Imunidad y Poder. Historia de las violaciones a los DDHH en Lara 2000-2011

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Comité de Víctimas contra la Impunidad del estado Lara

me podían matar y me enterraba de nuevo la cabeza. Ante esa situación yo me desesperé, comencé a gritar y a acusarlos de asesinos, ¿cómo mi hijo y sus amigos iban a estar disparando si los tenían esposados, desde el mismo momento que llegaron?157 En eso llamaron a la puerta del baño y sacaron a Carlos Augusto. Él me pedía que no dejara que se lo llevaran pero yo estaba impotente, con las manos esposadas a mis espaldas, gritándoles asesinos. Vi que sacaron a Carlos Augusto y continuaron los disparos, me supuse que eran contra él ya que los otros debieron ser contra mi hijo y sus amigos. Al rato entra al baño el policía Luis Camacaro con las manos y ropa ensangrentadas, afuera continuaban los disparos. Ahí Fabián le dice a Camacaro «¡Na guará chamo ¿cómo que nos equivocamos?» Y este le respondió: «¡Tranquilo! ¡Tranquilo!». Al rato, cuando terminaron los disparos me sacaron del baño por un lado de la casa y ahí mismo me taparon la cabeza con un suéter y me montaron en la camioneta Blazer que habían dejado parada frente a mi casa158. Con la cabeza cubierta me llevaron en la camioneta conducida por Fabián Rodríguez, mientras Willmer Alfredo Perdomo Andrade me vigilaba. Durante el trayecto Fabián y Wilmer hablaban entre ellos a ver qué iban a hacer conmigo. Wilmer le decía «vamos a hacerlo», «vamos a dejarla aquí en la Ribereña», a lo que Fabián le contestaba «no, vamos a dejarla allá». Yo me quité lo que me cubría la cabeza y seguía preguntando por mi hijo, y por qué me detenía, la respuesta de Wilmer era cállate y me hundía la cabeza con violencia. Al rato, después de muchas vueltas, me llevan a la comisaría de Fundalara donde me dejan detenida. Ahí de nuevo seguí pidiendo una explicación de lo que ocurría, exigiendo una llamada telefónica para comunicarme con mi familia, preguntando del porqué de mi detención, por el destino de mi hijo y la única respuesta de los funcionarios era mandarme a callar. En Fundalara, no hace ningún reporte de mi ingreso a la «Ninguna de las personas que estaban en la casa tenían un arma de fuego. Fueron demasiadas detonaciones unas se escuchaban dentro de la casa y otras en la parte de atrás, yo decía no disparen y ellos decían que eran los de mi casa» Declaraciones de Milexa. 158 Este vehículo que permaneció durante todo el tiroteo, muy cerca del supuesto enfrentamiento no presentó ni un solo impacto de bala en su carrocería. 157

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