pa?gina 5:SEMANA SANTA 2009
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Cartel Anunciador 2008 Autor: Pedro Mercedes
Semana delAmor de Dios
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emana Santa, Semana del Amor de Dios, hecho realidad en la persona de Jesucristo que desfila por nuestras calles en la figura de distintas imágenes, de rostros diferentes, objeto unas veces, del insulto; otras, del desprecio o la indiferencia, hasta llegar a la ignominia del Calvario, donde el Inocente es ajusticiado injustamente en la Cruz por odio, rencor o interés de quienes prefieren conservar una falsa paz y cierran sus oídos a la verdad limpia y clara de la predicación de Jesús. Semana del Amor infinito del Hijo de Dios, que muere a manos de los hombres, para que los hombres tengan vida para siempre. Semana del Amor de Dios, que no puede dejar indiferente a nadie que cruce su mirada con la de aquel “varón de dolores” ensangrentado, extenuado, desfallecido bajo José María Yanguas el peso de la Cruz humillante, que lleva en sí los pecados de todos los hombres y de todas las épocas. Sanz Semana del Amor de Dios, que sale al encuentro del dolor de tantos hermanos nuestros que siguen Obispo de Cuenca su particular camino por la calle de la amargura hasta llegar al Calvario con su cruz de cada día. Semana del Amor de Dios, que desde el Domingo de Ramos al de Pascua de Resurrección nos reúne y congrega para contemplar, juntos, y revivir, con los mismos sentimientos, los acontecimientos de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Fieles cristianos, acercaos a participar en las celebraciones litúrgicas de vuestras parroquias y demás templos, para profesar vuestra fe y participar con devoción y amor en los acontecimientos centrales de nuestra salvación. Nazarenos y nazarenas, llevad sobre los hombros, con piedad, vuestras sagradas imágenes; desfilad con sentido penitencial por nuestras calles y plazas. Os animo a contemplar los rostros de Jesús, María y demás personajes de la Pasión. Y en ese intercambio de miradas descubrid también vuestro lugar en esa Historia Sagrada, sin reducir vuestra devoción y fervor sólo a unas horas en estas fechas. La fe que testimoniáis públicamente os compromete a vivir cada día como cristianos en todos los ambientes de vuestro quehacer cotidiano: en la familia y en el trabajo, en el estudio y en la diversión, en el compromiso político y social. Quienes contempláis los desfiles procesionales desde las aceras o balcones no seáis espectadores indiferentes, “curiosos” superficiales que asisten a un espectáculo alejado de la propia vida. Abrid vuestros corazones para acoger el mensaje de amor que el Señor os dirige. Hagamos todos de la Semana Santa, una Semana de amor, de oración, de perdón, de compromiso de fe, para que, desterrando el pecado, triunfe en nosotros la nueva vida de Jesús Resucitado.
“Gracias por mantener viva la tradición”
E
n unas pocas horas, la ciudad de Cuenca, así como la práctica totalidad de los municipios de nuestra provincia, comenzarán a celebrar la Semana Santa. Ya se percibe en el ambiente ese nerviosismo y esa emoción, todavía contenidos, que siempre preceden a los grandes acontecimientos. Y la Semana Santa, sin duda, lo es y no sólo para quienes abrazan la fe Católica, también para aquellos que aún a pesar de profesar otras creencias, aprecian la grandeza de una Fiesta en la que el fervor popular expresado en las calles y plazas de nuestros pueblos, convive con la tradición en estado puro. Una tradición de la que todos nosotros somos legítimos herederos; algo que implica una Juan Ávila enorme carga de responsabilidad: la de procurar su vigencia, garantizar su supervivencia y velar para Francés que las generaciones llamadas a sucedernos puedan disfrutarla, al menos, en las mismas condicioPresidente de la nes que nosotros lo hacemos. Diputación de Cuenca He de confesarles que siempre me ha maravillado la capacidad y la inteligencia que han demostrado las gentes de esta tierra que compartimos de saber recibir el progreso, con todo el trabajo y el esfuerzo que ello implica, y sin renunciar por ello ni un ápice a ninguna de las costumbres, muchas de ellas fechadas en tiempos remotos. Las mujeres y hombres de Cuenca saben perfectamente que difícilmente se puede avanzar careciendo de referencias, prescindiendo de esa identidad integradora, diversa y plural que se ha ido conformando en el correr de los siglos. Somos lo que somos porque tenemos un pasado del que sentirnos muy orgullosos, a pesar de que éste no siempre fue generoso con muchos de los nuestros. La explosión de sentimientos, de colores, de melodías, de imágenes de Cristos yacentes y Madres dolorosas que cada Semana Santa se exhibe por las calles y plazas de nuestros municipios no es fruto de la casualidad, tampoco nace de la improvisación, es la consecuencia justa y lógica del trabajo bien hecho, del esfuerzo entusiasta y mancomunado que se realiza desde las distintas Cofradías y Hermandades Nazarenas a lo largo de todo el año. Pues bien, a todas ellas quiero expresarles mi gratitud por mantener viva la llama de la tradición, pero también por contribuir al prestigio y al buen nombre de nuestra Semana más grande. Y a todos ustedes, queridas lectoras y lectores de El Día de Cuenca, quiero desearles desde estas líneas unos días de paz en compañía de sus seres queridos. SEMANA SANTA 09 5