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LEYENDA
En tiempos muy antiguos, luego que apareció el arco iris sobre los cerros, aparecieron en la Amazonía dos mujeres jóvenes de extraordinaria belleza; eran las vírgenes de la selva.

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La una de cabellos claros y su compañera de pelo negro azabache, recorrían los bosques en busca de novio; un día se encontraron con el gavilán ¨tijera hanga¨, que era el espíritu del hombre cazador, que tenía su morada al interior de la montaña. El ave rapaz se puso a conversar con las sumak warmis (mujeres hermosas) y ante sus elogios accedieron a ir a su casa en el Gran ceibo milenario. Entonces “Tijera Hanga” les dijo que para que no se pierdan pondrá señales en el camino con las plumas de su cola, pero dicho plan fue frustrado por el “apangura puma” quien se encontraba escondido tras un viejo tronco escuchando el plan entonces se adelantó por el bosque y tomando las plumas guías dejadas por el gavilán, las cambio en dirección a su guarida; las hermosas jóvenes no dudaron en seguir el sendero equivocado.
El malvado cazador las tomo como esposas a las dos muchachas, pero ellas se sentían defraudadas y sucias; sentían el rechazo de todos y en su desesperación acudieron al gran espíritu de la selva ¨ARUTAM¨ que tiene la eterna juventud y le pidieron les convierta en planta que sean útiles a todos los habitantes de la región para en esta forma limpiar sus cuerpos y ser aceptadas por los cazadores y la gente. Entonces el ¨gran espíritu¨ tuvo lástima de ellas y decidió que la de cabellos claros se convierta en manduro o achiote y la de cabello negro en el emblemático árbol de wituk.

