ESTIGMAS Tú que naciste del costado intacto. Yo que he venido del lado sangrante. Caí a la tierra para limpiarla y aquí me tienes hecho barro. Lamiendo los estigmas de la élite en tus manos, abriendo mis llagas, despidiendo hedores, con la flema de tu furia untándose en mi espalda, en este lomo desharrapado, donde he cargado el altar del que te has sostenido. Ser-materia envejecida. Tumefacta, pretenciosa masa. ¿Hasta cuándo andarás en tus dos patas? Repugnante, caminando en seis. ¿Cuántas grietas abrirás para habitar bajo las rocas? Me compadezco de ti ahora que te veo. Yo que me arrastré en tu afilada sombra. Pues mientras tú siempre has sido latido y carne, yo solamente latidos.
Por Eduardo Cabezudo Tovar cat_arsis@hotmail.com Forma parte del Grupo Parasomnia desde mayo del 2012 con quienes ha publicado el poemario “Al otro lado del verso” en abril del 2013.
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