Imunidad y Poder. Historia de las violaciones a los DDHH en Lara 2000-2011

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Impunidad y Poder. Historia de las violaciones a los DDHH en Lara (2000-2011)

En ese momento llegaron unos funcionarios, unos bichos a tomarme fotos, a ficharme, a tomarme las huellas y continuaban con sus burlas. Yo les preguntaba qué les pasa conmigo, quiero ver a mi hijo, y ellos seguían tomándome fotos y burlándose. Luego metieron a Luis y a Alirio para tomarles fotos, a mi me dejaron afuera y nos dijeron que después nos llevarían a la petejota. Ahí llegó el cura con mis hermanos, lo primero que hice fue preguntarles por Jorge, ellos me respondieron que tenía que ser fuerte. Les pregunté si habían matado a mi hijo y mis hermanos no se atrevían a responderme nada, solo me pedían que me calmara, me decían que todo iba a salir bien. Lloraban conmigo, pero no me nombraban a Jorge para nada. Les pregunté por Kevin mi nietecito de seis años que quedó afuera cuando los disparos. Él me contó «abuela yo vi cuando le dispararon a mi papá», Kevin salió corriendo, los policías lo mandaron a correr y él salió a toda carrera, pasó por varias casas de donde entraba y salía sin saber qué hacer. De lo aterrado que estaba se orinó159. En la –comisaria de la- treinta permanecí unos tres días y me llevaban a la petejota a tomarnos declaraciones. En la petejota nos ficharon también, me preguntaban qué había pasado, que narrara los hechos (...) yo repetía lo mismo. Me hicieron exámenes de droga que salieron negativos y después fueron presentados en el juicio. El último día que estuve en la petejota fue el día del entierro de Jorge y cuando nos llevaron a la audiencia de presentación, ese juez de inmediato ordenó que nos llevaran para Uribana. También me dieron permiso para que me llevaran a la funeraria a ver Jorge. Me llevaron como cuarenta guardias, como si yo fuese una delincuente muy peligrosa, no sé (...) Al ver aquello mis hermanas se desmayaron. A Jorge no me dejaron verlo bien, no me dejaron ir al entierro de mi único hijo, prácticamente lo único que hice fue entrar y salir de la funeraria. Recordar el funeral de su hijo le resulta muy doloroso pero respira profundo y prosigue. De aquí en adelante resume y apura el relato como si el resto fuera irrelevante. La instamos a culminar y contarnos su balance. 159 «(...) la Sra. me llamo y dije «Kevin corre sálvate» y empecé a gritar y la Sra. me decía que no gritara. Como a las 07:00 pm fue que supe que estaba muerto Jorge Calixto y esas otras personas y supe que andaba una mujer policía» De las declaraciones de la testigo Karelis, mamá de Kevin y viuda de Jorge.

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