CLÁSICO PIQUETERO
Defensa de la cultura
La Alianza de Escritores Antifascista congregó los mejores intelectuales y artistas al servicio de la revolución. Cada uno, sin renunciar a su militancia partidaria, comenzó una construcción cultural que se plasmó en varias publicaciones y en una serie de congresos internacionales. Se ocupó de crear centros culturales socialistas. Tenía una comisión para cada disciplina artística. Se discutía no sólo cuestiones políticas inmediatas, sino hasta problemas estéticos (como la discusión de Miguel Hernández contra el surrealismo). Su principal revista El Mono Azul, nucleaba discusiones artísticas, políticas y difundía cuen-
tos y poesías. Era distribuida en los frentes y en las trincheras. A continuación presentamos, en primer lugar, la declaración de la Alianza en el primer número de la revista y, en segundo, fragmentos del Informe de los Escritores Jóvenes al II Congreso Internacional de Escritores Antifascistas, editado por la misma publicación y firmado por Miguel Hernández, Herrera Petere, Emilio Prados, Lorenzo Varela y los pintores Arturo Souto y Ramón Gaya. El primero fue publicado en agosto de 1936 y el segundo en julio de 1937.
La Alianza de Intelectuales Antifascistas no es
guerra liberadora, la gloria de ser español y gene-
hábilmente preparado, lo que interiormente era
distintos y aspiramos a serlo cada vez más en
un organismo acabado de nacer al calor de esta
rosamente colaborarán en este frente antifascista,
disgregado y distinto.
función de nuestra condición de escritores y ar-
espléndida llamarada liberadora que vivimos.
punto de mira y término de acción de la Alianza
Y esto es así: este hecho de sentir verídicamente
tistas; pero tenemos algo en común: la revolu-
Desde antes, desde años atrás, muchos de sus
de Intelectuales.
unido ante algo y para algo lo que pudo ser o ha
ción española, que por razones de coincidencia
sido tan distinto y disperso en otras ocasiones,
histórica nace y se desarrolla simultáneamente
saltando por encima de nuestro personalismo es
con nuestra propia vida. O mejor, nacemos y
miembros militaban en la Asociación de Escrito-
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res Revolucionarios, cuya sede estaba en Moscú. Pasado el tiempo, ante el avance fascista, que re-
Tal vez resulte extraño, o lo que es peor, arti-
ya algo de las muchas cosas que la revolución -la
nos desarrollamos simultáneamente con el na-
presentaba la persecución intelectual organizada
ficial y forzado, para vosotros que tanto signi-
extraordinaria lucha que mantiene nuestro pue-
cimiento y desarrollo de esa revolución. En las
por los nazis y las diferencias surgidas en el cam-
ficó y significa vuestra notable actitud al venir
blo, del que nos sentimos inefablemente orgu-
trincheras, se bate de seguro la gente que tiene
po de la inteligencia en todos los países, los escri-
a España por nosotros; tal vez resulte extraño o
llosos- nos regala y nos afirma como un primer
nuestra misma edad en mucha mayor propor-
tores de las diferencias surgidas en el campo de la
artificial, repetimos, el hecho de que queramos
punto de exaltada referencia. Porque lo que me-
ción que otra cualquiera. Y si por el momento
inteligencia en todos los países, los escritores de
manifestarnos así como lo hacemos: en conjun-
nos importa ya es el hecho en sí mismo de que
nosotros mismo son estamos allí, no quiere esto
las diferentes tendencias del pensamiento se reu-
to, en común. Por eso, antes de seguir adelante,
este grupo esté total y absolutamente integrado,
decir que no hayamos estado, unos; que no va-
nieron en Paris, elaborando un amplio Congreso
queremos explicar con toda claridad el cómo y
no sólo por distintos significados de sensibili-
yamos estar de modo inmediato, otros, y que no
en julio de 1935.
el porqué de esa serie de nombres que aparecen
dad, no sólo por distintas concepciones de nues-
hayamos vivido, todos, en plena consciente, dis-
De esta gran asamblea salió la necesidad inme-
encabezando las palabras.
tra profesión y decidida vocación de artistas, es-
ciplinada e incondicional actividad, los dramá-
diata, inaplazable, de combatir al fascismo en to-
De resulta que cuando hubimos de reunirnos
critores y poetas, sino por individuos que como
ticos momentos de nuestra lucha. No queremos
das sus formas. Con los hombres más ilustres de
para decidir o no nuestra participación, luego
procedencia social pueden marcar distancias ta-
con esto hacer -ni hacemos, naturalmente- mo-
todos los países, se formó un Comité Internacio-
de acordada por nosotros, fuese o no acertada;
les como las que hay entre el origen enteramente
nopolio de la heroica voluntad de lucha de todo
nal, con domicilio en Paris. Constituyeron este
cuando pensamos discutir quién de entre noso-
campesino de Miguel Hernández, por ejemplo,
el pueblo español. Pero sí queremos decir con to-
comité André Gide, Tomás Mann, André Mal-
tros podía, llegado el caso, representarnos, cuan-
y el de la elevada burguesía refinada que pueda
das esas razones que tenemos no ya un derecho,
raux, Romain Rolland, Aldous Huxley, Waldo
do buscábamos, en fin, un arma más coherente y
significar Gil Albert; lo que importa verdadera-
sino el deber ineludible de interpretar con nues-
Franc, etc.
adecuada para sentirnos representados como era
mente es la profunda significación que muy por
tro pensamiento y sentimiento el pensar y el sen-
La Alianza de Intelectuales Antifascistas se honra
nuestro propósito en este Congreso, que gran
encima de nosotros tiene este mismo hecho refe-
tir de esa juventud que se bate en las trincheras y
con el ofrecimiento magnífico de sus secciones
importancia ha de tener en la cultura general y
rido a la totalidad española. […]
que ardientemente reclamamos por “nuestra” en
internacionales, que se han reunido para des-
particularmente -creemos- para la cultura espa-
Pero además, aparte de este hecho, que hoy no
la misma medida y con la misma pasión con que
mentir en sus respectivos países las campañas ca-
ñola, surgió de un absoluto y literalmente estric-
solo nos une para problemas estrictamente cul-
nosotros nos consideramos “suyos”… […]
lumniosas de la prensa reaccionaria.
to criterio de hacerlo colectivamente, ya que co-
turales -si es que es posible entender por cultura
De esa juventud, que en ese sentido es la nues-
Milicianos: lo mejor del pensamiento universal
lectivos fines eran nuestros puntos para todas las
una categoría definida, “estrictamente cultural”
tra […], tomamos el alto ejemplo e inolvidable
mira vuestro heroísmo. La Alianza de Intelectua-
cuestiones que nos parecieron las más esenciales
y al margen de los hechos vivos, reales y diarios-
lección y solo estimaremos nuestro fin consegui-
les Españoles, no un partido político, sino afi-
y objetivas. […]
sino humanamente, pretendemos que hay entre
do en la medida en que sepamos devolver a esa
liados y simpatizantes de todos los partidos del
En esta aclaración, nadie puede pensar -si aca-
nosotros otros nexos de unión de tal índole que
juventud, cuando ya no lo sea, en nuestra obra
Frente Popular, reunidos en un solo fervor, os
so había alguno que lo pensaba- nuestro pro-
son los que verdaderamente nos autorizan, por
futura, en forma de creación artística y literaria,
aseguran que mientras quede en pie un muro y
pósito ha sido inspirado en otro, torpe, fácil y
más que no sean por entero producto de nues-
los mismos valores humanos que con su acción
un papel siga en blanco, escribirán sobre la gran
demagógico de querer presentar externamente
tra propia voluntad, para hablar hoy aquí. En su
enaltecedora, con su valiente sangre generosa,
verdad española, la inmensa epopeya de nuestra
unido, por originalidad, por falso colectivismo,
conjunto, podríamos expresarles al decir: somos
nos afirman hoy en la actuación…
Julio-Agosto de 2011
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