Manual para platicar con seres queridos que han muerto
EN EL BOSQUE Seguimos perdidos. Ayer estuvimos a punto de matarnos a golpes. Una fuerza desconocida nos llevó a insultarnos, pelear y odiarnos como a nada en el mundo. Yo sé que no es culpa de ella. Cuando empezó la expedición sabíamos que mil cosas podían pasar. Entendíamos el peligro. Luego perdimos el camino, la cordura, la amistad. Desaparecieron uno a uno. Yo seguí el camino a través de los árboles, en la oscuridad. Levanté las rocas apiladas, los hechizos armados con ramas secas. Funcionó. O tal vez siempre fue su plan. Hoy estamos más tranquilos y enamorados que nunca. Me mira como siempre, pues nunca duerme, con sus ojos blancos, muertos, vacíos, de bruja inmortal.
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