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DÍAS DE EMANCIPACIÓN
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urante este, el mes de la madre, el mundo, la región y el país han experimentado movimientos emancipadores en búsqueda de nuevas políticas públicas y por ende cambio social. Es así como surgen dentro de nuestro castellano tres palabras anglosajonas que interpelaremos entre líneas para reconocernos en el espejo internacional. En primer lugar El Fracking que traduce como fracturamiento hidráulico aplicado desde el desarrollo de tecnologías para la explotación de hidrocarburos; en segundo momento, Zidres o ley Urrutia, la cual busca la repartición de tierras baldías que en un primer momento era para el campesinado pobre y que a hoy se convierte en una posibilidad para grandes terratenientes enlazados con el campesinado y como tercero el Fast Track elemen-
to jurídico para la aprobación de leyes que requieren un trámite legislativo desde las comisiones conjuntas de cámara y senado para la implementación de los acuerdos de paz. Esta breve introducción para los días cercanos al D-180, muestran la turbulencia que vive el país cuando las calles son recorridas por la mayoría de los empleados públicos y docentes, buscando nuevas políticas públicas que sean mayormente constructivas para la vida social del ciudadano de a pie, los docentes, padres de familia y los estudiantes. La apuesta por una paz duradera en un país que ha tenido un conflicto armado de larga duración, implica que la educación tome la bandera y conduzca a los diferentes sujetos del proceso educativo por los caminos de la resolución de conflictos. Es decir, que los acuerdos de paz trasciendan el proceso entre actores armados y sean apropiados por las comunidades educativas mediante el diálogo de estas que han experimentado violencia y desesperanza, y que hacen parte de microcontextos y espacios de vida en que se en-
cuentran los estudiantes. Esta afirmación de la Educación Artística, la formación para la paz y la centralidad de la educación en el posconflicto, ha tomado fuerza en el debate público y la agenda de gobierno; por lo cual es visible en las hojas de ruta gubernamentales, en las temáticas de la mesa de negociación, y hasta en procesos de participación social y ciudadana como la planeación participativa y los presupuestos participativos. Puede afirmarse que la Educación Artística ha pasado a un primer plano en el liderazgo de procesos pedagógico y culturales alrededor de lo que sucede en la Mesa de Negociación de La Habana, el fin del conflicto, las leyes y reformas tramitadas desde el Congreso de la República y ratificadas por la ciudadanía en general. Ahora bien, ¿qué hace en este párrafo la Educación Artística y que puede hacer por la formación para la paz? La construcción de paz es un proceso amplio que incluye entre sus dimensiones la formación en paz o formación para la paz. En estos términos, Jean Pieaget, en calidad de secretario de la Oficina Internacional de Educación de la UNESCO durante el periodo 1927-1967, se preguntó hacia 1934 “¿Es posible una educación para la paz?”; a lo cual contestó que: Cada uno, sin abandonar, su punto de vista, y sin tratar de suprimir sus creencias y sus sentimientos, que