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EL TIEMPO Vi e r n e s 20 de en ero de 2012
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< ALÈTHEIA >
< CAZANDO MOSCAS >
El año de los profetas JESÚS MILLÁN DESDE PUERTO LA CRUZ
L
os mayas están de moda, es innegable. Después de que múltiples interpretaciones afirmaran que los mayas predijeron que el fin del mundo sería el 21 de diciembre de 2012, ahora a la gente le ha dado por discutir con toda la vehemencia, las presuntamente ciertas posibilidades de que el mundo, como lo conocemos, se acabe para tal fecha. Uno mismo ve con asombro cómo con las tecnologías actuales, los astrónomos son capaces de predecir la ocurrencia de acontecimientos celestes como el paso de cometas o tormentas solares, y al mismo tiempo se pueden establecer con más o menos certeza los posibles lapsos en los que se originaron otros, como es el caso de las controversias que se han suscitado sobre la existencia o no de la estrella de Belén. Entonces resulta mucho más sorprendente poder comprobar que hace alrededor de unos cinco mil años, los mayas hayan predicho con tanta exactitud un hecho que ocurriría luego de la desaparición de su civilización. De todo esto, lo que más puede llamar la atención es que unos individuos carentes absolutamente de herramientas técnicas adecuadas al caso, pudieran predecir con tanta seguridad que para diciembre de 2012 ocurrirá una alineación planetaria que involucraría entre sus participantes al planeta Tierra. Digo lo de las herramientas, pues los mayas, cuando mucho, sólo contarían para sus observaciones con una especie de torre levantada sobre una explanada y a punta de pepa de ojo, determinarían los movimientos astrales que acontecería unos cuantos milenios después. Por supuesto, han salido a la palestra los futurólogos y catastrofistas, que han determinado por su lado que los mayas no lo hicieron solos, sino que recibieron la ayuda de visitantes interplanetarios, los cuales les facilitaron los medios necesarios para hacer sus predicciones. Al igual que en el caso de los desacreditados egipcios y los calumniados aztecas, estos pretendidos científicos ponen en tela de juicio la capacidad y la creatividad de las civilizaciones antiguas para lograr a su manera el acopio de conocimientos de manera no convencional o poco conocida para la civilización actual. Este ingenio antiguo tiene su mérito, pues así fue como los egipcios pudieron construir las pirámides, con el delicado detallito de que en sus medidas está especificada la distancia de la Tierra hasta el Sol. O como en el caso de los aztecas, que usando algún desconocido método, sorprendieron a la audiencia, dejando para la posterioridad un calendario casi perfecto que incluía hasta los años bisiestos, modestamente como pa[que te lo cepilléis. Claro, muchos de esos adelantos fueron negados oportunamente por civilizaciones más ¿adelantadas? Y si bien las interpretaciones fatalistas hechas hasta el momento han sido erradas, los futurólogos persisten en hacer creer a un cierto público muy crédulo, que esa fecha estará signada por una hecatombe planetaria, que no nos dará chance de comernos las próximas hallacas, ni contar con chance de abrir los regalos del Niño Jesús.
c azandomosc asplc@ gmail.com
Montañas de palos…
D
ebemos comenzar por enviar nuestro mensaje de condolencia al Dr. Ovidio González por el inesperado fallecimiento de su esposa María Antonieta. Ovidio es una persona muy apreciada y respetada en nuestro estado por su proverbial bonhomía, su generosidad y su comprobada honestidad. Todos los que lo conocemos apreciamos en él su buen humor, su enorme capacidad de trabajo y su eterna solidaridad democrática a pesar de las malas jugadas que sufrió como gobernador. Rogamos a Dios que le dé fortaleza y ánimo en tan mala hora. Indudablemente, hubo dos momentos sobresalientes en el Congreso en los últimos días. Uno fue la pregunta de Borges sobre las cacareadas viviendas “construidas” y los miles de damnificados que aún siguen en refugios. El otro, la intervención de María Corina. Esto ha servido para demostrar que la alternativa democrática tiene verdaderos pesos pesados para dirigir el país. El debate
HENRY CABELLO DESDE PUERTO LA CRUZ
en el Zulia también mostró la vocación regionalista y descentralizadora de los aspirantes. Se respiran aires de confianza y esperanza. Sin embargo, para llegar a octubre, tenemos que pasar por febrero. Los preparativos están a punto. Pero hay que vencer el miedo. Por eso insisto en la importancia de leer y difundir el libro de Luis José Uzcátegui: “La Miedocracia”. Allí se redacta una anécdota sobre un cristiano y un comunista ante la infidelidad de sus mujeres: el primero le exige a su mujer que se confiese y se arrepienta; el segundo le tira piedras a la embajada americana. Es que el comunismo siempre se ha caracterizado por una gigantesca capacidad para distorsionar la realidad y hasta para cambiar la historia. Solo que no debemos engañarnos. La propuesta chavista no es para nada comunista. Es simplemente una combinación de autocracia (convertir en ídolo al líder), mi-
litarismo (imponer la regla armada sobre la civil) y capitalismo de Estado (nada se socializa, todo se concentra en el gobierno). Es un cóctel maléfico y mortal. Estamos de acuerdo con Uzcátegui cuando afirma que estos autócratas basan su poder en una mezcla de carisma, miedo y dinero. El carisma le permite crear una conexión emocional con el pueblo haciéndole creer que él es el único que se ha preocupado por ellos. El idilio irracional que se genera, es condimentado con toques de santidad, de brujería y de sexo machista (María Isabel, esta noche te doy lo tuyo…), no exento de perversiones homosexuales (para todos los gustos). A esto se le agrega una sutil combinación de amenazas con adulancias y santurronerías, que se mezcla con un radicalismo brutal: “Si pierdo será el caos…el que no está conmigo, está contra mí…yo soy el bien y la patria, ellos son el mal y la antipatria, etc…” Y todo se adereza con la
repartidera de reales y prebendas, como si los dineros de la Nación le pertenecieran en uso exclusivo. Y como el dinero del pueblo le pertenece, obliga a la gente a agradecerle las dádivas que reparte como si salieran de su bolsillo. Y entonces el miedo se entroniza como la principal emoción. Miedo a ser identificado como opositor. A perder el puesto. A perder el contrato. A perder la misión y la limosna. A perder la propiedad. A perder la vida. De allí que se comiencen a regar rumores sobre la posibilidad de que se creen nuevas listas de perseguidos y excluidos. Que haya infiltrados en las filas de la oposición que se encargarán de transmitir los nombres de quienes voten en las primarias. Se nota que ellos también tienen miedo. Ese miedo es real. Pero, si usted, amigo lector, como yo, está harto de vivir con miedo y pertenece a esa enorme mayoría silenciosa que no depende del gobierno, le propongo que salga a votar en las primarias. Cierto es que un solo palo no hace montaña, pero, en la oposición somos montañas de palos…
< JUSTAMENTE >
Nosotros, los premajunches
S
e jacta de creer en la igualdad, pero después confiesa que únicamente puede debatir con personas que estén a su altura de presidente y líder revolucionario. Dice respetar a las bellas mujeres, pero luego tacha de “mosca” a una diputada de la oposición. Jura soltar las riendas del poder en caso de una derrota electoral, pero no deja de apretar con sus manos las principales magistraturas de los poderes nacionales. Pregona la construcción de una Venezuela socialista de mil años, pero no duda en asustarnos con el espantajo de que su salida en el año 2012 sólo anuncia el diluvio (de donde menos se piensa sale un sacerdote maya). ¿Cómo puede alguien confiar en una veleta? La enfermedad más grave del Jefe de Estado no la curará la quimioterapia, porque lamentablemente se trata de un quebranto
RAFAEL JIMÉNEZ DESDE CARACAS
del espíritu. Una deformación del alma que lo lleva a despreciar el tiempo vital de sus conciudadanos, que lo hace demorar por varios minutos la presentación de la memoria y cuenta de su gestión, porque el papel de líder carismático interplanetario exige la sobreactuada salutación y posterior jamaqueo de las personalidades presentes en el recinto parlamentario (¿Y cómo está la mujer? ¿Y los muchachos? ¿Echando vaina?). Y tras la cachaza llega la verborrea. Ocho horas de interminable bembeo y anécdotas varias que al final resultan estériles, porque el oído popular se prenda de una frase ajena: “Expropiar es robar”. ¡Vaya que dolió esta banderilla! A la antidemocrática actitud de creerse moralmente superior, Hugo Chávez suma el descaro de
molestarse por ser criticado por los fracasos de su gobierno. Llegó incluso a decir que era políticamente inmoral achacarle responsabilidad alguna en el auge de la inseguridad. ¿Y entonces de quién es la culpa de la anarquía y el desmadre? ¿Acaso de la mascota de los Caribes de Oriente? ¿Pero ha sido Caribito quien lleva catorce años en el poder y no duda de tildar de premajunche a quien ose disputarle el solio de Miraflores? Lo curioso es que esta apelación a la responsabilidad colectiva se disipa tan pronto se habla de un éxito o conquista. Así, por ejemplo, la fortuna de contar con unos elevados precios del petróleo no puede considerarse como un logro de los venezolanos (todos tarados y premajunches), sino como la lógica consecuencia de la visión de es-
tadista que adorna al comandante revolucionario. En la Asamblea, el rey siempre estuvo desnudo y sólo María Corina Machado se anotó el mérito de reconocerlo. María Corina Machado no ganará las primarias, pero sí obtendrá los honores del respeto y el agradecimiento popular. Ella ha tenido el coraje de expresar sus ideas en términos claros. Se ha negado a hablar con la ambigüedad calculada que, según el juicio de reputados expertos electorales, captará la atención de los votantes ni-ni. Al recordar su voz firme y valiente, una voz que se atrevió a desafiar el unánime silencio impuesto por el miedo y la servidumbre voluntaria, siento conjurado el triste epígrafe escogido por el filósofo Aurelio Arteta en su más reciente obra: “Quiso hablar y vio rostros que lo habían consentido todo”. rejimenez@hotmail.com