mática y natural, sino que también dependen de la cantidad de estímulo y de su naturaleza diferencial. Al hablar de la naturaleza diferencial, nos referimos, por ejemplo al hecho de no distinguir un objeto negro en una habitación oscura, experiencia utilizada recientemente en algunos restaurantes ya anteriormente citados.
Con esta información sabemos entonces que la experiencia de disfrutar un plato puede ir desde una sensación mínima hasta convertirse en una completa percepción, dando paso al juego de sentidos y recuerdos de quien lo degusta.
Por otra parte, la capacidad sensitiva viene definida por los umbrales de percepción, es decir ¿a partir de qué intensidad de estímulos comenzamos a percibir algo? En tal sentido pueden distinguirse dos umbrales: uno absoluto y otro relativo. Esto depende de cada individuo asícomo de la disposición que presenta en un momento concreto para dejarse envolver por la sensación.
Entrando ahora a nuestra materia traemos un menú basado en juegos de sabores y sensaciones. Como siempre hemos tratado de crear platos sencillos pero llenos de imaginación y es aquí donde radica la cocina de sensaciones.
SIBARITA
Una entrada sutíl y contrastante: frambuesa y chipotle con textura de helado, en un clásico internacional
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