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2C EL NUEVO SIGLO l MARTEs 28 DE AGOSTO DE 2012 l www.elnuevosiglo.com.co EN AMÉRICA LATINA CADA 30 SEGUNDOS HAY UN DIVORCIO
¿Me quedo o me voy? : una decisión de pareja l El estrés, la historia emocional de la familia y la baja autoestima contribuyen a que las relaciones de pareja se deterioren rápidamente. EL DOCTOR Julián Hernández es un apasionado de la medicina holística: cuerpo, mente y espíritu. En su práctica clínica ha logrado conjugar el pensamiento médico científico de dos grandes culturas: la oriental y occidental, y su práctica se fundamente en “mente sano y cuerpo sano”. Por esta razón, él llegó a Colombia para impartir una serie de charlas sobre como el estrés y otros malestares emocionales afectan el espíritu y por ende las relaciones de pareja. Hernández dialogó con EL NUEVO SIGLO sobre las causas principales, que serán profundizados el 11 y 12 de septiembre en Compensar con sus talleres, que afectan la vida matrimonial y como el estrés influye en la aparición de algunas enfermedades. EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo se dio cuenta de que las emociones pueden desencadenar varias enfermedades? JULIÁN HERNÁNDEZ: Detrás de cada enfermedad hay un pensamiento equivocado y yo fui descubriendo como todos los pacientes con los que trabajaba en el hospital se volvían a enfermar. Yo me preguntaba: cómo era posible eso si ellos van al hospital y quedan bien; entonces me di cuenta que cada emoción impacta un órgano. Por ejemplo, el hígado gobierna la ira, el riñón el miedo, el bazo la preocupación, el pensamiento y la alegría el corazón y el pulmón la tristeza. Cada emoción nutre un órgano que tiene un agujero de salida. ENS: ¿Cuáles son esos agujeros y cómo se manifiestan? JH: Bueno, la tristeza nutre la piel, la gente que llora por la
piel padece soriasis, dermatitis, alergias; el agujero de salida son los ojos, pues se ponen amarillos; en el caso del riñón es la uretra y el ano, por eso la gente que se espanta se orina; el bazo desencadena gastritis y a veces por la alegría excesiva el corazón se para, eso les pasa a las personas que se ganan la lotería y no resisten una emoción tan fuerte. ENS: ¿Los pensamientos hacen que la gente se enferme? JH: Si las emociones y pensamientos cambian, la energía también lo hace; entonces es ahí cuando empezamos a enfermar. Primero la energía se estanca y hace que duela la espalda, luego se suben los triglicéridos y a veces llega hasta el cáncer. ENS: ¿Qué propone en su taller para evitar que esa energía cause daños en el cuerpo?
QUERERSE A SÍ mismo implica cuidar su cuerpo y su mente.
JH: La medicina está muy limitada porque no ve lo que le pasa a la persona, sino de qué se enfermó. Lo que nosotros hacemos es buscar qué le pasa a la persona, cuál es su historia afectiva, cómo es su rendimiento, sus emociones y la autoestima. Lo que proponemos es que la atención sea integral, que de alguna forma vea qué le pasa a la persona y por qué se desequilibra, y con los talleres de desarrollo humano eso es lo que intentamos hacer. Es que si
el patrón no cambia, por más que uno diga “pienso positivo, pienso positivo” no va a pasar nada, es autoconocimiento. ENS: ¿Cuál es el común denominador entre las personas que padecen de problemas emocionales? JH: Que no se saben querer y lo que se quiere se cuida. ENS: ¿Por qué la gente deja de quererse? JH: Porque nos enseñaron a hacer y por cultura estamos acostumbrados a eso, a sobrevivir, ser productivos y portarnos bien; además, no nos enseñaron a contactar con el sentir, por ejemplo: no llores, cállate, no hagas eso, y cuando se crece así las emociones se tapan con trabajar de más, comer de más y se convierten en capas de protección. Pensamos que las personas que tienen cosas materiales son felices y vemos que no. ENS: ¿Por qué surge el estrés laboral? JH: Existe algo que se llama la cadena de estrés y consecuencias, todas las enfermedades que conocemos en Occidente, para Oriente son desequilibrios. Esto tiene que ver con dos cosas, o el problema es interno o externo, no hay de otra. Por ejemplo: si está temblando lo primero que se piensa es en salir corriendo, todos lo hacen, luego de un momento nos damos cuenta que no pasó nada y descargamos toda esa energía que nos hacía sentir amenazados; pero cuando no la descargamos empezamos a sentir ese miquito que se nos trepa en la espalda y eso causa cambios de conducta: me pongo nervioso, fumo, me muevo y si se sigue este patrón pasamos a síntomas físicos como dolores de espalda, de pecho, cansancio, culpa, miedo, vergüenza y al final me voy a la enfermedad. El estrés laboral es cómo percibo todo lo que estoy viviendo y no tengo la capacidad de controlar el cuerpo, y al cuerpo no se le pueden decir mentiras, él se cree lo que le dicen. ENS: ¿Cómo se da cuenta
JULIÁN HERNÁNDEZ profundiza en la historia emocional de sus pacientes para saber de dónde surgen sus desequilibrios físicos.
el ser humano de que sufre de estrés y que no soltó esa carga? JH: El cuerpo es un sensor de la mente. El problema es que vivimos en desequilibrio, pensamos que todo es urgente y nos vamos en dicotomías: todo o nada. Fuimos creados para vivir en equilibrio, no hay cosas buenas y malas mientras todo esté en equilibrio. Las personas en Occidente no sabemos cómo funcionamos, es fácil darse cuenta, pues aparecen molestias y eso pasa porque el que no se ama, no ama, nada más compra. No hay un equilibrio. ENS: ¿Cómo se puede encontrar ese equilibrio? JH: El ser humano tiene un concepto distorsionado de sí mismo y se deja a lo último. ¡Cómo es posible que un cohete llegue a la Luna y nosotros sigamos en guerra! No puedo ser lo que quiero ser mientras sigo siendo como soy, se debe hacer un alto. Por ejemplo: todo el día trabajo, pero si llego a la casa y ni siquiera hablo con mi pareja, pues esa relación se va a ir deteriorando. Otro factor
importante es la autoestima, cuando yo me respeto es igual a valorarme a mí mismo. ENS: ¿Cuál es la causa emocional para que los matrimonios no duren? JH: Desafortunadamente desde niños vamos adaptando y adoptando las cosas para sobrevivir. Entonces, cuando me caso, lo hago con esas costumbres y es la pareja el más cruel, pero el más efectivo de los espejos, por eso todo me choca me checa y al final me doy cuenta como soy, pero ya he destruido mi matrimonio. Quien no se valora, no valora a quien lo valora. ENS: ¿Se pueden cambiar esas actitudes? JH: Sí, hay que hacer las paces con la historia afectiva y con conocimiento de lo mismo; el nivel más bajo del ser humano es “sé pero no sé”. El problema más claro de una pareja es que buscan el amor pero cuando lo encuentran les resulta obvio. Son patrones que hay que cambiar haciendo un alto en el camino y amándome a mí mismo.