Lunes 2 de Enero de 2012
OTHÓN P. BLANCO
Crónica Citadina
JAVIER ROJO GÓMEZ… HOMBRE TRASCENDENTE Por Ignacio A. Herrera Muñoz CHETUMAL
E
l 2 de junio de 1967, don Javier Rojo Gómez llegó a Chetumal; su primer acto público, tuvo como escenario la explanada de la Bandera. Fue un emotivo saludo en el que refrendó con los habitantes de Quintana Roo el compromiso contraído con el presidente de la República. “Vamos a trabajar juntos, dijo, porque es necesario incorporar esta porción del país al desarrollo nacional, vamos a transformar a Quintana Roo con el esfuerzo de todos ustedes y agregó: Espero ser el último gobernador designado de este territorio, el próximo debe ser el primero del estado que elijan los quintanarroenses”. Acostumbrado al trabajo duro, al siguiente día de su llegada se dio a la tarea de visitar los diversos poblados del territorio en un modesto jeep y en muchas ocasiones a caballo. Poco a poco se fue ganando el respeto y la confianza de la ciudadanía quienes vislumbramos en él al gobernante comprometido y honesto. Un acto que mucho hablaría de su conducta lo refiere uno de sus cercanos colaboradores; como lo indica en su libro Juan Manuel Menes Llaguno al que título: Javier Rojo Gómez un hombre de este puebloen 1992. Era costumbre que los gobernadores del territorio formaran parte del Consejo Directivo de la Cooperativa Chiclera de Quintana Roo, motivo por el cual gozaban de una cantidad de acuerdo con los dividendos obtenidos; el licenciado Javier Rojo Gómez formó parte del Consejo, pero al recibir la cantidad considerando que tal puesto lo desempeñaba en su carácter de gobernador, la recibió y me inmediato la entregó a la Tesorería, manifestando que no tenía derecho a las percepciones como persona física, así se constató en un recibo firmado por el tesorero general de gobierno entonces, Álvaro Alonso Marín (+), fechado el 6 de diciembre de 1968 la cantidad de 250,400 de aquellos pesos que entregaba don Javier Rojo Gómez. Su labor administrativa fue prolifera, construyó el Palacio de los Deportes de Chetumal, repartió mil lotes a familias pobres en la colonia López Mateos; formó y reestructuró 17 ejidos y constituyó dos sociedades cooperativas en Isla Mujeres, una en Holbox, Cozumel, Vigía Chico e Xcalak que junto con las existentes en 1969 formaron la Federación de Cooperativas Pesqueras. Al igual que otros gobernadores como Rafael E. Melgar, Don Javier Rojo Gómez defendió la integridad del territorio quintanarroense. En diferentes ocasiones se opuso a los propósitos expansionistas de Yucatán y Campeche.
Lo recordamos porque a pesar de ser ya un septuagenario, conservaba una extraordinaria energía, lo mismo se le veía a bordo de su jeep en alguno de los centros de trabajo de las carreteras que se construían para ganarle terreno a la selva, que a caballo en los ejidos donde la lluvia había causado estragos en las cosechas o recorriendo las zonas dañadas por aquel ciclón que en 1968 arrasó con diversos poblados. El 16 de febrero de 1970, el Licenciado Luís Echeverría candidato entonces del Partido Revolucionario Institucional llegó al territorio de Quintana Roo, bajo un sol ardiente y en un día de recorrido acompañado del gobernador del territorio gira que duró de 9 de la mañana hasta media noche visitando doce poblados. En una nota periodística del diario del DIA sobresaltó que durante ese recorrido en todas partes después de escuchar los problemas y carencias de la región el candidato escuchó insistentemente el clamor de los quintanarroenses: “No nos vaya a quitar al gobernador Rojo Gómez, es el único que nos ha entendido y que ha hecho algo por nosotros”. El 1° de diciembre de 1970 Luis Echeverría tomó posesión como presidente de la república y no obstante a las súplicas del ya enfermo gobernador es ratificado en su cargo como promesa hecha a los quintanarroenses durante su campaña. Rojo Gómez, se había ganado el cariño y la confianza de los quintanarroenses principalmente de la gente del campo, siempre la más necesitada; un hombre férreo pero con extremada sencillez, que había dejado el traje de casimir obscuro y tomado la guayabera, los pantalones de tela delgada y un sombrero de petate. El día 31 de enero de 1970 falleció en el sanatorio Español de la ciudad de México, concluía ese año y también finalizaba la vida de un hombre que vino a otorgarle a Quintana Roo, vida, esperanza, progreso y desarrollo. El primero de enero de 1971 fue publicado este mensaje póstumo del gobernador Rojo Gómez, mientras su cuerpo era inhumado en su natal Huichapan, Hidalgo. Su obra y su personalidad en Quintana Roo fueron trascendentes: “Con motivo de la Navidad y Año Nuevo deseo que todos los hogares de Quintana Roo, gocen de la mejor felicidad. Pero muy especialmente me dirijo a ese pueblo para exhortarlo a que siga la marcha que se ha marcado y lograr que Quintana Roo se desarrolle integralmente y sea motivo de orgullo para la Nación, gracias a su progreso y a la consecución de sus mejores metas. Afortunadamente todo es favorable:
Don Javier Rojo Gómez en un recorrido durante su mandato por el campo quintanarroense; su periodo gubernamental quizá fue corto, pero su obra de gran trascendencia
Los recursos enormes de Quintana Roo, el propósito que el gobierno tiene de aprovechar esos recursos y el deseo del propio gobierno de que el pueblo colabore con ese propósito y en ese programa, creo que garantizarán los éxitos que tanto deseamos. Quintana Roo tiene derecho y obligación de figurar entre los más destacados y más prósperos lugares del país, y creo que
esto fácilmente se puede conseguir, si logramos que se entusiasme, que tenga fe ese pueblo en sus más altos destinos. Javier Rojo Gómez Chetumal, Q. Roo, Dic. de 1970”. IAHM.- Chetumal Quintana Roo Diciembre 2011 ignacio-herrera@hotmail.com
El pueblo quintanarroense guarda un gran respeto al Lic. Javier Rojo Gómez. Cada aniversario luctuoso ante su efigie se realiza una solemne ceremonia. Este año se recordó el XXXI Aniversario de su fallecimiento.
EL QUINTANARROENSE DIARIO
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