Inteligencia artificial y pensamiento crítico, ¿cómo no fracasar en el intento?
KARLA RUIZ, P. 3
DIRECCIÓN
Arturo López Juan Director General jlopez@elvigia.net
Enhoc Santoyo Cid Director de Información esantoyo@elvigia.net
Gerardo Sánchez García Director Editorial gsanchez@elvigia.net
Hugo Toscano Coordinador Editorial htoscano@elvigia.net
Gerardo Ortega Editor gortega@elvigia.net
Johana Ochoa Oficina de la Dirección General
PUBLICIDAD
Socorro Encarnación Osuna Coordinadora de Publicidad sencarnacion@elvigia.net
Patricia Ibarra Mena Ejecutiva de Cuentas pibarra@elvigia.net
Rodrigo Olachea García Diseñador Editorial
California Estrada Sánchez Diseñadora Publicitaria
EL VIGÍA DIGITAL
Joatam de Basabe Coordinador editorial El Vigía Digital
Sandra Ibarra Coordinadora El Vigía Digital sibarra@elvigia.net
Digita Media BC, S.C. de R.L. de C.V. Calle Ambar No. 984, Fracc.Mediterráneo C.P. 22818, Ensenada, B.C. Tel: (646) 120.55.57 Ext. 1021
DEL DIRECTOR:
Cada 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos, México se suma al recordatorio global de que la dignidad y la libertad empiezan por garantizar las condiciones mínimas de justicia para todas las personas. Sin embargo, en el terreno digital —ese que hoy determina buena parte de la vida escolar, laboral y social— seguimos avanzando sin brújula. Las aulas mexicanas son un ejemplo claro: incorporaron tecnología con rapidez, pero sin las reglas necesarias para proteger a quienes deberían ser el centro del proceso educativo.
La escena de Diego, el estudiante que activa cámara, micrófono y hasta su historial de navegación para presentar un examen, resume una contradicción profunda: hemos normalizado prácticas de vigilancia que hace apenas diez años habrían parecido excesivas. Y lo más inquietante es que quienes están sometidos a estos sistemas —niños, adolescentes, docentes— no saben con claridad qué se hace con sus datos, ni cuánto tiempo serán almacenados, ni quién puede acceder a ellos.
México vive hoy una digitalización educativa acelerada, pero sin un marco ético y legal acorde. Plataformas que predicen el desempeño académico, software que analiza emociones, sistemas que evalúan textos o vigilan exámenes en tiempo real, se han integrado a la vida escolar sin transparencia ni supervisión independiente. Lo tecnológico avanza con eficacia; lo normativo, con lentitud.
El resultado es una vulnerabilidad silenciosa: estudiantes que entregan información personal en cantidades inéditas, docentes sometidos a algoritmos que no comprenden y familias que deben aceptar términos extensos para que sus hijos puedan cumplir con tareas básicas. La Ley
Federal de Protección de Datos Personales ofrece un marco general, pero no es suficiente para regular el uso actual de inteligencia artificial educativa, reconocimiento facial, predicciones algorítmicas o bancos masivos de datos de menores de edad. En países europeos, la discusión ética y legislativa avanza desde hace años. Aquí, la conversación apenas comienza. Y mientras tanto, la vigilancia escolar se normaliza: cámaras que miden emociones, capturas de pantalla aleatorias, plataformas que detectan “comportamientos atípicos”. Se promete seguridad y eficiencia, pero se ignora el impacto psicológico, el riesgo de sesgos y la ausencia de mecanismos para corregir errores. Cuando un algoritmo se equivoca, la responsabilidad se diluye: ¿fue el sistema? ¿fue el proveedor? ¿fue el usuario? Lo que está en juego no es menor. Hablamos del derecho de estudiantes y docentes a una educación que respete su integridad, su privacidad y su autonomía. Hablamos de garantizar que la tecnología sea una herramienta y no un mecanismo de control.
Por eso, en este Día de los Derechos Humanos, la pregunta es inevitable: ¿qué hace falta para asegurar que la educación digital en México no vulnere aquello que debería proteger? Transparencia algorítmica, consentimiento informado, auditorías independientes, alfabetización digital y una supervisión capaz de enfrentar a las grandes plataformas tecnológicas. Mientras esas condiciones no existan, millones de jóvenes seguirán rindiendo exámenes bajo la mirada invisible de sistemas que nadie vigila. Y la promesa de un futuro educativo más justo seguirá dependiendo, no de la tecnología, sino de la voluntad colectiva de poner a las personas en el centro.
INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y PENSAMIENTO CRÍTICO, ¿CÓMO NO FRACASAR EN EL INTENTO?
Sociedad y Tecnología
En 2025 es difícil encontrar a alguien que no haya escuchado hablar de la Inteligencia Artificial. Para algunos es una herramienta cotidiana o por lo menos han experimentado el uso de aplicaciones como ChatGPT o Gemini (incluso desde su celular en Whatsapp); para otros, un ruido de fondo que despierta más miedo, apatía, preguntas éticas que curiosidad. Precisamente por eso, quizá no necesitamos otro sermón sobre “cómo usar bien la IA”, sino preguntarnos algo más incómodo: ¿qué tipo de personas estamos siendo en medio de este cambio? Y, sobre todo, ¿cómo desarrollar pensamiento crítico sin fracasar en el intento?
Como muchos habituados al uso de redes sociales, sabemos que Rosalía acaba de lanzar LUX, un álbum que funciona casi como un manifiesto estético: cuatro movimientos, orquesta sinfónica, referencias religiosas y filosóficas, letras en varios idiomas, una mezcla arriesgada de pop, ópera y tradición clásica. No es un producto pensado para escucharse distraídamente mientras se revisa el correo: exige tiempo, atención y cierta disposición a la extrañeza; idealmente. Es cultura que no se deja consumir en automático.
Al mismo tiempo, en la moda se instala con fuerza la idea del lujo silencioso: prendas sobrias, colores neutros, telas de alta calidad, logotipos casi invisibles. Se celebra una elegancia discreta que, como han señalado algunas críticas, viene de la mano de un conservadurismo en ascenso, donde las élites vuelven a códigos estéticos muy seguros y reconocibles. El lujo habla bajito, pero dice mucho: orden, tradición, cierta nostalgia por jerarquías claras, ¿aca-
vez de saltar de canción en canción, leer una nota hasta el final antes de comentar el titular, seguir cuentas que recomiendan cine de otros países, editoriales independientes, voces que no se parecen a las nuestras. Los algoritmos aprenden de nuestros clics; cada vez que elegimos algo que no encaja del todo con lo que “ya nos gusta”, abrimos una pequeña grieta en la burbuja.
También ayuda cambiar el uso que hacemos de las propias tecnologías. En vez de preguntar “¿qué hay de nuevo?” y quedarnos con la primera página de resultados, podemos usar buscadores y plataformas como si fueran archivos: buscar por año, por país, por autor; rastrear debates pasados; recuperar artículos de hace cinco o diez años para contrastarlos con lo que se dice hoy; investigar, le llaman. Así, internet deja de ser solo una cinta transportadora de novedades y se convierte de nuevo en un espacio para la memoria y la comparación.
da libertad que no supimos manejar?
Entre LUX y el lujo silencioso se dibuja una tensión que también atraviesa nuestro vínculo con el mundo digital: ¿vamos hacia una cultura que se atreve a experimentar con lenguajes, géneros y formas de pensar, o hacia otra que prefiere refugiarse en lo conocido, aunque venga envuelto en dispositivos de última generación?
La pregunta entonces cambia: no solo cómo pensar críticamente sobre la IA, sino cómo encontrar otros temas en una internet llena de algoritmos que nos empujan siempre a lo mismo. ¿Qué pasa con la música que no entra a las playlists oficiales, con los libros fuera de los rankings, con las noticias que no se vuelven virales?
Una primera respuesta tiene que ver con recuperar el gesto más básico del pensamiento crítico: decidir activamente adónde mirar. En lugar de aceptar el menú que nos sirve el algoritmo en el inicio de cada aplicación, podemos buscar por nuestra cuenta: explorar medios locales, revistas pequeñas, artistas que nos recomienda una amiga en vez de una plataforma, podcasts sin patrocinadores gigantes. Es un cambio sutil, pero profundo: pasamos de ser alimentados por la máquina a servirnos nosotros mismos.
Otra estrategia es practicar una especie de desobediencia algorítmica: escuchar un disco completo en
Lo cual, claramente, implicaría una serie de sesgos y un esbozo social muy igual, es decir, ChatGPT nos regresa la información generalizable, en consenso, lo que nos lleva —quizá— a “no salirnos de la caja”. Aquí conviene hacer una pausa y mirar de frente el papel de los algoritmos. No es casualidad que todos sepamos quién es Rosalía y su nuevo hito con el álbum LUX. No es solo mérito del talento —que sin duda lo hay—, sino de una maquinaria entera de plataformas que decide qué se vuelve tendencia, qué se nos muestra primero, qué se repite hasta que sentimos que “todo el mundo” está hablando de lo mismo. Internet ya nocaparate donde nuestra atención es el producto.
Por último, está algo que no depende de ninguna plataforma: conversar fuera de la pantalla. Preguntar a otras personas qué están leyendo, escuchando, viendo. Prestar libros, compartir discos, discutir una película sin abrir X o TikTok para ver “qué opina la gente”. El pensamiento crítico se alimenta de fricciones, de desacuerdos, de tiempos muertos; y eso es justo lo que las lógicas de la inmediatez nos están robando.
¿Hacia dónde vamos? Eso dependerá menos de la próxima actualización tecnológica que de nuestra disposición a nadar un poco contra corriente. Tal vez la brújula esté, otra vez, en esa mezcla que propone LUX: mirar sin miedo a la tradición, pero atravesarla con lenguajes nuevos; usar las herramientas disponibles, pero sin renunciar a la curiosidad propia. En una época en la que los algoritmos se encargan de afinarnos el gusto, el gesto verdaderamente radical es éste: elegir, a conciencia, qué queremos pensar, leer y sentir, incluso cuando no aparece en la primera pantalla.
* Docente de la Fhycs, Campus Tijuana, UABC ruiz.karla32@uabc.edu.mx
Karla Ruiz*
Pegado a la Butaca
Película estadouniden se de Eva Victor con Eva Victor, Naomi Ac kie, Louis Cancelmi, Kelly McCormack, Lucas Hedges, John Carroll Lynch (2025). Lo siento, cariño, la sólida y perceptiva ópera prima de le directore Eva Victor, es una película que gira alrededor de una violación, pero es también una película sobre la dificultad de hacerle sentido a una expe riencia como ésta, comunicar la y encontrar comprensión en los demás. Este enfoque expli ca una narrativa más o menos revuelta, que nos reta al mo mento de conectar los eventos que ocurren en ella. Al inicio, Agnes (Victor) está emociona da por la visita de Lydie (Nao mi Ackie), su mejor amiga. Agnes acaba de conseguir un empleo de tiempo completo como maestra en la universi dad donde ambas estudiaron, el fruto ansiado de años de trabajo. Lydie se acaba de casar con otra mujer y está embarazada. Pero la felicidad de su reencuentro se ve opacada por la sombra de eventos pasados. Durante una reunión de compañeros de posgrado, la mera mención del nombre de su asesor de tesis basta para inquietar a Agnes. Lydie responde poniendo su mano en el regazo de ella, una señal de apoyo y compañía frente a un dolor que sería demasiado incómodo, complicado y, en ese momento, inútil compartir. La trama salta entre varios años, aunque estos no están marcados numéricamente sino con nombres que aluden a eventos significativos, lo que por supuesto dificulta un poco ponerlos en orden. En su tiempo como estudiantes, el profesor Preston Decker (Louis Cancelmi) guía
LO SIENTO, CARIÑO
a ambas en sus respectivos proyectos de titulación, pero desarrolla un claro favoritismo por Agnes que es en cierto nivel correspondido. Algo que dificulta entender los casos de violación, tanto para las mismas víctimas como para las personas a su alrededor, son esas cosas que pudieran percibirse como áreas grises en la relación con el perpetrador. Agnes y Decker tienen un intercambio amigable en el contexto de la escuela. Previo a cualquier avance de él, Agnes habla sobre Decker dejando ver cierta atracción y entreteniendo la posibilidad de una relación consensuada.
Pero saliendo una noche de la casa de Decker, quien la había invitado con el pretexto de revisar su tesis, Agnes relata una detallada y perturbadora historia con una conclusión inescapable: él la violó. El acto
en sí no lo vemos, aunque esto no debe tomarse como señal de que debemos desconfiar de las palabras de Agnes sino como un adelanto de las ambigüedades y dudas que ella experimentará más adelante. Cuando le piden detalles sobre lo que sucedió, Agnes duda de describir a Decker como su atacante. Tiempo después, convocada para servir como jurado en un caso diferente, también se niega a decir que fue víctima de un crimen –queda implícito que Agnes no denunció; en uno de los precisos toques de comedia de la película, ella termina diciendo que la ley no tiene sentido, momento que es seguido por la reacción sorprendida del juez.
Agnes es revictimizada en interacciones posteriores. El doctor que la entrevista en el hospital la obliga a revivir el
evento con preguntas de rigidez y frialdad burocrática. Las funcionarias de recursos humanos que tratan su caso dentro de la universidad la convocan solo para decirle que no pueden hacer nada en realidad; cuando insisten que ellas mismas son mujeres, no es para mostrar empatía o sugerir que ellas pudieron sufrir algo parecido, sino para que Agnes no cuestione su criterio y autoridad. Personas como ellos, en teoría, quieren ayudar. Pero el tono y las palabras que, quizá inconscientemente, usan para expresarse, solo añade a la alienación de Agnes. Su soledad es palpable. Pero, a manera de contraste, la película también nos muestra pruebas indiscutibles de bondad y empatía. Algunas vienen de sus personajes masculinos. Lucas Hedges
interpreta a Gavin, un vecino medio atolondrado pero de buenas intenciones con quien Agnes empieza una relación romántica. John Carroll Lynch tiene un breve pero importante papel como el dueño de una tienda de sándwiches que la descubre en pleno ataque de pánico y la tranquiliza con ejercicios de respiración profunda, una comida y un oído comprensivo. La mayor empatía, sin embargo, es la que Agnes encuentra en Lydie. Cuando Agnes dice que pensó en quemar la oficina de Decker en un acto de venganza, Lydie se ofrece a hacerlo ella misma; su tono serio nos dice que ella es definitivamente capaz de hacerlo. Su acompañamiento y conversaciones, no obstante, terminan siendo un apoyo mayor que cualquier intento de voltear la violencia hacia su agresor.
Alberto Villaescusa Rico
Las relaciones que Agnes forma con cada uno de ellos no son realmente subtramas, pues ninguna de ellas está definida por un punto u objetivo claros– otra relación importante: la que desarrolla con un gato que encuentra en la calle y decide adoptar bajo el nombre de Olga. Pero una unidad igualmente emerge. Son relevantes para la película porque son importantes para Agnes. En sus intentos por comportarse como amiga, pareja, cuidadora, profesora o meramente como adulta funcional, estamos atentos a sutiles repercusiones de lo que ella sufrió; el efecto que una ruptura traumática de la intimidad y la integridad física puede tener al momento de relacionarse con otros – una sutileza similar opera en su tratamiento del género: una escena en la que Agnes dibuja un círculo entre los espacios de masculino y femenino en un formulario sugiere la posibilidad de que Agnes, como Victor en la vida real, es de género no binario. Dados los detalles superficiales de su historia, es tentador comparar a Lo siento, cariño con Cacería de brujas de Luca Guadagnino, otra película reciente que igualmente trata de una estudiante universitaria que es abusada por su profesor. De las dos, Lo siento, cariño me parece la película más humana, más preocupada con el pensar y sentir de la víctima, pero hay un aspecto en donde la de Guadagnino resulta una experiencia más rica. En aquella, las claustrofóbicas miradas a los rostros o los cortes a sus manos hablaban de un uso consciente del lenguaje cinematográfico para insertarnos en la experiencia de sus personajes. Lo siento, cariño tiene un par de momentos así, uno cerca del otro. Imágenes de la casa de Decker la tarde de la violación y de Agnes manejando de regreso se sostienen por tanto tiempo que comunican una insoportable incomodidad y tensión. En otros momentos, la realización se siente meramente convencional. No entorpece la historia, pero tampoco añade mucho. La primera vez que Agnes relata su experiencia es en un apretado primer plano de su rostro, pero el impacto se diluye en parte porque se parece tanto a los demás planos de la película. A nivel dramático, Lo siento, cariño entiende cómo la experiencia de su protagonista fragmenta y complica la realidad y el sentido. A nivel visual, no tiene la misma genialidad. Éste no es un problema exclusivo a la película, sino uno que se extiende a la mayoría de las películas de Hollywood y el entorno independiente que lo rodea. Pero su ambición temática la hace una limitación más saliente. Los sentimientos y temas de Lo siento, cariño son radicales y atrevidos. Su forma lo es mucho menos.
El conocimiento empírico acerca de la fricción y lubricación que se obtiene con el paso de los años nos indica que, para facilitar el deslizamiento entre dos superficies en contacto, es necesario agregar un lubricante; tal como lo hicieron los egipcios para transportar grandes bloques de piedra sobre tablas de madera lubricadas hace más de 4 mil años. La principal función de un lubricante es evitar que las superficies opuestas entren en un estrecho contacto a nivel atómico o molecular. Es decir, a escalas de longitud cientos o miles de veces más pequeño que el diámetro de un cabello humano. La mayoría de los lubricantes son líquidos, como el que usa el motor de nuestro automóvil, pero cuando las condiciones exceden sus límites de funcionamiento, por ejemplo temperaturas
extremas o entorno de vacío, la atención se dirige hacia los lubricantes sólidos. Quizá el lector ha escuchado poco acerca de tales lubricantes, pero uno de los más destacados lo encontramos en nuestra vida diaria, o mejor aún, lo usamos desde que aprendemos a escribir. Este maravilloso lubricante es el grafito, que encontramos en los lápices y está formado por átomos de carbono, el cual es el componente fundamental de los compuestos orgánicos.
Ya que el carbono tiene la propiedad de unirse con otros átomos de carbono, es posible encontrarlo de manera natural como diamante, grafito y carbón. En el grafito, los átomos de carbono están colocados en los vértices de un hexágono regular que se repite muchísimas veces sobre un plano, la fuerza que mantiene unido a estos átomos se llama enlace y actúa, a grandes rasgos, como un resorte muy rígido en el plano.
La configuración anterior se denomina hoja de grafeno o monocapa; cuando una hoja de grafeno se coloca encima de otra, se llama bicapa y así sucesivamente. Al deslizar una hoja de grafeno encima de otra se observa que casi no
se requiere aplicar fuerza, esto se debe a que el enlace entre capas es muy débil. Esta débil fuerza mecánica entre capas es responsable de la formación de una película de transferencia suave por desgaste entre dos cuerpos que en su estructura atómica contienen átomos de carbono.
Esta película de transferencia es bastante inerte, es decir, no reacciona con otros átomos del entorno donde se desenvuelve el contacto, así, los cuerpos en contacto pueden deslizarse uno sobre otro hacia atrás o hacia adelante proporcionando de este modo lubricación.
Así, cuando escuche el término lubricación o fricción solo recuerde que además de los aceites y grasas que identificamos en la vida cotidiana, también existen lubricantes sólidos como el grafito del que se pueden obtener hojas de grafeno, las cuales tienen otras excitantes propiedades que la ciencia busca dirigir en aplicaciones para mejorar nuestra vida diaria.
* Investigador del Instituto de Física de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
Francisco Javier Flores Ruiz*
LAS CALLES DE LA CIUDAD
El Valor de la Vida
Correcta, práctica y razonable forma de dar nomenclatura en las calles es el sistema de nombres y números que identifica las vías públicas, como calles y avenidas, para facilitar la orientación y el registro. Excelente cuando cumplen su propósito, pero en los casos en que no existe dicho dato, la pérdida de tiempo es definitiva.
El sistema Maps, GPS y otros sistemas de localización son prácticamente una magia en la gran mayoría de los casos, más alenta nuestra capacidad de practicar el don de la ubicación.
Ejemplo: mi hija, para ir al Oxxo utiliza estos sistemas, sin embargo, ¡vivimos enfrente! Jajaja. Así es, e incluso recuerdo la aparición de la calculadora de bolsillo. Ahí terminé para no poder hacer cuentas mentalmente. Se acabó.
El meollo de este escrito se funda en la manera de dar nombres y números al gran mundo de lugares que deben contenerlo para identificación. Los números, al menos que yo sepa, del lado derecho son pares y del lado izquierdo son nones.
En cuanto al nombre de las calles, he aquí los conceptos base para darles nombre:
Personas: Se honra a figuras relevantes, como héroes nacionales o figuras históricas de la región. En años recientes, hay un esfuerzo por equilibrar el género, nombrando calles en honor a mujeres que han contribuido a la historia.
Eventos históricos: Se conmemoran hechos de importancia histórica local o nacional.
Geografía: Se utilizan nombres de lugares geográficos, monumentos o características del paisaje de la zona.
Oficios y gremios: En zonas históricas, es común encontrar calles que llevan el nombre de antiguos oficios, como Plateros o Herreros.
Temas específicos: En fraccionamientos nuevos, se pueden crear fa-
milias temáticas, como calles que se llamen como diferentes tipos de flores, pintores, o estados de la república.
PROCESO DE NOMBRAMIENTO
Propuestas: Los desarrolladores inmobiliarios o los ciudadanos pueden proponer nombres. Las propuestas ciudadanas se presentan formalmente al ayuntamiento, por lo general a través de cartas o solicitudes dirigidas al alcalde o los departamentos de obras y tránsito.
Análisis técnico: Las direcciones municipales revisan las propuestas para asegurarse de que no existan nombres duplicados en el municipio. También verifican que el nombre sea apropiado y respetuoso.
Aprobación: Una vez analizadas, las propuestas son evaluadas y aprobadas por el Consejo Municipal o la autoridad competente, con la posible intervención del Consejo de la Sociedad Civil.
Buenos criterios supuestamente, pero, ¿qué hay con aquellos nombres que significaron una vergüenza nacional, y/o en su caso, mundial? Mas, al referirse a eventos históricos, éstos debieron ser de carácter sumamente positivo y engrandecedores al traer resultados positivos, en el caso de pronombres personales, a los pobladores de la nación correspondiente.
En nuestro México, o debería decir el México del gobierno comunista, muchas calles llevan nombres que degradaron a nuestro país. En el caso
de Ensenada, Un Bulevar denominado Gral. José de Jesús Clark Flores, quien destruyera el cerro El Vigía para dar lugar a un muelle comercial en el centro de una ciudad turística acabando con una playa extraordinaria. Una calle nombrada José López Por Pillo, digo, Portillo, que incluyen la mala administración de la economía, el endeudamiento masivo con petróleo y la nacionalización de la banca privada. Su gobierno heredó una crisis económica y social severa al final de su mandato, con inflación descontrolada, devaluación del peso y pobreza. Calle Reforma Judicial, cuando una votación fraudulenta por Morena se apropia del poder, calle Tren Maya, un claro lavado de dinero de AMLO, un total fracaso en todos los sentidos, principalmente ecológico. Avenida Gustavo Díaz Ordaz, asesino de estudiantes en Tlatelolco, avenida Luis Echeverría Álvarez, secretario de Gobernación de Díaz Ordaz, etc., etc., aparte de escuelas que también ostentan con repudio los nombres de cobardes asesinos parte del gobierno.
El gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Cardona, en su tiempo, anunció que calles, avenidas y escuelas del Estado, dejarán de llevar los nombres de expresidentes y expolíticos corruptos que lastimaron a los mexicanos y mancharon con sangre de jóvenes al país.
Hay muchas calles y escuelas con el nombre de Gustavo Díaz Ordaz, y es
un personaje que sangró a México y como él hay muchos más expresidentes que han lastimado a los mexicanos, afirmó Gallardo Cardona en su tiempo como gobernador de San Luis Potosí. Cayó al bote, aclaro. Fue detenido el 3 de febrero de 2015, mientras se desempeñaba como alcalde con licencia de Soledad de Graciano Sánchez. Sólo espero que ninguna calle lleve su nombre.
El Mandatario estatal lamentó que incluso existan colonias con alto grado de marginación y en extrema pobreza, que lleven nombres de los mismos personajes que los mantuvieron en el olvido y les impidieron acceder a mejores oportunidades de vida y al desarrollo. (Qué poca. Tiene antecedentes penales y aun así fue gobernador de su Estado).
Consideró una burla que se enaltezca el nombre de personajes que no lo merecen, como el caso de escuelas que hacen alusión a Díaz Ordaz, cuando fue responsable de que cientos de estudiantes perdieran la vida en una de las peores masacres que ha sufrido México, aparte de lo motivado por éste gobierno a través de tantos asesinatos impunes.
La realidad es que, perdiendo toda ética, moral y respeto, los gobiernos en un afán de que su nombre pase a la historia sin importar de qué manera, sólo saliéndose con la suya, dejan una estela de tristes recuerdos que hundieron en el sufrimiento al mismo pueblo. Su mentalidad dista mucho de la realidad ya que viven en un mundo irreal, dominados por los más terribles sentimientos: Codicia, crueldad, egoísmo, vanidad, soberbia, injusticia, ansia de poder, aún a costa de la vergüenza y repudio que cae sobre sus propias familias. Desde que nació mi primera hija hice una promesa: Que jamás daría lugar a que por causa de mis actos fuera avergonzada públicamente. Y lo cumplí.
En situaciones con el gobierno no hay marcha atrás. No se detendrán en su afán de apropiarse del país. Sólo la información veraz, la unión y el voto darán la oportunidad de lograr la paz y la prosperidad en nuestro México. Este país no es del gobierno. Es de nosotros los ciudadanos.
¿Qué les parece una avenida con el nombre de Avenida de la Fe?
Juan Rudametkin
LAS REDES DE APOYO SON IMPORTANTES PARA LA SALUD MENTAL
REDACCIÓN/LA BRÚJULA Ensenada, BC
El bienestar mental es un pilar esencial para aprender, crecer y enfrentar las adversidades del día a día. Sin embargo, la soledad, el aislamiento y las dificultades para pedir o encontrar ayuda aumentan la probabilidad de que aparezcan problemas tanto en la salud mental como en la física, explica la experta del Cetys, maestra Alexia Escutia, psicóloga del Programa Armonía: Salud y Bienestar de Cetys Universidad, campus internacional Ensenada.
“En ese contexto, la desconexión social se presenta como un riesgo silencioso que afecta la calidad de vida y el funcionamiento cotidiano de las personas”, puntualiza Alexia Escutia, quien explica que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado sobre los efectos negativos de esa desconexión: la carencia de vínculos nutritivos no sólo disminuye el bienestar inmediato, sino que también dificulta el acceso a recursos, apoyos y a cuidados oportunos.
“Esa desconexión puede manifestarse como falta de contacto, ausencia de apoyo por parte de los cercanos o la continuidad de relaciones dañinas y estresantes. La soledad no depende del número de personas que nos rodean, sino de la calidad
de los lazos que construi mos. Una red de apoyo está conformada por per sonas (familiares, amis tades, compañeros de es tudio o trabajo, docentes, colegas, profesionales de la salud e incluso institu ciones) que ofrecen ayu da de manera emocional, práctica o informativa. Lo que las distingue es la capacidad de generar un espacio seguro, empático y nutritivo donde sentirse visto, escuchado y acom pañado”, explica la exper ta del Cetys. Contar con esa red representa tener a alguien que escucha y valida nuestras emociones y experiencias; un gesto que puede reducir considerablemente la angustia, la ansiedad, el estrés y la desesperanza. También implica recibir acompañamiento en la búsqueda de soluciones y en la toma de decisiones: aporta perspectiva, ayuda a ordenar opciones y evita que nos sintamos atrapados por los problemas. “Además, el apoyo cercano fomenta hábitos de autocuidado, motiva a buscar atención profesional cuando hace falta y refuerza la continuidad de rutinas saludables”, señala Escutia.
Más allá del plano emocional, las redes de apoyo aportan recursos prácticos que influyen directamente en la vida cotidiana: orientación académica, asesoría laboral, ayuda para realizar trámites de salud o acompañamiento en mo-
La desconexión social se presenta como un riesgo silencioso que afecta la calidad de vida.
“La soledad no depende del número de personas que nos rodean, sino de la calidad de los lazos que construimos”, señaló la psicóloga Alexia Escutia, que forma parte del Programa
Armonía: Salud y Bienestar del Sistema Cetys Universidad
mentos críticos. En conjunto, estas funciones convierten al apoyo social en un factor protector que reduce la vulnerabilidad frente a riesgos para la salud mental. Fomentar y cuidar nuestras redes es una contribución en calidad de vida propia y ajena. Significa cultivar relaciones seguras, alejarse de vínculos dañinos y practicar la empatía: escuchar sin juzgar, ofrecer ayuda concreta y pedirla cuando la necesitamos. Integrar el apoyo social como parte de la atención integral es una forma de
personal y comunitaria. Finalmente, Alexia Escutia, explica que es importante reconocer el valor de las redes de apoyo, y trabajarlas desde lo cotidiano y lo institucional, es reconocer que la salud mental no es solo un asunto individual, sino
Alexia Escutia es psicóloga del Programa Armonía: Salud y Bienestar.
ye colectivamente. Cui darlo nos ayuda a transitar la vida con menos soledad y más recursos para crecer y recuperarnos. Pedir ayuda siempre será un acto de valentía y de autocuidado. Siempre habrá alguien dispuesto a escucharte.
DÍA DE LOS DERECHOS HUMANOS, 10 DE DICIEMBRE EDUCACIÓN, TECNOLOGÍA Y LEGISLACIÓN DIGITAL
La protección legal en México es incipiente, a pesar de que existe una ley que defiende a las personas en su desempeño en el mundo tecnológico
REDACCIÓN/LA BRÚJULA
Ensenada, BC
La computadora le pide que active la cámara. Después, le solicita abrir el micrófono y permitir acceso al historial de na vegación. Diego, estudiante de ba chillerato en Tijuana, respira hon do y le da clic a cada permiso. Es un examen final de matemáticas, y el sistema automatizado de vigilan cia —adquirido por la escuela tras la pandemia— promete detectar “con ductas irregulares” mediante inteligencia artificial. Si desvía la mirada por más de cinco segundos, podría marcarlo como sospechoso. Si la luz cambia, también. Diego no puede moverse demasiado; no puede hablar; no puede preguntar.
TECNOLOGÍA PERO SIN BRÚJULA ÉTICA
“No sabía que podían grabar todo”, cuenta después. “Yo nomás quería hacer mi examen”.
Lo que sucede en este pequeño cuarto en la frontera es más que un trámite escolar: es un recordatorio de que la digitalización acelerada entró en las aulas con más prisa que reglas. A cinco años del regreso presencial total en la educación básica y media superior, las instituciones educativas —públicas y privadas— dependen más que nunca de plataformas, algoritmos, sistemas de evaluación automatizada y servicios digitales de empresas extranjeras.
Lo que todavía falta es claridad sobre algo fundamental: ¿quién protege los derechos digitales de estudiantes, docentes y familias en México?
Desde 2020, el uso de plataformas educativas se convirtió en el estándar. Aula virtual, exámenes en línea, bases de datos de asistencia, tareas automatizadas, chats institucionales y servicios de almacenamiento masivo se volvieron parte integral de la vida escolar. Hoy no solo son herramientas: son el sistema mismo.
Y sin embargo, el marco legal que debería resguardar la privacidad, la autonomía y la integridad digital prácticamente no ha evolucionado al mismo ritmo.
México, dicen especialistas, está usando tecnología educativa del siglo XXI con leyes del siglo XX.
Para la docente universitaria Cristina R., que imparte clases en una institución privada de Baja California, el cambio ha sido abrupto. “De un semestre a otro nos pidieron usar una plataforma de analytics que supuestamente pronostica qué estudiantes van a reprobar”, explica. “A los profesores nunca nos dijeron cómo fun-
ciona ese algoritmo, qué datos usa ni quién puede ver esos resultados. Solo nos dijeron que era obligatorio”.
El punto que subraya Cristina es compartido por académicos en ética tecnológica: las instituciones saben qué sistemas usan, pero no cómo toman decisiones.
LA PRIMERA LÍNEA DE VULNERACIÓN
La educación presencial tradicional nunca había exigido tantos datos personales. Hoy, un alumno promedio entrega nombre, edad, CURP, domicilio y datos familiares, grabaciones de voz, video en tiempo real, ubicación, historial de navegación durante exámenes, correos electrónicos, conversaciones en foros. todos sus trabajos, evaluaciones y notas.
Gran parte de esta información queda almacenada en servidores externos, a veces fuera del país. En varios casos, las plataformas poseen cláusulas que permiten usar datos con fines de mejora algorítmica, entrenar modelos o generar perfiles de usuario.
Para la defensora de derechos digitales Elena Martínez, entrevistada por organizaciones civiles, el riesgo es evidente:
“Los estudiantes nunca dieron un consentimiento libre e informado. Se les pide aceptar términos extensos en segundos, sin posibilidad de decir que no. Eso no es consentimiento: es imposición.”
En México, el INAI es la institución responsable de garantizar la protección de datos personales. Sin embargo, enfrenta limitaciones presupuestales, políticas y operativas. Su capacidad para supervisar a empresas tecnológicas multinacionales es reducida.
Esto deja a estudiantes y familias en una situación vulnerable: sus datos están expuestos, y muchas veces no lo saben.
VIGILANCIA ESCOLAR UNA PRÁCTICA NORMALIZADA
Uno de los cambios más profundos —y menos discutidos— es la normalización de la vigilancia digital en escuelas. Después de la pandemia, diversas instituciones adquirieron software para monitorear actividades dentro y fuera del aula: desde cámaras con reconocimiento facial hasta sistemas que detectan patrones de conducta.
En Baja California existen preparatorias que instalaron cámaras de inteligencia artificial que registran entradas y salidas, miden emociones o detectan “comportamientos atípicos”. Otras utilizan programas que toman capturas de pantalla aleatorias en laptops proporcionadas por la escuela.
La promesa de estas herramientas es reforzar la seguridad y evitar el fraude académico. Pero los especialistas hacen una pregunta incómoda: ¿Y el límite entre seguridad y vigilancia excesiva?
El psicólogo educativo Hugo Medina relata que varios alumnos viven con ansiedad en evaluaciones automatizadas. “Sienten que cualquier movimiento los puede incriminar. Eso afecta su concentración y desempeño, pero también su relación con la escuela”.
El problema es que los sistemas automatizados suelen presentar falsos positivos: cambios de luz detectados como intentos de copiar movimientos involuntarios etiquetados como sospechosos ruidos normales registrados como alertas
Cuando un algoritmo se equivoca, ¿quién corrige? ¿quién responde? ¿quién explica?
La falta de protocolos claros convierte a estudiantes y profesores en sujetos de un sistema opaco e incuestionable.
IA EN EL AULA: SESGOS INVISIBLES Y DECISIONES AUTOMÁTICAS
La inteligencia artificial llegó a las aulas para quedarse. Desde herramientas para generar ejercicios, hasta sistemas capaces de evaluar textos o sugerir calificaciones.
Lo que la mayoría de los usuarios desconoce es que los modelos de IA se entrenan con grandes cantidades de información, muchas veces no supervisada o sesgada. Si un sistema educativo usa IA para evaluar redacciones, por ejemplo, el algoritmo podría: penalizar variaciones lingüísticas propias de regiones, favorecer estructuras “anglosajonas” de escritura, reproducir sesgos socioeconómicos o culturales, interpretar como errores formas válidas del español mexicano.
Estas implicaciones son especialmente graves en la educación pública, donde las brechas ya son profundas. Un algoritmo injusto puede amplificar desventajas existentes.
La socióloga de la educación Laura Delgado plantea un escenario preocupante:
“Si un sistema predice que un alumno ‘tiene alta probabilidad de reprobar’, ¿será tratado de forma distinta por los profesores? ¿Tendrá menos oportunidades, menos confianza? Las predicciones algorítmicas pueden volverse profecías autocumplidas”.
En países europeos, la discusión ética de la IA en educación lleva años avanzando. En México, todavía está en pañales.
EL VACÍO REGULATORIO
El marco legal mexicano sobre derechos digitales en educación es limitado. Las principales leyes —la Ley General de Protección de Datos Personales y la Ley General de Educación— no contemplan explícitamente temas como el uso de IA en evaluaciones, vigilancia basada en reconocimiento facial, propiedad de datos escolares, algoritmos predictivos, acceso equitativo a tecnología, transparencia algorítmica, consentimiento informado en menores.
Mientras que países como España o Brasil discuten regulaciones específicas sobre IA educativa, México carece incluso de mecanismos básicos para auditar sistemas usados en primarias o secundarias.
En la práctica, cada escuela actúa según sus propias reglas, y cada plataforma opera según sus propios intereses. Organizaciones como la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D) han advertido que sin regulación clara, la educación mexicana se encuentra expuesta a prácticas abusivas.
HISTORIAS HUMANAS:
CUANDO LA TECNOLOGÍA FALLA
A lo largo del país se acumulan anécdotas que muestran el lado humano de este problema: estudiantes sancionados por “mirar hacia otro
A partir del SÁBADO 6 de DICIEMBRE de 2025 9
lado” durante un examen plataformas que filtran fotos de menores por fallas de seguridad docentes acusados por algoritmos que interpretaron erróneamente su actividad niñas y niños cuyos correos institucionales fueron usados para publicidad familias que no entienden por qué la escuela exige permisos intrusivos.
Muchas de estas historias nunca llegan a instancias formales porque las personas afectadas no saben a quién acudir. Cuando denuncian, las instituciones suelen responder que “es cosa del proveedor”.
El efecto final es un sentimiento colectivo de vulnerabilidad y desprotección.
¿Qué hace falta? Hacia una agenda mexicana de derechos digitales educativos
Las especialistas consultadas para este tema coinciden en varios puntos urgentes para México:
1. Regulación clara de IA en educación: Normas que obliguen a transparentar cómo funcionan los algoritmos y qué datos utilizan.
2. Protocolos de privacidad y consentimiento informado, particularmente para menores de edad.
3. Auditorías independientes a plataformas educativas para evaluar seguridad, sesgos y riesgos.
4. Formación docente y alfabetización digital para estudiantes y familias: No basta con usar tecnología: hay que comprenderla.
5. Infraestructura para cerrar la brecha digital: internet digna, dispositivos y mantenimiento.
6. Supervisión efectiva del INAI o creación de un organismo especializado con capacidad técnica para atender estos retos.
LA HABITACIÓN DE DIEGO
La Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares establece las bases para que toda empresa, organización o persona que maneje información personal en México lo haga de forma legal, responsable y transparente. Su eje central es el principio de autodeterminación informativa, que reconoce que cada individuo tiene derecho a saber qué datos se están recopilando sobre él, con qué finalidad, cómo serán utilizados y cómo puede ejercer control sobre ellos. Para asegurar esto, la ley obliga a los responsables a emitir un Aviso de Privacidad, implementar medidas de seguridad físicas y digitales, y recabar únicamente los datos estrictamente necesarios
Mientras guarda su computadora, piensa que las leyes no lo protegieron: la tecnología avanzó primero. Esa es la gran pregunta que México todavía debe responder: ¿cómo garantizar que la educación digital respete los derechos humanos?
Porque sin una respuesta clara, millones de estudiantes seguirán rindiendo exámenes en silencio, bajo la mirada invisible de algoritmos que nadie supervisa.
Nota: El presente trabajo fue realizado con ayuda de inteligencia artificial. N. del E.
Diego terminó su examen. No sabe si la plataforma lo marcó como sospechoso. Tampoco sabe dónde quedó su video, quién lo vio o cuánto tiempo se almacenará. Solo sabe que cumplió con lo que el sistema le pidió.
EL CAMBIO CLIMÁTICO BAJO VISIONES MIOPES Y SESGADAS (PARTE 2)
Reflexiones
de un Abuelo
En la COP30 sobre el cambio climático (CC) se necesitaba unificar criterios para construir acuerdos en la lucha contra el calentamiento de la tierra. Sin embargo, las cada vez más acentuadas diferencias de visiones del mundo sobre el tema obstaculizaron el camino hacia el logro de consensos. Países poderosos como los que integran el G7 están cada vez más enfrentados en lo relativo a la lucha contra el CC. Los posicionamientos, tecnocráticos y proteccionistas de sus empresas productoras de petróleo, no les permiten plantear posiciones sobre como atajar o enfrentar de manera eficaz las consecuencias del CC y más si esas secuelas son en ultramar. En contraparte, los países en desarrollo o pobres, ubicados principalmente al sur de los continentes, reclaman urgentes soluciones a los efectos del CC, pero sin contar con posiciones claras en cuanto a como financiar las acciones. O, en su caso, implementando soluciones basadas en una economía libre del uso de combustibles fósiles o carbón. Es síntesis, un mundo con dos visiones: priorizar la lucha contra el CC o plantear soluciones para resolver los problemas de pobreza que el CC conlleva.
Adicional a ello, en el mundo surgen posiciones extremas de los países por los cambios de política ambiental. Estados Unidos, transitando por el segundo mandato de Donald Trump, nuevamente se ha desmarcado del Acuerdo de París y su presidente desdeña cualquier propuesta. La visión y declaraciones de este
poderoso personaje es de que el CC es solamente un engaño para seguir “ordeñando” la economía de su país. China, un país altamente industrializado, pero que, hasta hoy, es considerado como un país en desarrollo, ha mostrado una posición pasiva y evasiva en cuanto a los compromisos en el combate del acelerado calentamiento del planeta; aunque la ausencia de los Estados Unidos se coloca como uno de los líderes climáticos. Esto último, por ejemplo, lo demuestra al exhibir “su brazo fuerte” de una industria que actualmente domina la tecnología y fabricación masiva de paneles solares. Por su parte, la Unión Europea (UE) enfoca su postura en la urgente necesidad de tomar la acción climática y de colaboración global. Este último bloque plantea tres necesidades urgentes: 1)
la transición energética; 2) la mejora de la cooperación internacional y 3) un incremento en el financiamiento para el clima. La UE reitera su compromiso de limitar el incremento de la temperatura mundial a 1,5 °C y urge que los otros países reafirmar ese compromiso. En contraposición, el bloque de los países en desarrollo, demanda la atención de la urgencia de que los países desarrollados los apoyen en su lucha para enfrentar la problemática ambiental, que deriva en conflictos sociales y carencias económicas. Un verdadero crisol de posturas. Un enfrentamiento que muestra una gran dificultad para llegar a las metas y de llegar a acuerdos para avanzar la agenda sobre el clima. Mientras tanto, todos los países reconocen que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), por
Ahora, con base a esos compro misos firmados por los países en la COP28, los delegados de países, de las organizaciones de la sociedad civil y los expertos cabilderos (lobbying) de las empresas petroleras del mundo llegaron a Belém, Brasil. Se acreditaron cerca de 43 mil asistentes a la cumbre, donde en la composición se observó que cerca de uno de cada cuatro era representante de una empresa petrolera. Los representantes de los 198 países que asistieron, con objetivos de despliegue de diplomacia exclusivamente, iban a refrendar sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés); las organizaciones sociales y ambientales para vigilar los avances de los acuerdos o promover, desde su posición, rutas de trabajo. Y por último los cabilderos para frenar o bloquear iniciativas de eliminar la producción de petróleo.
Rafael “Rach” Solana*
En 2025, las posiciones de los países con respecto a los acuerdos de hace dos años (COP28), se muestran en frentadas. Por un lado, la ma yoría de los países producto res de petróleo se oponen a disminuir su producción; por ello la presencia récord de los grupos de cabilderos de la industria de los com bustibles fósiles que presio nan a los diferentes países en las negociaciones climáticas. En contraparte, una coali ción formada por Francia, Colombia, Alemania, Kenia y otros países, urgen a que se agregue una hoja de ruta so bre combustibles fósiles a la agenda oficial y que esta se refleje potencialmente en el resultado de la cumbre. Has ta antes de la cumbre, alrede dor de sesenta países de Eu ropa, África, América Latina y los Pequeños Estados In sulares en Desarrollo (SIDS, por sus siglas en inglés) ha bían respaldado la iniciativa y se tenía la esperanza que al menos el 50% de los países firmantes del Acuerdo de Pa rís lo adoptaran. Durante la cumbre uno de los principales temas que prevalecieron en las mesas de trabajo fue específicamente la elaboración de esa hoja de ruta para la transición energética. En general, durante la COP30 se consideraron cinco acciones clave para que avanzara la agenda del clima y el combate al calentamiento climáticos. Estas cinco acciones las resume un documento del Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés): 1. Elaborar una hoja de ruta global orientada a reafirmar la cooperación global en reconocer que el límite máximo de incremento de temperatura es el de los 1,5 grados centígrados. En palabras del WRI: “1.5 grados C [centígrados] sigue siendo la estrella guía para la acción climática global. Al hacerlo, puede enviar una señal política clara de que este objetivo continúa siendo el punto de referencia para evaluar el progreso hacia la consecu-
ción de un mundo saludable, habitable y resiliente”.
La hoja de ruta puede basarse en “los hallazgos del Balance Global y en los conocimientos del Informe de Síntesis de las NDC para identificar oportunidades específicas a corto plazo y transformadoras para acelerar la reducción de emisiones en sectores clave como la energía, los bosques, el transporte y el metano, al tiempo que se amplían los esfuerzos de adaptación, resiliencia y transición justa, con un énfasis particular en los enormes beneficios económicos, sociales y de otro tipo que se pueden obtener mediante la acción climática”.
2. Acelerar la acción sectorial a corto plazo para cumplir con los objetivos globales de 2030. Basado en la hoja de ruta se debería solicitar a los países para que desarrollen voluntariamente estrategias sectoriales a corto plazo y actualizaciones de progreso que traduzcan
y amplíen sus NDC existentes, convirtiendo los objetivos climáticos nacionales en vías concretas para su implementación. Estas estrategias sectoriales podrán se la base para “establecer los planes, políticas, prioridades de inversión, necesidades de apoyo y reformas habilitadoras específicas de cada país que se necesitan para fortalecer las acciones a corto plazo”.
3. Movilizar estrategias a largo plazo para transiciones equitativas y resilientes hacia cero emisiones netas. También conocidas como LT-LEDS o LTS (por sus siglas en inglés), estas son un puente entre las NDC y el objetivo colectivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados. Los países ya han establecido objetivos para 2030 y en la COP30 esos NDC establecen los objetivos de reducción de emisiones hasta 2035. A medida que los países avanzan hacia la neutralidad de carbono, las LT-LEDS les
permitirán delinear transformaciones sectoriales clave y mostrar cómo estos pasos pueden impulsar el crecimiento económico en las próximas décadas, informando y estimulando las decisiones políticas que los gobiernos toman ahora.
4. Fortalecer las iniciativas intergubernamentales para lograr un mayor impacto. En la COP30, existía la oportunidad para prestar mayor atención al papel de las iniciativas y coaliciones de cooperación intergubernamental e integrarlas más plenamente en la Agenda de Acción, que anteriormente se había centrado en iniciativas de actores no estatales, como era por ejemplo el caso de la iniciativa de la coalición Francia–Colombia–Alemania–Kenia, citada arriba.
5. Proporcionar un paquete financiero creíble que respalde objetivos climáticos ambiciosos. Hasta hoy son pocos que tienen confianza en ese paquete financiero.
¿Cómo lo van a ejercer los países beneficiados? ¿Cuál es la aportación con objetivos claros de los países? Esas y otras preguntas flotan en el ambiente de las COP. Pero esos cinco derroteros ideales avanzaron poco. La hoja de ruta para la transición prácticamente fue bloqueada por lo países productores de petróleo. La COP30 se considera ya como una cumbre que divide, donde muchos países se sintieron insatisfechos con los resultados. Como resumen se puede añadir lo siguiente: i) Se alcanzaron acuerdos modestos e incluso contradictorios. Por ejemplo, se “prometió” mayor financiamiento, pero no se concreto algún acuerdo para reducir el uso de combustibles fósiles; ii) No se logró un consenso sobre la hoja de ruta sobre la eliminación gradual de los combustibles fósiles. En este tema solo se alcanzó el número de 80 países que firmaron esta iniciativa (se ve que los cabilderos hicieron su trabajo); iii) Se lanzó una “iniciativa voluntaria” para que los países colaboren en la reducción de la contaminación por carbono, pero sin un compromiso explícito de abandonar los combustibles fósiles y iv) se aprobó triplicar el financiamiento de adaptación de los países en desarrollo para 2035, pero sin alguna definición de como se realizará esto, ya que la contribución es voluntaria.
En resumen, con visiones diversas, miopes y divergentes, sobre esos resultados, la COP30 dividió a los países. La falta de un plan claro para abordar la crisis climática y la ausencia de compromisos más ambiciosos generaron frustración entre los participantes. La conferencia dejó claro que, aunque se han hecho esfuerzos, aún queda un largo camino por recorrer para enfrentar efectivamente el cambio climático.
Aprincipios de los años sesenta un dueto de imitadores llama mu cho la atención. Eran Los Po livoces, formado por Eduardo Manzano y Enrique Cuenca.
La televisión los arropó in mediatamente pues su estilo de imitación era en la línea có mica y como tales participaron en el programa “Sonrisas Col gate” y también en “La farma cia de Televicentro” que con ducía Oscar Ortiz de Pinedo. Por ese tiempo aparecen en un papel secundario en la co media ranchera “Agarrando parejo”, que protagonizaron Luis Aguilar, Javier Solís, Lu cha Villa y Martha Elena Cer vantes, dirigidos por Jaime Salvador.
Y es también entonces cuan do empiezan a escucharse en la radio con la canción cómica “La Calambrina” y un potpourrí que llamaron “Variedades” en el que parodiaban a Los Rebeldes del Rock, César Costa y los Hermanos Carrión; fue también entonces cuando sacaron su disco “No insistas Leonor” en la que parodiaban a César Costa con su canción “No existe el amor”.
Vuelven al cine en la película “Tres mil kilómetros de amor” dirigida por Agustín P. Delgado y protagonizada por Silvana Pampanini.
Mientras tanto continúan exitosamente en “Sonrisas Colgate” y luego dejan Telesistema Mexicano para pasar a formar parte del elenco de TIM (Televisíón Independiente de México) donde su programa lleva por título simplemente “Los Polivoces”, en el que, por cierto, trabajó Delia Garda.
Para entonces ya tienen una buena cantidad de personajes en el gusto del público, entre ellos Chano y Chon, La chica del Sifón, Los Hermanos Lelos, Don Laureano y doña Paz, Acelerino y don Teofilito, Mosachón y Wash and Wear, Agallón Mafafas y Juan Garrison, El maistro y el Saltamontes y Gordolfo Gelatino y doña Naborita; además de que en lo individual Eduard Manzano interpretaba a Agustín Varios Rones y a Jacobo Jaladosky, parodia de Agustín Barios Gómez y Jacobo Zabludowsky respectivamente.
El éxito de Los Polivoces es tal que retornan al cine, pero ya como protagonistas, y con la dirección de Rafael Baledón filman El aviso inoportuno, Ahí madre e Hijazo de mi vidaza. Al fusionarse TIM con Te-
lesistema se forma Televisa, por lo que retornan a los canales de televisión en los que se iniciaron y su programa se llama ahora “El show de Los Polivoces”, a la vez que filman la película Entre pobretones y ricachos dirigidos por Fernando Cortés, y luego Ismael Rodriguez los dirige en Somos del otro Laredo.
El dueto se separa; Enrique Cuenca continúa como Enrique el polivoz, mientras que Eduardo Manzano pasa a llamarse Eduardo II, pero en algunos trabajos aparecía como Eduardo Manzano El Polivoz o simplemente Eduardo Manzano. Ya solo, Eduardo Manzano trabajó mucho en televisión, pero también participó en cine en películas como Escuela para brujas, de Alberto Mariscal; Yo hice a Roque II de Benito
Alazraki; de mayor interés es Club Eutanasia de Agustín Tapia en la que compartió créditos con Ofelia Medina, Rosita Quintana, Lorenzo de Rodas, Héctor Gómez, Sergio Corona y Magda Guzmán.
Con la dirección de Emilio Portes participó en Pastorela y en El crimen del Cácaro Gumaro. Jack Zagha lo dirigió en En el último trago, y el último trabajo cinematográfico en el que lo vi fue en La hija de Moctezuma, película protagonizada por la India María y dirigida por el hijo de ella, Iván Lipkies. Con más de sesenta años de trabajo escénico cierra su ciclo. QEPD Eduardo Manzano.
* Especialista en culturas populares, cine mexicano y literatura.
Facebook: Genaro Saúl Reyes.
MARCEL DUCHAMP
La Turicata
Marcel Duchamp fue un revolucionario del arte del siglo
do una fuente de inspiración y debate. Henri-Robert-Marcel Duchamp nació el 28 de julio de 1887 en Blainville-Crevon, Francia, en una familia de artistas. Sus hermanos, Jacques Villon y Raymond Duchamp-Villon, también destacaron en el ámbito artístico, lo que situó a Marcel en un entorno creativo desde temprana edad. Estudió en la Academia Julian de París, pero pronto se desilusionó con la enseñanza aca-
el fauvismo y el cubismo. Sin embargo, su obra Desnudo bajando una escalera, n.º 2 (1912) marcó un punto de inflexión. Esta pintura, que fusiona el cubismo con el futurismo, causó escándalo en el Armory Show de Nueva York en 1913. La obra no sólo rompía con las convenciones estéticas, sino que también cuestionaba la representación del movimiento y del cuerpo humano.
Poco después, Duchamp abandonó la pintura tradicional. Consideraba que el arte no debía limitarse a lo visual, sino que debía involucrar el pensamiento. Esta idea lo llevó a crear los ready-mades, objetos cotidianos que, al ser seleccionados y firmados por el artista, se convertían en arte. El más famoso de ellos es Fuente (1917), un urinario invertido firmado con el seudónimo “R. Mutt”, que fue rechazado por el jurado de una exposición supuestamente abierta a todas las propuestas.
Duchamp fue una figura clave del movimiento dadaísta, surgido durante la Primera Guerra Mundial como respuesta al absurdo de la violencia y la lógica racional que había llevado al conflicto. El dadaísmo proponía el caos, el humor, la ironía y la provocación como formas de resistencia. Duchamp encarnó estos valores al ridiculizar las instituciones artísticas y al cuestionar la autoría, la belleza y la originalidad.
Su obra L.H.O.O.Q. (1919), una postal de la Mona Lisa a la que añadió un bigote y una barba, es un ejemplo claro de esta actitud irreverente. Con este gesto, Duchamp no sólo parodiaba a Leonardo da Vinci, sino que también desafiaba la sacralización del arte clásico. En las décadas siguientes, Duchamp se alejó del circuito artístico tradicional. Se instaló en Nueva York, donde
influyó profundamente en artistas como Man Ray y el grupo surrealista. Aunque se decía retirado del arte, trabajaba en secreto en su obra más enigmática: Étant donnés (1946–1966), una instalación que solo se reveló tras su muerte. Esta pieza, que combina escultura, pintura, luz y voyeurismo, es una síntesis de su pensamiento: el arte como experiencia mental, sensorial y conceptual.
Duchamp también incursionó en el ajedrez, al que dedicó gran parte de su vida. Para él, el ajedrez era una forma de arte puro, donde la lógica y la estrategia reemplazaban la estética. Esta elección subrayaba su rechazo a la comercialización del arte y su búsqueda de una práctica intelectual y libre.
Marcel Duchamp falleció el 2 de octubre de 1968 en Neuilly–sur–Seine, Francia, y su muerte pasó casi desapercibida en México, debido a la coincidencia con la matanza en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlaltelolco, en la misma fecha. Su influencia es incalculable. Fue precursor del arte conceptual, del minimalismo, del pop art y de muchas corrientes contemporáneas. Artistas como Andy Warhol, Joseph Beuys, Damien Hirst o Ai Weiwei han reconocido su deuda con Duchamp.
Su legado no reside en un estilo visual, sino en una actitud: el arte como acto de pensamiento. Duchamp abrió la puerta a que cualquier objeto, gesto o idea pudiera ser arte si se contextualizaba críticamente. Esta revolución conceptual cambió para siempre la relación entre el artista, la obra y el espectador. Hoy, en un mundo saturado de imágenes y mercancías, la pregunta que Duchamp formuló con sus ready-mades sigue vigente: ¿Qué es el arte? Su obra no ofrece respuestas, sino que nos invita a pensar, a dudar, a jugar. Y en ese juego, el arte se reinventa una y otra vez.
José Carrillo Cedillo
Naveguemos EL TRABAJO, ESE GRAN VALOR
“Dios no juega a los dados”, comentó Einstein para afirmar la posibilidad de que existiera la unidad que descri biera todo el universo completo.
Una fórmula que uni ficara todas las fuerzas de la naturaleza.
“Deja de decirle a Dios qué debe hacer con sus dados”, le contesta Niels Bohr, que defiende una propuesta contraria, llena de pa radojas, incertidumbres, azares y probabilidades.
Es muy disfrutable llegar, en la mañana temprano, a la Plaza.
Todavía se mantiene en el ambiente el fresco de la ma drugada, esa temperatura inexplicable, transparente, que nos llena de placer y, sin darnos cuenta, nos puede calar hasta los huesos poniéndonos a tiritar sin previo aviso.
Se oyen los trajinares casi rítmicos de los trabajadores que van habilitando sus espacios.
Un ruido lindo, pausado, como si la Plaza empezara a desperezarse.
Las sombras son todavía largas, en sentido contrario a las sombras del atardecer del día anterior, provocadas por los históricos edificios y por los Mezquites, los Ficus, el Roble, varios Paraísos, todos esos personajes enhiestos, firmes, frondosos que habían crecido en estos ocho años de inaugurada la Plaza, hasta alcanzar alturas que marcaban en la ciudad un área muy verde, esplendorosamente verde.
Por allá lejos veo a Doña Luz, jalando el tambo con rueditas para ubicarlo en el rincón donde se guardaba, por poco tiempo, todo aquello que había sido muy útil y que ya nadie quería ver, tocar u oler: la basura.
También distingo a Flora, la jovencita de figura menuda que todos los días barría lo que antiguamente había sido una baqueta, recorriendo varios metros, muchos
metros de piso entabicado, manteniendo su ritmo, la cadencia de recorrer con su escoba las uniones de cada tabique, con parsimonia, cuidadosamente.
Poco a poco se va acercando en donde estoy acodado en un barandal, esperando a que se abriera el café.
Se oye sólo el rasguido de su escoba, que sigue, sigue y sigue acompañándola en ese baile solitario.
—“Hola Flora, buenos días”
—“Buenos días, señor”–contesta sin levantar la cabeza, continuando con el rasguido.
—“Llevas rato barriendo…¿No te cansas?”
—“No. Me gusta” –se detiene, se apoya en su escoba y me mira–.“Sí, me gusta. Hago ejercicio. Pienso. Me fijo que todo quede bien limpio. Me gusta ver que después que yo pasé con mi escoba, todo está mejor, se ve mejor. Y eso lo hago yo, para que los que pasen caminando se sientan mejor”
—“¿Y todos los días lo haces igual?”
—“Nooo. Claro que no. Es más, creo que no hay un día que lo haga igual al día anterior.
Empiezo de diferentes lados, barro de izquierda a derecha, o al revés. A veces paso rápido, saco lo más pe-
sado y después vuelvo a pasar, despacito, con cuidado, quitando el polvo, la pequeña basura. Otras veces hago montones diferentes. En fin, hay muchas maneras de barrer esta calle. Todos los días se me ocurre algo nuevo.”
—“Qué bien, Flora. ¿Entonces no te gustaría cambiar de trabajo?”
—“No sé. Tendría que ver cómo es otro trabajo. Este me gusta. Pero a lo mejor hay algo que me gusta más, ¿no cree?”
—“Sí, tienes razón. Siempre puede haber algo que guste más”.
La incertidumbre de que existe lo que no conocemos. Y eso desconocido puede ser mejor. Esa incertidumbre que nos pone en la duda de si el universo tiene un orden común o es producto de la casualidad, que hay múltiples sistemas ordenados pero independientes. Bueno, llegado aquí, creo que debo presentarme. Por lo menos por respeto a los cinco lectores de esta columna. No, creo que ya son siete. Soy el coro griego. Ese ente que no estaba en el escenario del teatro original, no era ninguno de los personajes del drama. Que estaba ahí desde el origen del ditiribambo.
Yo opino, comento, observo a los personajes de la Plaza, pero ellos no me ven. A menos que yo quiera hacerme visible. Como con Flora. Soy una sombra que se escurre entre los árboles y comenta para indicar, aclarar, señalar. Nunca juzgo, nunca tomo partido. Por ello tengo una gran credibilidad. No sufro, no río, no respiro. Hoy me quedo con ganas de seguir el tema.
Y tengo que esperar hasta la tarde, a que lleguen los amigos.
Ricardo Harte
II DOMINGO DE ADVIENTO Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos.
(MT 3, 1-12)
EDía del Señor
n el Evangelio de este domingo, el evangelio de Mateo nos relata claramente el anuncio de Juan Bautista. Juan Bautista que proclama el desierto y hace invitación a la conversión.
Juan Bautista al encontrarse en la fila, a los Fariseos y saduceos les aclara y les dice, con un término muy fuerte: “raza de víboras quién les enseño a escapar de la ira de Dios que se acerca, produzcan frutos de una sincera conversión”.
La voz de Juan el Bautista resuena también hoy en nuestra celebración eucarística. Su mensaje: ¡Conviértanse!, y nos obliga a mirar hacia dentro y a preguntarnos: ¿Qué tengo que hacer, de qué tengo que convertirme? La verdadera conversión nos lleva a la raíz, a lo profundo de nuestro ser para encontrar al Dios que viene. El sendero de la conversión no se traza sobre el terreno, sino en el corazón de cada persona; no se traza en el desier -
me impide perdonar, hay egoísmo que me hace ir “a lo mío”, hay heridas que no tengo cerradas, hay tristeza que nunca se marcha. Y es de lo que tenemos que convertirnos y cambiar.
Mateo menciona a San Juan Bautista como aquél que Isaías anunciaba 700 años antes. La preparación que realizaba Juan Bautista no consistía en organizar los comités de bienvenida ni los desfiles ni las ofrendas florales. Se trataba de una preparación interior; los corazones debían transformarse a través de un proceso sincero de purificación. De ahí su llamado a la conversión, que conducía a un cambio de vida expresado a través de la inmersión en las aguas del río Jordán.
Denunciaba abiertamente aquellos comportamientos que se apartaban de los mandamientos de Dios. La franqueza con que denunciaba la hipocresía de los líderes religiosos y esto lo llevaría, más tarde, a un enfrentamiento con el rey Herodes que le costaría la vida.
La conversión para Juan, con palabras minos del Señor, allanar los senderos. En el interior de cada uno, pese a las muchas cosas buenas que tenemos, hay zonas de sombra: Hay soberbia, hay rencor que
El profeta nos invita también a nosotros a enderezar los caminos y ¿cómo se enderezan, cómo se allanan los caminos del Señor? “Rebajar montes y colinas” significa rebajar las alturas de nuestro orgullo, nuestra soberbia, nuestra altivez, nuestro engreimiento, nuestra auto-suficiencia, nuestra vanidad. “Rellenar quebradas y barrancos” significa rellenar las bajezas de nuestro egoísmo, nuestra envidia, nuestras rivalidades, odios, venganzas. Son pecados que dificultan el poder vivir en armonía unos con otros, son pecados que impiden la realización de ese Reino de Paz y Justicia que Cristo viene a traernos.
San Juan Bautista es claro y exigente en su predicación: “Cambien de vida, arrepiéntanse... hagan ver los frutos de su arrepentimiento”. Ese llamado del profeta de hace casi dos siglos sigue siendo vigente. ¿Hemos respondido? ¿O seguimos hoy con las mismas actitudes de hace dos mil años?
Si bien el bautismo de Juan, es el bautismo de la conversión el bautismo de Jesús es a través de la fuerza del Espíritu Santo y por medio del fuego del amor de Dios. Es la novedad que trae Jesús, un bautismo de la paz, un bautismo del amor, un bautismo de la misericordia, un bautismo que de alguna manera nos hace sentirnos hijos en el Hijo.
Que Dios Todopoderoso, te bendiga hoy, acompañe y proteja siempre.
* Presbítero. cpomah@yahoo.com
Carlos Poma Henostroza*
LOS RECURSOS COSTEROS EN EL PACÍFICO NORTE DE BAJA CALIFORNIA
Durante milenios en las costas del Pacífico norte se han desarrollado actividades de recolección, caza y pesca, en los más de mil 500 kilómetros de litoral del actual estado de Baja California, sumando las costas del Océano Pacífico y el Golfo de California, han habitado diferentes grupos humanos y obtenido los recursos necesarios para subsistir en un territorio donde, en ocasiones, las condiciones ambientales se vuelven extremas.
El mar del Pacífico norte es muy productivo en especies marinas, esto gracias a la corriente oceánica de California que transporta agua fría subártica desde Canadá hasta la península de Baja California, aportando oxígeno, nutrientes y regulando la temperatura del mar, permitiendo el desarrollo de especies vegetales marinas como el microscópico fitoplancton, que a decir de los expertos aporta más del cincuenta por ciento del oxígeno que circula en el planeta, hasta las macroalgas que llegan alcanzar 30 metros de altura y forman espectaculares bosques mari-
nos que proporcionan oxígeno, alimento, hábitat y refugio a diversas especies marinas, desde crustáceos, equinodermos, moluscos, peces hasta mamíferos marinos.
La gran diversidad de recursos costeros atrajo a los grupos humanos antiguos y fue un factor importante en la dispersión de la especie humana, trabajos arqueológicos a lo largo de la costa del Pacífico norte han documentado sitios del Pleistoceno tardío y el Holoceno temprano, donde la explotación de los recursos del litoral fue clave en la ruta para el poblamiento americano. En California, particularmente en las Islas del Canal de Santa Bárbara, y en Isla de Cedros, Baja California, se han registrado sitios de con antigüedades de entre 11 mil y 12 mil 500 años de antigüedad.
En el litoral del Pacífico de Baja California se han documentado cientos de campamentos a cielo abierto, denominados campamentos concheros por la alta presencia de conchas de especies marinas entre las que destacan ampliamente abulones y mejillones de hábitats de ambientes intermareales rocosos y almejas en los casos de sitios asociados a playas arenosas. Investigaciones arqueológicas realizadas en varios sitios costeros han registrado no sólo el consumo de especies de moluscos por sus antiguos habitantes sino también la explotación y aprovechamiento de otras especies marinas, por ejemplo suelen registrarse miles de pequeños fragmentos de caparazones de
erizos de mar, vértebras, espinas y otras partes óseas de peces de distintas especies, diferentes huesos de la anatomía esquelética de pinnípedos (lobos marinos y probablemente focas) y nutrias, y en ocasiones hasta fragmentos de cetáceos (ballenas).
La abundancia de estos restos orgánicos en los campamentos son una muestra de la diversidad de especies de fauna que proporcionó el mar del Pacífico y que junto con el registro de artefactos y herramientas elaborados en piedra, hueso y concha que usaban para la cacería y el procesamiento de las presas son el reflejo de la persistencia de las culturas adaptadas y especializadas en las técnicas de pesca, caza y recolección de los ecosistemas marinos.
Si bien hoy en día los ricos ecosistemas costeros del Pacífico no son los mismos del pasado, ya que varias especies están extirpadas de la región como lo son el abulón y la nutria, la costa del Pacífico sigue teniendo un alto valor productivo permitiendo el desarrollo de la in-
dustria acuícola y la pesquería moderna. Son varias las especies de valor comercial que se pescan actualmente como la sardina, la anchoveta, el atún, la berrugata, el calamar, el ostión, el abulón, el erizo, la langosta, entre otras especies.
Un dato que muestra la importancia económica de la explotación de los recursos marinos lo señala el Anuario Estadístico de Acuacultura y Pesca de 2024 en el que se especifica que la producción pesquera y acuícola en Baja California ocupó el tercer lugar en la producción nacional siendo la sardina la principal especie capturada. No obstante, habrá que recordar que los ecosistemas son frágiles y que tienen límites de explotación, un aprovechamiento y manejo razonable y equilibrado de estos recursos podrán garantizar su sustentabilidad y será la mejor herencia que le podemos dar a las siguientes generaciones.