Trigésimosexta edicion

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Del 23 de Abril al 6 de Mayo de 2013 www.elfaronews.net

OPINIÓN

¡Ganamos y seguimos ganando!

E

l Comando Simón Bolívar ha aceptado la propuesta de auditoría del 46% restante de las cajas que ha propuesto el Consejo Nacional Electoral. El día de las elecciones fueron auditadas el 54% de las cajas. Ahora, nosotros sabemos que en esas 12 mil cajas restantes que serán auditadas están las evidencias de cuántos han sido los excesos cometidos por el partido actualmente en el gobierno, además de los que han sido evidentes para el país durante una campaña desigual, abusadora y ventajista que se sirvió del dinero de cada uno de nosotros para mantener un aparato político voraz que quiere mantenerse en el poder y ocultarle al país la verdad. Por eso quiero felicitar a cada uno de mis hermanos y hermanas, a todo nuestro pueblo que se unió a nosotros en esta lucha heroica. Ha sido una lucha por la verdad y, en toda la historia de los hombres y mujeres de bien, esas siempre han sido las más difíciles. Los venezolanos han decidido superar todos los obstáculos impuestos desde el partido de gobierno y sus cómplices. Juntos hemos avanzado y la respuesta del CNE demuestra que seguimos dando pasos seguros. Juntos logramos sorprender a quienes jamás imaginaron como posibles los resultados que sabemos dio la cita del 14 de

Por: Henrique Capriles @hcapriles abril. Juntos hemos convencido a muchos venezolanos más de que existe la posibilidad de construir un país mejor y eso es innegable. Juntos hemos logrado despertar al país y hacerle saber que sí se puede, que quienes queremos un país mejor somos más y que la esperanza siempre vence al miedo. Me he comprometido a dar soluciones para todos los venezolanos. Por eso estamos buscándole solución al conflicto político que vive Venezuela actualmente y que se ha sido generado por quienes se encuentran en el poder. Ustedes mismos, cada venezolano sumado a esta lucha, nos han ayudado a desenmascarar las mentiras que intentan sembrar para justificar su violencia y sus acciones fuera de la ley. Olvidan que el gobierno tiene la responsabilidad de que el país tenga calma. No saben gobernar en paz: están demasiado acostumbrados a obedecer al conflicto y a mantenerse enchufados al poder. Pero no podrá sacarnos de nuestra agenda de soluciones verdaderas y para todos. No pisaremos sus peines. Este país cambió y ellos todavía se niegan a leerlo así. Tienen una verdad que es mucho más grande que su so-

berbia. Por eso tienen miedo. Por eso mienten. Por eso intentan radicalizar un modelo de país que durante 14 años les ha sido imposible sostener por excluyente, ineficaz y basada en la politiquería. Hay que dejar de lado las divisiones y el conflicto. Pero hay que hacerlo bien. Por eso cada una de las solicitudes que ha hecho el Comando Simón Bolívar está apegada a la Constitución. Nosotros estamos aquí para ofrecer soluciones y resolver este conflicto político en el marco de la legalidad, porque esta lucha es por todos los venezolanos. No se trata solamente del pueblo que me sigue a mí o a mi liderazgo. También se trata del pueblo que sigue a la otra opción, porque ellos también coinciden en la necesidad de hacer una auditoría, de revisar cada voto para conocer la verdad, de que su voto sea considerado. Este momento tan importante que estamos viviendo en la historia democrática de Venezuela es una realidad gracias a cada voto, pero también gracias a todos nuestros testigos de mesa, equipos y técnicos electorales que hicieron posible encontrar una respuesta a nuestra solicitud ante el CNE. Sin

ellos, no hubiese sido posible este arduo trabajo de recolección y recopilación de información. Nosotros no tenemos los recursos económicos de todo el aparato del partido de gobierno, que ha decidido secuestrar el Estado y sus instituciones. Lo sabemos. Pero sí tenemos una voluntad gigantesca para que este país salga adelante. Y cuando estemos en el gobierno, serán estas voluntades y no el dinero ni el poder mal utilizado lo que nos garantizará la confianza de nuestro pueblo. Avocados a encontrarle solución a los problemas que cada día afectan a los venezolanos, hoy reafirmamos que sabemos que cada minuto que pasa estamos sumando más gente a nuestra causa a punta de ejemplo, inclusión y futuro. ¡Que el odio siga perdiendo militantes! Nosotros estamos ganando voluntades. Antes de terminar, quiero mandar un mensaje a los empleados públicos que están siendo perseguidos y acosados. Nosotros rechazamos todas las persecuciones que están sufriendo nuestros servidores públicos y por eso le enviamos un mensaje de ánimo y de fortaleza a todos aquellos que es-

tán siendo intimidados producto de los resultados obtenidos el domingo. Ustedes ya vencieron el miedo y hoy son un ejemplo que ayudará a que muchos más de sus compañeros de trabajo, quienes los conocen y saben que son excelentes profesionales y personas de bien, se den cuenta del país que quieren imponernos desde el poder. De aquel lado no sabemos quién manda, pero aquí juntos tenemos un liderazgo. Sabemos que en Venezuela hay una crisis política pero también sabemos que hay una crisis social y económica que el gobierno intenta tapar con su politiquería. Mantengamos la firmeza de quienes sabemos que tenemos la razón. Este es el momento de controlar las emociones negativas: no permitan que nadie lleve a nuestro pueblo por un atajo, porque eso sólo beneficia a quienes quieren pescar en río revuelto. Hoy tenemos que tener mucha coherencia, disciplina y confianza. El liderazgo tenemos que ejercerlo con todo lo que eso implica, pues millones de venezolanos votamos por una alternativa distinta y hoy sabemos cuántos somos. Confianza y coherencia. Somos gente de paz, pero con nuestras convicciones bien claras. Y sabré defenderlas. Es mi compromiso. ¡Qué Dios bendiga a Venezuela!

Maduro, o el discurso de la mentira

A

l parecer no hay nadie que le diga que la razón principal por la cual pulverizó en pocos días la herencia electoral del presidente muerto, reside en que sus mentiras han sobrepasado el límite que las contenga. Porque nunca se ha visto en toda la historia de América Latina mentir tanto en tan pocos días como lo ha venido haciendo Nicolás Maduro desde que lo designaron sucesor, como si Venezuela fuera una satrapía hereditaria. Mentir, mentir que algo queda era la divisa de Goebbels. La de Maduro en cambio parece ser la de mentir, mentir, hasta que no quede nada. Desde cuando viajaba a Cuba todos los días está mintiendo. Mintió cuando afirmó que el difunto estaba recuperándose de su enfermedad. Mintió con una firma tan impecable como chimba. Mintió cuando habló de una reunión de trabajo de cinco horas, no respetando siquiera el dolor de quien ya emitía sus últimos suspiros. Mintió al hacerse nombrar ilegalmente presidente de la república. Mintió cuando anunció que no iba a haber un “paquetazo” y a los pocos días hubo dos. Mintió grotescamente con la inoculación de cáncer por medio del “imperio”. Mintió movilizando encuestas de manipulación pública, verdadera plaga venezolana. Mintió cuando anunció que Capriles, incapaz de competir con él, retiraría su candidatura. Mintió inventando desestabilizaciones, conspiraciones, atentados de mercenarios que provenían desde El Salvador y Colombia. Mintió siempre, sin presentar jamás prueba alguna. Mintió incluso a Capriles al aceptar el recuento voto a voto. Mintió y miente,

Por: Fernando Mires como malo de la cabeza, como si estuviera enfermo de tanto mentir. Todos los días una mentira nueva. Por eso le dicen “mentira fresca”. Willie Colon, cuánta razón. No, no. No fueron fallas técnicas las que lo llevaron a la derrota política. Tampoco su mala oratoria, su falta de ideas, o sus alucinaciones avícolas; ni siquiera sus intentos desesperados por imitar a su padre político. Todos esos son errores pasables, incluso perdonables en alguien que hace sus primeras prácticas en la política pública. No, no. La verdadera razón de su derrota es que a la gente no le gusta que le mientan tanto. “Miénteme” es sólo un bello bolero, pero aunque lo cantó la divina Olga Guillot, a nadie le hace “tu mentir feliz”. No, no. Aceptar mentiras como verdades es igual a ser tomado por idiotas, y eso no lo aceptan ni siquiera quienes habían sido incondicionales chavistas. Como la mentira convertida en sistema termina destruyéndose a sí misma ha sido por lo demás corroborado de modo histórico. Recordemos solamente que si la Perestroika (Reestructuración) de Gorbachov logró imponerse, fue porque iba acompañada de Glasnost, palabra rusa que quiere decir transparencia. La verdad, nunca la mentira, es transparente. Detrás de cada mentira hay una verdad pero nunca hay una mentira detrás de una verdad. Esa es la razón lógica y no religiosa por la cual la verdad termina imponiéndose por sobre la mentira.

La verdad, por lo menos la verdad a escala humana, corresponde con la realidad gramática que nos rodea. Mentir, en cambio, es des-realizar la realidad por medio del lenguaje. Pero si la realidad es real y no irreal -hablo en sentido convencional y no lacaniano- tarde o temprano desarticulará a la gramática de la mentira, que es irreal y no real. Por lo mismo, como ocurrió con ese edificio de mentiras que era la antigua URSS, la verdad será alguna vez realizada. Por supuesto, no me refiero a las verdades ideológicas, que son simples opiniones, sino a las verdades de hecho. Fue Hannah Arendt quien en su libro “Pasado y Presente” dilucidó el tema de la verdad y la mentira en la política de un modo casi genial. Decía Arendt, y con toda razón, que la política no es el campo de la verdad; y una de las razones por las que no lo es, es que en la política estamos obligados a emitir opiniones, las que al ser opiniones, no son siempre verdaderas (yo diría, en un tono más bajo, “ciertas”). Por eso mismo distinguía Arendt entre verdades de opinión y verdades de hecho. Las verdades de opinión pueden ser, por cierto, respetadas, pero no necesariamente aceptadas y esa es, por supuesto, la razón por la cual sin discusión no puede haber política. Para poner un ejemplo: si alguien dice: “Cuba es un mar de la felicidad”, es una opinión, y quien la emite tiene todo el derecho a hacerlo. Pero si alguien dice, “en Cuba no ha habido nunca perseguidos y presos políticos”, esa es una mentira. Y bien, esa menti-

ra no puede ser transformada en una opinión, porque simplemente es un hecho; una verdad de hecho. Ahora, según Arendt, la intención criminal de las dictaduras reside en querer transformar las verdades de opinión en verdades de hecho, o lo que es igual, en la imposición de un orden según el cual las opiniones no se basan en hechos sino los hechos en opiniones. De la misma manera, si Maduro dice “la oposición está formada por la oligarquía”, es su opinión. Pero si dice, “los más de siete millones que votaron en contra mía son miembros de la oligarquía”, es una mentira de hecho. O también: si él piensa que Capriles es violento, es su opinión. Pero si dice, Capriles ha llamado a la violencia, ha violado la ley y por eso debe ir preso, es una mentira de hecho. Solo así se explica por qué, igual que los dictadores, Maduro confunde sus opiniones, incluso sus deseos, con la verdad de los hechos. Por eso miente, miente sin parar. ¿No hay en su entorno alguien que le diga que con tanta mentira está cavando su propia tumba política? La historia del recuento de votos solicitada legalmente por Capriles es un caso ejemplar, uno que si no fuera tan candente podría ser utilizado como paradigmático en un seminario de politología. La verdad, muchos creíamos que los resultados emitidos por la señora chavista Tibisay Lucena del CNE eran los correctos; quizás un par de números más o menos, pero en gene-

ral correctos. Con mayor razón creímos eso, cuando en la noche del 14 de Abril, Maduro se manifestó públicamente dispuesto a que se llevara a cabo el legal recuento. Pero cuando al día siguiente Maduro, rompiendo sus palabras, criminalizó a quienes solicitaban el recuento, olvidando que el propio presidente fenecido había tronado el año 2006 exigiendo un recuento de votos a favor de López Obrador en México (quien perdió por una diferencia de votos mayor a la que “perdió” Capriles) entonces, incluso quienes no creíamos en el fraude comenzamos a pensar que sí, que efectivamente hubo fraude y, por lo mismo, Maduro será un presidente ilegítimo. “El ilegítimo” le dicen ya en Venezuela Más aún; Maduro, con sus mentiras ha terminado por convencer a todo el mundo que ganó gracias a un fraude. ¿Qué es lo que se encuentra oculto en esas cajas repletas de votos? ¿Por qué no se atreve a revelarlo? ¿Qué es lo que se lo impide? ¿No quedarían todos contentos, sobre todo Maduro, si la verdad asomara en cifras aceptadas por todos? Ahora bien, si Maduro no se atreve a permitir el recuento constitucionalmente garantizado de los votos, deberá recurrir no a la fuerza de la política sino a la política de la fuerza. No tiene otra alternativa. Solo así la legalidad gubernamental de Maduro será reconocida. Pero lo será del mismo modo como los cubanos están obligados a aceptar la legalidad de los Castro; o como los chilenos cuando fuimos obligados a reconocer la legalidad de Pinochet, para poder, de ese modo, destituirlo.


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