Domingo 19 de Febrero de 2012
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Editora: Fernanda Montiel
Defiende tus principios aunque tengas que hacerlo solo Jackson Brown
AL PIE DE LA LETRA
NARRATIVA
Declaración final
Vida y muerte
No es el hambre, el bolsillo vacío o el rostro saqueado, lo que sustenta toda teoría de las calamidades. No es el sueño, el plagio siempre consciente, la incertidumbre, la indiferencia.
E
ra un día como todos los demás: aburrido. En el orfanato no pasaba nada especial ni peculiar. No había una canción que cantar, un sueño que soñar, un cuento que contar, y no es que fuera un lugar malo y desagradable; no, al contrario, era un buen hogar para huérfanos, pero no tener padres hacía sentir a los niños muy tristes. Andrea en ese entonces tenía 13 años, parecía que hubiera sido ayer, cuando era esa niña traviesa que soñaba con tener papás y, aunque pareciera extraño, podría, ese sueño que había tenido de pequeña, volverse realidad. Hace unos días, le habían anunciado una noticia maravillosa: ¡Por fin la adoptarían! Una matrimonio de muchos años no podía tener hijos, y ahí entraba ella, Andrea, quien alegraría su vida teniendo una familia, y Lucy y Jorge, el matrimonio que adoptaría a Andrea, tendría una hija. Pues bien aquí entro yo, conocí a Andrea en la universidad, era una chica muy linda, a los 23 años ella, yo tres años mayor, nos casamos. Esa fue una buena noticia para sus padres; sin embargo, había una terrible noticia para Andrea: su padre tenía cáncer. Andrea estaba triste; con lágrimas en sus ojos le pidió a su padre que no abandonara a su madre y a ella, que no se muriera.
LIBROS
Aquel rincón oscuro es el miedo. Ustedes en la mesa del café un espejismo ¿oyen cantar a las madres como grillos del verano? Los demonios de los días de guardar es la gente que se ausenta de las calles.
Fue una escena dolorosa, para todos... Fue difícil soportar eso... Acompañar a mi suegro, a mi suegra y, por supuesto, a Andrea, a las quimioterapias fue una situación bastante difícil. Por suerte se cumplió el deseo de Andrea, por lo que rezaba todas las noches: su padre siguió vivo. Hoy, diez años después, Andrea y yo somos padres, mi suegro está más vivo que nunca, y mi suegra lo apoya en todo. En fin, somos felices. Manuel Alberto Pérez Toraya Playa del Carmen, Q. Roo
TEATRO
Pero aquí está la muert e , pide un beso, una jeringa, pasa lista frente al muro de ladrillos de cristal y todos firmes, han llegado a tiempo para la foto. Pero yo, demasiado tierno y sentimental para escandalizar a alguien, demasiado tímido para repetir la burla o ser obsceno, sé que masturbarse en público aún hoy produce escándalo. Por lo tanto me retiro, un tanto avergonzado a mis espasmos privados.
Sin título El eterno verano de la guerra os trabajos más destacados de los autores participantes en el taller impartido por el Royal Court L Theatre en México, serán presentados este domingo a
partir de las 17:00 horas en la Capilla Gótica del Centro Cultural Helénico, como parte del Tercer Ciclo de Lecturas Dramatizadas. Una de las obras participantes es El eterno verano de la guerra, del dramaturgo, narrador y ensayista Hugo Alfredo Hinojosa (1977). En entrevista el autor refirió que la obra que podría estrenarse en México en noviembre próximo bajo la dirección de Richard Viqueira y en el 2013 en Londres, aborda algunos problemas sociales de México como la trata de personas y el deterioro de los veteranos de guerra mexicanos que han participado en guerras estadounidenses. “Es una obra que, entre otras cosas, aborda a un hombre que se enlista en el ejército americano y regresa a México hecho una piltrafa humana”, dice.
Sólo cuento uando Ricardo Piglia relata el cuento “El joyero” ni siquiera se imaginaba quién llegaría a ser; el mismo C José Edmundo Paz Soldán cuando ganó el premio Juan
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EL QUINTANARROENSE DIARIO
No digo mi nombre como olvidar mi cara en el espejo y como mi pan sin gloria sobre esta mesa satisfecha. Lo que yo es reclama lo que escribo, lo que hoy digo ha terminado ayer y sus palabras dan cuenta de mí desde hace tiempo. El silencio es elocuente y es el último recurso: fruto maduro del escapista, ángel y demonio de su nada.
Rulfo a los 30 años con el cuento “Dochera” poco sabía de su futuro en la literatura latina. Ellos son dos de los 31 escritores reunidos en la antología Sólo cuento. La tercera antología de ese proyecto literario de la Dirección de Literatura de la Unam, hace cuatro años estuvo, a cargo del narrador Luis Felipe Lomelí y a través de 500 páginas da cuenta de la vitalidad y excelente manufactura de la narrativa corta de escritores contemporáneos de América Latina. Hay cuentos de autores como Héctor Abad Faciolince, Alberto Fuguet, Santiago Gamboa, Sergio Ramírez, Rodrigo Fresán y Rodrigo Rey Rosa y no evita el hallazgo de autores jóvenes, casi desconocidos e inéditos que confirman lo que para Luis Felipe Lomelí es un hecho: “el cuento es lo mejor que escribimos en América”. Luis Felipe Lomelí III Antología de narrativa corta Sólo cuento
Hoy lo escribo, el sábado termina, más allá de mi cuarto el domingo arde. Cuesta abrir los ojos en la fiebre del día. El ayer dejó un poema, hoy mi voz lo canta. En esta parte se presenta el invierno que es un espejismo, una nostalgia. El aire que respiro es indolente a la luz así que permanezco a la sombra. Para maldecir recuerdo una palabra traída de la infancia.
Pero sin ser dueño absoluto de mi final no puedo obedecer al silencio, debo continuar en la batalla pero la noche de mis ojos nace como nace del sol el verdadero odio.
El eterno verano de la guerra Hugo Alfredo Hinojosa (1977) III Ciclo de Lecturas Dramatizadas
En mi cuarto la monotonía es un ventilador que no descansa. Consagrado al conjuro me celebro y me canto y me aburro terriblemente. Mijail Lamas (Sinaloa, 1979) Premio “Clemencia Isaura”