Enrique Extravagancia

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De

Papeles Apolillados EDITORES


ENRIQUE BeÓ Presenta

Enrique

extravagancia

Papeles Apolillados EDITORES


Colección: Papeles Simples

© Enrique Beó Primera edición: Octubre del 2008 enriquebeo@hotmail.com Diseño gráfico, diagramación y cuidado de la edición: Papeles Apolillados Editores Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº: 2008-09472 © De esta edición Papeles Apolillados Editores, 2008 papelesapolillados@gmail.com Lima -Perú


A la dulce reina de este mundo Extravagante En que extraĂąa ciudad hemos caĂ­do, Ranthe


De lo que significa ser uno mismo despuĂŠs de haber sido varios


Enriquelandia y el enriquecimiento de los enriques Escondido detrás de las sombras Aprendo a ser hombre, Creo mundos para habitar en ellos, Egocéntricamente. Escucho atentamente al silencio Para luego repetir lo que dice. Mi mente es un laberinto sin salida, Los que entran nunca saldrán. Y es que nosotros, los genios, Somos incomprendidos, Sobre todo, por nosotros mismos. Si preguntaran quién soy yo, diría: Un hombre más, pero el mejor entre todos. No me busquen, eviten hacerlo, Podrían extraviarse en este mundo Extra-vagante. He decidido dejar de escribir en este mismo instante...


SOSPECHA DE HUESOS DUROS Sospecho que los huesos que sostienen mi cuerpo Son de alguna calavera que perdió, Alguna vez, la estructura ósea u ociosa. Nada de humor para deshidratarse, La sospecha está en quedarse quieto. Seamos ajenos y groseros, Todos mal-criados. Así , sin huesos y sin estructura, Mi piel se va arrastrando por la superficie. ¡No me tienten a puntapiés, Cantaré el himno nacional ! Será mejor buscar mis propios huesos E irlos pegando hasta formar la estructura De lo que podría ser un cuerpo. Da ganas de dejarlo todo, Hasta la piel tirada e irse corriendo Y estrellarse contra un muro.


 ¡Qué gusto de verte Calavera! Sobre todo cuando estás muerta. Estoy tan feliz De verte mugrienta, Con el temor de alma entre las manos Y un breve silencio para callarnos. Iremos en caravana al desierto. Allí moriremos de sed, Luego el Sol nos secará y seremos Carroña para los gallinazos. ¿Acaso no reparaste en el reposo De la muerte? Ojalá no seas tan ambiciosa Y consideres en dejar la muerte Para morirte después.


ESCRITOS INSERVIBLES EN VIRTUD DE LOS DESDICHADOS Yo, No escribo para que me entiendan, Sino para hablar de muchas cosas Entre ellas, de nada. Escribo para cuando los analfabetos Aprendan a leer y no me lean. Habrรก que felicitarlos. Escribo para cuando deje de escribir Y las polillas se coman las O Dejando tan sรณlo un agujero en su lugar. Escribo para no olvidar lo que digo o no digo O lo que simplemente guardo en el olvido. Yo, No escribo para que digan que soy devoto de la ociosidad, sino para ser un poco mรกs Eterno.


INVITACIÓN A LA CORDURA LUEGO DE HABER GIRADO EN CIRCUNFERENCIAS Entraste en coma y en dos puntos aparte. Como en una crucifixión Llevo los brazos abiertos de par en par. Nadie más que yo y mi histrionismo Para aprender a ser Dios. Aunque se prefiera lastimar En concordancia con el lastimado. Aprendiste a llegar después De la hora acordada. Dabas vueltas y vueltas Como en un carrusel. Ya nada podría decir de la barbarie De los hombres, Ni de la crueldad de verlos sufrir. Ahora que soy Dios, Creo en la desesperación de la cordura.


De las hadas-madrinas y los hados-padrinos


 Ó Como buen hombre culto Soy caníbal. Me tragué de un sólo bocado a los solitarios, Perdonen la pequeñez, Así me siento bien. Suavemente mastico. La piel es dura. Luego, Tendré que hurgar entre mis dientes. De mi boca nacen rayos Olor a cebolla. Empiezo a lagrimear. Un niño, cual testa mayúscula, Solloza con tristeza, Sabe que será mi cena. La piojosa mira la escena, Grita un insulto Observable a la distancia. El hado, hambriento, Come-mares azules. Y el absurdo se hace internacional Al cruzar el valle.


Nada acontece ya en este lado de la sombra, Al otro lado, me esperan para cenar Un delicioso manjar.


Reflexión de los hombres de allá con olor a vinagre De tu cabello se desprenden Pedazos de voz, No dicen nada, Sólo escuchan. ¡Pobres virgulillas! El olor a vinagre No se les quita, Se hacen exquisitos. Las destiladas encienden cenicientas. Nada tan pequeña como una sonrisa Para sentirse ajeno. Acá los chistes son historias nacionales, Hermosos mitos que designan las bondades. Allá, más allá de donde habitan, Los dulces son solitarios.


INFLACIÓN DE COSTOS Y DISCURSOS DE LOS REYES BOBOS ¡Corramos! Lejos de los diamantes, De las ciudades (Eternas conservadoras de ruinas), De las dentaduras cochebombas. ¡Corramos! Dejémonos acariciar suavemente. El Sol Infla sus cachetes Cuando alumbra A los desconocidos. ¡Corramos! Antes que el Hada-madrina Busque atardeceres En la cabeza del ajo, Donde ser cenicienta se hace Cada vez más costoso. ¡Corramos! Burlémonos de los bufones, Dibujemos en sus caras Garabatos monocromáticos. Aún así, los reyezuelos Imbéciles, desfilan Ante su séquito harapiento.


 Extraviado en la noche Me exilié en tus labios. La Luna alumbra tu belleza Como un cerillo encendido Para quemar las cabelleras De las doncellas enhiestas. Las hadas-madrinas Expulsaron a los hados-padrinos; Si supieran hacer bulla Nadie se quedaría dormido. Las diosas diamantinas fabrican Lentamente el exceso. El siete de setiembre nos caía encima, Cubriéndonos con estrellas y constelaciones. Me preguntaste si se dice setiembre O septiembre. La “p” hace más difícil el pronunciamiento. Y los que sufríamos de dislexia Protestábamos. ¡Buenas noches de setiembre o septiembre! No te asustes cuando te bese Y se haga el día siguiente.


De los mundos extra単os


 

 Cuando sacaron los espejos Nadie quedaba, Sólo estaban ellos Y los otros.

 Las voces guiaban el camino, Los pasos se hacían nudos. El Sol reseco chorreaba gotas de sudor: ¡Benditas las hojas caídas de las pupilas!

 Los gentiles me estrechaban con sus manos pegajosas y ásperas, Traté de correr pero mis pies Se volvieron barro.

 Todo dueño de espejismo Me convertía humildemente en Dios. Cambiaron mi nombre por acertijos Y proclamaron mi reinado. Los hombres de mimbre Hacían fogata antes de quemarse.


    Esos dioses se esconden entre los cerezos. Allí habitan, lejos de los infiernos. Se reproducen y se adueñan De la cabeza de los hombres enhiestos.  Los dioses comen cerezas y, Acostados sobre el valle, Designan las edades de los gentiles.  El río está seco, Ya nadie protesta. Vivimos atrasados, De atrás hacia al infinito, En posiciones inversas.  Los gentiles, como bobos, peinan jirones. Soberbiamente gritan en los oídos De los hombres tapia. Ellos miran hacia la nada.


 En un ataque de aburrimiento Buscaron un nuevo pasatiempo: El arte de la antropofagia consiste En dejar vivos a los recién nacidos.  «El fracaso está en la memoria, Donde habitamos nosotros» Dijeron los gentiles, y todos los dioses Fueron expulsados hacia Las cavernas de anqueta.


 

 En la madrugada los hombres-tapia Cerraron los ojos como heridas ¡No se lleven la gloria de los miserables!

 De la colmena sacaron miel, La untaron sobre pan Y con vino añejo, danzaron Hasta la llegada del Sol.

 Seguía sin entender. No me explicaba dónde me encontraba ¿Dormía o estaba muerto? El temor pesa cuando es inmenso.

 Los cabezas de alcornoque sonreían Y al hacerlo, se tragaban entre ellos. Me hablaban sin entender. Pude escapar cuando dormían.

 Asustado, caí torpemente junto a un anciano Con barba de kilómetros rasurada. Él intentaba arrojar al Sol por una ventana.


    Ya no busquen a los dioses. Ellos seguirán creciendo en la copa De los árboles. Nada hay plantado en sus dedos. Fijamente los hombres-tapia Miraban permanentemente las trancas.  Los cerezos provenientes de los árboles Esconden incógnitas indescifrables. ¡No coman de ese fruto, les traerá dilemas! Los gentiles, sin piedad, destejen Las cabezas de los mimbres.  Jugaron a las escondidas, Contaron hasta nueve mil noventainueve Y cuando abrieron los ojos, ya eran ancianos: ¡Seguro comieron de esos cerezos!  ¡Yo se los advertí! Ahora no podrán regresar. La vejez les hará perder la memoria,


Caminarán en ausencia del sentido; Ya nada resigna cuando hay desesperación  «Hay cien maneras de regresar Y la única que aprenderán es la muerte» Dijeron las voces, provenientes de los árboles.  Aún los cerezos dan fruto, Y en su corazón, Los gentiles, clavaron la luz Para no ver más.


 

 Yo inventé el día, Dijo el anciano, Antes sólo había noche. Yo era amante de la Luna Hasta que me enamoré De la reina esmirriada»

 «Su majestad me pidió amarla, Cuando la desvestí, La Luna se eclipsó»

 «A pesar de los años, Se rehúsa a salir. Ella se esconde y las nubes, Cómplices, se hacen gruesas Hasta empezar una tormenta»

 «Les di el Sol en compensación del mal, Antes de él no había separación Entre la oscuridad y la luz. La noche era diferenciada del día Cada vez que los hombres-tapias Gritaban nombres de gentiles»


 «Ahora, quiero arrojar al Sol Por la ventana, así ella saldrá. Y la única separación del día Será alumbrada por su ternura»


 

 El anciano, en su locura, Entendió que me encontraba perdido. «Regresarás cuando yo lo quiera» Pronunció, y dejó caer al Sol Por una ventana que daba hacia ningún lugar.

 Esa noche (o ese día), resignado A quedarme en tan extraño lugar, Me acosté sobre el valle donde Habitan los dioses que crecen En la copa de los árboles.

 De pronto desperté y cuando abrí los ojos Todo me era extraño, hasta el alma Encerrada en ese raro y maravilloso lugar. Comprendí así el regalo de los espejos: Ahora ya no somos varios, sino muchos.


De la exactitud de las sombras


TAN PARECIDO AL MAR DE LA LOCURA El anciano loco, Se sentó sobre las piedras A contemplar el mar, entonces, Creyó ser el inmenso océano. El anciano reflejado en él Tenía los pies sucios, Uñas largas y gruesas. Ellas Delataban el pasar de los años. Sintió lastima: Tanta vejez y no poder ocultarla. Docenas de moscas Iban cayendo en cada surco De aire caliente. De pronto, la panza le ondeaba, Y supo que el hambre También existiría en su nueva forma azul. Levantó oleajes y los peces cayeron de vuelta, Fue así como se supo saciado. Luego, tuvo sed y bebió de sí mismo El agua salada, saliente del chorlito. El océano dejó al anciano retirarse, El anciano dejó al océano quedarse En su ancha inmensidad.


El anciano loco, Le robó al mar, el único manto que lo cubría.


INTERMITENCIA DE LOS SUEÑOS A veces duermo para soñar con nada. Me cubro con un manto tejido a mano Con el recuerdo de los sueños. Ojalá nuestra suerte cambie, Así sabremos pisar sin caer en falso; Todavía no hay que dejar el bastón. Dile adiós a tus hijos, La patria se los llevará con el viento, De esa forma se escurrirán entre dedos. Sin embargo, habría que aprender a soñar Para no dejar las pesadillas afuera. Por suerte ya nadie deja el hambre Sin lamer bien la biblia de los caballos, Antes de chillar.


  Los hombres incendiados Son los que habitan En el centro del Sol. Ellos se alimentan de carbón Y queman leña para Abrigarse con fuego. Sus cabellos Son como llamas amarillas Del mismo color. Yo los vi, Se imitaban entre sí, Era difícil saber quién era quién. Parecían ser réplicas de un mismo hombre. Ellos controlan el corazón del Sol. Y para mantenerlo despierto, Echan sobre calderas: Ancianos sabios. Así los grandes engranajes Siguen rotando a gran velocidad, Hasta producir altas temperaturas. Se hacen llamar: “Los motoristas”. Y cuando habitaban en la tierra Conducían los trenes a vapor.


TÚ, TU LUZ Y LAS EXTRAVAGANTES LUCIÉRNAGAS Tú, Tu luz y las luciérnagas Toman distancia de enamorados tiernos. Colmos de luz Bufaban como lámparas extravagantes. Entonces llegaste tú luz, Con tu luz, o tú y tu luz, O tu luz y tú, con el tú de tu luz, Ya no lo sé. ¿Pensaste que las luciérnagas Te perseguirían para besarte los pies? Ni siquiera encendiste la luz Para huir de la oscuridad, O para huir del tú de tu luz. Al amanecer la luz ya no será más; El freno palidecerá frente al candil.


INCENDIARIO (CONSEJO PARA SEÑORITOS) Hijos quemen a sus padres, Padres quemen a sus hijos. Sonrían y Pidan perdón por haberse avergonzado. Secuestren la luz formando Pequeñas cajas con las manos. Soplen dentro de ellas. Enseñen el hermoso arte de la piromanía, Y no se olviden de incendiar: Gran quema popular de libros, de niños, De ancianos, de lunáticos, De hombres llenos de la gracia De la gran imbecilidad. Quémense señores: Participen del fuego, anímense. Saboreen el carbón en sus lenguas, Búrlense de los cucufatos. Cuenten que incendiaron parroquias, Catedrales, obispos, reyes bobos, Hombres tapias, etc. Prendámosle fuego a todos los seres vivos. Y recuerde que al término de esta lectura, Incendie las páginas. Porque lo más importante es Incendiar e incendiar, Hasta quemarse uno mismo.


Enrique extravagancia De Enrique Be贸 Papeles Apolillados Editores Lima-Per煤 2008


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