A Sophie Sabbage le diagnosticaron un cáncer de pulmón en el último estadio en octubre de 2014. Tenía entonces 48 años, estaba felizmente casada y tenía una hija de 4 años. Desde ese día, se ha embarcado en un extraordinario viaje de curación y de transformación que ha reorientado su vocación y cambiado su vida radicalmente. A partir de su propia experiencia, cuenta la extraordinaria relación que ha desarrollado con su cáncer y los métodos que ha utilizado para manejar la avalancha de emociones que trajo consigo el diagnóstico: miedo, ira, negación y dolor. En vez de declararle la guerra, Sophie ha elegido escucharlo y aprender de él para poder escoger una respuesta propia ante la amenaza que supone.