias, tour in hands, vis-a vis. de las bellezas irradiantes en los palcos del Municipal.

Los aguafiestas

En tanto, las familias del pueblo recorren las calles Ejército y Dieciocho. Tribus enteras que salían endomingadas a gozar de su Centenario. El 17 en la mañana, una aeronauta colombiana desciende en globo en la Quinta Normal. Todo parece estar bien. Pero los aguafiestas muestran otra faz de los sucesos. Luis Emilio Recabarren habla en nombre del pueblo: “Nosotros, que desde hace tiempo estamos convencidos de que nada tenemos que ver con esta fecha, que en nuestro concepto sólo tienen razón de celebrarla los burgueses, porque ellos, sublevados en 1810 contra la Corona de España, conquistaron esta patria para gozarla ellos y para aprovecharse de todas las ventajas que la independencia proporcionaba, pero el pueblo, la clase trabajadora, que siempre ha vivido en la miseria, nada, pero absolutamente nada, gana ni ha ganado con la independencia de este suelo”.

Al final, un cronista soñoliento resume: “Entre las cosas buenas que nos quedarán como recuerdos del Centenario figura la novedad de haber visto por primera vez en nuestra vida las calles del centro de Santiago perfectamente limpias durante varios días”.

Al término del mes del Centenario, se hablaba del temor de la vuelta a lo mismo de siempre. Que tuviéramos salubridad parecida a Calcuta; que volviera el cólera; que el cometa Halley, visto ese año en el amplio cielo de la Quinta Normal, nos trajera desgracias sin cuenta. Que fuese necesario pensar en el Bicentenario para salir de las desdichas y apreturas.

Podría seguir en el pie de la pregunta: ¿y cómo estamos hoy?

Alfonso Calderón es escritor, miembro de número de la Academia Chilena de la Lengua, Premio Nacional de Literatura 1998.

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El futuro urbano:

en la búsqueda del tricentenario La Ciudad Parque Bicentenario bien podría pasar a la historia como la primera de muchas ciudades que deberían ir formándose en Santiago.

Por TERESA MIRA & ricardo jordán

V

aticinar cómo será el Santiago del Tricentenario puede parecer un ejercicio de ciencia ficción. Sin embargo, hay variables que permiten, si no retratar, al menos hacer un boceto de la capital en los próximos cien años.

Es posible visualizar que Santiago formará parte de la macrozona urbana que incorporará asentamientos desde Los Andes hasta San Fernando, de cordillera a mar. Las actuales comunas se reagruparán, dando origen a nuevas ciudades dentro de la ciudad. ¿Será la del Parque Bicentenario la primera? De este modo, las administraciones locales adquieren una gran relevancia. Son ellas las que deben proveer servicios para sus habitantes, salud, educación, trabajo, actividades extraprogramáticas, cultura, espacios de esparcimiento… Cada una debe ser un ente competitivo que logre generar incentivos para atraer gente a vivir, una mejor calidad de vida.

Se espera un cambio en la dinámica del centro-periferia, donde las personas con mayores ingresos opten por comunas-ciudades más periféricas, donde puedan acceder a mayor espacio, mientras que aquellos con menos recursos habiten el centro, lo que acorta sus tiempos de desplazamiento, permite un eficiente acceso a servicios, contribuye a una me-

jora sustancial en la calidad de vida. De este modo, la sociedad santiaguina del Tricentenario habrá superado en algo la segregación, será más equitativa.

Los cambios que produce El cambio climático

El calentamiento global y el escenario energético influyen en todas las dimensiones, y es posible identificar ciertas ideas fuerzas que conformarán el futuro urbano. Por ejemplo, un crecimiento de la desertificación, lo que llevaría, en el norte, a una migración de la población del interior hacia el litoral. La población se concentraría en ciudades portuarias, donde puedan disponer de agua, energía y abastecidas por el comercio. De este modo se fortalecerían Arica, Iquique, Caldera, La Serena-Coquimbo, Los Vilos, Papudo, Valparaíso, San Antonio. ¿El borde costero del Bicentenario de Lagos podrá mostrar su valía? Esto requerirá de una macrozona metropolitana proveedora de servicios y con la infraestructura aérea, portuaria y caminera adecuada; de altos estándares para la dinámica de exportación.

El mismo fenómeno climático permite proyectar que Chile se posicione como un propulsor de prácticas sostenibles, gracias a la producción vitivinícola y agroalimentaria del sur, la reserva prístina de Aysén-Patagonia y la explotación del potencial energético (solar, geotérmico y eólico) del norte. No olvidemos que

nuestro país posee una de las llamadas “zona soleadas y desérticas” del mundo (el desierto de Atacama).

En la actualidad, por primera vez en la historia de la humanidad, vive más gente en las ciudades que en las áreas rurales. Sin embargo la población experimenta un crecimiento cinco veces menor que el Centenario pasado. Es entonces posible que esta macrozona de Santiago no tenga una gran densidad poblacional. No obstante, en 100 años la población se habrá duplicado, lo que se debería traducir en una oferta de alta calidad y diversidad en materia de vivienda, espacio público, servicios y empleo. Todo ello con altos estándares de eco-tecnologías. La eficiencia energética pasa a ser un imperativo.

El gran territorio nacional, acompañado a la baja densidad poblacional, lo sitúan en un favorable escenario energético. Para esos años no sería extraño pensar que Chile podría ser exportador de energía (siguiendo el modelo de exportación de materias primas). En este sentido, se esperaría un Chile que exporta energía renovable, pero que no la incorpora sincrónicamente en su uso interno, pues el recambio de la matriz energética resulta caro, por lo que va más lento. Se esperaría contar con empresas internacionales en Chile, desarrollando esa nueva industria.

La conectividad lo acerca todo

Las tecnologías de la información y la comunicación junto a la conectividad global generan cambios en diversos aspectos. Cualquier habitante, independientemente de dónde se encuentre, estará inserto en el mundo. Los límites escapan de las fronteras naturales, el tiempo adquiere una nueva dimensión.

Es la era de la mayoría, de la democracia. La presencia física pierde relevancia, el acceso a la información ya no es un problema, la brecha depende de las tecnologías, las que están cada vez a menor costo.

Esto tiene implicancias sobre el tra-

bajo: aumenta la flexibilidad laboral; disminuyen los funcionarios de una sola empresa, hay un alto recambio. Esto genera un beneficio para las mujeres, lo que apoyado de políticas de gobierno que fomenten la natalidad, podrían llevar a un leve, pero positivo aumento en la tasa de fecundidad y crecimiento poblacional, para sustentar la carga económica de una población cada vez más vieja con una mayor esperanza de vida.

El Santiago del Tricentenario sería producto de tres principales factores emergentes: el cambio climático, el escenario energético y las tecnologías de la información y la comunicación.

En cuanto a la equidad, el acceso a la información, a las decisiones, a expresarse libremente, generan una favorable tendencia. La posibilidad de colegios “remotos”, donde se enseñen disciplinas integrales, requiere de menos profesores, mejor calidad y llegada a todos los niños.

La menor movilidad significará una disminución del consumo energético, menos traslados. En estas ciudadescomunas la gente se desplaza en cortas distancias usando servicios multimodales de transporte, principalmente para ir a los centros de comercio, recreativos y de formación. Estos centros forman parte de las políticas y programas de integración social y cohesión. Talleres y seminarios de lectura, deportes, música, arte, jardinería, juegos, reúnen a vecinos, intercambiando experiencias y afinidades. Estos podrían ser provistos por las administraciones locales, generando estos puntos de encuentro etarios, donde se reúnen los vecinos, intercambiando saberes, afinidades experiencias y… los nuevos problemas por solucionar.

RICARDO JORDÁN es geógrafo, Máster en Planificación de Desarrollo Urbano y Regional, Instituto de Estudios Sociales, Holanda. Actualmente es oficial de asuntos económicos en la Unidad de Desarrollo Sostenible y Asentamientos Humanos de la Cepal.

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SANTIAGO POST BICENTENARIO

PROFUSIÓN DE OPORTUNIDADES Cuando Alan Greenspan, empecinado capitán del liberalismo, ha dicho que la crisis lo ha hecho reconsiderar sus opiniones pro libre mercado, el rediseño radical de las políticas urbanas es imperativo.

Deberían producirse importantes cambios gracias a este ablandamiento de las rigideces ideológicas.

Por Francisco Sabatini

R

esulta algo manida la frase de que las crisis traen oportunidades para que aparezca lo nuevo, pero no por eso deja de ser cierta. Celebraremos el Bicentenario en Santiago en el contexto de una crisis económica que competirá en profundidad y alcances con la que siguió a la debacle de la bolsa de Nueva York en 1929. Pero esas oportunidades no las habrá generado la crisis, sino que el desarrollo urbano de las décadas anteriores, siendo de cargo de la crisis el “ablandar” las rigideces ideológicas, sociales e institucionales que entraban los cambios. ¿Hacia dónde tendería Santiago si supiéramos sacar partido de esas posibilidades, especialmente desde las políticas públicas?

Tal vez no haya otro ámbito, como el urbano, en que las preferencias sean más claras por la protección estatal. Hicimos una encuesta en 2006 que lo muestra con claridad (www.prourbana.cl).

Cuando Alan Greenspan, empecinado capitán del liberalismo y ex presidente de la Reserva Federal de EEUU, ha dicho que la crisis lo ha hecho reconsiderar sus opiniones pro libre mercado y cuando ya asoma fuerte el neokeynesianismo, el rediseño radical de las políticas urbanas no sólo es posible, sino que imperativo. ¿En qué medida nuestras políticas urbanas recientes no han seguido el criterio discutible de que interés privado y social coinciden en los muy imperfectos mercados urbanos, asumiendo que todo lo que sea bueno para las empresas privadas lo es para la ciudad? ¿No equivale ello a la adopción, inconfesable por cierto, de la “teoría del chorreo”?

La demanda por “más Estado”

flojera intelectual

La demanda ciudadana por seguridad, creciente y masiva en las ciudades de todo el mundo, es un reclamo por “más Estado” que ya tiene un tiempo largo. No parece haber otro problema urbano que exija tan perentoriamente la presencia del Estado. Los ciudadanos también reclaman por la protección ambiental y del patrimonio histórico en ciudades presas de la vorágine inmobiliaria.

Con la crisis queda desacomodada la flojera intelectual, asociada a la idea simplista del chorreo y al liberalismo rampante que señala que los principales males de la humanidad se solucionan apretando dos botones: más mercado y derechos de propiedad. Los argumentos de los economistas liberales han fungido más como respaldos ideológicos para los inmobiliarios que como ideas que ayudan a entender la ciudad. En particular, la

Las movilizaciones políticas de la ciudad han ido mutando. Cuando el acceso a la “casa propia” se universaliza, los ciudadanos se organizan y resisten los proyectos que amenazan su calidad de vida y sus plusvalías.

obsesión por ampliar los límites urbanos ha facilitado la ganancia fácil y no el control de los precios del suelo.

Además de fortalecer la investigación urbana, el fracaso de estas recetas implicará el retroceso de quienes encontraron en el reino del liberalismo un campo para la farándula: los opinólogos urbanos que, cual oráculos, nos ofrecen los últimos giros de la intelectualidad europea o norteamericana para mirar superficialmente lo nuevo, al costo de desvalorizar lo propio o importante: la inseguridad, la segregación, los guetos, el Transantiago y la especulación con los suelos.

El apoyo a lugares

Un enfoque ganador de las políticas sociales y de seguridad. Este enfoque está rindiendo más en temas críticos para la ciudad, como el control de los lugares del crimen y los guetos.

El apoyo a lugares en vez del apoyo a personas es resistido por los economistas, que alegan que se desfocalizan los programas (hay no pobres que viven en esos lugares pobres). Sin embargo, la ciudad es más que la suma de personas o de hogares. La sociedad también, a pesar de la opinión de Margaret Thatcher, quien decía que la sociedad no existe, sino sólo los individuos.

Los lugares tienen peso específico. Hay barrios “productores” de delincuentes y lugares en que se anida el crimen organi-

zado, lugares que tienen más persistencia que las bandas criminales mismas. El control y apoyo a lugares está siendo exitoso y el retroceso neoliberal dará espacio para perseverar en esas nuevas estrategias urbanas que suponen lo que otros, de hecho, no aceptan: que existen los territorios como comunidades humanas y que tiene sentido actuar sobre y con ellas.

La gentrificación sin expulsión

La invasión de barrios populares por clases medias y altas, con condominios y shoppings, no necesariamente implica la expulsión de los antiguos residentes.

La propiedad privada de la vivienda social, en vez del arrendamiento europeo o estadounidense, y la disponibilidad de más suelo en la periferia, harán de nuestra gentrificación un campo de libertad para construir una ciudad socialmente más integrada, a pesar de los conflictos que suscita la invasión de los barrios populares por edificios y condominios.

La lucha por la ciudad

Las movilizaciones políticas de la ciudad han mutado. Cuando el acceso a la “casa propia” se universaliza y cobran fuerza el tema ambiental y los conflictos por externalidades, los ciudadanos se organizan y resisten los proyectos privados y públicos que amenazan su calidad de vida y sus plusvalías. La lucha es

por defender sus barrios y, en general, por mejorar su localización dentro de la ciudad. Esperemos que las políticas urbanas y de vivienda en el Santiago post Bicentenario se hagan cargo de estas nuevas demandas y posibilidades.

emergencias en la ciudad

La ciudad crece en complejidad, tanto la que es de cemento y flujos de objetos y personas como la que está en el internet y en las comunicaciones. La diversidad multiplica las posibilidades de lo nuevo.

Las “emergencias” son órdenes nuevos que no anticipábamos y que desafían nuestros pre conceptos. La segregación muestra posibilidades concretas de retroceder (por la gentrificación), precisamente cuando se ha vuelto más maligna (los guetos que crecen) y cuando las desigualdades persisten en altos niveles. ¿Serán capaces nuestras autoridades y dirigentes políticos de leer estos giros y muescas de la ciudad y responder a la altura de las circunstancias? Ojala que sí.

Francisco Sabatini es Profesor Titular de la PUC. Ha sido asesor del ministro de Vivienda y Urbanismo y miembro del Consejo Consultivo Nacional del Medio Ambiente. Sociólogo (UC), Magíster en Planificación de Desarrollo Urbano y Regional (UC) y Doctor en Planificación Urbana (Universidad de California).

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staff

Con la perspectiva que da la distancia y gracias a la tecnología, este arquitecto radicado en Londres y con proyectos por todo el mundo, nos está aportando, desde este número, sus conocimientos, mirada y contactos para enriquecer los contenidos de Foco 76.

nuevos integrantes CONSEJO EDITORIAL

CONSEJO EDITORIAL alejandro aravena

pablo allard

felipe assadi

Andreas Gebhardt

juan sabBagh

* FOCO 76 * n.09 * 2009

ALEJANDRO GUTIÉRREZ

La innovación es el tema que lo motiva: es el presidente y fundador del Foro Chileno Pro-Innovación. Su misión en Foco 76 será precisamente enfocar cada número desde las potencialidades de la tecnología y la informática.

RAÚL RIVERA

autores juan pablo larraín

martín rodríguez

andrés gonzález

karen linzmayer

david assael * PAG.38

alfonso calderón * PAG 86

pedro gandolfo * PAG 72

MACARENA gARCÍA * PAG 14

PATRICIO JARA * PAG 18

ricardo jordán * PAG 90

SERGIO MELNICK * PAG 22

iván poduje * PAG 48

EDITOR INVITADO

edición maría olga delpiano directora

arte

valentina cox editora

francisca barros directora de arte

Flirck fue su carta de presentación. Ahí pudimos apreciar su talento para caricaturizar y le pedimos que se hiciera cargo de retratar las obras de Lagos y Bachelet. Y con su mismo estilo crear los países de los cuales habla Pablo Allard.

álvaro bisama

Este porteño de nacimiento, capitalino de corazón, escritor, crítico y consumidor insaciable de libros, ya había colaborado con Foco 76 en otros números.

Ahora se involucró en la edición y además imaginó cómo celebraremos el Bicentenario.

cristóbal garcía * PAG 82

Tiene 21 años y se dedica a la ilustración y al diseño, creando un mundo de personajes basados en las fábulas y recuerdos de su niñez. Segunda vez que colabora con nosotros, ahora nos ilustró los tres mundos que abren los capítulos. http://garvogarvo. blogspot.com

producción

garvo

RODRIGO DÍAZ

francisco sabatini * PAG 92

La tarea no fue fácil para este arquitecto con buena mano para el dibujo. Hacer los croquis de todas las obras Bicentenario le significó investigar bastante, pues de muchas de ellas no hay información gráfica.

RODRIGO FUENZALIDA

Iván Poduje debe ser uno de los que más sabe de vialidad y uno de los más entusiastas por el tema. No se limitó a escribir, sino que encargó a su equipo en Atisba la compleja tarea de hacer los mapas de ubicación de las obras del Bicentenario.

equipo atisba

elke schlack * PAG 60

emma alonso mañé

José rosas * PAG 34 Este arquitecto y fotógrafo es un fanático de retratar la ciudad. Le pedimos que captara las obras emblemáticas con un estilo artístico novedoso. Nos propuso el efecto Tilt & Shift, que hace aparecer la realidad como si fuera una maqueta.

Este joven fotógrafo estuvo encargado de ir a terreno; recorrió cerros, parques, basurales y calles para registrar los espacios que están siendo intervenidos y también las obras que están listas.

fotografía ARYEH KORNFELD

juan francisco lizama

UNA INICIATIVA DE

ISSN 0718-4077

$4.500.