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Edición de Andrew D. Turner Con textos de Gerardo Gutiérrez, Baltazar Brito Guadarrama y Jesús Guillermo Kantún Rivera Getty Research Institute • J. Paul Getty Museum • Los Ángeles MéxicodeMayaCódice Entendiendo el libro más antiguo que ha sobrevivido de la América precolombina

Esta publicación ve la luz con motivo de la exposición Códice Maya de México, celebrada en el J. Paul Getty Museum del Getty Center (Los Ángeles) del 18 de octubre de 2022 al 15 de enero de 2023. Programa de Publicaciones del Getty Research Institute Mary E. Miller, Directora, Getty Research Institute © 2022 J. Paul Getty Trust Publicado por Getty Research Institute y J. Paul Getty Museum, Los Ángeles Getty Publications 1200 Getty Center Drive, Suite 500 Los Ángeles, California 90049-1682 Laurengetty.edu/publicationsEdson, Edición Jeffrey Cohen, Diseño Clare Davis, Producción Karen Ehrmann, Adquisición de Imágenes y Derechos Edición en español Ediciones El Viso Gonzalo Saavedra, Coordinación Lucía Varela, Edición Art in Translation, Traducción Ana Martín de la Casa, Fotocomposición Compuesto en tipografía Mixta y Warnock Impreso en China Dedicado a la memoria de Michael D. Coe (1929-2019) ISBN (rústica): 978-84-125278-9-6 ISBN (ebook): 978-1-60606-851-9 ISBN (PDF): 978-1-60606-852-6 Library of Congress Control Number: 2022909483 Cubierta y solapa: Códice Maya de México, folios 6-10. Tabasco-Chiapas (México), período Posclásico Temprano, h. 1100. Ciudad de México, Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, Instituto Nacional de Antropología e Historia. Reproducción autorizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (México), por tratarse de bienes de la Nación Mexicana. Se ha hecho todo lo posible para ponerse en contacto con los propietarios y fotógrafos de las ilustraciones aquí reproducidas cuyos nombres no aparecen en los pies de foto o en los créditos de las ilustraciones al final de este libro. Se ruega a quienes dispongan de más información sobre los titulares de los derechos de autor que se pongan en contacto con Getty Publications para poder incluir esta i nformación en futuras impresiones.

Índice v i • Prefacio Mary E. Miller 1 • Códice Maya de México: fabricación de libros, arte de la escritura y astronomía hacia 1100 Andrew D. Turner 17 • Los calendarios mesoamericanos 37 • La investigación arqueológica del Códice Maya de México: el libro más antiguo que se conserva producido en el continente americano y patrimonio de México Gerardo Gutiérrez y Baltazar Brito Guadarrama 61 • Una historia recuperada Jesús Guillermo Kantún Rivera 68 • Lectura del Códice Maya de México Andrew D. Turner 80 • Agradecimientos 81 • Acerca de los colaboradores 82 • Créditos de las ilustraciones 83 • Í ndice • Reproducción del Códice Maya de México

Mary E. Miller Directora, Getty Research Institute

vi •

Lo que sabemos en 2022 es que, en el momento de la invasión española, allá por el siglo xvi, el mundo maya llevaba siglos alfabetizado. La escritura maya, la única autóctona del continente americano que representa el habla, se hallaba extendida por lo que hoy conocemos como el sur de México, Guatemala, Belice y Honduras. Los libros mayas —hojas de papel amate plegadas en forma de biombo— registraban la historia y la religión, eran guías para la adivinación y para predecir el futuro, así como el modo de plasmar los calendarios, los planetas y las estrellas, que a menudo eran las fuerzas que determinaban los augurios. La escritura maya fue objeto de persecución en el siglo xvi: decenas de libros mayas —tal vez más— fueron quema dos por los invasores españoles, por lo que la supervivencia del Códice Maya de México, tema central de este volumen, es realmente notable (Tozzer 1941, 76). Otros tres libros mayas sobrevivieron en bibliotecas europeas, cada uno con el nombre de la ciudad en la que reside (Dresde, Madrid y París). Nunca han vuelto a cruzar el Atlántico para regresar al hogar de sus creadores.

El Códice Maya de México, pintado en el siglo xi o xii, fue el heredero de una larga tradición de escritura, mucho tiempo después del abandono de la mayoría de las grandes ciudades siglos atrás, cuando el arte de los escribas pudo alcanzar su apogeo. Baste decir, a modo de ilustración, que actualmente se conocen más firmas de artistas y escribas entre los mayas del siglo viii que de cualquier otra parte del mundo en aquella época. Aun así, si bien es posible que el ámbito maya estuviera poblado de libros y escribas, la supervivencia hasta nuestros días del Códice Maya de México es un auténtico milagro. La escritura maya, en particular tal y como se nos presenta en este códice incompleto, es el tema de este volumen.

Prefacio

Este estudio se centra en el único libro maya del período anterior a la invasión española que se conserva y que actualmente se encuentra en suelo americano: el «cuarto» códice maya. Pintado por un único artista, el libro registra los movimientos del planeta Venus a lo largo de su ciclo como Lucero Matutino y Vespertino, un periplo que se creía que duraba 584 días desde la perspectiva terrestre y que, en este libro, se calcula a lo largo de 104 años. La pieza constituiría el manual —como el breviario de un sacerdote católico— del líder espiritual de una comunidad.

En sus diferentes formatos, épocas y lugares, el libro —incluidos el libro encuader nado con lomo, el acordeón plegable (o leporello) y su pariente cercano, el rollo de pergamino— ha sido durante mucho tiempo el repositorio más portátil y condensado del conocimiento humano. Incluso el mayor de los libros siempre se ha considerado trans portable y, por desgracia, destruible. Y su contenido es igualmente modificable. Los libros permitían, por ejemplo, tanto consultar como reescribir el pasado. Y el hecho de que pudieran contener tanto secretos como conocimientos protegidos hizo que fueran codi ciados por quienes buscaban controlar y explotar la autoridad que el libro confería.

Los esfuerzos por recuperar el conocimiento perdido cuando se destruyeron los libros mayas y la escritura maya fue prohibida se han basado, por fuerza, en una exhaustiva labor de documentación y copia de los textos, un proceso que comenzó en el siglo xix . Sin embargo, la moderna comprensión de la escritura maya ha ido siempre a remolque del desciframiento de otras escrituras premodernas, y se suponía que los textos eran de naturaleza astronómica, por un lado, o ininteligibles, por otro. Esas presuposiciones se basaron, en gran medida, en las inscripciones calendáricas y matemáticas de los mayas que fueron descodificadas antes de la Primera Guerra Mundial, incluida la identificación del concepto de cero, inventado tan solo dos veces en la historia de la humanidad: una en México y otra en la India. Para los principales especialistas, ese uso del cero era prueba suficiente de que las inscripciones mayas tenían por tema el cálculo, y no ricas narraciones históricas y mitológicas, como ahora sabemos. El desciframiento fonético de la escritura jeroglífica maya experimentó un avance espectacular en la década de 1950 gracias a Yuri Knórozov, de la Unión Soviética, pese a la política de la Guerra Fría, que dificultó la recepción de su trabajo. Las investigaciones llevadas a cabo en Estados Unidos, Canadá y México se centraron en los relatos históricos plasmados en monumentos de piedra, con la ayuda de su contexto arqueológico, lo que permitió sacar a la luz decenas de nombres de reyes y reinas mayas en las décadas de 1960 y 1970 (Coe 1992). El análisis de las inscripciones

PREFACIO • vii

En el siglo xvi, los invasores españoles de la región maya eran conscientes de la importancia y el poder de los libros en general, y de los libros sagrados en particular.

Los españoles, si bien se sentían reconfortados por la indiscutible autoridad de la Biblia latina, recelaban del Corán y la Torá, escritos en alfabetos e idiomas que la mayoría no entendía y de los que desconfiaba. Pero incluso la traducción de la Biblia latina a diversas lenguas vernáculas se consideraba peligrosa, pues esas traducciones ofrecían a su público acceso directo y sin intermediarios a lo sagrado, del mismo modo que la propia alfabetización. Dada la enorme difusión de los libros mayas y la evidencia de alfabetización que suponían, no es de extrañar que también se vieran como una amenaza. Todos los libros mesoamericanos, independientemente de su contenido, eran objeto de confiscación y destrucción, especialmente en el Yucatán, donde los frailes españoles investigaban cualquier rumor sobre la existencia de libros mayas y donde la práctica de ese sistema de escritura estaba asimismo prohibida.

viii • MILLER más fluidas presentes en la cerámica maya y en sus murales comenzó algo más tarde, aunque esos medios revelaron unas capacidades mucho mayores de esa escritura y la ambición de sus autores, que van desde textos en primera persona hasta extensos relatos sobrenaturales, incluyendo la vida de deidades individua les. Y la astronomía, identificada por vez primera en el siglo xix, ha recibido una renovada atención en el siglo xxi (Bricker y Bricker 2011). El Códice Maya de México es un excelente ejemplo de la escritura astronómica fundamental que regía la vida y las costumbres de los mayas.

Los siguientes tres capítulos de este volumen resumen los conocimientos adqui ridos en anteriores investigaciones sobre el Códice Maya de México y otros libros mayas, al tiempo que presentan nuevas perspectivas sobre el arte de la escritura y la astronomía en un momento decisivo de la historia de Mesoamérica; ilustran cómo la aplicación de una innovadora ciencia de materiales puede arrojar luz sobre el pasado a través del estudio intensivo de un único objeto; y muestran la importancia crítica de los textos antiguos para los miembros de las comunidades mayas contemporáneas a

A partir de la década de 1930, los arqueólogos comenzaron a plantear la hipótesis de que las acumulaciones de estuco y pintura halladas en una especie de matriz sobre el pecho de un esqueleto (Tozzer 1941, 130), probablemente un miembro de la élite, podrían ser restos de libros mayas, que ahora podemos conjeturar que serían historias o astronomías o relatos religiosos o poesía. A lo largo del siglo xx se descubrieron obras perecederas en cuevas secas de Yucatán, Tabasco y Chiapas, y también en otras regiones de Mesoamérica. Es posible que ciertos objetos rituales, en especial instru mentos musicales, fueran trasladados clandestinamente a esos lugares para su pro tección en tiempos de la invasión española. No obstante, la máscara de madera olmeca del American Museum of Natural History (n.º cat. 30.2/9373), de alrededor del año 500 a. C., y el portador de espejo de madera del Metropolitan Museum of Art (n.º cat. 1979.206.1063), tal vez del 500 d. C. y con evidentes daños por agua, también debieron de ser almacenados en cuevas secas, posiblemente siglos antes de la lle gada de los españoles, lo que demuestra que los pueblos de Mesoamérica sabían de la vulnerabilidad de los materiales perecederos. Si bien el Códice Maya de México pre senta los daños del tiempo, el agua y los insectos, solo podría haber sobrevivido si se hubiera guardado en una cueva seca, cuidadosamente preservado a conciencia por sus guardianes hasta nuestros días.

Sin embargo, ese conocimiento, que escapó a su destrucción por parte de los humanos, bien podría haberse perdido a manos de la naturaleza: el papel, como matriz, siempre ha hecho de la palabra escrita algo vulnerable en todos los sentidos, pero, al inscribirlo con un sistema de escritura fonética, el papel también hizo posible la comunicación a través de largas distancias, lo que significa que un documento podría haber sido sellado por un funcionario y leído en privado por un rey a cientos de kilómetros de distancia. La liviandad del libro también permitía mantener el texto oculto y protegido, lo que sin duda fue el caso del Códice Maya de México.

PREFACIO • ix fin de enmendar la represión y la censura de los últimos quinientos años. Estos estu dios evidencian el potencial de los esfuerzos de colaboración que son científicos, a la par que humanistas. Los lectores de esta obra y los visitantes de la pieza expuesta en el J. Paul Getty Museum tendrán la oportunidad de conocer y reflexionar sobre el extenso corpus perdido de escritura maya que el fragmentario Códice Maya de México representa en la actualidad. Nos complace ser el marco de la primera exposi ción de un libro maya prehispánico en Estados Unidos en el siglo xxi. Bibliografía Bricker, Harvey M., y Victoria R. Bricker. 2011. Astronomy in the Maya Codices, Filadelfia, American Philosophical Society (Memoirs of the American Philosophical Society, 265). Coe, Michael D. 1992. Breaking the Maya Code , Londres, Thames & Hudson. Tozzer, Alfred M. (ed.). 1941. Landa’s «Relación de las Cosas de Yucatan»: A Translation , Cambridge (Massachusetts), Peabody Museum (Papers of the Peabody Museum of Archaeology and Ethnology, 18).

Los antiguos mayas son célebres por haber poseído un profundo conocimiento de la astronomía y del paso del tiempo, algo excepcional entre los pueblos antiguos. Lo que no es tan conocido es por qué les preocupaban los fenómenos celestes y cómo obser vaban, calculaban y transmitían los conocimientos adquiridos de una generación a otra. Lo cierto es que los escribas mayas registraron sus observaciones astronómicas en miles de libros, de los que tan solo unos pocos y preciados ejemplares han llegado hasta nuestros días.

El Códice Maya de México, creado hacia el año 1100 d. C. para predecir los complejos movimientos del planeta Venus, es el más antiguo de los ejem plares que han sobrevivido y contiene un extraordinario registro del conocimiento acumulado y de la práctica de la escritura desarrollada a lo largo de siglos.

Andrew D. Turner

Códice Maya de México

Fabricación de libros, arte de la escritura y astronomía hacia 1100

La cultura maya se desarrolló en Mesoamérica, una región que comprende el cen tro y sur de México, Belice, Guatemala y partes de Honduras y El Salvador, y abarca diversas culturas, tales como la olmeca, la teotihuacana, la zapoteca, la mixteca y la azteca, a lo largo de un período de tres mil años. De la lista de rasgos culturales utili zados para definir Mesoamérica —entre los que se cuentan el cultivo de maíz, el con sumo de cacao y un juego de pelota ritual—, tres están representados en el Códice Maya de México: el desarrollo independiente del papel, los complejos sistemas de escritura y los calendarios rituales. Los mayas ya habían ideado sofisticados medios para obser var el firmamento y registrar sus observaciones en escritura jeroglífica al menos en el año 200 a. C. Basándonos en lo que sabemos por sus monumentos y libros, los mayas poseían los conocimientos de astronomía más avanzados del Nuevo Mundo.

En el período Clásico (aproximadamente del 300 al 900 d. C.), los mayas habitaban casi toda la parte oriental de Mesoamérica. Si bien compartían creencias religiosas, escritura jeroglífica y estilos artísticos, nunca estuvieron unificados políticamente: ciu dades poderosas como Calakmul, Copán, Palenque y Tikal [fig. 1] controlaban otras

Tenochtitlan Huitzilapa Tula 0 200km 0 200 2 • TURNER más pequeñas y mantenían enconadas rivalidades. Los retratos idealizados y las haza ñas de sus divinos gobernantes se plasmaban en pinturas murales y monumentos de piedra, pero en los libros mayas que han sobrevivido, todos los cuales datan de épocas posteriores, los protagonistas son deidades que controlaban diversos aspectos del Fig. 1. Mapa de Mesoamérica que muestra algunos de los principales yacimientos arqueológicos y la región de la que probablemente procede el Códice Maya de México. MÉXICO Océano Pacífico (Ciudad de México) mi

mundo natural. A comienzos del Posclásico Temprano (900-1200 d. C.), las grandes ciudades del período Clásico habían sucumbido o entrado en decadencia, y el poder se trasladó al norte, a Chichén Itzá, la más grande y poderosa ciudad maya de su tiempo, con la que tan solo rivalizaba en escala la ciudad de Tula (Hidalgo), en la parte central de México. Los acontecimientos que condujeron al colapso casi simultáneo de estas dos ciudades se hallan envueltos en un halo de misterio, pero es probable que ese fuera el escenario histórico en el que se creó y utilizó el Códice Maya de México. Lo que sí Códice Maya de México

HONDURAS GUATEMALA EL SALVADOR Ho' (Mérida) ManíCalakmul El Mirador San LorenzoLaVenta Nebaj Tortuguero TikalPalenque CÓDICE MAYA DE MÉXICO • 3

BELICE Golfo de México ChichénAltúnItzáHa XultúnUaxactúnNoj PeténCopán Probable origen del

Pese a las epidemias y las agresivas campañas de conversión religiosa emprendidas bajo dominio colonial español y a la violenta represión y el genocidio de las comunidades mayas alentados por el Estado a lo largo de los últimos doscientos años, los mayas, actualmente representados por seis millones de personas que hablan treinta lenguas mayas distintas, no han dejado de luchar para preservar su autonomía cul tural y sus lazos con el pasado. La evidencia de la cuenta de los días —la observancia de los calendarios sagrados por parte de expertos religiosos— se remonta a las primeras inscripciones glíficas de hace unos dos mil años. Aunque el papel del contador ha cambiado a lo largo del tiempo y varía de un lugar a otro, la cuenta de los días continúa desarrollándose en el corazón de las comunidades mayas modernas. El Códice Maya de México, en su condición tanto de libro mesoamericano más antiguo conservado como de único representante del conocimiento calendárico y astronómico colectivo y de la técnica artística de una época por lo demás poco conocida, constituye un capítulo fundamental de esa historia.

4 • TURNER podemos afirmar con seguridad es que los escribas que lo elaboraron vivían tiempos de precariedad e incertidumbre a medida que los equilibrios de poder comenzaban a cambiar en toda Mesoamérica. El Códice Maya de México, único objeto de su clase de esa época, arroja luz sobre unos acontecimientos poco conocidos y refleja la vitalidad intelectual de los mayas ante las adversidades de la agitación social.

Los cuatros libros mayas que han sobrevivido El Códice Maya de México es el más antiguo de los alrededor de quince libros mesoa mericanos que se conservan creados antes de la llegada de los españoles al continente americano. Los libros mesoamericanos estaban hechos de largas hojas de papel o de piel de animal cubiertas por finas capas de yeso para proporcionar una superficie uni forme sobre la que los escribas pudieran pintar textos e imágenes. En la actualidad, esos libros se denominan «códices», un término proveniente del latín «codex» empleado para describir manuscritos antiguos. A diferencia de los libros europeos, que están unidos a lo largo de uno de sus bordes (encuadernados), los códices mesoamericanos están plegados en zigzag, lo que permite al usuario desplegar el libro para ver dos o más páginas a la vez. Los códices que han sobrevivido del pueblo mixteco de Oaxaca deta llan las historias y genealogías de familias reales y soberanos importantes, tales como la

Justo antes de que los españoles llegaran a Mesoamérica, unos cuatrocientos años más tarde, la región maya se había fragmentado en una serie de pequeños reinos rivales débilmente unidos por frágiles alianzas, y el lejano centro de México se hallaba dominado por el imperio azteca. Mientras que la conquista española del cen tro de México, que dio comienzo en 1519, fue relativamente rápida, la infiltración de los invasores en la región maya fue larga y penosa, pues el último reino maya inde pendiente, Noj Petén (la actual ciudad de Flores, en Guatemala), no cayó hasta 1697.

Por desgracia, las condiciones ambientales de humedad del trópico no fueron la única amenaza para la supervivencia de lo que debieron de ser miles de libros prehispánicos. Cuando los españoles invadieron las Américas, un número incalculable de ejemplares fue confiscado y destruido por los fervientes frailes católicos, empeñados en reprimir el conocimiento indígena y erradicar lo que consideraban idolatría pagana. Los guardianes del conocimiento indígena se vieron obligados a huir y fue ron amenazados, torturados y, en ocasiones, asesinados. Las observaciones astronó micas de los mayas, en cierto sentido más sutiles que las de sus coetáneos europeos, fueron uno de los principales blancos de esa persecución. Las tentativas españolas de llevar a cabo una masiva conversión religiosa de los pueblos nativos del continente americano vinieron determinadas por sus propios esfuerzos para reprimir el isla mismo, el judaísmo y el protestantismo en Europa. En el frágil ámbito de la Europa meridional de la Contrarreforma, las opiniones e ideas que no estaban de acuerdo con las nociones bíblicas de la organización y la creación del universo se percibían como una amenaza. En ese sentido, la destrucción de los libros mayas fue la prolon gación en el Nuevo Mundo de la Inquisición que tachaba de herejía las teorías astro nómicas alternativas de Giordano Bruno, Nicolás Copérnico y Galileo Galilei,

CÓDICE MAYA DE MÉXICO • 5 señora 6 Mono «Quechquémitl de Serpiente» y el señor 8 Venado «Garra de Jaguar».

Los cinco libros conservados que se realizaron en el centro de México tienen un carácter distinto, puesto que se utilizaban para predecir acontecimientos; para diagnosticar y tratar enfermedades; y para determinar asuntos tales como los días más propicios para los viajes y los negocios, la idoneidad de las parejas matrimoniales y qué dioses debían ser venerados en determinados días. Los cuatro códices mayas que han sobre vivido tenían capacidades y usos predictivos similares, pero están más directamente basados en cuidadosas observaciones astronómicas, como el movimiento de los planetas y otros sucesos celestes.

Este conjunto de códices prehispánicos conservados nos ofrece una perspectiva de la complejidad y el uso de los libros sagrados en la antigua Mesoamérica, pero debemos tener en cuenta que no son sino una pequeña muestra de una tradición librera más amplia, y que cada una de las culturas que participaron sin duda produjo multitud de libros que servían a distintos fines.

Aunque el Códice Maya de México es el libro más antiguo producido en el continente americano que aún tiene texto legible e imágenes, hay pruebas que, aunque frag mentarias, demuestran que la producción de libros en Mesoamérica tuvo una historia mucho más larga. Un análisis reciente de una serie de fragmentos de yeso pintado que datan de alrededor del año 500 d. C. y que fueron extraídos de una tumba en la ciudad maya de Uaxactún (Guatemala) reveló que en su día tuvieron una base de papel (Carter y Dobereiner 2016). Se han hallado otros posibles fragmentos de códices en Nebaj (Guatemala) y Altún Ha (Belice); y se conserva otro libro del período Clásico proce dente de una tumba en El Mirador (Chiapas, México) que forma un bloque insepara ble de yeso fundido, donde el papel de cada folio hace ya tiempo que se ha descompuesto (Angulo Villaseñor 1970).

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TURNER avivada aún más por el miedo a unas creencias «paganas» muy extendidas. En un acontecimiento registrado el 12 de julio de 1562, fray Diego de Landa celebró una ceremonia en la que se quemaron públicamente veintisiete libros y miles de «ídolos» en Maní (Yucatán) (Tozzer 1941, 76, 169). Nunca sabremos qué contenían esos libros ni cuántos otros fueron destruidos de forma similar.

La supervivencia de un cuarto códice maya, el único que permanece en su país de origen y el más antiguo por al menos doscientos años, es poco menos que un milagro. A comienzos de la década de 1960, los saqueadores encontraron y se llevaron ilegal mente el Códice Maya de México del lugar en el que había descansado durante cientos de años. Lo ideal habría sido que el libro fuera cuidadosamente extraído por arqueólo gos para poder entender mejor su contexto, pero los saqueadores no dejaron constancia de cómo y dónde fue descubierto. Lo que se conserva son las versiones contradicto rias de Josué Sáenz Treviño, el coleccionista que adquirió el códice. Su versión más plausible es que el libro se encontró, junto con otros objetos, en una cueva seca del norte de Chiapas o Tabasco (México), en algún lugar cercano a los yacimientos mayas clásicos de Palenque y Tortuguero (Carlson 2012-2013, 6-7). Uno de los objetos que supuestamente se encontraron en la cueva con el Códice Maya de México es una cajita de madera tallada que ahora se halla en la Colección Jay I. Kislak de la United States Library of Congress [fig. 2]. La caja tiene inscrita la fecha del 681 d. C. y afirma que su propietario era Aj K’ax B’ahlam, un noble de Tortuguero. Si bien esta pieza es mucho

Pese a la inimaginable pérdida de conocimientos por la destrucción de los libros mayas, tres códices de esta cultura sobrevivieron a las llamas de la extirpación reli giosa, y todos fueron realizados en el siglo anterior a la llegada de los españoles. No está claro cómo los libros fueron a parar a colecciones europeas, pero todos llevan el nombre de la ciudad en la que se conservan actualmente: Dresde, Madrid y París. Ya en el siglo xix, tras el declive del imperio español, el miedo a la idolatría pagana había dado paso a la curiosidad por los pueblos que habitaban el continente americano antes de la llegada de los europeos. Los estudios de estos tres libros mayas constitu yen la base del moderno conocimiento académico de la religión, la escritura, las matemáticas y la astronomía de los antiguos mayas. Ernst Förstemann, bibliotecario jefe de la biblioteca que guardaba el Códice de Dresde (hoy en día Sächsische Landesbibliothek – Staats- und Universitätsbibliothek), descubrió que en sus hojas se estu diaban los movimientos cíclicos de Venus y otros fenómenos astronómicos, y utilizó el códice para desentrañar los fundamentos del sistema calendárico y las matemáti cas mayas (Coe 1992, 107-109). Por aquella misma época, Paul Schellhas (1904), otro estudioso alemán, utilizó el Códice de Dresde para identificar las principales deida des de los mayas en el período Posclásico Tardío (1200-1521 d. C.). Y, durante la década de 1950, el erudito ruso Yuri Knórozov hizo los primeros avances significati vos en la traducción de la escritura jeroglífica maya utilizando facsímiles de códices, lo cual puso en marcha un esfuerzo internacional continuado para tratar de leer y comprender las complejidades de la escritura maya (Coe 1992, 145-166).

CÓDICE MAYA DE MÉXICO más antigua que el Códice Maya de México, su inscripción la sitúa en la misma zona general descrita por Sáenz Treviño y podría haberse guardado como una reliquia fami liar durante varias generaciones antes de ser depositada en la cueva cerca del libro y otros objetos. Además, una cueva seca es quizás el único lugar que podría haber man tenido el libro y los objetos de madera encontrados con él relativamente a salvo de las típicas amenazas para su conservación, como la humedad, las plagas, los ácidos orgá nicos y las raíces. Pese a la ausencia de información fiable sobre el contexto en el que se encontró, hay mucho que decir sobre la factura y el uso del Códice Maya de México, así como sobre sus usuarios, a través de un detallado análisis del objeto en sí y de su cotejo con lo que se sabe sobre la fabricación de libros, la práctica y el conocimiento de la escritura entre los mayas y otras culturas de Mesoamérica. La elaboración de un libro sagrado La fabricación de libros en Mesoamérica era un proceso complejo que empleaba técni cas desarrolladas a lo largo de cientos de años y diversos materiales, muchos de ellos llenos de significado. Mientras que los libros que se conservan de Oaxaca y la zona central de México utilizan pieles de animales como base, el Códice Maya de México está hecho con largas hojas de papel de corteza, comúnmente conocido como «amate», basado en el término náhuatl para papel, «amatl». Las fibras de varias plantas podían Fig. 2. Caja de Tortuguero de Aj K’ax B’ahlam. México, maya, período Clásico Tardío, 681 d. C., madera, 15,3 × 3,5 × 4,4 cm. Washington, D. C., Library of Congress, Jay I. Kislak Collection.

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La investigación arqueológica del Códice Maya de México Figs. 1-9. Cortesía de Gerardo Gutiérrez. Reproducción autorizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia. Fig. 10, tabla 1. Cortesía de Gerardo Gutiérrez.

El Códice maya de México se reproduce en las siguientes páginas: pp. ii, x, 36, 60; Turner, «Códice Maya de México», figs. 4, 11, 18; Kantún Rivera, «Una historia recuperada», fig. 1; Turner, «Lectura del Códice Maya de México», pp. 68–79; y «Reproducción del Códice Maya de México», desplegable. Fotos de Enrique Ferrolli. Reproducción autorizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia por tratarse de bienes de la Nación Mexicana. Códice Maya de México Fig. 1. Mapa de Anandaroop Roy. Fig. 2. Rare Book and Special Collections Division, Library of Congress. Figs. 3, 13, 15. Cortesía de Andrew D. Turner. Fig. 5. Cortesía de Jorge Pérez de Lara. Fig. 6. Dibujos de Andrew D. Turner: (izquierda) según Stone y Zender 2011, 111; (derecha) según foto K772 de Justin Kerr. Fig. 7. Dibujos de Andrew D. Turner: (izquierda) según foto K1185 de Justin Kerr; (derecha) según foto K511 de Justin Kerr. Fig. 9. Dibujo de Andrew D. Turner, según Trik 1963, fig. 10. Fig. 10. Dibujos de Andrew D. Turner; los glifos de los veinte días según Morley 1915, fig. 17. Fig. 12. Diagramas de Gary Hespenheide según dibujos de Andrew D. Turner. Fig. 14a. © Alma Mater Studiorum Università di Bologna–Biblioteca Universitaria di Bologna. Único uso permitido. Fig. 14b. The Picture Art Collection / Alamy Stock Fig.Photo.16. Image © Biblioteca Apostolica Vaticana.

82 • Créditos de las ilustraciones Las siguientes fuentes han dado su permiso para reproducir ilustraciones en el presente volumen.

Nota: los números de página en cursiva se refieren a las figuras. Los seguidos de n se refieren a notas, con número de nota.

• 83 Índice

Aj K’ax B’ahlam, 6, 7 alfabetización en el mundo maya, vi Altún Ha, 3, 5 artistas y escribas mayas ausencia de distinción entre, 12, colaboración12 entre diferentes disciplinas, 14 número de ellos en el siglo viii, vi Véase también escribas astronomía en la cultura maya aspectos desconocidos, 1 como esfuerzo para ver el orden en el universo, 32 como fruto de observaciones a través de generaciones, 23, 32 historia, seguimiento20 de los movimientos planetarios, 20, 22 sofisticación, 1 superciclo (huehuetiliztli) de 104 años, 26 técnicas para el seguimiento de los fenómenos celestes, 20 como tema de los códices, 5 Véase también Venus autenticidad del Códice Maya de México diferencias del calendario de Venus vs. otros códices, 41 escepticismo acerca de, 37, 38, 41, 42, 45, 46 iconografía y estilo, 42 sistema numérico, 41, 42 validez del calendario de Venus, 38, 38 Véase también estudio científico del Códice Maya de México Auto de Fe de Maní (1562), 6, 61 azteca,angustiaculturaexistencial al final de un ciclo de 52 años, 19 avatares de Venus, 27 dioses de la muerte, 75 Fuego Nuevo, ceremonia, 19 imperio, 1, 4 mujeres escriba, 14 superciclo (huehuetiliztli) de 104 años, 26 traje de los guerreros de la Orden del Águila, 77 valor del papel, 9 xihuitzolli, diadema de turquesa que lucían los reyes, 72 Bernal, Ignacio, 39 Bonampak, murales, 9 Brasseur de Charles-Étienne,Bourbourg,37 el Brillante (k’uh), 76 Calakmul, 1, 3, 11 murales, calendarios9mesoamericanos,17-19calendariode260días (tzolk’in, cholq’ij), 17, 18, 18-19, 23-26, 42, 68, 71 calendario de 260 días, uso continuo, 65 calendario de 365 días, 17, 18, 26 ciclo de 52 años en los calendarios de 260 y 365 días, existencialangustiaalfinalizar, 19 enlaces cíclicos con la órbita de Venus, 22-27 superciclo (huehuetiliztli) de 104 años, 26 Carlson, John, 56, 79 Casa de los Bacabes (Copán), 15 cerámicaimágenesmayadeescribas, 12-14, 12, 13 imágenes de estilo códice 11, 11, técnicas12 de decoración, 11 Chalchiuhtlicue, 79 Chichén Itzá, 3 estilo asociado con, 16 historia, 3, iconografía,65en el Códice Maya de México, 76, 77 influencia estilística en el Códice Maya de México, 32, 33, 55 murales, Tlahuizcalpantecuhtli9 en el arte, 71, 75 ciempiés, como sobrenaturales,conductos15, 15, 16 Cintéotl, 73 Códice Azoyú 2, pigmentos usados, 52, 53, 54 Códice Borgia calendario de Venus, 24 Chalchiuhtlicue, 79 fases de Venus, 29, 29, 30 iconografía de Venus, 41 tablas de Venus, vs. Códice Maya de México, Tlahuizcalpantecuhtli,41 29, 30, 29, 71, 72, 79 Códice Colombino, pigmentos, análisis de, 53, 54 Códice Cospi calendario de Venus, 24 Chalchiuhtlicue, 79 iconografía de Venus, 41 tablas de Venus, vs. Códice Maya de México, Tlahuizcalpantecuhtli,41 28, 72, 79 Códice Cuaxicala papel, análisis de, 49 pigmentos, análisis de, 53, 54 Códice de Dresde acerca de los ciclos de Venus, 24, 29, 30, 30 denominación, vi, 6, 63 dios de Venus perforando una bestia acuática, 79 estudio de, 6

3, 6 caja de Aj K’ax B’ahlam (681 d. C.), 6, 7, 33, 56 Tratado de Cooperación entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América sobre bienes culturales (1971), 38 Tro y Ortolano, Juan de, 37 Tula, 2, 28, 67n19 estilo artístico asociado con, historia,163, iconografía65de, en el Códice Maya de México, 76, 77 influencia estilística en el Códice Maya de México, 32, 55, 71 Uaxactún, 3, 5 Venus aparición como Lucero Matutino y Lucero Vespertino, 22, 24–25 importancia en la mesoamericana,cultura22 Véase también deidades asociadas con Venus

86 • ÍNDICE Olmeca, cultura escondites en cuevas, viii fabricación del papel, 8, 9 y Mesoamérica, 1 Palenque, 1, 3, 6, 14, 39, 56 glifos, 14, 64 papel mesoamericano (amate) elevado valor, 9 uso ritual, 9 papelmaterialesinvenciónhistoria,fabricaciónmesoamericano,8,9ydesarrolloindependiente,1,8yprocesos, 7, 8, 8 Paz Joj, Walter, 64 pigmento azul maya en el Códice Maya de México, 45, 46, 79 alto coste, 16 análisis de, 42-44, 45, 53-55, 54 autenticidad confirmada, 45, componentes,55 16 período de uso, 42, 47 como sello indiscutible de autenticidad, 45-47 Proskouriakoff, Tatiana, 43 Q’aq’awitz Xoyón, Igor, 64 Quetzalcóatl, 72 religiones mesoamericanas papel de los humanos en el mantenimiento del equilibrio cósmico, 19 Véase también deidades asociadas con Venus Ruvalcaba Sil, José Luis, 47, 50 Sáenz Treviño, Josué adquisición del Códice, 37 entrega del Códice al Gobierno mexicano, 39 intervención para la preservación del Códice Maya de México, 52 préstamo del Códice a una exposición en Estados Unidos (1971), como posible intento de eludir las leyes de propiedad cultural, 38, 39 problemas legales a causa del Códice, 39 relatos del descubrimiento del Códice, 6, 39, 56 Sahagún, Bernardino de, 52 Sak Chuwen, 64, 67n12 San Bartolo, murales, 9 San Lorenzo, 3, 9 Schellhas, Paul, 6 Tenochtitlan, 2, 19 teotihuacana, cultura, 1 Thompson, J. Eric S., 41-43, 45-47, 55 Tikal, 1, 3, 14, Tlahuizcalpantecuhtli15asociaciónconVenus, 27, 29, 30, 32 en el arte de Chichén Itzá, 71 en el Códice Borgia, 28, 29, 29, 71, 72, 79 en el Códice Cospi, 28, 72, 79 en el Códice Maya de México, 31, 32, 71, 72, 75, 79 en el Códice TellerianoRemensis, 28 en el Códice Vaticano B, 72, 79 en la iconografía azteca, 75 en la iconografía tolteca, 75 relatos tradicionales, 27, 28 Tolteca, cultura y Códice Maya de México, 32, 71, 72, 73, 75, 76, 77 dioses de la muerte, 75 leyenda de Quetzalcóatl,Topiltzin28,29 xihuitzolli, diadema de turquesa que lucían los reyes, 72 Topiltzin Tortuguero,(K’uk’ulkan),Quetzalcóatl28

Venus, fases, en el Códice Maya de México, 39, 40, 41 apariciones del Lucero Matutino, 22, 23, 24, 25, 27, 29, 39, 40, 71, 72, 73, 76, 77 apariciones del Lucero Vespertino, 22, 23, 25, 27, 31, 32, 40, 41, 71, 75, 79 avatares de Venus, 41 cada folio como inicio de una de las cuatro fases de la órbita, calamidades26 asociadas con fases específicas de la órbita, 30, 31, 32, 41, 72, 73, 75-79 cálculo de las fases en el Códice vs. valores reales, 22-25; razones para la discrepancia, 23, 26 cobertura de un período de 104 años («superciclo»), vi, 14, 25, 27, 32, 38, 68 correspondencia con las tablas de otros códices, 38, 41 como evidencia de autenticidad, 38, 38 números anillo mostrando los días hasta el siguiente ciclo, 24, 26, 27, 27, 42, 68, 70-79 patrón básico de cada página, resúmenes68 de cada folio, 70-79 serie de fechas en cada folio, 26 sistema de seguimiento y predicción, 22-24, 24–25 Venus, fases, en la cultura maya calamidades asociadas, 29, 29, 30, 31, complejidad32 de su iconografía y asociaciones, 41 enlaces cíclicos con otros mesoamericanos,calendarios 24-26 otros códices basados en las fases, reconocimiento24-25 del Lucero Matutino y el Lucero Vespertino como Venus, 22, 24-25 términos asociados, 41 uso para vasoastrológicas,predicciones32deestilocódice(650-750d.C.),11,11 xihuitzolli, diadema, 72 Xiuhtecuhtli, asociación con Venus, 30, 31, 76 Xultún, 3 murales, 27 zapoteca, cultura, 1, 17

Venus, fases, en el Códice Maya de México, 39, 40, 41 apariciones del Lucero Matutino, 22, 23, 24, 25, 27, 29, 39, 40, 71, 72, 73, 76, 77 apariciones del Lucero Vespertino, 22, 23, 25, 27, 31, 32, 40, 41, 71, 75, 79 avatares de Venus, 41 cada folio como inicio de una de las cuatro fases de la órbita, calamidades26 asociadas con fases específicas de la órbita, 30, 31, 32, 41, 72, 73, 75-79 cálculo de las fases en el Códice vs. valores reales, 22-25; razones para la discrepancia, 23, 26 cobertura de un período de 104 años («superciclo»), vi, 14, 25, 27, 32, 38, 68 correspondencia con las tablas de otros códices, 38, 41 como evidencia de autenticidad, 38, 38 números anillo mostrando los días hasta el siguiente ciclo, 24, 26, 27, 27, 42, 68, 70-79 patrón básico de cada página, resúmenes68 de cada folio, 70-79 serie de fechas en cada folio, 26 sistema de seguimiento y predicción, 22-24, 24–25 Venus, fases, en la cultura maya calamidades asociadas, 29, 29, 30, 31, complejidad32 de su iconografía y asociaciones, 41 enlaces cíclicos con otros mesoamericanos,calendarios 24-26 otros códices basados en las fases, reconocimiento24-25 del Lucero Matutino y el Lucero Vespertino como Venus, 22, 24-25 términos asociados, 41 uso para vasoastrológicas,predicciones32deestilocódice(650-750d.C.),11,11 xihuitzolli, diadema, 72 Xiuhtecuhtli, asociación con Venus, 30, 31, 76 Xultún, 3 murales, 27 zapoteca, cultura, 1, 17

86 • ÍNDICE Olmeca, cultura escondites en cuevas, viii fabricación del papel, 8, 9 y Mesoamérica, 1 Palenque, 1, 3, 6, 14, 39, 56 glifos, 14, 64 papel mesoamericano (amate) elevado valor, 9 uso ritual, 9 papelmaterialesinvenciónhistoria,fabricaciónmesoamericano,8,9ydesarrolloindependiente,1,8yprocesos, 7, 8, 8 Paz Joj, Walter, 64 pigmento azul maya en el Códice Maya de México, 45, 46, 79 alto coste, 16 análisis de, 42-44, 45, 53-55, 54 autenticidad confirmada, 45, componentes,55 16 período de uso, 42, 47 como sello indiscutible de autenticidad, 45-47 Proskouriakoff, Tatiana, 43 Q’aq’awitz Xoyón, Igor, 64 Quetzalcóatl, 72 religiones mesoamericanas papel de los humanos en el mantenimiento del equilibrio cósmico, 19 Véase también deidades asociadas con Venus Ruvalcaba Sil, José Luis, 47, 50 Sáenz Treviño, Josué adquisición del Códice, 37 entrega del Códice al Gobierno mexicano, 39 intervención para la preservación del Códice Maya de México, 52 préstamo del Códice a una exposición en Estados Unidos (1971), como posible intento de eludir las leyes de propiedad cultural, 38, 39 problemas legales a causa del Códice, 39 relatos del descubrimiento del Códice, 6, 39, 56 Sahagún, Bernardino de, 52 Sak Chuwen, 64, 67n12 San Bartolo, murales, 9 San Lorenzo, 3, 9 Schellhas, Paul, 6 Tenochtitlan, 2, 19 teotihuacana, cultura, 1 Thompson, J. Eric S., 41-43, 45-47, 55 Tikal, 1, 3, 14, Tlahuizcalpantecuhtli15asociaciónconVenus, 27, 29, 30, 32 en el arte de Chichén Itzá, 71 en el Códice Borgia, 28, 29, 29, 71, 72, 79 en el Códice Cospi, 28, 72, 79 en el Códice Maya de México, 31, 32, 71, 72, 75, 79 en el Códice TellerianoRemensis, 28 en el Códice Vaticano B, 72, 79 en la iconografía azteca, 75 en la iconografía tolteca, 75 relatos tradicionales, 27, 28 Tolteca, cultura y Códice Maya de México, 32, 71, 72, 73, 75, 76, 77 dioses de la muerte, 75 leyenda de Quetzalcóatl,Topiltzin28,29 xihuitzolli, diadema de turquesa que lucían los reyes, 72 Topiltzin Tortuguero,(K’uk’ulkan),Quetzalcóatl28

3, 6 caja de Aj K’ax B’ahlam (681 d. C.), 6, 7, 33, 56 Tratado de Cooperación entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América sobre bienes culturales (1971), 38 Tro y Ortolano, Juan de, 37 Tula, 2, 28, 67n19 estilo artístico asociado con, historia,163, iconografía65de, en el Códice Maya de México, 76, 77 influencia estilística en el Códice Maya de México, 32, 55, 71 Uaxactún, 3, 5 Venus aparición como Lucero Matutino y Lucero Vespertino, 22, 24–25 importancia en la mesoamericana,cultura22 Véase también deidades asociadas con Venus

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