Se compara que en los años del regeneracionismo comenzábamos a entender las artes como un ejercicio moderno pero cuya práctica era delimitada por un quehacer medieval, ligado a las distinciones entre el arte y el oficio, el hombre y la mujer, Europa y América, y desde luego, entre colonia y patria independiente. Ahora la apropiación del sentido nos arroja en la corriente “tecnificada” de las formas imaginarias que sin mayor esfuerzo constituyen nuestro presente, lo que es dado y significado, ¡ya no es apropiable, es transformable! (segundo centenario del grito de independencia)
En esta edición los invitamos entonces a devolverse en la historia, debatiendo nuestro presente, tal y como se nos presenta, procurando reflexionar, y si es posible comprender, las múltiples relaciones entre un bicentenario de principios del siglo XIX, y un pos-bicentenario a la luz de las contingencias actuales.
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