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La vida, en ocasiones, nos pone a prueba y nos sitúa en el camino grandes obstáculos, de esos que pueden parecer insalvables, pero que sólo se superan derrochando optimismo, con mucho sacrificio y mostrándose tenaz en esa pelea por seguir adelante. De esto tiene un auténtico máster nuestro protagonista, un David Casinos que hace 18 años perdía totalmente la visión por culpa de una retinopatía. Tras 26 años disfrutando de este preciado bien que nos otorga la naturaleza, la vida de este valenciano daba un vuelco espectacular, todo parecía ponerse patas arriba. “Tenía que aprender a vivir de una manera diferente, lo que yo llamo ‘ver sin ver’”, cuenta el tetracampeón paralímpico en una deliciosa entrevista concedida a Revista Elite Sport.
Accedemos a la pista de atletismo del Consejo Superior de Deportes (CSD). Allí espera David Casinos, acompañado de su inseparable Farala, su perro guía. Siempre con una sonrisa, con un buen rollo que contagia, el atleta internacional se dispone a charlar con nosotros. Aludimos al fatídico momento que le cambió la vida por completo. Lejos de torcer el gesto o decaer en su tono de voz, el valenciano lo cuenta con una naturalidad que por momentos asusta. “No hay duda que es un palo muy duro, pero tienes que aprender a luchar y a vivir sin ese don. El hombre se adapta a cualquier medio y situación, y yo lo he hecho. En estos últimos 18 años, fíjate si he hecho cosas: he encontrado el amor, he formado una familia, me he acercado al mundo del deporte, he estado en cuatro Juegos Olímpicos y quiero ir a unos quintos y hasta he escrito un libro. No está mal, ¿no?”, comenta entre risas.